REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

[Antonio Gimenez]

GRANDE, Josep ¡¡¡

Antonio Gimenez
ATN II, Aargub 72-73

[Juan cobo]

Josep. Personas como tu se necesitan en todas partes.
Tus escritos son ponderados y no exentos de razón y marcas un camino a seguir y asi debemos hacerlo. Si estas recomendaciones las hubieses hecho en otra epoca posiblemente te hubiese costado algun digusto pero por suerte las cosas ahora discurren por otros cauces. Saludos

[Juan Ant. Cabrera Campos]

Buenos días.

No es la primera ni la ultima vez que utilizamos nuestra página Web, para emitir una opinión, una felicitación ó algún tipo de comunicado de cualquier naturaleza e índole

Hace unos días; recibí la confirmación de una muy grata noticia. Aunque por distintas circunstancias tenemos amigos ó “compañeros” Veteranos del Sahara qué últimamente no pueden ó no desean pertenecer a la Web Sahara-Mili, no por ello dejan de perder su condición de Veterano y el grado en la amistad reciproca y personal.

Hoy; simplemente os quiero hacer participes de una buena y nueva noticia. Nuestro recordado amigo José Meneses Laserna, tras años de lucha en defensa de su honor, ha obtenido definitivamente el fallo a su favor y en ultima Instancia de los Tribunales de Justicia.

Nuestro amigo José Meneses Laserna, aparte de algunas cosas muy importantes a niveles personales y familiares, tiene 482.580 de muy buenas razones para estar desbordante y eufórico en su estado anímico personal.

Aprovechando tal ocasión; José Meneses Laserna, me hace portavoz de enviaros un afectuoso y cordial saludo.

Me alegro enormemente por ti y por tú familia, amigo Meneses.

Saludos.

Juan Ant. Cabrera – cabo Jerez – Smara.

[Josep Solé Gomà]

El título cautivador de este foro me invita de una manera irremediable a efectuar un intento de acción de reflejarme a mí mismo. Todo ser humano y toda persona tiene unos sentimientos determinados y adquiridos por la propia esencia y propiedad característica de cada ser. El que tiene un amigo y se profesan mutuamente una verdadera amistad sin condicionantes de ninguna clase, con un sincero afecto personal puro y desinteresado que compartes, que ha nacido y se fortalece con el trato es la mejor recompensa y de un valor incalculable que puedas poseer. Tengo que confesar que a lo largo de mi vida, que son bastantes años y hasta la actualidad tengo y he tenido la gran suerte de tener grandes amigos sin limitación o condición alguna con ellos.

También tengo que confesar honestamente que tengo muchos conocidos con quién tengo trato y comunicación pero no amistad. Normalmente los conocidos son más numerosos que las personas que nos unimos con amistad que son los amigos.

A lo largo del tiempo y durante muchos años he vivido muchas experiencias a lo que se refiere al comportamiento de las personas. No cabe la menor duda que tengo en mi escasa memoria una cantidad enorme para poder explicar, pero en esta ocasión no es de principal interés.

Me ha dolido siempre profundamente cuando un conocido y por causas que creo no son justificadas o tal vez incluso él crea que sí, se dedique a criticar, ofender, menospreciar, insultar, sin el debido respeto y sin educación a un buen y querido amigo mío y, además se permita el lujo de comunicarlo por escrito, seguramente, a una serie de personas que son amigos del ofendido. Que conste que con este razonamiento muy personal no quiero entrar en ningún tipo de polémica, en primer lugar porque ésta no es mi intención y en segundo lugar, porque el problema que pueda haber no es el mío. Simplemente estoy afectado moralmente.

Excelente título el de este foro para que de una manera sincera y sin resentimiento, algunas personas nos pudiésemos aplicar de vez en cuando para solventar estas pequeñas rencillas que la vida de vez en cuando nos brinda. Todo es cuestión de voluntad, de esa voluntad que a veces escasea y que debemos de ser capaces de mantenerla y si cabe aumentarla.

