La llegada del ATP XII al Sahara. 1º capitulo.

[Jose Luis Fuentes Garcia]

Estimado Compañero Sahariano Antonio N. Marrero:

He leído con atención tu nota escrita en la página, por supuesto que puedes hacerme cuantas preguntas quieras, sobre lo relatado por mí.

También quisiera no tomaras estas líneas, como una polémica, pues esa no es mi intención, tengo por norma intentar no polemizar y llegar siempre a entenderme mediante los argumentos, cuestión que en mi profesión es fundamental por aquello de las medidas disciplinarias, que a niveles de Mandos también existen. Más bien lo que pretendo es dar una explicación.

Cuando empecé a escribir, mi idea era solo contar mis experiencias personales por mi vividas, en un momento determinado, creí conveniente contar las interioridades de las decisiones políticas-militares, porque yo creo que son interesantes para comprender, sobre todo lo que en el Territorio paso, y aun mas, por que así me lo pidieron algunos de los compañeros de nuestra Patrulla Boquerón que he ido conociendo. Como tú muy bien dices, así como lo manifestado por el compañero Ramón Mártir del Cerro, hay muchos compañeros que una vez licenciados han seguido ilustrándose por medio de publicaciones escritas por diversas personas o por lo contado por terceras personas, cualquier medio, creo yo, es bueno para ilustrarse cuando uno tiene interés por saber.

Pero como no podía ser de otra forma, también hay compañeros que por las cuestiones que sean no han podido o no han querido saber mas de lo allí acontecido.

De lo que si quiero dejar constancia, es que una vez abandonado el territorio en el que pase una de mis mejores experiencias en el plano militar, también me dejo muy marcado en lo personal por la perdida de los cinco compañeros en la acción de That, máxime cuando cuatro de ellos eran de mi Batería. Es por ello que tras unos años destinado en Getafe, en cuanto tuve la oportunidad, por aquello de la antigüedad de pedir destino a Ceuta, plaza militar en la que más del 90% de los compañeros allí destinados eran procedentes del Sahara, de antes del abandono del Territorio y de los que nos toco vivirlo en vivo y en directo.

En esa Plaza, procure hablar mucho y con muchos de lo allí acontecido, (la friolera de 11años de destino en Ceuta), amen de haber estar destinado por aquella zona, en un destino que por su naturaleza, no debo ni puedo citarlo, pero desde el que tuve acceso a muchísima documentación, que es en la que me estoy basando para escribir lo que publico en la WEB , para el que lo quiera leer.

Por supuesto que todo eso lo fui anotando en varios y voluminosos archivos, en los que no existe documento oficial alguno, pero si anotaciones sacadas de los documentos no clasificados y de mis muchísimas conversaciones, como ya digo de personas que las vivieron en directo.

No es mi intención polemizar con nadie, de si sabe mas o manos que yo, por una razón , porque yo si se, lo que se.

Y para terminar dejar claro que todo lo relatado es verdadero, como la vida misma, unos contados de boca a boca por compañeros Saharianos de plena solvencia y que además en muchos casos fueron protagonistas, otras directamente vividos por mi y otras como ya digo, anotados de documentos.

Y ya para terminar, manifestar, que yo publico, para el que lo quiera leer, nadie esta obligado, y que no tengo culpa alguna de que existan personas a las que les guste ser el niño en el bautizo, el novio en la boda y el muerto en el entierro.

La frase militar esa de, las teóricas a la Tropa, fue por mi olvidada en el momento que deje el servicio activo,


Saludos.

Pepefu.

