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17731) Roberto Maseda Legaspi 
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Miércoles, 27 Mayo 2020 12:44

Hoy hace 50 años que llegué a mi casa licenciado. Ya comenté en alguna ocasión que debería haberme licenciado un mes antes, pues yo no había disfrutado ningún permiso.

Estando en el Destacamento de Tropas Nómadas en Mahbes, me mandaron hacer una patrulla que duraría 9 días. Hacía un tiempo que se venía rumoreando que posiblemente al Remplazo de 1968 y 2º llamamiento nos licenciarían en breve. Se oían tantos macutazos, que a veces no se les prestaba mucha atención. ¡Pero mira tú por donde! Un buen día cuando por rutina y a la hora de siempre conecto con la Base, me dicen que a los compañeros míos ya los habían bajado al Aaiún para licenciarse.

Efectivamente cuando llegamos a la base al finalizar la patrulla, me encuentro en que ya no quedaba ninguno de mis compañeros.

Siempre he comentado que el Ejército me había hecho una faena, y sigo manteniéndolo. Que menos que avisar con tiempo para pedir el dinero a casa, y por supuesto ¿Qué pintaba yo en esa patrulla?

Una vez me bajaron al Aaiún pedí que me mandasen el dinero de casa, pero “un jefe” me dijo que no me preocupase que me iría en un avión militar.

Decidí entonces esperar al avión militar, pues de momento no tenía otra alternativa, ya que me encontraba sin un duro, además me habían dicho que en breve me marcharía a casa. Todos los días esperando el avión militar, pero no acababa de llegar.

Sebastián Martínez, un compañero de la misma quinta, que habíamos hecho el campamento juntos y en las mismas condiciones que yo, se encontraba en casa desde el 30 de abril.

Visto la demora, mi madre comenzó a reclamarme, y contactó con “un jefe” de Tropas Nómadas, el cual le contestó, que yo ya no me encontraba allí, pues me había licenciado.
A pesar de que yo mandaba noticias tranquilizadoras a mi familia, mi madre lógicamente empezó a preocuparse más.
Por medio de una amistad le escribió a “un jefe” de Sanidad, que le contestó diciendo, que no se preocupase por mí, que me encontraba bien, y que vendría en un avión militar y que me saldría gratis.

Un miércoles (igual que hoy)27 de mayo de 1970 embarcaba en un DC-4 con destino a Getafe, y luego en tren hasta casa.

Un abrazo Sahariano

Román Martínez del Cerro Jueves, 28 Mayo 2020 10:55
Amigo Roberto, a la ida todos juntitos. A la vuelta, se supone que ya estábamos suficientemente espabilados. Así que "tonto el último". Todos tenemos nuestras anécdotas de vuelta. Un abrazo, Román

Dionisio Valiente Galán Jueves, 28 Mayo 2020 12:01
Te recuerdp perfectamente, Roberto cundo antes de bajar a Aiun, pasastes por Smara. Nosotros acabábamos de llegar del BIr.
Un saludo

Roberto Maseda Legaspi Jueves, 28 Mayo 2020 18:19
Amigo Román: No se si es que yo soy muy mal pensado, pero tengo que decirte sinceramente que tú comentario no me parece muy acertado.Solamente estoy de acuerdo cuando dices "a la ida todos juntitos". A partir de ahí no me identifico con nada. Fuí a la mili tan espabilado como estaba en la vuelta. A mi en la mili ni me aprendieron a leer, ni me hize un hombre, al contrario me estropeó un tiempo precioso, otra cosa es que rememoremos nuestra estancia en el Sahara.Seguramente si hiciese la mili en un cuartel en el Aaiun no me sucedería lo mismo. Y referente a que todos tenemos anecdotas, es cierto. La mayoria de las anecdotas fué comprar un billete de avión y marchar a casa, como yo hubiera hecho si me hubiesen dado la oportunidad. Un abrazo

