REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

[Román Martínez del Cerro]

“Divides y vencerás” y “La unión hace la fuerza”, son dos pensamientos populares, sencillos pero con un innegable fondo de verdad. Los dos están diciendo lo mismo. Si estamos ante un gran problema, debemos intentar dividirlo y con seguridad será más fácil encontrar una solución parcial que nos pueda llevar a otra definitiva. Por el contrario, si pretendemos defendernos o conseguir algo, agrupados tendremos una mayor fuerza de acción. A veces, en la vida diaria, olvidamos estos conceptos elementales y sencillos. Son verdades de perogrullo.
Saludos,
Román

Hola Román:

Creo que a la primera expresión, "Divide y vencerás" le estás dando una aplicación que no es la habitual pues se utiliza refiriéndose a dividir al oponente, adversario... no a un problema.

Con respecto "La unión hace la fuerza" es cierto siempre que la unión no pretenda ser una "homogeneización" forzada e impuesta sino consensuada pues sino a la corta o la larga la unión está destinada al fracaso.

Edito y añado: A veces ocurre que es "la fuerza la que hace la unión" y luego se pretende perpetuar.

Hola Juan:
Feliz Navidad y muchas gracias por leer estas pequeñas reflexiones que pongo en tu página, que la consideramos como nuestra. Agradezco mucho tus comentarios.
“Divide y vencerás”, para mi sí tiene ese significado habitual que empleo. El otro significado también es habitual. Por ejemplo, recuerdo como ante complicados problemas matemáticos era necesario ir por partes. Primero conseguíamos unos resultados que luego teníamos que emplear para solucionar todo el problema en su conjunto. Puede que el problema sea un oponente o adversario, o no.
Otro ejemplo, que con frecuencia lo recuerdo. Tengo un amigo médico que estuvo mucho tiempo en urgencias médicas de un gran hospital. Yo le pregunté: ¿qué haces cuando te llega una persona herida por accidente y con múltiples fracturas y lesiones? Me contesto, lo primero es buscarle una vía y tratar de estabilizarlo. Luego, poco a poco y en función de su gravedad, vemos viendo cada unos de sus múltiples lesiones. La contestación me pareció de lo más lógica. El problema es el accidentado, pero no todo se puede tratar a la vez. Tenemos que dividir y poco a poco y en función de su importancia, enfrentarnos con cada una de sus lesiones. En este caso, como vez, tampoco existe oponente o adversario. Lo que tenemos delante es un problema que pretendemos solucionar.
En cuanto a la segunda expresión, yo escribo: “La unión hace la fuerza”. Si damos la vuelta a la frase igual no estamos diciendo lo mismo. Por lo tanto, me quedo con la frase como la he escrito. En cuanto a la “homogeneización”, pera la unión, posiblemente será necesario de forma relativa, no absoluta. Otro ejemplo: La unión de un hombre y una mujer debe tener una cierta homogeneización, son dos seres humanos, pero no absoluta. Son muy distintos los hombres y las mujeres y sin embargo pueden dar buenos frutos su unión.
Saludos,
Román

[Juan Piqueras]

Hola Juan:
Feliz Navidad y muchas gracias por leer estas pequeñas reflexiones que pongo en tu página, que la consideramos como nuestra. Agradezco mucho tus comentarios.
“Divide y vencerás”, para mi sí tiene ese significado habitual que empleo. El otro significado también es habitual. Por ejemplo, recuerdo como ante complicados problemas matemáticos era necesario ir por partes. Primero conseguíamos unos resultados que luego teníamos que emplear para solucionar todo el problema en su conjunto. Puede que el problema sea un oponente o adversario, o no.
Otro ejemplo, que con frecuencia lo recuerdo. Tengo un amigo médico que estuvo mucho tiempo en urgencias médicas de un gran hospital. Yo le pregunté: ¿qué haces cuando te llega una persona herida por accidente y con múltiples fracturas y lesiones? Me contesto, lo primero es buscarle una vía y tratar de estabilizarlo. Luego, poco a poco y en función de su gravedad, vemos viendo cada unos de sus múltiples lesiones. La contestación me pareció de lo más lógica. El problema es el accidentado, pero no todo se puede tratar a la vez. Tenemos que dividir y poco a poco y en función de su importancia, enfrentarnos con cada una de sus lesiones. En este caso, como vez, tampoco existe oponente o adversario. Lo que tenemos delante es un problema que pretendemos solucionar.
En cuanto a la segunda expresión, yo escribo: “La unión hace la fuerza”. Si damos la vuelta a la frase igual no estamos diciendo lo mismo. Por lo tanto, me quedo con la frase como la he escrito. En cuanto a la “homogeneización”, pera la unión, posiblemente será necesario de forma relativa, no absoluta. Otro ejemplo: La unión de un hombre y una mujer debe tener una cierta homogeneización, son dos seres humanos, pero no absoluta. Son muy distintos los hombres y las mujeres y sin embargo pueden dar buenos frutos su unión.
Saludos,
Román