[Jose Luis Fuentes Garcia]

Estimado Compañero Sahariano, Roman Martin:

Enhorabuena has dado en el clavo, desde que adquirí mis derechos civiles, al estar ya en la reserva, soy afiliado a la Falange Española de las J.O.N.S.
Por supuesto a mucha honra y sin esconderme de ello. Como dijo el gran maestro taurino D. Juan Belmonte, “ El pasmo de triana”, ¡ Hay gente pá to ¡

[Román Martínez del Cerro]

Amigo Pepefu, pues conocerás de sobra, que fue diputado por Cádiz, junto a otros dos, también muy conocidos: Ramón de Carranza, alcalde de Cádiz (padre del otro alcalde, León de Carranza) y militar en Africa y José María Pemán, el escritor. Pero claro, esta historia es algo más antigua que nuestro destino en el Sahara. Saludos cordiales, Román

[Juan Ant. Cabrera Campos]

Mí estimado Román:

No será por falta de insistencia reiterada y explicada, pero aquí a veces sucede como el caballo del picador, aunque con la vista tapada y las orejas taponadas, arre, arre y al bulto.
A parte de mi difunto padre, he tenido la suerte de conocer a varias personas que conocieron, hablaron y estuvieron en diversas ocasiones a tan ilustre personaje, como podrás entender de esto hace algunos años. Incluso llegue a conocer a un testigo directo de los incidentes en el teatro de nuestro cercano San Fernando.

Una verdadera pena, quitar la vida a un joven con una mente verdaderamente privilegiada y brillante.

Espero que tú no me confundas, porque sí no va a parecer que las pantallas de nuestros ordenadores trasmiten o tienen alguna cosa adulterada o alucinógena.

Que te ha parecido la tromba de agua caída en la zona en el día de hoy.

Saludos Román.

Juan Ant. Cabrera Campos - cabo Jerez - Smara.

[Jose Luis Fuentes Garcia]

Amigo Roman:

No tenia ni idea de ello, de D, Ramón de Carranza si sabia que fue Alcalde de Cádiz, de José María Pemán tampoco sabia tal extremo.

Ello se debe a que yo nací en 1.950, y salvo mi etapa, en el destino que ya te digo que no puedo ni debo hablar de el, jamás he sido una persona ni interesado ni ilustrado en las cuestiones políticas.

Creo que me estas hablando de una época muy antigua, pues si eras Diputado, entiendo que fue después de la muerte del Generalísimo, seria a partir del año 1.979, en adelante, y como ya te digo no era usual para algunos militares, sobre todo jóvenes, los temas de la Casta Política, y perdón por lo de la Casta, también fuimos en una época tratados como tal. Lo que me tienes que contar porque partido político levantabas la mano.

Y si hablamos de ese tema el político, lo cual ahora no me importaría, podemos hacerlo a través de el correo. Pues considero que este no es el foro para ello.


Un Abrazo

[Román Martínez del Cerro]

No amigo Pepefu, mucho más antiguo. Por supuesto que no te hablaré de temas políticos actuales. No es el lugar. Esto que te cuento es pura historia. Me refiero a la II República Española, antes del 36. Fueron diputados en Cortes, por la provincia de Cádiz, José Antonio, José María Pemán y Ramón de Carranza. Pemán fue monárquico toda la vida y José Antonio se presentó, en principio, con el noble propósito de defender el nombre de su padre, Don Miguel. Los actos electorales previos sufrieron el ataque de radicales contrarios a sus ideales y a uno de esos actos, se refiere nuestro amigo Juan Antonio, con un desenlace trágico, ocurrido en San Fernando.
¿Cómo puedo confundirte yo, Juan Antonio? Eso es imposible. En primer lugar, ya que tú eres lo suficientemente listo para no dejarte confundir y por otra parte, creo que digo las cosas lo suficientemente claras como para que no den lugar a dudas. Al menos esa es mi intención.
Un cordial saludo, Román

[Jose Luis Fuentes Garcia]

Perdona Ramón, había entendido que tu habías sido Diputado. Efectivamente si sabia que había sido diputado en Cortes en la II República, aunque desconocía que por Cádiz. Su Padre fue el primer Presidente del Directorio militar, que falleció en París y en el exilio.Fue reemplazado por el General Berenguer, que fue el valedor de Franco en sus primeros años de destino en Regulares en África.

José Antonio, creo, era el mejor orador que tenia el Congreso, era valiente y decidido, abofeteo al General Queipo de Llano y por eso perdio su condición de Militar de Complemento.