En esta vida hay muchísimas veces que nos equivocamos, muchas, pero también tenemos unos mecanismos extraordinarios que a veces ignoramos. Estos mecanismos son muy fáciles de aplicar y querer aplicarlos, por lo menos así lo entiendo yo. En muchas ocasiones los he practicado y simplemente con disculparte o pedir perdón por lo dicho, escrito o comentado, tendría que ser suficiente. Solamente teniendo en cuenta de no volver a caer en la misma tentación.

Con todo lo que buenamente he escrito solo quiero efectuarme esta reflexión tan sencilla de que la posibilidad de ser respetuoso no es tan difícil. Ya sabemos que el ser humano es algo perverso, pero tenemos la necesaria obligación de usar nuestro conocimiento para ir superando y anulando esta perversidad

Si hay alguna persona que quizás se pueda dar por aludida, le ruego que acepte ésta mí reflexión y que está escrita sin ánimo de molestar a nadie. Todo lo contrario, que reine la buena concordia de común consentimiento entre todas las personas.

Compañeros y amigos:

Un fuerte abrazo.

Josep Solé-Jefatura de Artillería-Aaiún 61/62

[Albert Marin Ausin]

En el LD, el compañero sahariano Antonio Salguero, relata algunas anécdotas de su paso por el BIR, haciendo constar que este no fue nada bueno.

Creo que las situaciones que explica no tienen por qué ser exageradas. Es más, vi algunas que padecieron compañeros míos en el reemplazo de Abril del 73 que no tienen nada que envidiar a las de Antonio.

Posiblemente se escribirían más relatos de nuestras vivencias y anécdotas en el Sáhara, pero el temor a sentirnos fiscalizados por los propios compañeros, retrae bastante.

Unos lo pasaron mejor y otros peor, incluso coincidiendo en reemplazo y destino. Que vamos a decir pues si además también podía haber diferencias ostensibles según el año, el cuerpo y el destino. Por otra parte, la percepción subjetiva de cada individuo, también condiciona la opinión de lo allí pasado.

Compañeros, no seamos tan críticos con los testimonios de los demás, pues sin duda ellos explican su experiencia que no es otra cosa que su verdad, y es que en estos de las verdades, cada uno tenemos la nuestra.

Vuelvo a ratificar que desde un punto de vista objetivo, los hechos que explica Antonio Salguero, estoy convencido que son ciertos. En cuanto si el BIR fue duro o, por el contrario, unas colonias de verano… o una experiencia positiva para la formación de la persona… o una perdida de tiempo, etc., esto ya entra en el plano subjetivo, y en esto todos tenemos nuestra libertad de opinión.

Pienso que a pesar de tener un magnifico jefe del BIR, el Teniente Coronel de la Cuesta Martín (creo que digo bien el nombre), no se podía evitar que se produjesen situaciones injustas para la reclutada. De estas, tengo la experiencia de una que podría titularla “LA GRAN MICCIÓN”. La cual me he permitido relatarla en el apartado del foro “Recuerdos Imborrables”.

Saludos a todos.

[emilio cisneros]

La reflexión que puedo hacer a día de hoy es mi deliberada y voluntaria postura de alejamiento de colaboración en la web de Juan Piqueras, postura que no pretende en ningún momento ser de crítica o de rechazo hacia los compañeros que creen en ella y participan de la misma.

Yo participé en las primeros cuatro Encuentros, mas alguno de los locales en Madrid (casa de León y caa de Soria), y como toda novedad, sobre todo al principio, fue un redescubrimiento compartido de antiguas sensaciones, y por supuesto, de participación en la propia web contando nuestras batallitas o haciendo alguna composición literaria referida al caso.

Al jubilarme, o poco antes, comencé a hacer un recordatorio de lo que había sido mi vida personal y profesional, en el que entraban recuerdos de infancia, de juventud, de la edad adulta, esto es, los estudios, primero de Bachillerato, luego la carrera universitaria, los diferentes trabajos y muchas mas cosas, que a todos nos han sucedido.

