REFLEXIONES SOBRE NOSOTROS MISMOS

[Román Martínez del Cerro]

Dos reflexiones de los pilotos de avionetas:
Recuerdo cuando, en la zona militar del aeropuerto de San Pablo de Sevilla, nos embarcaron en unos Hércules en dirección al Aaiun. Antes de entrar en el avión, un aviso importante: Los w.c. del avión no funcionan. El vuelo será de más de tres horas. Así que las necesidades biológicas, aquí fuera, en el campo.
Primera, antes de despegar: El depósito lleno y la vejiga vacía.
Segunda: Es mucho mejor estar en tierra deseando volar que estar volando deseando estar en tierra.
Saludos,
Román

[Román Martínez del Cerro]

Unas tres mil personas disfrutamos, el pasado viernes, en el Castillo de San Sebastián de Cádiz del espectáculo que se nos presentó bajo el nombre de “Azabache: 20 años”. Pasión Vega, Pastora Soler, Diana Navarro y Manuel Lombo hicieron disfrutar al público gaditano de una inolvidable noche de copla en un istmo, rodeado por el Océano Atlántico. El clima perfecto, el lugar insuperable. El viejo faro iluminaba este espléndido rincón gaditano.
Estamos terminando el mes de agosto y se nota que, políticos y periodistas, han estado de vacaciones. ¡Que descanso!
La copla posiblemente no sea la cumbre de la música española, pero ¡que sosiego!
La crispación, la lucha, la corrupción, los trapos sucios...por un mes, han pasado a un segundo o a un tercer lugar.
Los “Suspiros de España” han ocupado nuestra atención en esta noche veraniega, sosegada, acogedora, nostálgica, marinera y romántica. ¡Ojalá todas las noches del año fueran igual!
Saludos,
Román

[Román Martínez del Cerro]

Una pregunta importante:
Los hombres, a lo largo de su historia, nos hemos planteados muchas preguntas, miles de preguntas, posiblemente millones de preguntas.
De muchas de ellas hemos alcanzado una respuesta lógica y razonable. De otras muchas, aún no.
Desde como vuelan los pájaros, a como flotan los barcos hasta como es la circulación sanguínea en el hombre, por poner ejemplos de preguntas a las que el hombre ha encontrado respuesta. Pero otras, la contestación no es tan clara. Ejemplos: ¿dónde termina el universo? ó ¿qué habrá después de esta vida? Estas respuestas necesariamente se basan en la intuición, la fe, etc. Otras muchas, con los avances del conocimiento en sus distintas áreas, vamos encontrado respuestas a nuestros interrogantes.
Pero de todas ellas hay una pregunta que para mi resulta fundamental. Todas las demás serán muy importantes, pero subordinadas a esta pregunta clave para entenderlo todo. Esta pregunta es la vieja pregunta que se plantea: ¿Qué pinto yo aquí? ¿Para qué he nacido? ¿Cuál es mi función en este complejo mundo?
Si no sé lo que soy, ni conozco el fin de mi existencia, todo lo demás, ¿qué importancia tiene?
Supongo que cada cual tendrá una respuesta a esta pregunta. Incluso muy posiblemente habrá quién ni si quiera se la haya planteado.
Yo desde luego sí. Me he planteado y me planteo la pregunta, a lo largo de mi vida, en multitud de ocasiones.
En el siglo XVI, parece ser que Fray Pedro de los Reyes, ya se planteaba estas cuestiones. Supongo que los filósofos, mucho antes. Pero a este fraile se le atribuye esta poesía, que de forma clara y resumida trata de contestar a nuestra pregunta fundamental: ¿Yo para que he nacido?
De las respuestas que conozco, es ésta del fraile Pedro de los Reyes la que más me ha convencido. Cada uno tendrá la suya, al menos eso espero. Esto es lo que decía Fray Pedro:

¿Yo para qué nací? Para salvarme.
Que tengo de morir es infalible.
Dejar de ver a Dios y condenarme,
Triste cosa será, pero posible.
¿Posible? ¿Y río, y duermo, y quiero holgarme?
¿Posible? ¿Y tengo amor a lo visible?
¿Qué hago?, ¿en qué me ocupo?, ¿en qué me encanto?
Loco debo de ser, pues no soy santo.