Perdona por el error, joder y yo pidiéndote que me dijeras por que partido habías salido.

[Román Martínez del Cerro]

Amigo Pepefu, ya me extrañaba tu pregunta. Todo aclarado. Yo he tenido la suerte de conocer y tratar a José María Pemán. Un gran orador, como indudablemente lo fue José Antonio. No le dieron el Nobel de Literatura por motivos políticos. Se quedó en España después del 39 y aunque con diferencias con Franco, le tacharon de franquista. Los otros dos murieron antes de yo nacer. No los pude conocer. Por motivos que no vienen al caso, de Ramón de Carranza, tengo muchas referencias e historias curiosas. De José Antonio, he visto una antigua película donde sale hablando y tengo y he leído sus obras completas. Bueno, una parte de ellas, ya que por propio deseo, otra parte fue destruida.
Un cordial abrazo, Román

[Jose Luis Fuentes Garcia]

Amigo Román.José Antonio, por lo que tengo leído, y cuentan los hijos de los que le conocieron, hoy falangistas como sus padres, además de persona muy inteligente, era un gran Español y un gran patriota, fue una pena su fusilamiento en Alicante. Posiblemente el habría sido quien habría guiado los destinos de España.

Además muchos de los Militares de entonces eran falangistas, como Yagüe, por ejemplo y en el plano civil Girón de Velasco, al que conocí en Fuengirola su pueblo.

[Jose Hernandez Murcia]

Hola a todos,
Es posible que no sea el lugar ni el momento, de ser así, asumo la metedura de pata. Adjunto el discurso de José Antonio Primo de Rivera con el que dió a conocer una buena porción de su pensamiento acerca de la democracia, las elecciones y otros asuntos de los que hoy disfrutamos como pueblo libre y sin complejos.
(....)
DISCURSO DE JOSE ANTONIO PRIMO DE RIVERA EXPONIENDO LOS PUNTOS FUNDAMENTALES DE FALANGE ESPAÑOLA, PRONUNCIADO EN EL TEATRO DE LA COMEDIA DE MADRID, EL DÍA 29 DE OCTUBRE DE 1933

»Nada de un párrafo de gracias. Escuetamente, gracias, como corresponde al laconismo militar de nuestro estilo.

»Cuando, en marzo de 1762, un hombre nefasto, que se llamaba Juan Jacobo Rousseau, publicó El contrato social, dejó de ser la verdad política una entidad permanente. Antes, en otras épocas más profundas, los Estados, que eran ejecutores de misiones históricas, tenían inscritas sobre sus frentes, y aun sobre los astros, la justicia y la verdad. Juan Jacobo Rousseau vino a decirnos que la justicia y la verdad no eran categorías permanentes de razón, sino que eran, en cada instante, decisiones de voluntad.

»Juan Jacobo Rousseau suponía que el conjunto de los que vivimos en un pueblo tiene un alma superior, de jerarquía diferente a cada una de nuestras almas, y que ese yo superior está dotado de una voluntad infalible, capaz de definir en cada instante lo justo y lo injusto, el bien y el mal. Y como esa voluntad colectiva, esa voluntad soberana, sólo se expresa por medio del sufragio conjetura de los más que triunfa sobre la de los menos en la adivinación de la voluntad superior, venía a resultar que el sufragio, esa farsa de las papeletas entradas en una urna de cristal, tenía la virtud de decirnos en cada instante si Dios existía o no existía, si la verdad era la verdad o no era la verdad, si la Patria debía permanecer o si era mejor que, en un momento, se suicidase.

»Como el Estado liberal fue un servidor de esa doctrina, vino a constituirse no ya en el ejecutor resuelto de los destinos patrios, sino en el espectador de las luchas electorales. Para el Estado liberal sólo era lo importante que en las mesas de votación hubiera sentado un determinado número de señores; que las elecciones empezaran a las ocho y acabaran a las cuatro; que no se rompieran las urnas. Cuando el ser rotas es el más noble destino de todas las urnas. Después, a respetar tranquilamente lo que de las urnas saliera, como si a él no le importase nada. Es decir, que los gobernantes liberales no creían ni siquiera en su misión propia; no creían que ellos mismos estuviesen allí cumpliendo un respetable deber, sino que todo el que pensara lo contrario y se propusiera asaltar el Estado, por las buenas o por las malas, tenía igual derecho a decirlo y a intentarlo que los, guardianes del Estado mismo a defenderlo.