Y al valorar todos y cada uno de los recuerdos y vivencias, me percaté de que la mili no eran mas que 14 meses de mi vida, aunque fueran en en el Sahara, y que, por contra, fue mas duro el tiempo en el que tuve que ir a trabajar fuera de Madrid, y en una situación que preveía de mas corta duración, pero que llegó durar tres años (1987-1990), en los que mi esposa seguia trabajando en Madrid y yo en Vitoria, dedicando los fines de semana a viajar, unas veces ella, y la mayor parte de las veces yo, para no romper la convivencia familiar.

Por estas y parecidas cuestiones, he entendido, quizá equivocadamente, pero es lo que pienso hoy en día, que he sobrevalorado demasiado esa etapa de mi vida, la de la mili, de la que no voy a renegar ni por supuesto intentar borrar de la mente. Fue, simplemente algo que me sucedió, como a tantos otros jóvenes que fuimos a ese territorio, pero que tampoco me marcó de una manera tan indeleble como para hacer permanente ese recuerdo o privilegiarlo de modo especial.

Como anécdota adicional, y por finalizar, el 9 de Junio de este año, tuve una cena-homenaje-recuerdo de aquellos que acabamos Sexto de Bachillerato en el Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid. Cincuenta y un años mas tarde, los jóvenes colegiales de 16 años de edad, volvimos a encontrarnos, y la totalidad de los participantes solo no reconocíamos por los apellidos, que no por el físico. Y habían sido, en su tiempo, seis años de convivencia, mas, muchos mas, que los catorce meses de la mili, fuera en el Sahara o en otra parte.

De todas formas, os prometo que sigo leyendo vuestras aportaciones y colaboraciones. Que no decaiga.

[Juan Ant. Cabrera Campos]

Hoy sigo estando mal, muy mal.

He hablado con algunos amigos Veteranos en estos días, pero no me he quejado en lo más mínimo. Solo a algunos les he dado un simple consejo, las cosas hay que hacerlas y ejecutarlas siempre a tiempo y con tiempo. Pasado este antiguo medidor eterno de Unidad, nada sirve…., para nada

Puede qué algún Veterano de Córdoba halla leído algo ó le suene de oídas este tremendo desenlace, para nosotros (mí familia) ha sido horroroso.

No sé que hacer, ni que decir, sobre todo a sus padres mis buenos amigos Antonio y Leonor, a su marido Ignacio. En estos instantes debería de estar en una reunión de trabajo y no he podido-querido asistir, hoy me da igual todo.

http://www.intereconomia.com/noticias-g ... a-20120706

Te envió un beso y una oración para ti Bárbara, no puedo hacer otra cosa.

Saludos.

Juan Ant. Cabrera -cabo Jerez- Smara.

[Enrique Herrera]

estoy contigo juan antonio,he leido todo sobre esta gran mujer,que dios la tenga en su mejor sitio,y mis mejores deseo para su familia,ejemplos asi hacen que salga esa chispa de buena voluntad que todos llevamos dentro,

[Juan Ant. Cabrera Campos]

Buenos dias Enrique.

En este momento, estoy viendo un nuevo amanecer en compañía de mi café y mi cigarro, como fondo tengo la bahia de Cádiz con el famoso color "plateado", la mar en calma, solo una suave brisa. He leído tu mensaje y me han vuelto los recuerdos; he mirado para el cielo y he hecho lo único que puedo hacer. La semana que viene voy a exponer una pincelada de esta persona en concreto y de la carta escrita por su marido el día del óbito. La vida sigue, pero esta joven pareja nos han dado una tremenda lección. Ahora me voy para pescar, la vida sigue,..., pero su huella, queda para siempre.

Un saludo y gracias por tu deferencia.

Juan Ant. Cabrera. - cabo Jerez- Smara.