Saludos,
Román

[Román Martínez del Cerro]

“No ofende el que quiere, sino el que puede”
Al menos ese es el refrán popular.
Pidiendo disculpas por ser una anécdota personal, os contaré una. Tenía yo unos doce años cuando llamaron a mi casa y nos trajeron un extraordinario obsequio, al menos eso me pareció a mi. Se trataba de una canasta que contenía, en variedad; frescura y abundancia, todos los mariscos que os podéis figurar: langostas, cigalas, gambas, langostinos..... Dicho presente venía acompañado de un mensaje del remitente. Os tengo que ser sincero, en mi corta vida de aquellos años, nunca había visto una cosa igual.
Todos pendientes de la vuelta de mi padre, ya que desconocíamos en absoluto al remitente, pero suponíamos que mi padre si lo conocería.
Llega mi padre y cuando ve el regalo y el remitente, cambia de color y de estado emocional. Hace las gestiones necesarias para que fuera devuelto, de forma inmediata, dicho regalo al remitente, todo ello ante la mirada sorprendida y decepcionada del resto de la familia. ¡Que frustración ver tan exquisito manjar como se marchaba por donde había venido!
Mi padre era catedrático en el Instituto Columela de Cádiz y dicho obsequio venia del padre de un alumno, propietario de un barco de pesca con base en Cádiz. Claro, mi padre tendría que ser juez en la calificación de su hijo y no podía aceptar, por ningún concepto, un regalo de esa naturaleza.
Viene la anécdota para ver como si una persona quiere regalar algo a otra, es absolutamente necesario que la otra acepte dicho regalo. Si el regalo no es aceptado, vuelve a su primitivo propietario. En realidad, mientras el regalo no es aceptado, es del que intenta realizar el regalo.
Pues exactamente ocurre con los insultos u ofensas. Si una persona intenta insultar a otro, hasta que el otro se de por aludido o acepte ese insulto, el insulto es de exclusiva propiedad del insultante. Por eso, en multitud de ocasiones, antes algunos insultos, lo mejor es dejar que los insultantes disfruten de sus insultos, que se bañen en su propio estiércol. Para ellos sus ofensas.
Para el que se pretende ofender, le resulta más cómodo no molestarse en contestar. La indiferencia por contestación es la mejor y más cómoda opción. Al menos en muchos casos, quizás en algunos otros serán necesarias otras medidas.
Saludos,
Román
P.D. Que nadie piense que he recibido ningún insulto. Nada de eso ha ocurrido.

[Román Martínez del Cerro]

La belleza atrae, la virtud enamora. Este pensamiento explica muchos comportamientos humanos.
Saludos,
Román

[Román Martínez del Cerro]

Con demasiada frecuencia escuchamos comentarios de personas opinando sobre temas que no conocen en profundidad. Desde lejos, todos tenemos soluciones para todo. Otra cosa bien distinta es cuando estamos metidos en el problema y tenemos realmente que arreglarlo.
La famosa frase torera de: “Que fáciles son los toros desde el tendido”, encierra una verdad incuestionable.
Ya que estamos en esta página de recuerdos militares, hay otra bien conocida, con significado similar pero mucho más militar. La frase dice: “No es lo mismo tomar café en las trincheras que tomar trincheras en el café”.
Saludos,
Román

[Román Martínez del Cerro]