La verdad es que aunque parezca mentira no la había escuchado nunca con este significado y personalmente creo que solo en algunas ocasiones puede funcionar pues analizar individualmente cosas que pueden interaccionar puede llegar a generar un mal diagnóstico.

Con respecto a que la unión de un hombre y una mujer puede dar buenos frutos, casos muchos hay aunque cada vez menos, pero muchos de ellos son debidos a la sumisión de uno de los miembros al otro por la costumbres ancestrales.

[Román Martínez del Cerro]

Juan, en mi vida profesional, como supongo que le habrá pasado a otras personas, he tenido que enfrentarme, a veces, con problemas complejos. En esos casos hay tres cosas que ayudan mucho a la resolución: El primero, analizar en profundidad y dividir las distintas circunstancias, si ello fuera posible. En segundo lugar, conseguir un buen asesoramiento, en muchas ocasiones es muy necesario. Por último y no por ellos menos importante, “darle tiempo al tiempo”. Las cosas no se resuelven a la velocidad que todos deseamos.
En cuanto a los frutos de la unión de un hombre y una mujer, nos guste o no, todos formamos parte de ellos.
En cuanto a la sumisión o no, tema complejo. Cuando hay amor por medio, todo es mucho más sencillo. En beneficio de los dos y de los posibles frutos.
Saludos,
Román

[Román Martínez del Cerro]

Siguiendo con el tema anterior pienso que los problemas, también los complejos, son muy subjetivos. Lo que para unos puede ser algo sencillo y fácil de superar, para otros puede ser un conflicto que le haga perder parte de su tiempo y lo que es peor, parte de su tranquilidad.
Un ejemplo: cambiar de móvil. Los jóvenes, entre ellos mis hijos, cambian de móvil sin sufrir ningún trauma. Con mucha facilidad. En mi caso es todo lo contrario. Hace unos meses cambié mi viejo Nokia por un moderno iPhone. Podríamos pensar que eso era una cosa muy sencilla. Ir a la tienda, pagar un dinerito, por cierto nada despreciable, que casi te tienes que hipotecar, como cuando compras un piso, y ya puedes hablar. Pues en mi caso, nada de eso. El de la tienda me hizo el favor de pasarme la lista de contactos, de mi anterior teléfono al nuevo. También me recomendó acudir a algún conocido para que me ayudara con mi nuevo teléfono. Como ya tenía alguna experiencia desagradable con el cambio de teléfono, no fui tan ingenuo en pensar que esto consistía en leer las instrucciones y empezar a llamar. Así que opté por la estrategia de enfrentarme a un problema complejo. Primero analizar y dividir en problema. Segundo acudir a la ayuda de un experto y por último, darle tiempo al tiempo. Así que mi primer objetivo fue encender el nuevo teléfono y realizar una llamada. Aunque parezca mentira y quizás por mi experiencia anterior, conseguí superar la prueba. No era tan difícil. Eso si, las teclas escondidas y pequeñas. Otra cosa bien distinta fue intentar escribir un mensaje. O me sobraba dedo o me faltaba tecla. Cada vez que intentaba escribir una letra, ponía algunas de los alrededores. Para colmo, el teléfono, que es muy listo, cambiaba lo que yo escribía por algo, a su entender, mejor. Claro, lo escrito no coincidía con lo que yo pretendía. Incluso a mi, que no me gusta decir “tacos”, el nuevo teléfono, que está mucho más al día que yo, sustituía alguna de mis palabras por esos “tacos” que ahora tenemos que soportar.
Pero este teléfono, nos es solo un teléfono. Hace de todo. Fotos, fotos panorámicas, videos, vídeo conferencias, tiene brújula, es navegador, te da el tiempo, reserva hoteles, conectas con tus cuentas bancarias, miras la página de los Veteranos del Sahara, le hablas y hace de secretaria, le dicta y marca el solo el número de teléfono, escribe las notas que le dictas, resuelve consultas orales, encuentras mapas en los que están hasta las calles del actual Aaiún, te avisa de los radares en las carreteras, traduce frases a infinidad de idiomas, lees el periódico, ves la TV, pides cita a tu médico, etc. etc. etc. Pero claro, todo esto no es tan fácil. Era necesario acudir a un experto, en este caso a una experta, mi hija Pilar, la más paciente de mis hijos. Con cualquiera de los otros, corría el riesgo de que se desesperara conmigo y perdieran la compostura. Así que Pilar me enseño la gran utilidad de un programita llamado: App Store. ¡Que maravilla! Con él, localizas lo que quieras. Por mucho que pienses en algo extraño, App Store te encuentra la solución. Viene ahora la tercera parte de la estrategia: el tiempo al tiempo. Así, poco a poco y paso a paso, cada vez el nuevo teléfono me va resultando más imprescindible. Claro, son ya varios meses. ¿Cómo podía yo imaginar, que mis últimos paseos en coche por Madrid, iban a ser pendiente del móvil? Pues sí, colocado junto a los distintos instrumentos del coche y con un programa llamado CoPilot, ni Madrid ni ninguna ciudad grande, tendrá problemas de desplazamiento para mi.
Comprendo que alguno podrá pensar, y tiene toda la razón, que soy muy torpe. Pero cada uno hace lo que puede. Y, si alguno es igual de torpe que yo, ya sabe: Divide, poco a poco, consulta y busca ayuda y tiempo al tiempo.
Saludos,
Román

