REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

Para evitar el uso del libro diario para estos fines.
Jose Hernandez Murcia
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Re: REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

Mensaje por Jose Hernandez Murcia »

Hola a todos,
Os recomiendo la lectura de un trabajo de Felipe Maíllo Salgado, “RELACONES DE LOS REINOS HISPANICOSDEL OCCIDENTE PENINSULAR Y EL MAGREB”
(http://gredos.usal.es/jspui/bitstream/1 ... reinos.pdf
Entre otros asuntos, el profesor Maíllo trata, del reclutamiento de mercenarios castellanos por los califas almohades del Magreb.
Una de las citas es de Ibn Jaldun, que en la página 217 de su libro “Mugaddina”, dice: “Los reyes del Magreb admitieron en sus ejércitos a europeos (ifrany)… pues en el campo de batalla se mantienen firmes…porque constituyen la tropa más sólidas… con respecto a otros pueblos. Aun así, los reyes del Magreb no las emplean sino contra naciones árabes y bereberes para someterlas a su obediencia, pero no las utilizan en la guerra santa (yihad), porque temen que hagan causa común con el enemigo y traicionen a los musulmanes. Y esta es la situación todavía en esta época.”

Según el profesor Maíllo, se trataba de una relación puramente mercantil; los mercenarios luchaban en favor del sultán de turno, y éste pagaba los gastos, añadiendo un tanto en forma de “regalos” para los monarcas cristianos.

“Desde el punto de vista musulmán el estipendio pagado a los mercenarios no implicaba lazo vasallático respecto a los señores de éstos, ni subordinación política alguna; no era sino el salario por unos servicios prestados. Más bien se consideraba signo de superioridad musulmana, puesto que el magnate de turno podía pagar a tales asalariados y tenerlos a sus órdenes.
El tanto por ciento destinado al rey castellano o aragonés se complementaba con la entrega de regalos que aseguraban a los califas o sultanes magrebíes la amistad de los reyes cristianos. Esto no tenía nada que ver con las parias, cobradas antaño a los reyes de taifas por ejemplo, un tributo fijo y humillante que provocaba el rechazo de los soberanos magrebíes”

Teniendo en cuenta que junto a la milicia contrataba se unían otras gentes; y que los soldados recibía su paga, algunos de ellos compaginaron las tareas militares con las comerciales.

“Estas milicias movían a su alrededor, mercaderes, prostitutas, oportunistas de todo tipo y condición, pues la soldad cobrada por estos mercenarios cada mes suponía un foco de consumo y de servicios. Los mercaderes se encargaban de suministrar lo que necesitaban esos hombres. En ciertos casos no existía separación entre mercenarios y mercader. Algunos de estos soldados ejercieron en efecto, de comerciantes y, mediante sus negocios, desempeñaban un papel político entre las tribus, llevándolas a veces a reconocer al califa reinante. Convertidos en agentes comerciales abiertos a cualquier clase transacciones. Uno de ellos, un tal Juan Kis, intendente de la milicia castellana, servía de intermediario en el transcurso de las campañas entre el califa y los almohades en rebeldía, muchas veces deseosos de someterse.”
Insisto, es un trabajo muy interesante, pues además de lo dicho, trata de las relaciones con el Papa y con algunos obispos.

Saludos,
José Hernández Murcia
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Román Martínez del Cerro
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Re: REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

Mensaje por Román Martínez del Cerro »