»De ahí vino el sistema democrático, que es, en primer lugar, el más ruinoso sistema de derroche de energías. Un hombre dotado para la altísima función de gobernar, que es tal vez la más noble de las funciones humanas, tenía que dedicar el ochenta, el noventa o el noventa y cinco por ciento de su energía a sustanciar reclamaciones formularias, a hacer propaganda electoral, a dormitar en los escaños del Congreso, a adular a los electores, a aguantar sus impertinencias, porque de los electores iba a recibir el Poder; a soportar humillaciones y vejámenes de los que, precisamente por la función casi divina de gobernar, estaban llamados a obedecerle; y si, después de todo eso, le quedaba un sobrante de algunas horas en la madrugada, o de algunos minutos robados a un descanso intranquilo, en ese mínimo sobrante es cuando el hombre dotado para gobernar podía pensar seriamente en las funciones sustantivas de Gobierno.

»Vino después la pérdida de la unidad espiritual de los pueblos, porque como el sistema funcionaba sobre el logro de las mayorías, todo aquel que aspiraba a ganar el sistema ,tenía que procurarse la mayoría de los sufragios. Y tenía que procurárselos robándolos, si era preciso, a los otros partidos, y para ello no tenía que vacilar en calumniarlos, en verter sobre ellos las peores injurias, en faltar deliberadamente a la verdad, en no desperdiciar un solo resorte de mentira y de envilecimiento. Y así, siendo la fraternidad uno de los postulados que el Estado liberal nos mostraba en su frontispicio, no hubo nunca situación de vida colectiva donde los hombres injuriados, enemigos unos de otros, se sintieran menos hermanos que en la vida turbulenta y desagradable del Estado liberal.

»Y, por último, el Estado liberal vino a depararnos la esclavitud económica, porque a los obreros, con trágico sarcasmo, se les decía: «Sois libres de trabajar lo que queráis; nadie puede compeleros a que aceptéis unas u otras condiciones; ahora bien: como nosotros somos los ricos, os ofrecemos las condiciones que nos parecen; vosotros, ciudadanos libres, si no queréis, no estáis obligados a aceptarlas; pero vosotros, ciudadanos pobres, si no aceptáis las condiciones que nosotros os impongamos, moriréis de hambre, rodeados de la máxima dignidad liberal». Y así veríais cómo en los países donde se ha llegado a tener Parlamentos más brillantes e instituciones democráticas más finas, no teníais más que separamos unos cientos de metros de los barrios lujosos para encontramos con tugurios infectos donde vivían hacinados los obreros y sus familias, en un límite de decoro casi infrahumano. Y os encontraríais trabajadores de los campos que de sol a sol se doblaban sobre la tierra, abrasadas las costillas, y que ganaban en todo el año, gracias al libre juego de la economía liberal, setenta u ochenta jornales de tres pesetas.

»Por eso tuvo que nacer, y fue justo su nacimiento (nosotros no recatamos ninguna verdad), el socialismo. Los obreros tuvieron que defenderse contra aquel sistema, que sólo les daba promesas de derechos, pero no se cuidaba de proporcionarles una vida justa.

»Ahora, que el socialismo, que fue una reacción legítima contra aquella esclavitud liberal, vino a descarriarse, porque dio, primero, en la interpretación materialista de la vida y de la Historia; segundo, en un sentido de represalia; tercero, en una proclamación del dogma de la lucha de clases.