[Juan Piqueras]

Siguiendo con el tema anterior pienso que los problemas, también los complejos, son muy subjetivos. Lo que para unos puede ser algo sencillo y fácil de superar, para otros puede ser un conflicto que le haga perder parte de su tiempo y lo que es peor, parte de su tranquilidad.
Un ejemplo: cambiar de móvil. Los jóvenes, entre ellos mis hijos, cambian de móvil sin sufrir ningún trauma. Con mucha facilidad. En mi caso es todo lo contrario. Hace unos meses cambié mi viejo Nokia por un moderno iPhone. Podríamos pensar que eso era una cosa muy sencilla. Ir a la tienda, pagar un dinerito, por cierto nada despreciable, que casi te tienes que hipotecar, como cuando compras un piso, y ya puedes hablar. Pues en mi caso, nada de eso. El de la tienda me hizo el favor de pasarme la lista de contactos, de mi anterior teléfono al nuevo. También me recomendó acudir a algún conocido para que me ayudara con mi nuevo teléfono. Como ya tenía alguna experiencia desagradable con el cambio de teléfono, no fui tan ingenuo en pensar que esto consistía en leer las instrucciones y empezar a llamar. Así que opté por la estrategia de enfrentarme a un problema complejo. Primero analizar y dividir en problema. Segundo acudir a la ayuda de un experto y por último, darle tiempo al tiempo. Así que mi primer objetivo fue encender el nuevo teléfono y realizar una llamada. Aunque parezca mentira y quizás por mi experiencia anterior, conseguí superar la prueba. No era tan difícil. Eso si, las teclas escondidas y pequeñas. Otra cosa bien distinta fue intentar escribir un mensaje. O me sobraba dedo o me faltaba tecla. Cada vez que intentaba escribir una letra, ponía algunas de los alrededores. Para colmo, el teléfono, que es muy listo, cambiaba lo que yo escribía por algo, a su entender, mejor. Claro, lo escrito no coincidía con lo que yo pretendía. Incluso a mi, que no me gusta decir “tacos”, el nuevo teléfono, que está mucho más al día que yo, sustituía alguna de mis palabras por esos “tacos” que ahora tenemos que soportar.
Pero este teléfono, nos es solo un teléfono. Hace de todo. Fotos, fotos panorámicas, videos, vídeo conferencias, tiene brújula, es navegador, te da el tiempo, reserva hoteles, conectas con tus cuentas bancarias, miras la página de los Veteranos del Sahara, le hablas y hace de secretaria, le dicta y marca el solo el número de teléfono, escribe las notas que le dictas, resuelve consultas orales, encuentras mapas en los que están hasta las calles del actual Aaiún, te avisa de los radares en las carreteras, traduce frases a infinidad de idiomas, lees el periódico, ves la TV, pides cita a tu médico, etc. etc. etc. Pero claro, todo esto no es tan fácil. Era necesario acudir a un experto, en este caso a una experta, mi hija Pilar, la más paciente de mis hijos. Con cualquiera de los otros, corría el riesgo de que se desesperara conmigo y perdieran la compostura. Así que Pilar me enseño la gran utilidad de un programita llamado: App Store. ¡Que maravilla! Con él, localizas lo que quieras. Por mucho que pienses en algo extraño, App Store te encuentra la solución. Viene ahora la tercera parte de la estrategia: el tiempo al tiempo. Así, poco a poco y paso a paso, cada vez el nuevo teléfono me va resultando más imprescindible. Claro, son ya varios meses. ¿Cómo podía yo imaginar, que mis últimos paseos en coche por Madrid, iban a ser pendiente del móvil? Pues sí, colocado junto a los distintos instrumentos del coche y con un programa llamado CoPilot, ni Madrid ni ninguna ciudad grande, tendrá problemas de desplazamiento para mi.
Comprendo que alguno podrá pensar, y tiene toda la razón, que soy muy torpe. Pero cada uno hace lo que puede. Y, si alguno es igual de torpe que yo, ya sabe: Divide, poco a poco, consulta y busca ayuda y tiempo al tiempo.
Saludos,
Román