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Hace unos días pasé por el nacimiento del río Ebro, allá en Fontibre, Cantabria. He colgado alguna foto, en el foro correspondiente, de dicho nacimiento.
El lugar está lleno de encantos. Pero la mente, de forma voluntaria o involuntaria, se pierde por esos senderos que cruza el Ebro. Siete Comunidades cruza este río: Cantabria; Castilla-León; La Rioja; País Vasco; Navarra; Aragón y Cataluña. Y si pensamos en su cuenca, tendremos que añadir: La Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha. Y pensamos en su historia. La propia Península Ibérica debe su nombre al Ebro: “Hiberus Flumen”.
¿Puede haber algo más español que el río Ebro?
A pesar de ello, el Ebro no siempre ha sido bien considerado. Cantabria, en su historia, era Castilla. Castilla y Aragón, históricamente tuvieron sus más y sus menos. De aquí que al pobre río Ebro se le llegó a llamar traidor:
“Ebro, traidor, que naces en Castilla y riegas Aragón”. ¡Que cosas!
Los navarros, muy buena gente, lo miraron más positivamente. Veían como con las aportaciones de todos sus afluentes el río iba siendo lo que es, el más caudaloso de España. En este sentido y considerando los afluentes navarros del Ebro, decían:
“Ega, Arga y Aragón hacen al Ebro varón”.
Saludos,
Román
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Jose Hernandez Murcia
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Re: REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

Mensaje por Jose Hernandez Murcia »

Hola a todos,

El profesor, Juan José Iglesias Palacios escribió el artículo “LAS ENTRADAS DE CRISTIANOS EN MERBERÍA (SIGLOS XV-XVI). RELACIONES PACÍFICAS Y VIOLENTAS”, publicado en el nº 50 en La Revista de Historia del Puerto. Uno de los temas que se abordan en el citado trabajo, versa acerca de las “cabalgadas”, que , contrariamente a lo que podría parecer a primera vista, no se trata del paseo de Melchor, Gaspar y Baltasar la noche antes del día de reyes. El profesor nos ilustra acerca de las acciones militares contra poblaciones del Magreb; utilizando técnicas bien conocidas en las zonas fronterizas de la península. Copio algunos párrafos del citado artículo

(….) La faceta violenta de las relaciones con Berbería viene representada por las cabalgadas y el corso. Las primeras consistían en asaltos por sorpresa a las poblaciones y aduares del litoral berberisco para poder obtener botín y cautivos. Eran también conocidas en la época como operaciones de baraxar o barajar. Entre las diversas acepciones que el Diccionario de la Real Academia Española atribuye a este término están “atropellar, someter, maltratar” y “reñir, altercar o contener con otros”, pero también tiene el sentido de “navegar cerca de la costa”, costear (“barajar la costa”), Todos estos significados se adecuan a la realidad de aquellas incursiones que, por lo demás, venían a representar la continuación al otro lado del Estrecho de Gibraltar de una vieja tradición fronteriza peninsular medieval. Las cabalgadas eran organizadas tanto desde Canarias como desde los puertos andaluces, a iniciativa de los señores de ellos o de municipios de realengo como Jerez de la Frontera. En estas que constituían para la visión de la época las auténticas “entradas” de cristianos en Berbería, los vecinos de las poblaciones del litoral atlántico andaluz alcanzaron gran pericia y experiencias.

Una demostración de ello la constituye un memorial relativo a las empresas organizadas por el cardenal Cisneros en el norte de África, citado por H. Sancho, en el que se contiene el siguiente consejo:

“Otrosí que la gente que han de ir a esta armada es necesario que sea de Xerez de la Frontera y del Puerto de santa María y de San Lúcar (….) porque en estos dichos lugares lo tienen por uso ir a África y saltear y correr las tierras y barraxar aduares y aldeas y tomar navíos de los moros en la mar, entre los cuales hombres y gentes hay adalides que desde Bugía hasta la punta de Tetuán, que es cabe Ceuta, no hay lugar cercado, ni aldea, ni aduares, ni valles, ni sierras, ni puertos, ni desembarcaderos, ni atalayas ni ardiles dispuestos adonde puedan ofender y hacer guerra que ellos no lo sepan como se ha de saber, y son tan diestros que muchas veces saltan en la tierra de los moros a atentar y espiar y están dos días y dos noches con concierto de su navío o navíos y después los tornan a recoger a su salvo con toda discreción” (…)

Saludos,
José Hernández Murcia
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Román Martínez del Cerro
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Re: REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

