REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

[Román Martínez del Cerro]

Pienso que vivimos unos momentos históricos difíciles. Esa dificultad influye en nuestro comportamiento. Además existe una falta de valores en nuestra sociedad actual. Posiblemente esto explique, parcialmente, la agresividad que a veces apreciamos en las relaciones humanas.
Vemos críticas destructivas y, en muchos casos, infundadas. De una agresividad desproporcionada. Unas veces pueden tener un fundamento, pero en otros muchos casos, no. Es mucho más fácil criticar que alabar. Es más fácil destruir que construir.
Hay personas que con una excelente voluntad realizan una labor, quizás no perfecta, pero con buen propósito y con frecuencia son criticadas por aquellos que nunca hacen nada. Por aquellos que a lo único que se dedican es a destruir y criticar lo que hacen los demás.
Decía el escritor y periodista colombiano, Héctor Abad Faciolince: “Cualquiera que haya tenido y perdido una casa, sabe lo largo y difícil que es levantarla y la fácil que es tumbarla”.
Saludos,
Román

[Román Martínez del Cerro]

Carlos Recarey me envía esta interesante reflexión sobre el silencio. Por su interés creo que merece ser incluida en nuestro Foro.
Saludos, Román


Silencio



Un hombre se acercó a un monje. Le preguntó:



- ¿Qué es lo que aprendes ordinariamente en tu vida de silencio?



El monje estaba sacando agua de un pozo y dijo al visitante:



- Mira allá abajo, en el fondo del pozo. ¿Qué ves?



El hombre miró no vio nada.



- No veo nada, dijo.



Después de un tiempo en que el monje estuvo absolutamente quieto, el monje dijo de nuevo al visitante:



- Mira ahora. ¿Qué ves en el pozo?

El hombre obedeció y respondió:



- Ahora me veo a mí mismo: el agua es mi espejo.



El monje le dijo:



- Ves, cuando sumerjo el cubo, el agua se agita; ahora, en cambio, el agua está tranquila. Esta es la experiencia del silencio: el hombre se ve a sí mismo.

[Román Martínez del Cerro]

Este pequeño y gran país llamado España. Si miramos un mapamundi, España casi no se ve. Un país pequeñito allá en el occidente de la vieja Europa. Pero a poco que estudiemos su historia, nos quedamos asombrados de su grandeza y de sus aportaciones a la humanidad. España ha tenido un extraordinario protagonismo en la historia mundial. España tiene un presente, este que nos ha tocado vivir. Pero sobre todo, España tiene un futuro y de ese futuro somos responsables, en mayor o menor medida, todos nosotros.
Hablando de estos temas, creo que fue Don Miguel de Unamuno el que a título de ejemplo destacó tres grandes aportaciones de España a la humanidad. Decía Unamuno: España ha demostrado, empíricamente, la esfericidad de la tierra. España ha aportado a la humanidad organizaciones como la Compañía de Jesús. España ha posibilitado la existencia de países como Chile, Argentina, México, Perú, Ecuador, Panamá, ..... y un largo etc.
¿Apreciamos y valoramos, en su justa medida, la pertenencia a este pequeño y gran país?
Saludos,
Román

[jose guasch cañas]

Magnífico Román,no se puede quitar ni un punto ni una coma,como decimos cuando una cosa esta perfectamente detallada.
Un abrazo.

[Román Martínez del Cerro]

Muchas gracias mi coronel. Usted nos ve, a este colectivo de Veteranos, con muy buenos ojos. Agradecemos su participación. Para nosotros, usted es un referente en nuestra página.
Aprovecho para contar la grata impresión de un congreso en el que he participado. Su título es sugerente, “España: Razones para la Esperanza”. Se ha celebrado en Madrid, en la Universidad CEU San Pablo, los días 15, 16 y 17 de noviembre y ha contado con muy destacados ponentes y algo más de mil trescientos congresistas. Entre los ponentes, algunos tan destacados como Manuel Pizarro, el del debate con Solbes. Catedráticos como: Ricardo Palomo, Juan Francisco Corona o el economista Alberto Recarte. María San Gil. Los exministros Jaime Lamo de Espinosa y Juan Antonio Ortega y Díaz Ambrona. El psiquiatra Enrique Rojas. Los periodistas Antonio Jiménez y el director del ABC Bieito Rubido y el director de La Razón Francisco Marhauenda. Los exalcades de Madrid, José María Alvarez del Manzano y de la Coruña, Francisco Vazquez y un largo etc. de personalidades relevantes de la vida pública española.
En Congreso ha sido intenso, de muy alto nivel pero sobre todo esperanzador como su título. Si tuviese que destacar alguna ponencia, cosa difícil por la altura de todas, posiblemente la que más me impresionó fue la de Manuel Pizarro Moreno. Pizarro tiene un curriculum de impresión: Abogado del Estado. Académico de Número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. De la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras y de la Academia Aragonesa de Jurisprudencia y Legislación, entre otros muchos méritos.
Nos habló Pizarro precisamente de eso, de las razones para la esperanza. Basadas en el buen hacer profesional pero acompañado con el buen hacer moral o ético. De nada vale ser un extraordinario profesional, en cualquier campo, si nuestro ejercicio profesional no está bien enfocado desde una óptica moral o ética. Todo una lección magistral de ética económica.
Saludos,
Román