No he sido capaz de leerlo todo (los párrafos largos me estresan ) pero he llegado hasta lo de la dificultad de escribir por el tamaño de las teclas.

Yo estoy empezando a usar mucho el "dictáfono ?" (icono del micrófono), si hablas con claridad sin juntar mucho las palabras te coge casi el 100%.

Antes para textos un poco largos ponía el teléfono en posición horizontal por lo que el teclado aumenta el tamaño. La opción que te cambia palabras el se puede desactivar.

Con respecto a los contactos lo mejor es tenerlos en "la nube" (gmail en mi caso) y si cambio de teléfono los sigo teniendo ahí) tiene la facilidad que los puedes programar desde casa con el ordenador.

El cambio de un teléfono normal a un smartphone es radical pero una vez se tiene ya no lo dejas, por supuesto con conexión a internet ahora que es tan barato (pago entre 8 y 10 euros al mes). hasta lo uso para leer los diarios mientras voy en tren, espero en la consulta del médico...

[Román Martínez del Cerro]

Siguiendo con el tema anterior pienso que los problemas, también los complejos, son muy subjetivos. Lo que para unos puede ser algo sencillo y fácil de superar, para otros puede ser un conflicto que le haga perder parte de su tiempo y lo que es peor, parte de su tranquilidad.
Un ejemplo: cambiar de móvil. Los jóvenes, entre ellos mis hijos, cambian de móvil sin sufrir ningún trauma. Con mucha facilidad. En mi caso es todo lo contrario. Hace unos meses cambié mi viejo Nokia por un moderno iPhone. Podríamos pensar que eso era una cosa muy sencilla. Ir a la tienda, pagar un dinerito, por cierto nada despreciable, que casi te tienes que hipotecar, como cuando compras un piso, y ya puedes hablar. Pues en mi caso, nada de eso. El de la tienda me hizo el favor de pasarme la lista de contactos, de mi anterior teléfono al nuevo. También me recomendó acudir a algún conocido para que me ayudara con mi nuevo teléfono. Como ya tenía alguna experiencia desagradable con el cambio de teléfono, no fui tan ingenuo en pensar que esto consistía en leer las instrucciones y empezar a llamar. Así que opté por la estrategia de enfrentarme a un problema complejo. Primero analizar y dividir en problema. Segundo acudir a la ayuda de un experto y por último, darle tiempo al tiempo. Así que mi primer objetivo fue encender el nuevo teléfono y realizar una llamada. Aunque parezca mentira y quizás por mi experiencia anterior, conseguí superar la prueba. No era tan difícil. Eso si, las teclas escondidas y pequeñas. Otra cosa bien distinta fue intentar escribir un mensaje. O me sobraba dedo o me faltaba tecla. Cada vez que intentaba escribir una letra, ponía algunas de los alrededores. Para colmo, el teléfono, que es muy listo, cambiaba lo que yo escribía por algo, a su entender, mejor. Claro, lo escrito no coincidía con lo que yo pretendía. Incluso a mi, que no me gusta decir “tacos”, el nuevo teléfono, que está mucho más al día que yo, sustituía alguna de mis palabras por esos “tacos” que ahora tenemos que soportar.