Mensaje por Román Martínez del Cerro »

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José, me ha hecho gracia que en el texto que incluyes, se cita a H. Sancho. Se trata de Hipólito Sancho de Sopranis, un erudito portuense al que yo tuve la suerte de conocer en mi primera juventud. Falleció en 1962. Tengo amistad con algunos familiares de este gran portuense.
Hipolíto Sancho era un hombre de unos conocimientos sólidos, profundos y amplios. Licenciado en Derecho, en Filosofía y en Historia. Su verdadera pasión era la historia y sobre todo la historia del Puerto de Santa María. No creo que nadie haya conocido mejor su historia que Hipolito. Era un hombre de un carácter humilde y silencioso. Un hombre profundamente religioso. Colaboró en la restauración del Castillo de San Marcos del Puerto de Santa María y os puedo decir que bajo sus almenas aparecen unas pinturas de color ocre. En realidad son letras góticas de textos de las Cantigas de Alfonso X el Sabio, con escudos de Castilla y León. Estas pinturas no son originales, fueron aportación de Hipolito Sancho a este bello castillo portuense.
Saludos,
Román
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Re: REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

Mensaje por Jose Hernandez Murcia »

Hola a todos,
Antes que nada, arreglar un error: el segundo apellido del profesor Juan José Iglesias no es Palacios, sino Rodríguez.
Amigo Román, me alegro que tengas contactos con la familia de H. Sancho. Creo que su obra influyó bastante en la de Juan José Iglesias.

saludos,
José Hernández Murcia
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Re: REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

Mensaje por Jose Hernandez Murcia »

Hola a todos,

Sigo con el trabajo del profesosr Juan José Iglesias Rodríguez, “Las entradas de cristianos en Berbería (siglos XV y XVI). Relaciones pacíficas y violentas”. Revista de Historia de El Puerto, nº 50.
En esta ocasión se trata de relaciones “pacíficas”, es decir, de intercambios comerciales entre los mercaderes de Cádiz y Berbería. Según el autor esta actividad proporcionaba buenos beneficios, de manera que el número de cemerciantes aumentó, así como la recaudación de impuestos que gravaban estas operaciones.
Página 15

(……) “Como queda dicho, el centro de operaciones del comercio con Berbería y con las plazas africanas de Portugal era Cádiz, que gozó desde 1493 del privilegio del monopolio de este tráfico. El comercio con África constituyó una de las principales causas de prosperidad vivida por la ciudad a fines de la Edad Media y comienzos de la Moderna, momento en que se detecta en Cádiz la presencia de numerosos mercaderes extranjeros y, en especial, de una nutrida colonia de comerciantes genoveses. Al objeto de impedir que los moros obtuvieran armas y municiones a través del comercio con Andalucía, el Consejo Real prohibió en 1516 la continuación del comercio con Berbería, lo que motivó la reacción de los comerciantes gaditanos, quienes pusieron de manifiesto los grandes beneficios económicos de esta actividad, así como los importantes ingresos que reportaba a la hacienda real.”(……)

Saludos,
José Hernández Murcia
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Román Martínez del Cerro
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Re: REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

Mensaje por Román Martínez del Cerro »

“La virtud de la obediencia”
En una ocasión, un buen amigo me comentaba: “Román, si tienes un jefe inteligente cuesta muy poco ser obediente. El problema viene cuando tu jefe no lo es”.
Todos, por nuestra edad, hemos tenido experiencias de buenos y no tan buenos jefes. Cuando un jefe es inteligente y honrado, ¡que sensación de tranquilidad se siente! ¡Tenemos las espaldas cubiertas! Cuando nos encontramos ante nuevos problemas, tenemos donde acudir.
Bien distinto es cuando nuestro jefe no reúne esas virtudes. Entonces obedecer es, para nosotros, una virtud.
Saludos,
Román
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Román Martínez del Cerro
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Re: REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

Mensaje por Román Martínez del Cerro »