[josep tallada]

Hay un par de temas un poco añejos ya pues se suscitaron hace tres o cuatro semanas atrás y que me llevan a hacer una reflexión, y lo que es peor, a hacer un comentario.

Me quiero referir, en primer lugar, al Sr. José Guasch Cañas y su, no diré enfado pero si su pequeño desencanto, al ver los relatos de algunas malas experiencias de algunos saharianos durante su servicio militar. Veo lógico este, digásmole, enojo, puedo comprender muy bien su reacción y aunque estoy segurísimo que ninguna de las críticas iba dirigida a su persona, veo muy normal que se sintiera herido, máxime viendo que su caso en modo alguno se puede equiparar a esos mandos,si los hubo, que hacían gala de esa mala praxis con el trato a la tropa. Es muy evidente que, a las pruevas me remito, por su participación en nuestra página, por sus aleccionadoras explicacines, por lo bien tratados que nos sentimos todos en sus intervenciones en la web, que el Sr. Guasch fue un mando excelente y del que solamente lamento el no haber podido tener la suerte de conocer y tratar durante mi estancia en el Sahara. Muchas veces me pregunto de porqué son tan escasos los militares profesionales que intervienen y participan en nuestro colectivo; la respuesta que me doy, es que pienso que la mayoría de los mandos, en el tiempo que estuvimos en el desierto, estaban o rondavanlos cuarenta años de edad cosa que, hoy día, los sitúa ya sobre los ochenta o mas, eso son muchos años; por otra parte, también pienso que aquella etapa que tanto nos impactó a los que allí hicimos la mili, para los militares profesionales, solo fue una etapita, un peldaño mas en su carrera militar y seguramente, no con total seguridad, muchos fueron allí de manera voluntaria con el licito deseo de prosperar en su profesión, Quiero decirle al Sr. Guasch que fui al Sahara de manera forzosa, fui pensando que la diosa fortuna me había jugado una muy mala pasada y me di cuenta, creo que con acierto, que mi bienestar, mientras durase aquel periplo de mi vida, dependía en gran parte de la aceptación que hiciera de la situación; así lo hice o lo intenté, me encontré con todo tipo de personas, buenas y menos buenas, pero las primeras fueron mayoría de manera aplastante, mi estancia en aquel territorio fue personalmente fructífera y por nada la borraría de mi vida.
Sr. Guasch, quiero acabar esta parte del escrito dirigida a Ud diciéndole que valoro mucho sus participaciones en la web y sus doctas explicaciones que siempre leo con atención a pesar de mi ignorancia en la mayoría de temas que hacen referencia a los asuntos militares.

El otro tema que quiero comentar, sin ánimo de ser pesado, aunque se que lo soy, y os pido perdón por ello; se trata de una reflexión que, unas semanas atrás, nos hacía el compañero Emilio Cisneros. En ella nos hacía anuncio de su cese voluntario en sus participaciones en forma de escritos en nuestra web; nos alegaba que se había percatado de haber sobrevalorado y magnificado una etapa de su vida que tan solo duró catorce meses y nos argumentaba que este era un relativo corto periodo de tiempo comparado con otras experiencias por el vividas. Antes de proseguir, quiero decirle al amigo Emilio, que tiene todos mis respetos a su decisión y que , de ninguna manera, lo que digo, es una crítica a su determinación; otra cosa muy diferente, es que esta sea de mi agrado pues a mi me gustaría que cada día fuésemos mas los que, de una o otra manera, participásemos en esta página. El determinio de Emilio, no lo he podido evitar, me ha conducido a pensar y divagar sobre la importancia que tienen los diferentes periodos, mas largos o mas cortos, de nuestra vida. Creo que a este tema se le puede aplicar aquello tan sobado del valor de la cantidad o la calidad pero, eso si, cambiando las palabras cantidad por normalidad y calidad por intensidad. He cogido la calculadora para ver el porcentaje que representan catorce meses en la vida de una persona de sesenta años de edad que es la edad media, aproximadamente, de nuestro colectivo, en mi caso ya los he superado de tres; el resultado que me sale es de 1,95 %, esta es, mas o menos, la parte de nuestra vida que en el Sahara pasamos; mirado así, numéricamente, ciertamente perece un ridículo corto periodo de tiempo pero, amigos mios, creo que esto no es así de simple, aquí tenemos que tener en cuenta la palabra intensidad, aquella etapa de nuestra vida, sin olvidar nunca que esto es muy subjetivo y que cada uno lo vivió como lo vivió, pero creo que no voy muy errado al pensar que a la mayoría de nosotros nos produjo un fuerte e intenso impacto. Volviendo a la valoración e importancia de las diferentes etapas, unas mas largas y otras mas cortas, que todos vamos pasando y superando a lo largo de nuestra vida, pienso que no son importantes por su mas o menos larga duración; os ponía mas arriba las palabras normalidad o intensidad; hay largos periodos de nuestra vida en los que nada ocurre o pocas cosas destacables pasan y que quedan poco marcados en nuestra memoria, a estos son los tiempos que califico de normalidad, sin embargo, hay otros periodos que pueden ser muy cortos, a veces casi efímeros, pero que nos marcan y nos dejan una huella imborrable. En conclusión, solamente cada uno de nosotros sabemos que momentos y periplos de nuestra vida han sido y nos han marcado de manera mas importante.