[Román Martínez del Cerro]

Otra de las grandes aportaciones de España a la humanidad es el idioma. El español se habla en España, Hispanoamérica, parte de los EE.UU., nuestro querido Sahara Español, Guinea Ecuatorial y en algunos lugares de Filipinas. Es la segunda lengua del mundo, como lengua materna y tercera como número de parlantes. Sigue al chino mandarín y al inglés. Se estima que lo hablan 528 millones de personas.
Si a todos esto unimos la Historia de la Literatura Española, tanto nacional como de países hispano parlantes, nos daremos cuenta de la impresionante importancia de nuestra lengua.
Saludos,
Román

[Román Martínez del Cerro]

Efectivamente Juan, los idiomas al ser utilizados por todos, son fuente de muchas curiosidades. Cuando yo era joven, los españoles viajábamos mucho menos que en la actualidad y menos aún al extranjero. Ahora es lo contrario y en eso, como en otras cosas, hemos mejorado. Pues bien, recuerdo en Roma años sesenta, había muchos hispanohablantes, pero muy pocos éramos españoles. Cuando descubrían que yo era español de España les hacía mucha gracia. Decían: “Ah...español auténtico, de España”. Estaban muy acostumbrados a turistas americanos y por mi acento pensaban que era chileno.
Luego, por ejemplo en Londres, cuando encontrabas a un cubano tenías una especial satisfacción y alegría al poder hablar en un idioma común. Si esto te ocurría en otros lugares de lenguas más complicadas, por ejemplo en Viena, ni te cuento.
En cuanto “al español” o “al castellano”, pienso que yo hablo español, andaluz y gaditano. Sería un honor considerar que lo que yo hablo es castellano, pero en mi fuero interno me parece una presunción. El castellano se lo dejo para los de Burgos, Valladolid o Logroño. Lo mío es algo mucho más humilde. Incluso opino que los madrileños no hablan castellano, es tal la mezcla de acentos, que creo que se deben conformar con hablar español con mucha mezcla.
La labor y el prestigio de la Real Academia Española de la Lengua ha tenido y tiene un efecto importante en la unificación de una lengua que se habla en numerosos países.
En cuanto a los localismos, esos siempre existirán. Por ejemplo, en Andalucía, no se habla igual en Jaén o Granada, que en Sevilla o Huelva. Incluso en una misma provincia, Cádiz por ejemplo, no se habla igual en Conil que en Cádiz capital.
Una anécdota, hablando de localismos. Don Benito es un pueblo, creo que conocido, de Extremadura. Junto a Don Benito hay un pequeño pueblo mucho menos conocido, La Haba. Su término municipal limita con Don Benito. En la carretera existe un mojón que marca el fin de un término municipal y por tanto el comienzo del otro. La patrona de La Haba es Nuestra Señora de la Antigua. Pues bien, en los años de sequía, los de La Haba, le piden, o le pedían, a su patrona que llueva con la siguiente oración: “Virgen de la Antigua, Virgen de la Antigüedad, que llueva del mojón pacá”.
Saludos,
Román

[Román Martínez del Cerro]

A los franceses les acusamos de “chauvinismo”, o dicho en español “chovinismo”. Conozco a muchos franceses y realmente pienso que esta acusación tiene bastante fundamento.
Pero, ¿qué es el chauvinismo? En pocas palabras podemos decir que es un patriotismo exagerado, rozando el narcisismo.
El término proviene de un personaje histórico de las guerras napoleónicas, Nicolás Chauvin.
A los españoles, pienso, que nos pasa exactamente lo contrario. Nos falta expresar públicamente nuestro patriotismo. Supongo que existirá ese amor patrio, pero somos así, no lo expresamos. Igual que amamos a nuestras mujeres, pero nos cuesta trabajo confesar este amor.
A la patria hay que amarla. Es el mejor bien común que tenemos todos los españoles.
Decía Lord Byron: “El que no ama a su patria no puede amar nada”.
Saludos,
Román

[Albert Marin Ausin]

Estimado Román, lo que decía Lord Byron es totalmente cierto y creo que en general las personas aman su Patria. Pero es que hay muchas Patrias, la más cercana es tu pueblo o ciudad (anteponiendo antes tu familia y también tu barrio), después tu región, con la que te sientes muy unido por el tema cultural y de cercanía geográfica. Finalmente, la Patria grande acostumbra a ser el País. Sin embargo, la Patria grande, lo es en tamaño, pero a veces no coincide con la intensidad de sentimiento. En España sabemos de esta circunstancia, la cual no es únicamente exclusiva nuestra, ocurre lo mismo en muchos Estados del Mundo.