»El socialismo, sobre todo el socialismo que construyeron, impasibles en la frialdad de sus gabinetes, los apóstoles socialistas, en quienes creen los pobres obreros, y que ya nos ha descubierto tal como eran Alfonso García Valdecasas; el socialismo así entendido, no ve en la Historia sino un juego de resortes económicos: lo espiritual se suprime; la Religión es un opio del pueblo; la Patria es un mito para explotar a los desgraciados. Todo eso dice el socialismo. No hay más que producción, organización económica. Así es que los obreros tienen que estrujar bien sus almas para que no quede dentro de ellas la menor gota de espiritualidad.

»No aspira el socialismo a restablecer una justicia social rota por el mal funcionamiento de los Estados liberales, sino que aspira a la represalia; aspira a llegar en la injusticia a tantos grados más allá cuantos más acá llegaran en la injusticia los sistemas liberales.

»Por último, el socialismo proclama el dogma monstruoso de la lucha de clases; proclama el dogma de que las luchas entre las clases son indispensables, y se producen naturalmente en la vida, porque no puede haber nunca nada que las aplaque. Y el socialismo, que vino a ser una crítica justa del liberalismo económico, nos trajo, por otro camino, lo mismo que el liberalismo económico: la disgregación, el odio, la separación, el olvido de todo vínculo de hermandad y de solidaridad entre los hombres.

»Así resulta que cuando nosotros, los hombres de nuestra generación, abrimos los ojos, nos encontramos con un mundo en ruina moral, un mundo escindido en toda suerte de diferencias; y por lo que nos toca de cerca, nos encontramos en una España en ruina moral, una España dividida por todos los odios y por todas las pugnas. Y así, nosotros hemos tenido que llorar en el fondo de nuestra alma cuando recorríamos los pueblos de esa España maravillosa, esos pueblos en donde todavía, bajo la capa más humilde, se descubren gentes dotadas de una elegancia rústica que no tienen un gesto excesivo ni una palabra ociosa, gentes que viven sobre una tierra seca en apariencia, con sequedad exterior, pero que nos asombra con la fecundidad que estalla en el triunfo de los pámpanos y los trigos. Cuando recorríamos esas tierras y veíamos esas gentes, y las sabíamos torturadas por pequeños caciques, olvidadas por todos los grupos, divididas, envenenadas por predicaciones tortuosas, teníamos que pensar de todo ese pueblo lo que él mismo cantaba del Cid al verle errar por campos de Castilla, desterrado de Burgos:

»¡Dios, qué buen vasallo si ovierá buen señor!

»Eso vinimos a encontrar nosotros en el movimiento que empieza en ese día: ese legítimo soñar de España; pero un señor como el de San Francisco de Borja, un señor que no se nos muera. Y para que no se nos muera, ha de ser un señor que no sea, al propio tiempo, esclavo de un interés de grupo ni de un interés de clase.

»El movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un movimiento, casi podríamos decir un antipartido, sépase desde ahora, no es de derechas ni de izquierdas. Porque en el fondo, la derecha es la aspiración a mantener una organización económica, aunque sea injusta, y la izquierda es, en el fondo, el deseo de subvertir una organización económica, aunque al subvertiría se arrastren muchas cosas buenas. Luego, esto se decora en unos y otros con una serie de consideraciones espirituales. Sepan todos los que nos escuchan de buena fe que estas consideraciones espirituales caben todas en nuestro movimiento; pero que nuestro movimiento por nada atará sus destinos al interés de grupo o al interés de clase que anida bajo la división superficial de derechas e izquierdas.

»La Patria es una unidad total, en que se integran todos los individuos y todas las clases; la Patria no puede estar en manos de la clase más fuerte ni del partido mejor organizado. La Patria es una síntesis trascendente, una síntesis indivisible, con fines propios que cumplir; y nosotros lo que queremos es que el movimiento de este día, y el Estado que cree, sea el instrumento eficaz, autoritario, al servicio de una unidad indiscutible, de esa unidad permanente, de esa unidad irrevocable que se llama Patria.