Muchos saludos a todos.

[Román Martínez del Cerro]

Indudablemente la edad es una de las causas de no participar en la web. Internet, a algunos, le ha llegado con demasiada edad. Pero también creo que hay otro tema de fondo. En los años de nuestra juventud, los militares tenían, en general, un reconocimiento social alto. Hoy, nuevamente hablo en general, parece lo contrario. Antes, el militar iba por la calle con su uniforme. Ahora solo lo utiliza en actos oficiales y en contadas ocasiones. Son estas cosas o movimientos de péndulo de la vida. Quizás ni tanto ni tan calvo. Particularmente me alegra ver a un militar vestido como tal y orgulloso de su profesión. En nuestra web, ya vemos. Algunos han participado y en más de una ocasión quizás no hemos sido capaces de recibirlos como se merecen. Siempre su participación ha sido muy positiva e ilustrativa para esta página.
Saludos,
Román

[jose guasch cañas]

Apreciado Román:Completamente de acuerdo en todo cuanto dices.
Creo que la frase,EL HÁBITO NO HACE AL MONJE,es de tipo individual y que se refiere a que algún médico,profesor ,cura o militar no cumple con el prestigio que debe dar la bata blanca, la sotana o el uniforme que portan a la INSTITUCIÓN que representan.
Aunque repito,creo que es a título individual,y que son indignos de llevar dicho hábito.
Sin conocerme,sin conocer mi comportamiento,siempre que he vestido el uniforme,he sido tratado con la máxima consideración,en cualquier Comunidad Autónoma.
Un afectuoso saludo

[Román Martínez del Cerro]

Mi coronel, hay profesiones que son de mayor servicio público que otras. Pienso en los médicos y sanitarios en general, policías, sacerdotes, militares, servicios de emergencias de distinta índole, etc. ¡Que bueno que tuviesen algún distintivo para ser reconocidos y en algún momento recurrir a sus servicios! En más de una ocasión hemos oído, por ejemplo, reclamar la presencia de un médico o de un policía.
El hábito, efectivamente no hace al monje, pero lo identifica. Incluso yo diría algo más, le obliga a comportarse con la dignidad que le corresponde.
Los que ya tenemos nuestros años, recordamos la dignidad de esos uniformes. Mire, yo he vivido en algunas ocasiones, hace años, en pleno campo, muy lejos de los pueblos. Cuando veíamos venir de lejos a la Guardia Civil, con sus capotes, montados a caballo, era un motivo de tranquilidad y confianza. Nos encontrábamos protegidos y ellos, de cortijo en cortijo, cumplían con su deber profesional.
Un cordial saludo,
Román