La Patrias chicas no precisan de banderas ni discursos patrióticos, pues el sentimiento se enraíza culturalmente. Tus ciudadanos (o paisanos) cercanos no te condicionan tu cultura, tus costumbres, tu lengua. En definitiva, por cercanía se comparte la misma idiosincrasia y esto es la mayor generadora de amor a la Patria. Según se van ampliando las distancias, el amor va perdiendo intensidad, relajándose más cuanto más diferente es la cultura y el idioma.

Cuando diferentes regiones se fundan en un Estado, el mayor reto es conseguir de ese Estado que también sea un País. Si esto no se consigue suficientemente, es cuando existe la falta de ese amor a la Patria (por lo menos en intensidad). Los Estados que han conseguido pueblos unidos, es porque además sabido construir un país. Sin embargo, no hay suficiente con el culto a las banderas y, especialmente, a la unión por imposición. El amor no se impone, sólo se consigue por convencimiento de las partes, y esto, parece ser que no todo el mundo lo entiende.

Si un día Europa se convierte en un Estado, qué nivel de amor a la Patria existirá entre los europeos? Habrá que anteponerlo al de la Patria chica?

No creo que los españoles seamos diferentes –genéticamente- a los franceses, sencillamente somos el resultado de la evolución cultural, de absolutismos que han “gobernado” de espaldas al pueblo.

Por lo menos esta es mi reflexión, la puedo profundizar más, pero ya sabemos que este no es el lugar

Un abrazo

[Román Martínez del Cerro]

Estimado Albert, me ha resultado muy interesante tu reflexión. De ella destaco una afirmación que me parece absolutamente cierta. No creo que nadie pueda ponerla en duda. Me refiero a tu afirmación de que “el amor no se impone”. Efectivamente es así. Nace de lo más profundo de nuestro sentimiento. Debe ser maduro y libre.
Pero yo no lo veo excluyente. Por ejemplo, me molesta que a los niños pequeños se les pregunte: ¿A quién quieres más, a mamá o a papá? Mi respuesta está clara, a los dos.
Yo soy gaditano y por ese mismo motivo soy español y cuando quiero a “mi Cai”, estoy queriendo a España.
En situaciones de conflicto, el padre y la madre están de gresca, uno de ellos o los dos, pueden intentar influir en los hijos para que se pongan de su parte. Esto ocurre con mucha frecuencia, pero no debe ser el ideal. Hay muchos casos que los hijos saben comportarse con madurez.
Dices que el amor llega por convencimiento de las partes, pero para ello es necesario un conocimiento previo. Es muy difícil amar a quién no se conoce. Y que ese conocimiento sea lo más real posible.
Por eso, en mi opinión, es tan interesante que los jóvenes viajen, sobre todo por Europa. A medida que vas conociendo otros países los vas incluyendo en tus sentimientos. De esta forma nos podemos sentir cada vez más europeos.
Las banderas, los himnos, los escudos, etc. son signos de nuestros sentimientos. Valen por lo que representan. Un beso de bienvenida o de despedida es mucho más que un simple beso. En ese beso expresamos externamente todos nuestros sentimientos internos.
Un abrazo,
Román

[Albert Marin Ausin]

Amigo Román, El ejemplo de los padres, a mi entender, no sería el más coincidente con lo de “las Patrias”, o sea, como ejemplo, no le veo demasiada similitud, pues padres hay dos, y Patrias puede haber muchas o solamente una, según se mire: Patria Institucional, Patria afectiva, Patria chica. El lugar donde resides (aunque no hayas nacido en él) y te ganas las habichuelas (especialmente, si te sientes querido y arropado), es también una Patria, quizás la más auténtica, aunque esta esté en la otra parte del Mundo. Para unos, la Patria Institucional (Estado) es la auténtica y todas las demás son menores. Para otros, la más auténtica es el lugar (reducido) donde has nacido o resides. Está claro que ambas son inclusivas.