Este fin de semana he estado nuevamente en Extremadura. Hace unos cuatro o cinco años sembré unos árboles. Plataneras de sombra, chopos, almendros, ....distintas especies. En su momento y dado la lentitud de algunas de las especies por el crecimiento, dudé que algún día pudiese ver el resultado de mi siembra. Algunos amigos, incluso gastaban sus bromas por mis proyectos de futuro.
Si embargo hoy, algunos de ellos, sobre todo los chopos y las plataneras, ya parecen árboles. Dentro del conjunto, son los de un crecimiento más rápido y van dando su fruto. Por supuesto, ante mi admiración: ¡Que maravilla!
Pienso que en todo hay que ponerse un objetivo. Luego, con constancia, muy posiblemente se consiga. En caso contrario, por lo menos se ha intentado.
Todo esto me trae el recuerdo de ese pensamiento de mi niñez: “Dijo el perro al hueso: Si tu estás duro, yo tengo tiempo”.
Saludos,
Román

[Román Martínez del Cerro]

Los errores humanos: se cometen y en muchas ocasiones son inevitables. Por lo menos así me parecen a mi. Molestan y dan rabia cometerlos, pero se cometen.
Hoy mismo he cometido uno más. Para colmo con dos compañeros, Veteranos del Sahara. Para más señas, los dos se llaman Angel. Pues por un error increíble, he confundido a uno con el otro y le he escrito a uno de ellos, pensando que estaba escribiendo al otro. ¡Que desastre!
Pido disculpas a los dos por este lamentable error, que lógicamente ha sido involuntario. Lo siento mucho.
Estas cosas son curas de humildad, que a todos nos vienen muy bien recibir de vez en cuando.
Espero que a vosotros no os ocurra lo mismo que me ocurrió a mi.
Saludos,
Román

[Román Martínez del Cerro]

Hablando de errores: creo que era Goethe el que decía que: "El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada". ¿Puede ser una disculpa? ¡Quizás...!
Saludos,
Román

[Román Martínez del Cerro]

Quinientas treinta y una personas, de la más variada procedencia, que se desplacen a Zaragoza para pasar un fin de semana juntas es algo que hace pensar. No son compañeros de clase. No son del mismo pueblo. No son ni del mismo equipo de fútbol. No son de la misma cofradía. No son de la misma edad. No son de la misma profesión. No son del mismo partido político. Muchos de ellos no han sido ni siquiera compañeros de nada. ¿Qué es lo que une a este gran colectivo de personas? ¡Indudablemente el Sahara!
Todos compartimos un mismo destino. Un destino que nos marcó. Incluso las mujeres, que muchas de ellas no habrán estado nunca en el Sahara, si están compartiendo este destino común.
Lejanía. Aridez. Soledad. Vida absolutamente distinta. Otras costumbres. Otras razas. Otra cultura. Pobreza. Falta de todo. Arena. Piedras, muchas piedras. Calor. Frío. Momentos de peligro..... Todos estos factores y seguramente otros que he olvidado en este momento, impactaron en nuestras jóvenes personalidades. Nos hicieron madurar. Hoy, al cabo de unos cuarenta años, más o menos, nos unen en Zaragoza.
En un Foro de esta web, hoy y ante una magnífica foto aérea del Aaiún, el compañero Manuel Sánchez Romero comenta: “Gracias compañeros, con estas fotos se emociona uno”.
Creo que todos podemos decir, como dice Manuel: “Gracias compañeros, con estos encuentros nos emocionamos todos”.
Un fuerte abrazo,
Román

[Román Martínez del Cerro]