[Román Martínez del Cerro]

En este apartado de “Reflexiones sobre nosotros mismos”, se me viene a la mente recordar mi niñez y la ciudad de Cádiz. Cádiz me vio nacer y Cádiz lo llevamos todos los gaditanos muy cerca de nuestro corazón.
La ciudad ha tenido momentos de gloria y otros de decadencia. Hoy en día y a pesar de la terrible crisis que estamos atravesando, Cádiz vive un gran momento en su historia.
Como ocurre con casi todas las ciudades que son cabeza de diócesis, la catedral de Cádiz es el primero y gran monumento de la ciudad. Es una gran iglesia barroca, la más moderna de las grandes catedrales antiguas españolas. No encontrarás en ella la espiritualidad orante del gótico ni la sobriedad primitiva y guerrera del románico. Ya hemos dichos, es barroca. Suntuosidad y grandiosidad majestuosa para el culto.
Sus arquitectos, Vicente Acero, José y Gaspar Cayón y sobre todo, Torcuato Cayón, sobrino de los anteriores, ahijado de Vicente Acero y suegro del madrileño Ventura Rodríguez.
Y como nada mejor que una imagen, os pongo una impresionante vista desde la torre llamada Tavira II, o popularmente Pirulí, de comunicaciones de Telefónica.
Saludos,
Román

[josep tallada]

Estamos ya a una semana de que se cumpla un mes desde la última participación de un compañero en este subforo que tanto me gusta. Soy muy consciente de que la época del año en la que nos encontramos, nos tiene a todos muy desperdigados; no en vano, estamos en pleno periodo estival y vacacional y es lógico y natural que en nuestras cabezas impere mucho mas el pensar en el ocio, en hacer alguna buena comilona y el disfrute de la familia (aunque, este, a veces nos ocasione algún berrinche), unos en nuestras bonitas playas, otros en el campo o en la montaña, sabéis todos muy bien que nuestra piel de toro de todo tiene y además en abundancia y con una muy alta calidad. Las reflexiones es mejor dejarlas para Septiembre, mes melancólico por antonomasia, por el verano que atrás hemos dejado y, generalmente, por los buenos e inmediatos buenos recuerdos que tan frescos tenemos en nuestra memoria. Este año, a la melancolía del próximo mes, en modo alguno os quiero poner de mal humor, tendremos el plus del temor al agravamiento , perdonadme que sea ordinario, de esta jodida crisis; tengo fe en la sabiduría de los dichos y refranes populares (como Sancho panza) y estos dicen que “no hay mal que cien años dure” y que “todas las tormentas, incluso las mas fuertes, pasan y esta también pasará”; lo primordial es no perder el optimismo y la esperanza y que la buena salud sea respetuosa con todos nosotros.

Tengo a mi lado a mi compañera tragando películas y series de televisión; soy incapaz de imitarla y hacer lo mismo, a los cinco minutos una simple mosca o cualquier tontería me distrae y puedo verlo todo menos la pequeña pantalla (hoy en día, ya no son tan pequeñas), pero no consigo que esta capte mi atención, siempre y cuando no se trate de fútbol o algún deporte que con el motor tenga que ver, eso ya es otro cantar, pero entonces es ella la que pierde totalmente el interés; es que, amigos mios, no se quien lo dijo pero es verdad que la vida es imperfecta. Esta pequeña asintonía de pareja es la causa de que me agarre al ordenador y que seáis vosotros, pobres amigos mios, los que la pata pagueis aguantando este rollo barato.

Mis deseos de que todos vosotros paséis un magnífico verano, o lo que queda de el, que seáis prudentes con los excesos (todos ya, tenemos una edad) y que cuando las vacaciones se acaben, ­volvais con renovadas fuerzas para inundar esta web nuestra de recuerdos, vivencias o todo aquello que os parezca bien de compartir con todos los “Saharianos”.

Abrazos para todos