»Y con eso ya tenemos todo el motor de nuestros actos futuros y de nuestra conducta presente, porque nosotros seríamos un partido más si viniéramos a enunciar un programa de soluciones concretas. Tales programas tienen la ventaja de que nunca se cumplen. En cambio, cuando se tiene un sentido permanente ante la Historia y ante la vida, ese propio sentido nos da las soluciones ante lo concreto, como el amor nos dice en qué caso debemos reñir y en qué caso nos debemos abrazar, sin que un verdadero amor tenga hecho un mínimo programa de abrazos y de riñas.

»He aquí lo que exige nuestro sentido total de la Patria y del Estado que ha de servirla.

»Que todos los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de destino.

»Que desaparezcan los partidos políticos. Nadie ha nacido nunca miembro de un partido político; en cambio, nacemos todos miembros de una familia; somos todos vecinos de un Municipio; nos afanamos todos en el ejercicio de un trabajo. Pues si ésas son nuestras unidades naturales, si la familia y el Municipio y la corporación es en lo que de veras vivimos, ¿para qué necesitamos el instrumento intermediario y pernicioso de los partidos políticos, que, para unimos en grupos artificiales, empiezan por desunimos en nuestras realidades auténticas?

»Queremos menos palabrería liberal y más respeto a la libertad profunda del hombre. Porque sólo se respeta la libertad del hombre cuando se le estima, como nosotros le estimamos, portador de valores eternos; cuando se le estima envoltura corporal de un alma que es capaz de condenarse y de salvarse. Sólo cuando al hombre se le considera así, se puede decir que se respeta de veras su libertad, y más todavía si esa libertad se conjuga, como nosotros pretendemos, en un sistema de autoridad, de jerarquía y de orden.

»Queremos que todos se sientan miembros de una comunidad seria y completa; es decir, que las funciones a realizar son muchas: unos, con el trabajo manual; otros, con el trabajo del espíritu; algunos, con un magisterio de costumbres y refinamientos. Pero que en una comunidad tal como la que nosotros apetecernos, sépase desde ahora, no debe haber convidados ni debe haber zánganos.

»Queremos que no se canten derechos individuales de los que no pueden cumplirse nunca en casa de los famélicos, sino que se dé a todo hombre, a todo miembro de la comunidad política, por el hecho de serio, la manera de ganarse con su trabajo una vida humana, justa y digna.

»Queremos que el espíritu religioso, clave de los mejores arcos de nuestra Historia, sea respetado y amparado como merece, sin que por eso el Estado se inmiscuya en funciones que no le son propias ni comparta como lo hacía, tal vez por otros intereses que los de la verdadera Religión funciones que sí le corresponde realizar por sí mismo.

»Queremos que España recobre resueltamente el sentido universal de su cultura y de su Historia.

»Y queremos, por último, que si esto ha de lograrse en algún caso por la violencia, no nos detengamos ante la violencia. Porque, ¿quién ha dicho al hablar de "todo menos la violencia" que la suprema jerarquía de los valores morales reside en la amabilidad? ¿Quién ha dicho que cuando insultan nuestros sentimientos, antes que reaccionar como hombres, estamos obligados a ser amables? Bien está, sí, la dialéctica como primer instrumento de comunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y de las pistolas cuando se ofende a la justicia o a la Patria.

»Esto es lo que pensamos nosotros del Estado futuro que hemos de afanamos en edificar.

»Pero nuestro movimiento no estaría del todo entendido si se creyera que es una manera de pensar tan sólo; no es una manera de pensar: es una manera de ser. No debemos proponemos sólo la construcción, la arquitectura política. Tenemos que adoptar, ante la vida entera, en cada uno de nuestros actos, una actitud humana, profunda y completa. Esta actitud es el espíritu de servicio y de sacrificio, el sentido ascético y militar de la vida. Así, pues, no imagine nadie que aquí se recluta para ofrecer prebendas; no imagine nadie que aquí nos reunimos para defender privilegios. Yo quisiera que este micrófono que tengo delante llevara mi voz hasta los últimos rincones de los hogares obreros, para decirles: sí, nosotros llevamos corbata; sí, de nosotros podéis decir que somos señoritos. Pero traemos el espíritu de lucha precisamente por aquello que no nos interesa como señoritos; venimos a luchar porque a muchos de nuestras clases se les impongan sacrificios duros y justos, y venimos a luchar por que un Estado totalitario alcance con sus bienes lo mismo a los poderosos que a los humildes. Y así somos, porque así lo fueron siempre en la Historia los señoritos de España. Así lograron alcanzar la jerarquía verdadera de señores, porque en tierras lejanas, y en nuestra Patria misma, supieron arrostrar la muerte y cargar con las misiones más duras, por aquello que precisamente, como a tales señoritos, no les importaba nada.