Pero este teléfono, nos es solo un teléfono. Hace de todo. Fotos, fotos panorámicas, videos, vídeo conferencias, tiene brújula, es navegador, te da el tiempo, reserva hoteles, conectas con tus cuentas bancarias, miras la página de los Veteranos del Sahara, le hablas y hace de secretaria, le dicta y marca el solo el número de teléfono, escribe las notas que le dictas, resuelve consultas orales, encuentras mapas en los que están hasta las calles del actual Aaiún, te avisa de los radares en las carreteras, traduce frases a infinidad de idiomas, lees el periódico, ves la TV, pides cita a tu médico, etc. etc. etc. Pero claro, todo esto no es tan fácil. Era necesario acudir a un experto, en este caso a una experta, mi hija Pilar, la más paciente de mis hijos. Con cualquiera de los otros, corría el riesgo de que se desesperara conmigo y perdieran la compostura. Así que Pilar me enseño la gran utilidad de un programita llamado: App Store. ¡Que maravilla! Con él, localizas lo que quieras. Por mucho que pienses en algo extraño, App Store te encuentra la solución. Viene ahora la tercera parte de la estrategia: el tiempo al tiempo. Así, poco a poco y paso a paso, cada vez el nuevo teléfono me va resultando más imprescindible. Claro, son ya varios meses. ¿Cómo podía yo imaginar, que mis últimos paseos en coche por Madrid, iban a ser pendiente del móvil? Pues sí, colocado junto a los distintos instrumentos del coche y con un programa llamado CoPilot, ni Madrid ni ninguna ciudad grande, tendrá problemas de desplazamiento para mi.
Comprendo que alguno podrá pensar, y tiene toda la razón, que soy muy torpe. Pero cada uno hace lo que puede. Y, si alguno es igual de torpe que yo, ya sabe: Divide, poco a poco, consulta y busca ayuda y tiempo al tiempo.
Saludos,
Román

No he sido capaz de leerlo todo (los párrafos largos me estresan ) pero he llegado hasta lo de la dificultad de escribir por el tamaño de las teclas.

Yo estoy empezando a usar mucho el "dictáfono ?" (icono del micrófono), si hablas con claridad sin juntar mucho las palabras te coge casi el 100%.

Antes para textos un poco largos ponía el teléfono en posición horizontal por lo que el teclado aumenta el tamaño. La opción que te cambia palabras el se puede desactivar.

Con respecto a los contactos lo mejor es tenerlos en "la nube" (gmail en mi caso) y si cambio de teléfono los sigo teniendo ahí) tiene la facilidad que los puedes programar desde casa con el ordenador.

El cambio de un teléfono normal a un smartphone es radical pero una vez se tiene ya no lo dejas, por supuesto con conexión a internet ahora que es tan barato (pago entre 8 y 10 euros al mes). hasta lo uso para leer los diarios mientras voy en tren, espero en la consulta del médico...

Efectivamente Juan, así es. Si estuvieses más cerca, serías un magnífico asesor. Aunque soy un mal aficionado, estas tecnologías me apasionan. Saludos, Román

[Román Martínez del Cerro]