Sobre el tema de la obediencia, los militares saben mucho. La obediencia militar está justificada basada en dos principios fundamentales: la urgencia de sus actuaciones y la seguridad de los intereses colectivos (conflictos, crisis sociales o políticas, guerras).
Pero, pienso, que la carrera militar es siempre una subordinación a un superior. Efectivamente también van existiendo subordinados, que con el paso de los años pueden ir en aumento. Hasta no llegar a Capitán General y, a pesar de ello, por encima tendrás al Jefe del Estado, etc., siempre estarás recibiendo órdenes. Y, algunas de ellas, de complicado y arriesgado cumplimiento.
Lo dicho, si nuestros superiores son inteligentes y honrados, todo será mucho más fácil.
Saludos,
Román
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Román Martínez del Cerro
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Re: REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

Mensaje por Román Martínez del Cerro »

Hay dos temas que preocupan a muchas personas. El primero, para los perfeccionistas, el realizar las cosas absolutamente perfectas. Olvidan, en ocasiones, ese refrán que dice: “Lo perfecto es enemigo de lo bueno”. El otro tema es, pensar que el resto del mundo debería ser como a nosotros nos gustaría que fuese. Aquí me viene a la memoria esa conocida frase del genial Quevedo que decía: “El que quiere de esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos”.
Saludos,
Román
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Re: REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

Mensaje por Román Martínez del Cerro »

Vivimos una época en la que nos faltan principios morales. Esos principios que regulan nuestras relaciones sociales, económicas e incluso nuestras relaciones espirituales.
Curiosamente el hombre se hace viejo muy rápidamente y sabio muy tarde.
Si hemos herido duramente a un amigo, nuestra amistad muy difícilmente volverá a ser igual. Solo los grandes hombres saben perdonar y de esos no hay muchos. De poco vale arrepentirse ante la tumba, hemos perdido gran parte de su sentido.
Decía un gran filósofo de la Edad Media: “Los hombres no podrán vivir juntos si no tuvieran confianza recíproca, es decir, si no se manifestasen la verdad”.
En un día lluvioso como hoy, bien nos viene reflexionar sobre la vida, ¿o no?.
Saludos,
Román
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Román Martínez del Cerro
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Re: REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

Mensaje por Román Martínez del Cerro »

No está mal auto analizarse de vez en cuando, para intentar mejorar en lo posible. Un procedimiento rápido es ver los motivos de nuestra satisfacción o disfrute. En su origen se encuentra nuestra propia esclavitud. Cuidado que no empleo el termino esclavitud necesariamente en sentido negativo. Hay esclavitudes que muy libremente se asumen y con gran satisfacción.
Me explico: si mi satisfacción es la comida o la bebida, por poner un ejemplo, posiblemente sea yo esclavo de este apetito que puede ser superior a mis propias necesidades.
Si mi satisfacción es mi trabajo, puede que me ocurra algo similar. Cualquier persona extremadamente altruista puede encontrar satisfacción en el desarrollo de su vocación por los demás.
Valorar cada impulso es algo muy personal. En ocasiones lo encontraremos bueno y razonable. En otros casos no. En estos segundos, es cuando debemos rectificar nuestro rumbo.
Saludos,
Román
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Román Martínez del Cerro
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Re: REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

Mensaje por Román Martínez del Cerro »

Reflexión: Un amigo me manda estas definiciones. Creo que merece la pena compartirlas.


Envidia: Es cuando una persona todavía no descubrió que puede ser mejor que otra.



Lealtad: Es cuando una persona prefiere morir a traicionar a quien ama.



Enemistad: Es cuando una persona empuja bien lejos la línea del afecto.



Lágrima: Es cuando un corazón triste pide a los ojos que hablen por él.



Luto: Es una espina en el corazón que tarda en desaparecer.



Maldad: Es cuando arrancamos las alas al ángel que deberíamos ser.



Perfume: Es cuando reconocemos a quienes nos agradan, aun con los ojos cerrados.



