Hola..
Los Amantes de Teruel.-
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Historia de los Amantes:
Cuentan que en los albores del siglo XIII vivieron en Teruel dos jóvenes llamados Diego e Isabel.
Sus familias estaban enemistadas desde hacía ya tiempo, pero el destino
quiso que ambos se enamorarán en contra de los deseos familiares.
Los Segura era una familia con poder y con buena fortuna en Teruel
mientras que los Martinez de Marcilla eran considerados una familia
de pocos recursos económicos.
Un día los enamorados pidieron permiso para casarse y el padre de Isabel
rechazó a Diego por no ser el pretendiente ideal para su hija y por falta
de un patrimonio y riqueza que este deseaba para hacer un buen matrimonio.
Entonces Diego Juan Martínez de Marcilla juró hacer fortuna fuera
de Teruel y volver al cabo de cinco años y pidió al padre de Isabel
que no la casara con ningún otro hombre.
No tardo el padre de Isabel a obligarla a casarse y buscó en el aristócrata
Fernando de Gamboa, hermano del señor de Albarracín, al marido ideal
para su ella. Los esponsales de la joven con el noble Gamboa fueron
muy sonados y festejados en Teruel. Al cabo de un tiempo,
al cumplirse los 5 años de la promesa en 1217, regresó Diego y viendo
que su amada Isabel estaba ya casada con otro hombre.
Pidió verla y en el momento de encontrarse uno enfrente al otro,
Diego le pidió a Isabel un beso, ella se lo negó y él cayó desplomado
en el suelo muriendo en el acto.
Isabel al enterarse del lugar del entierro de su eterno amado, quiso presenciar
los entierros de Diego y los turolenses vieron atónitos como la joven Segura
besó con pasión a su enamorado en unos labios ya fríos y sin vida,
el beso que le negó al día anterior. Al acabar dicho acto, Isabel cayó desplomada
sobre el cuerpo de Diego falleciendo de repente.
El amor era tan grande que no pudieron sentirse separados
ni una vez muertos.
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La leyenda de Teruel nos recuerda que fueron entonces enterrados juntos.
La verdad es que sus cuerpos fueron hallados juntos entre 1553 y 1555
en la Iglesia de San Pedro de la ciudad de Teruel, dentro de la capilla
de los santos Cosme y Damián.
En 1950 sus cuerpos fueron nuevamente desenterrados y colocados
en otra tumba de alabastro blanco en que se imaginaron los rostros
de los enamorados y yacen unidos por la mano aunque tampoco en sus estatuas
yacentes se lleguen a tocar. Sus sepulcros fueron creados por Juan de Ávalos.
Un cordial saludo
Roser