Una película para reflexionar.
En mi juventud fui muy aficionado al cine. Dos o tres películas semanales podían ser una media normal. Pero un día, una película, me echó de la sala. Me dejó mal sabor de boca. Luego, otra y otra y .... otra. En la actualidad, hay años que no voy al cine ni una sola vez. Otros años, a lo máximo una o dos películas en todo el año.
Hace unos días, unos conocidos, me recomendaron que fuera a ver una película. No les hice mucho caso, pero insistieron. Seguí sin hacerles el menor caso. Nueva insistencia. Al final, decidí ir. Eso si, estaba dispuesto a ver la película desde una posición absolutamente crítica.
¿De qué película estoy hablando? De “Mary´s Land, Tierra de María”. Su director Juan Manuel Cotelo. Su estreno ha sido el pasado día 5 de Diciembre de este año.
De entrada observé unas magníficas fotografías y un inicio de la trama que me dejó en la duda. No lo veía muy claro. Dudé si sería otra de las muchas películas que pasarían al baúl de mis olvidos.
Pero de repente, no cuento detalles por no revelar el argumento, se nos presentan unas declaraciones, en Londres, de John Rick Miller. ¿Quién es este señor? Pues un empresario neoyorkino. John, de forma pausada y razonada, nos cuenta parte del interior de su personalidad, de sus pensamientos. En ese momento empiezo a entrar en la película. Es, con los comentarios de John, cuando soy yo el que empieza a reflexionar. El que empiezo a vivir mi película.
Posteriormente nos sorprende la belleza de Amada Rosa Pérez, joven modelo de Bogotá. Ella, con la dulzura y belleza de su juventud, nos desnuda, en este caso, su alma. Nuevamente la película sigue por mi interior al oír las sentidas reflexiones de esta joven.
Salvador Iñiguez nos sorprende con el mundo de la prostitución de Guadalajara, México. Una prostituta, dudo si travestí, nos desnuda su alma. Impresionante.
Francisco Verar, en Panamá, nos acerca al mundo del subdesarrollo perdido de algunas regiones americanas.
El Dr. John Bruchalki, médico abortista de Washington, nos explica como ha sido la evolución de su vida interior.
Lola Falana, vedette de Las Vegas, en la actualidad en sillas de ruedas, nos habla de cómo ha encontrado su paz interior.
Silvia Buso, deportista de Padua, Italia, nos cuenta como a los 17 años dejó de caminar y como se encuentra en la actualidad.
Y todo esto, ¿Qué relación tiene una cosa con otra? ¿Una historia con la otra? ¿Una vida con la otra? Pues como nos dice, en la película, Filka Mihalj, en un feo y pequeño pueblo de Bosnia-Herzegovina, puede estar la respuesta: en Medjugorje (Entre montañas).
“Mary´s Land, Tierra de María”, al parecer, está teniendo un impresionante éxito de taquilla.
Saludos,
Román

[Román Martínez del Cerro]

Hoy es un día para acordarnos de la Paz. Valorar su significado. Agradecer el poder vivir en Paz. Acordarse de todos los que, por un motivo u otro, no pueden vivir en Paz. Estoy pensando, tanto en la Paz exterior, que podemos llamarle Paz social. Pero también pienso en esa Paz interior y personal, a la que todos debemos aspirar.
Debemos esforzarnos por conseguir nuestra Paz social y nuestra Paz personal. Huir, luchar, olvidar, perdonar,....todo lo que perturbe nuestra Paz interior y nuestra Paz exterior. Acercarnos, conseguir, promover, ....todo lo que consiga nuestra Paz interior y nuestra Paz social.
A todos y, a mi mismo, os deseo y me deseo, esa Paz. En primer lugar en nuestras almas y, consecuentemente, en nuestra sociedad.
Saludos,
Román

[Román Martínez del Cerro]

Después de la tempestad viene la calma. Esto es una realidad que conviene recordar en los momentos difíciles. Ayuda a mantener la calma. Abre las puertas de la esperanza. Saludos, Román

[Román Martínez del Cerro]

Resulta curioso lo indulgentes que somos con nosotros mismos. Por el contrario, cuando vemos defectos ajenos, somos absolutamente críticos. Eso de “la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio”, por mucho que nos lo digan, ¡que poco caso le hacemos!
Ocurre lo mismo con los que pretenden dirigir la vida a los demás y cuando analizas su propia vida, ¡te encuentras con cada sorpresa!
Pienso que los “políticos” de bar, de la cafetería, de “boquilla” y rollo a los amigos, incluso los políticos de W.C. Los que escriben esas máximas de dudoso gusto en los W.C. públicos. Podrían empezar organizando su vida. Su familia. Su trabajo. ....Seguro que toda la sociedad ganaría con ello.
Está al alcance de todos. Empecemos por nosotros mismos. Lo demás...., luego.
Saludos, Román

[Román Martínez del Cerro]