La sinceridad es una virtud que tienen, en mayor o menor medida, las personas. Pero no todos somos sinceros o nuestro grado de sinceridad puede no ser elevado.
Hay virtudes humanas muy valoradas, por ejemplo la generosidad, la valentía, la humildad, etc. Pero otras, entre las que posiblemente esté la sinceridad, suelen pasar más desapercibida. Sin embargo, no por ello, deja de tener su relevancia.
¿Quién no ha padecido a alguna persona retorcida? Personas que dicen una cosa, pero en realidad buscan otra bien distinta.
Por el contrario, la persona sincera es aquella que lo que dice lo piensa. Su pensamiento coincide con su palabra.
Para ser sincero es necesario, en primer lugar tener las ideas claras, saber lo que se quiere. Por otra parte, se necesita tener una seguridad en nosotros mismos, para poder decir con rotundidad nuestras ideas.
¡Que agradable es tratar con personas sinceras! ¡Que desagradable tratar con personas retorcidas!
Pero, debemos ser, cualquier persona, absolutamente sinceros con todos. Posiblemente no. Hay límites a nuestra propia sinceridad. Por ejemplo, por ofender a alguna persona, muy posiblemente hay ocasiones en las que es mejor no ser absolutamente sincero. Un ejemplo, el amigo que te enseña su casa y tu encuentras en ella cosas que no son de tu gusto o agrado. Sería una descortesía, por nuestro afán de sinceridad, afearle ese gusto.
Otro límite a la sinceridad pudiera ser por simple prudencia. Solo el ingenuo se le ocurre ir contado intimidades a diestro y siniestro.
Por lo tanto, a mi entender, la sinceridad debe entenderse como: “No decir todo lo que se piensa, pero pensar siempre todo lo que se dice”.
Saludos,
Román

[Román Martínez del Cerro]

Finalizado nuestro IX Encuentro Nacional en Zaragoza, leemos la siguiente noticia:
Un pequeño artefacto ha explosionado sobre las 13.45 en la zona central de la basílica del Pilar de Zaragoza sin causar heridos. Tan sólo daños materiales en el pasillo de bancos del altar mayor, en el centro de la nave, informan fuentes policiales. El arzobispo de Zaragoza, monseñor Manuel Ureña, ha asegurado que no hay desperfectos en el "patrimonio histórico artístico". En el momento de la explosión la basílica se encontraba abierta al público.
¿Alguien tiene una explicación racional que puede explicar un hecho como éste?
Saludos,
Román

[jose guasch cañas]

No la hay.
Que pena que haya gente así. Podían haber asesinado a cualquier persona.Siempre está llena de niños,que llevan sus padres para que besen el manto de la Virgen y la clásica fotografía.
Los cadetes de la AGM,todos los sábados la visitábamos antes de ir al cine,al fútbol o a tomar una cerveza.

[Román Martínez del Cerro]

Efectivamente, mi coronel, no hay explicación razonable para un hecho criminal como el que comentamos.
Hay veces que el hombre actúa mal pero como consecuencia de algo. Por ejemplo: de la envidia, del egoísmo, de la venganza, del despecho, de la pasión, de la ignorancia, etc. Existe un motivo que explica, aunque nunca justifica, un mal comportamiento.
En otras ocasiones, el hombre realiza el mal por el mal. Es duro entender esto, pero hay casos en los que no encontramos otros motivos.
Aprovecho para manifestarle mi enorme satisfacción por haber podido saludarle en Zaragoza y compartir visita a la AGM. Si un día decide visitar su lugar de nacimiento, cuente con nosotros para acompañarle por estas tierras.
Un cordial saludo,
Román

[jose guasch cañas]

Fue un día completísimo para mi.En primer lugar el poderme encontrarme con vosotros,los que disteis un gran ejemplo en el Sahara. Luego con la visita a la Virgen del Pilar y el encuentro con el Tte de la 4ª Cia del BIR,hoy Coronel Revilla , por la tarde la visita a la AGM. que tantísimas vivencias me despertaron
y ya por la noche la cena de hermandad y el merecido homenaje a los que nos han abandonado.
Por cierto,tu fotografía del teatro-cine de la Academia,me ha recordado que en él estuvimos mis padres,
mi hermana y mi novia,hoy mi mujer,en la fiesta que celebramos la víspera de la entrega de despachos de Tte.
Un abrazo