»Yo creo que está alzada la bandera. Ahora vamos a defenderla alegremente, poéticamente. Porque hay algunos que frente a la marcha de la revolución creen que para aunar voluntades conviene ofrecer las soluciones más tibias; creen que se debe ocultar en la propaganda todo lo que pueda despertar una emoción o señalar una actitud enérgica y extrema. ¡Qué equivocación! A los pueblos no los han movido nunca más que los poetas, y ¡ay del que no sepa levantar, frente a la poesía que destruye, la poesía que promete!

»En un movimiento poético, nosotros levantaremos este fervoroso afán de España; nosotros nos sacrificaremos; nosotros renunciaremos, y de nosotros será el triunfo, triunfo que ¿para qué os lo voy a decir? no vamos a lograr en las elecciones próximas. En estas elecciones votad lo que os parezca menos malo. Pero no saldrá de ahí vuestra España, ni está ahí nuestro marco. Esa es una atmósfera turbia, ya cansada, como de taberna al final de una noche crapulosa. No está ahí nuestro sitio. Yo creo, sí, que soy candidato; pero lo soy sin fe y sin respeto. Y esto lo digo ahora, cuando ello puede hacer que se me retraigan todos los votos. No me importa nada. Nosotros no vamos a ir a disputar a los habituales los restos desabridos de un banquete sucio. Nuestro sitio está fuera, aunque tal vez transitemos, de paso, por el otro. Nuestro sitio está al aire libre, bajo la noche clara, arma al brazo, y en lo alto, las estrellas, Que sigan los demás con sus festines. Nosotros fuera, en vigilancia tensa, fervorosa y segura, ya presentimos el amanecer en la alegría de nuestras entrañas.»

[Jose Luis Fuentes Garcia]

Estimado Compañero Sahariano José Hernández Murcia:

En primer lugar voy a pedir excusas a J.L.Brugal Zopeque y a todos los que su hayan podido sentir ofendidos, por haber sido yo el causante de que sin, darme cuenta, e inconscientemente halla abierto un melón en el que esta claro que esta no es la cocina para ello. Pido perdón a todos los que se hallan sentido ofendidos, no volverá a ocurrir.

Mira, yo soy cáncer, y por ello mi estado de ánimo esta íntimamente ligado a pequeñas cosas que le afectan, hoy por ejemplo día, oscuro, ventoso y lluvioso, es para mi un mal día, mi carácter tiene una bajada de moral importante. Evidentemente también estar en la situación, esa que se conoce dependiendo de las profesiones, como reserva, pre-jubilado, jubilado, e incluso segunda actividad, te hace estar mucho tiempo solo (los hijos ya volaron del nido), los nietos están lejos. Y sin muchas veces quererlo te refugias en el pasado, en tus vivencias, en la lectura (yo solo historia y biografías de personajes importantes de nuestra España, e incluso hechos pasados recientes y menos recientes). Y un buen día te encuentras con esta WeB, y se te habré el cielo, empiezas a conocer gente a dialogar, en otros casos, desafortunadamente a discutir incluso a regañar.

Todo ello sin contar con las peleas llevadas a cabo con este aparatejo, que muchas veces se te rebela, no te hace caso, e incluso comete actos de indisciplina, y te das cuentas que vas para mayor, y que la culpa no es del aparatito sino mía por no saber mandar.