¡Lo que no se conoce, no existe!
Eso me repetía, con énfasis, en buen amigo: el P. Loring, fallecido recientemente. Quizás la frase más precisa pudiera ser: ¡Lo que no se conoce, es como si no existiera!
De ahí la necesidad, de algunos, por dar a conocer esas cosas impresionantes, maravillosas, que existen pero que por desgracia no son conocidas por todos.
No hay más.
Cuando se conoce, algo o a alguien que destaca, surge una necesidad de compartir ese conocimiento con otras personas. Una necesidad de dar a conocer.
De igual forma que existe una necesidad constante de aprender. De conocer cosas interesantes y nuevas. Una inquietud constante por saber cada día, un poquito más, de este inmenso mundo donde vivimos.
Saludos,
Román

[Jose Hernandez Murcia]

Hola a todos,
Hoy aprovechando el tiempo casi primaveral que disfrutamos en Barcelona, sol, nada de viento, cielo despejado; camino del mercado de mi barrio he comprado patatas fritas de churrería y una bolsa de lo que por aquí llamamos cornas (cortezas). Después, en un puesto de pesca salada he pedido una sardina ahumada. La joven dependienta desconcertada no sabía de la existencia de este producto.
Al rescate de la joven acudió la jefa del puesto….. nena, las sardinas “fumadas” son arenques del Norte de Europa, puestas a ahumar y que están de rechupete….
La señora me ha explicado que ya no tienen sardinas ahumadas, …. Nadie compraba y dejamos de tenerlas a la venta……
Cuantos productos buenos y sencillos han dejado de estar a la venta?
Cuantos valores personales han dejado de practicarse?
Receta:
Una sardina ahumada con sus huevas. Pan del día, aceite de oliva arbequina, un poco de mantequilla y medio yogurt, un vaso de vino del priorat
Se abre la sardina, se limpia de espinas y se reservan las huevas.
Se mezclan las huevas con la mantequilla y el yogurt
En un plato se disponen las dos mitades de la sardina y el montoncito de las huevas.
Dado que no he podido comprar las citadas sardinas….. he comprado un par de “guardia civiles”
Saludos
José Hernández Murcia

[Jose Hernandez Murcia]

Hola a todos,
En pocas semanas he tenido dos contactos con el mundo de la enseñanza : hace unos día mi hija viajó a Alemania, visitó a una amiga con estancia Erasmus en Kaiserslautern: un buen alojamiento, clases de alemán, prácticas de laboratorio, etc. La impresión es que en ese país cuidan al máximo a los jóvenes estudiantes, incluso a los que hacen intercambios pedagógicos. Todo un ejemplo que deberían seguir nuestras autoridades.
El otro ha sido en la facultad de Biología de la Universidad de Barcelona, el hijo de un buen amigo defendía su tesis doctoral. Después de un largo trabajo de varios años, ante familiares, colegas de su facultad, profesores y tribunal, ha ido desgranando las tripas de su tesis.
Mientras escuchaba sus explicaciones, me preguntaba porque en este país se recorta la investigación, dejando en la calle científicos por falta de presupuesto. Cada recorte en enseñanza e investigación nos lleva a un retraso difícil de calcular y del que sufriremos las consecuencias más adelante.

Saludos,
José Hernández Murcia

[Román Martínez del Cerro]