Muerte: Es una separación con aroma de eternidad



Nietos: Es cuando Dios envía ángeles para alegrar a los abuelos.



Orgullo: Es cuando una persona se siente hormiga y quiere convencer a los demás de que es un elefante.



Odio: Es cuando plantamos trigo todo el año, esperando que madure, y una persona lo quema todo en un día.



Perdón: Es liberar al corazón del peso de una enorme piedra



Pesimismo: Es cuando una persona pierde la capacidad de ver la vida en colores.



Paz: Es el premio de quien cumple honestamente con su deber.



Rabia: Es cuando colocamos una muralla en el camino de la paz.



Pereza: Es cuando un virus entra en la voluntad y la enferma.



Simplicidad: Es el comportamiento de quien comienza a ser sabio.



Nostalgia: Es cuando, estando lejos de algo querido, sentimos deseos de volar para reencontrarlo.



Superfluo: Es cuando nuestra sed necesita una gota de agua y pedimos un río entero.



Soledad: Es cuando estamos rodeados de gente, pero nuestro corazón no ve a nadie alrededor.



Ternura: Es cuando alguien nos mira y sus ojos brillan como dos estrellas.



Vanidad: Es cuando una persona abdica de su esencia a favor de otra; generalmente peor.



Sinceridad: Es cuando nos expresamos como si la persona a quien nos dirigimos estuviera al otro lado del espejo.

Saludos,
Román
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Román Martínez del Cerro
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Re: REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

Mensaje por Román Martínez del Cerro »

Para reflexionar:
Ayer me contaban esta emocionante historia que ocurrió en un hospital de Stanford. Ingresó en ese hospital una niña llamada Liz aquejada de una rara enfermedad que le conducía hacia la muerte. Un hermano suyo, de cinco años, había padecido anteriormente la misma enfermedad y había sobrevivido milagrosamente. Se pensó que la única solución para Liz era realizar una transfusión de sangre de su hermano pequeño, que había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatir la enfermedad. Los doctores y sus padres le explicaron al niño cual era la situación de su hermana y le preguntaron si estaba dispuesto a dar su sangre para salvar a su hermana. El niño dudó unos momentos antes de dar un gran suspiro y aceptar.
Cuando se llevaba a cabo la transfusión del chico, que estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, muy serio, miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: “Doctor, ¿cuándo voy a empezar a morirme?”.
Dicen que amar es desear el bien a la persona o a las personas amadas. Este pequeño, de solo cinco años, amaba a su hermana Liz hasta morir por ella.
Saludos,
Román
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jose guasch cañas
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Re: REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

Mensaje por jose guasch cañas »

Así debe ser y así es en multitud de casos. Pero el caso de este niño es sublime.

Gracias a Dios,aun se dan muchísimos casos de entrega de la propia vida y , muchas veces , sin conocer al afortunado por dicho acto heroico.
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Román Martínez del Cerro
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Re: REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

Mensaje por Román Martínez del Cerro »

La humildad:
Contaban hace años como un hombre mayor distinguía de lejos si una carreta venía vacía o llena por un camino. Hoy en día puede ocurrir igual, quizás no en una carreta, pero sí en una furgoneta. Cuando un vehículo de este tipo circula sin carga en su interior, va saltando mucho más por los caminos y las cuatro cosas sueltas que siempre existen, van produciendo un ruido mucho más fuerte que cuando marcha a plena carga.
Pues de forma similar ocurre, con mucha frecuencia, con las personas. Hay personas que hablan demasiado. Interrumpen constantemente la conversación de los demás. Son inoportunos, incluso mal educados presumiendo de lo que tienen. Se sienten prepotentes mientras que menosprecian los valores de los demás. Todo esto, nos hace reflexionar: “Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace”.
Una de las virtudes que nos resulta más grata es la humildad. Y, ¿qué es la humildad? Pienso que consiste en callar nuestras virtudes y permitir a los demás descubrirlas.
Saludos,
Román
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