amador rueda espin Jueves, 28 Mayo 2020 18:44
Lo que dice Roberto es verdad despues de tenerlo alli un mes por culpa del ejercito, esperando que lo mandaran a su casa en un estado de nervios, porque ha esa altura de mili que nadie se preocupe de licenciar a un soldado, menuda gracia y sin dineros y a mas de 2000 kilometros,eso si que es una anecdota con gracia, vamos para coger al culpable y darle un repaso,en la cara,yo por suerte no me paso, pero me pague 700pesetas del billete del avion, y luego el billete del tren, claro el sueldo de un legionario no era el sueldo de un soldado, si no me hubiera pasado lo mismo que a Roberto, vamos una gracia,ysobre eso de que vendriamos echos hombres eso tenia tela,a muchos nos rompieron, estudios.trabajos y encima,una perdida de tiempo enorme,y el que estaba casado peor todavia,encima se reian del el vamos una alegria,un saludo Amador

Emilio Cisneros Jueves, 28 Mayo 2020 20:43
Yo me licencié en Diciembre de 1969, con permiso indefinido y pagándo el viaje de vuelta por mi cuenta, o, para ser mas exactos, con tres ayudas: la primera, un descuento por residente en el Sahara, que se acreditaba documentalmente en Iberia. La segunda, una ayuda del Ejército, que te abonaba el coste que suponía el viaje de regreso a mi domicilio en barco + tren. Creo que me dieron algo mas de mil pesetas y menos de dos mil. La tercera, y última, inevitablemente, la familia, en especial mis padres, sunque algo colaboró una prima mía y un amigo de mis padres.

Así, entre todos, y contando con todos,me pude comprar un billete El Aaiun-Las Palmas y otro, Las Palmas- Madrid.

Y volver a casa.Catorce meses y trece días después.

Ni siquiera volví a la casa en la que había vivido toda mi vida, casi veintitrés años. Mis padres, en ese intervalo, se habían cambiado de casa, y allí tuve que residir. Un barrio nuevo, lejos del anterior, no me hizo mucha gracia.

Dionisio Valiente Galán Viernes, 29 Mayo 2020 12:28
Aquí todos tenemos vivencias e historias, que son buenas para compartir.En definitiva me atrevo a decir que es Historia de España, como final de nuestra estancia en el último territorio que España , no sé cómo decirlo , ocupó o estuvo presente, en África ( si exceptuamos Ceuta y Melilla).
Unas vivencias que cómo jóvenes enviados a cumplir el servicio militar obligatorio en tan peculiar territorio. Y yo creo que con la perspectiva del tiempo cada vez tienen más valor las susodichas vivencias.
Cuindense saharianos, que este "siroco" ya lo vamos pasando. Pronto, espero y deseo, podamos circular sin esta nueva "siroquera" que nos obligan a llevar.
Un abrazo
Dionisio el de Alcántara y de,Smara ATN 70-71

Román Martínez del Cerro Miércoles, 3 Junio 2020 11:37
Amigo Roberto, no sé por dónde has interpretado mi comentario. Era un comentario directo y por supuesto sin ninguna malicia. Yo, cómo he contado en varias ocasiones, me encontraba en Las Palmas. Cuartel de Mata, Representación del Sahara. Por pura casualidad pasa por allí mi capitán, Don Juan Senso Galán, de la Administrativa de Ingenieros 9 del Aaiún. Me dice, ¿qué haces aún aquí? Tu reemplazo está ya en la Península. Así que entregué, por mi cuanta, el armamento en Ingenieros de Canarias y aún me quedé unos días, de paisano, esperando la vuelta de un compañero de Córdoba que se le había concedido un permiso extraordinario. Luego me busque un barco, que se averió, el J. Sister. Por fin conseguí un segundo barco, pero en lugar de a Cádiz, este me dejó en Algeciras, el día uno de enero de 1976 a las seis de la mañana. Todo pagado de mi bolsillo. Igual me lo hubieran pagado, es posible, pero mi deseo de volver no me permitía mayor espera. Por eso comenté "tonto el último". El tonto, en este caso era yo, que me quedé el último. Espero haber aclarado mi anterior comentario. Un abrazo, Román
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