Juan, tu labor en la Web ha sido magnifica y digna de agradecimiento. Yo lo he dicho, por escrito y oralmente, en repetidas ocasiones. Sin ir más lejos, recientemente se ha borrado un escrito mío en ese sentido. Desconozco el motivo del borrado del mismo.
Ni me gustan las polémicas, ni creo que mis escritos induzcan a ellas. Polémica es otra cosa. Es más un intento de ofender y defenderse, creando controversias. Ese no es mi estilo y mucho menos es mi intención.
Juan si dos hermanos mellizos o gemelos, cada uno piensa de forma distinta, ¿cómo podemos pensar que la gran cantidad de Veteranos del Sahara, cada uno hijo de su padre y de su madre, sean de la misma opinión? Eso es imposible. Por lo tanto, lo que cabe es exponer con libertad y respeto nuestras opiniones. No hay más. Esa es la gran bondad de la libertad. Unas veces estarás de acuerdo con lo escrito y otras no. Pero siempre aprenderemos de las opiniones de otros.
Yo puedo decir y escribir sobre lo que pienso y opino. Tu pensarás, dirás o escribirás lo que te parezca oportuno y los demás podremos aceptar o discrepar de tus opiniones. Pero no por ello tendremos que entrar en ninguna polémica. El sostener nuestras opiniones no es una provocación ni un intento de dividir. Es simplemente exponer, repito con libertad y respeto, nuestras ideas. En mi caso, no se si con acierto o no, procuro razonar lo que digo. Lo considero un diálogo entre amigos, una charla en este caso por escrito. Esos diálogos, constructivos, si me gustan. No es lo mismo un diálogo que una polémica. Hay muchas diferencias.
Hoy, afortunadamente, cada vez nos vamos acostumbrando a respetar las ideas u opiniones de otros. No siempre ha sido así. Aún hoy, hay lugares donde eso no es posible.
Y, volviendo a mi pregunta: ¿debo entender que esas prohibiciones, del Punto Quinto de la Web, se refieren solo y exclusivamente a cuando esos temas provoquen polémica? Por tu respuesta anterior, así parece deducirse. Debo recordarte que el punto 5 de las Normas dice textualmente: “5 - Dado que esta WEB tiene un objetivo muy claro: No está permitido hablar de política, (partidos políticos, nacionalismos, diferencias idiomáticas, banderas nacionales y autonómicas, exaltaciones patrióticas...).....”.
Una pregunta nueva: Mis intervenciones en el apartado “Reflexiones” buscan darle algo de vida a la página. El hablar sobre “los peces de colores” me aburre soberanamente. Dichas intervenciones podrán, o no, ser compartidas por algunos compañeros. Ya veo que en ocasiones tu no las compartes. Pero las realizo, o al menos eso procuro, con respeto hacia todos. De todas formas, si te parecen improcedentes, te ruego me lo indiques y en lo sucesivo no escribo ninguna más. De las ya escritas, por mi parte puedes borrar las que te parezcan inapropiadas o todas. Me da igual. Y si alguno se ha podido sentir molesto por algún comentario mío, le pido mis disculpas. Aunque me sentiría sorprendido por esa reacción.
En cuanto a tu vanagloria final, pues supongo que será porque habrás querido. Ya sabes que “la sarna con gusto no pica”. Tu, mejor que nadie, conocerás tus motivos. De tus motivos poco puedo opinar yo.
Un cordial saludo,
Román

P.D. Pongo la anotación en este apartado ya que la web me impide anotarlo en el Diario, a continuación de lo dicho por Juan Piqueras.

[Jose Hernandez Murcia]

Hola a todos,
Que los últimos meses de la presencia de España en el Sahara Occidental dio pie a toda clase de disparates, lo muestra esta nota del diario La Realidad del día 12 de julio de 1975
En pleno conflicto y ante la amenaza de invasión de las tropas marroquíes, “una orden ministerial de la Presidencia del Gobierno” da instrucciones para la implantación de asignatura de lengua y literatura árabes y otras de carácter islamista con vistas al curso 1975-76.


Transcripción de la noticia
Un “Boletín Oficial” de Sahara editado con carácter extraordinario y que lleva el número 340 publica una orden ministerial de la Presidencia del Gobierno de 23 de junio por el que se adapta al territorio el nuevo plan de estudios del Bachillerato Unificado y Polivalente.
Siguiendo las líneas trazadas en dicho plan, la adopción comprende la inclusión en el primer curso de Lengua y Literatura árabe, Geografía e Historia, con especial referencia a los mundos islámicos y árabe y al Sahara, Filosofía islámica, formación religiosa específica y formación política, social y económica bajo el punto de vista islámico.
N el segundo curso se introducen Lengua y Literatura árabes y formación religiosa específica. Y en el tercero un área social y antropológica específica y, además, sendas opciones en Ciencias y Letras, en cada una de las cuales figurarán la Lengua y la Literatura árabes.
En cuanto al curso de Orientación universitaria comprenderá lingüística semítica, un seminario de formación coránica y otro de formación cívico-social bajo el punto de vista islámico. Entre las asignaturas comunes, y en el capítulo de materias optativas, se establece la obligatoriedad para los alumnos saharauis de la asignatura “Instituciones y civilización islámicas”.
Este plan adoptado comenzará a partir del curso 1975-76 en los Institutos Nacionales de Bachillerato de Aaiún y Villa Cisneros, pudiendo los directores de ambos centros proponer el nombramiento de profesores adecuados en defecto de los debidos acoplamientos entre los ya existentes.

Dejo en el “tintero” mi opinión.
Saludos
José Hernández Murcia