A partir de lo expuesto, proseguiría con mis percepciones, teniendo en cuenta que soy persona muy crítica. Me pasa en la política, me pasa en el tema religioso y, también, en la profesión. Ello me lleva a polemizar con las “verdades” que las masas o buena parte de ellas, dan como buenas o, por lo menos, como lógicas. En definitiva, me muevo muy lejos de los dogmatismos y solamente acepto esas “verdades” cuando, una vez pasado mi filtro analítico, las entiendo. En cualquier caso, el relativismo es el “dogma” o, mejor dicho, el anti-dogma que siempre me acompaña.

Sin duda, comparto lo del viajar, siempre es un sano antídoto a los dogmatismos.

En esta Web ya sabemos que tratar según qué temas no está permitido, por lo que para no infringir las normas establecidas, no voy a profundizar más (no creas que el cuerpo no me lo pide). No obstante, sí voy a comentar que prefiero la lealtad a la Patria que el amor a ella. La Patria institucional es el continente y las personas (incluyendo los pueblos, las culturas, la idiosincrasia, etc.), el contenido. Por ello, soy leal al continente y amo, en mayor o menor medida, los diferentes contenidos.

Dentro de nuestras coincidencias o de nuestras diferentes percepciones, siempre me resultan constructivas tus opiniones.

Un abrazo

[Román Martínez del Cerro]

Amigo Albert, efectivamente la similitud entre patria y padres, aunque etimológicamente ambas palabras creo que tiene un mismo origen, posiblemente no sea la comparación más afortunada. Indudablemente es mejor llamar a las cosas por su nombre pero, como bien dices, esta web sigue la política, creo que con mucho acierto, de evitar polémicas. Los temas políticos se prestan más a ellas.

Llegó a mis manos una curiosa definición de “hijo”, según el Premio Nobel de Literatura José Saramago. Me ha resultado muy curiosa y tiene cierta relación con lo que estamos hablando. Seguro que siendo una cita de Saramago y hablando de su opinión sobre lo que es un hijo, no será posible entrar en polémicas. Dice José Saramago:


“Hijo es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos y de nosotros aprender a tener coraje. ¡ Si, Eso es!



Ser madre o padre es el mayor acto de coraje que alguien pueda tener, porque es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente de la incertidumbre de estar actuando correctamente y del miedo a perder algo tan amado ¿ perder? ¿como? ¿No es nuestro?



Fue apenas un préstamo... EL MAS PRECIADO Y MARAVILLOSO PRÉSTAMO ya que son nuestros sólo mientras no pueden valerse por si mismos, luego le pertenecen a la vida, al destino y a sus propias familias.



Dios bendiga siempre a nuestros hijos pues a nosotros ya nos bendijo con ellos.”

Un abrazo,
Román

[Román Martínez del Cerro]

Es curioso como la memoria nos hace olvidar los malos momentos pasados. Situaciones comprometidas, momentos difíciles quedan en nuestra memoria como disueltos en otros muchos mementos felices. Posiblemente sea un mecanismo de defensa de nuestro propio organismo para poder ser felices.
Decía Gabriel García Márquez: “La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado”.
Saludos,
Román

[Román Martínez del Cerro]

“Divides y vencerás” y “La unión hace la fuerza”, son dos pensamientos populares, sencillos pero con un innegable fondo de verdad. Los dos están diciendo lo mismo. Si estamos ante un gran problema, debemos intentar dividirlo y con seguridad será más fácil encontrar una solución parcial que nos pueda llevar a otra definitiva. Por el contrario, si pretendemos defendernos o conseguir algo, agrupados tendremos una mayor fuerza de acción. A veces, en la vida diaria, olvidamos estos conceptos elementales y sencillos. Son verdades de perogrullo.
Saludos,
Román

[Juan Piqueras]

“Divides y vencerás” y “La unión hace la fuerza”, son dos pensamientos populares, sencillos pero con un innegable fondo de verdad. Los dos están diciendo lo mismo. Si estamos ante un gran problema, debemos intentar dividirlo y con seguridad será más fácil encontrar una solución parcial que nos pueda llevar a otra definitiva. Por el contrario, si pretendemos defendernos o conseguir algo, agrupados tendremos una mayor fuerza de acción. A veces, en la vida diaria, olvidamos estos conceptos elementales y sencillos. Son verdades de perogrullo.
Saludos,
Román

Hola Román:

Creo que a la primera expresión, "Divide y vencerás" le estás dando una aplicación que no es la habitual pues se utiliza refiriéndose a dividir al oponente, adversario... no a un problema.

Con respecto "La unión hace la fuerza" es cierto siempre que la unión no pretenda ser una "homogeneización" forzada e impuesta sino consensuada pues sino a la corta o la larga la unión está destinada al fracaso.

Edito y añado: A veces ocurre que es "la fuerza la que hace la unión" y luego se pretende perpetuar.