Lo cual prefiero a estar todo el día de Cabo Cuartel, rígidamente vigilado y muchas veces peor mandado por la Sargento Cuartel. Algunas veces te puedes escaquear de la “pastilla” que te da e incluso cuando te manda a hacer el curso de IBM, veme a por el pan, y veme, a por unas patatas, te puedes entre clase y clase tomar una cervecita, porque, es malo por el colesterol, porque fíjate la tripa que están echando. En fin un asco.

¿Qué a que viene todo esto?, pues José a cuento de darte las gracias por tu publicación y decirte, que muchas gracias por alegrarme el día. Y ahora con el permiso de todos me voy a tomar un C.A.F.E.


Gracias José y disculpas J.l.Brugal y demás compañeros a los que, como ya digo halla ofendido, sin ser , esa mi intenci

[Jose Luis Fuentes Garcia]

CAPITULO 9º-F

Para guardar las formas, el General del Sector y su jefe de Estado Mayor convinieron que mi Teniente Coronel hiciera una solicitud de permiso para visitar a su mujer, que no se encontraba bien de salud. A las 09:30 horas del día siguiente le llamaría el Coronel Bourgon para que le informara de los contactos. Se aviso a José Peñas, que era por entonces, el Secretario General del SECED, para que esperaran a mi Teniente Coronel en Barajas y le llevaran a la sede del Servicio , que entonces radicaba en Castellana, 5.

Mi Teniente Coronel salio de el Aaiún a las 19:50 horas, y el Estado Mayor se puso en , contacto con el aeropuerto de Las Palmas para que el ultimo vuelo a Madrid no se iniciara hasta la llegada del Jefe del Grupo ATP XII. En efecto un DC-10, con todo el pasaje embarcado, lo esperaba. A Barajas llegó a las 22:15 horas (horario peninsular). Y a las 23:00 horas estaba con Valverde.

Además de Valverde, asistieron a la reunión Andrés Casinello, José Peñas y uno o dos más. Les expuso lo ocurrido en la reunión de mandos del Sector y el ambiente que se respiraba. Pensaron que el Presidente del Gobierno debería ser informado de inmediato, y en la conveniencia de que se llamara urgentemente a Madrid al General Jefe del Sector Gómez de Zalazar. Juan Valverde no pudo conectar con Arias Navarro y dijo que lo visitaría en su residencia de Casa Quemada, en la Florida, a las 08:15 horas del día siguiente. Mi Teniente Coronel se retiro a su domicilio en espera de que, a primeras horas ese día, Valverde le dijera algo.

A la mañana siguiente, sobre las 09:45 horas, cuando mi Teniente Coronal estaba en su casa esperando las llamadas de Valverde y de Bourgon, le llamó el General Gómez de Salazar, Jefe del Sector, para decirle que tanto el Capitán General de Canarias (Teniente General Cuadra Medina), como el Ministro del Ejercito (Teniente General Coloma Gallego), enterados de la nota que por télex les había mandado sobre el << Estado de Opinión >> de los mandos de las unidades, le habían llegado a amenazar con relevarle del mando, prohibiéndole que acudiera a Madrid. Le pidió que restase importancia a la posición de dichos mandos y que regresase cuanto antes a el Aaiún. Mi Teniente Coronel le pidió autorización para pasar el fin de semana con su familia, a lo que el General accedió, con lo cual regresaría, en principio, a la capital Saharauí el día 3 de Noviembre.

Inmediatamente mi Teniente Coronel se puso al habla con Valverde, quien le dijo que el Presidente del Gobierno estaba informado, que para nada se había involucrado al Jefe del Sector y que entrase en contacto con el Teniente General Fernández Vallespín ( Jefe del Alto Estado Mayor ) y del General Armada, a titulo personal. De ello mi Teniente Coronel da cuenta al Coronel Bourgon. Por otra parte, enterado por Leandro Peñas de que mi Teniente Coronel se encontraba en Madrid, el Ministro de Planificación, Gutiérrez Cano, le citó en la tarde en su domicilio para cambiar impresiones. Nueva llamada del General Gómez de Salazar para que no tuviera ninguna entrevista y para que su regreso a el Aaiún pasara inadvertido, lo que ya no era posible porque ya unos cuantos del Grupo ATP XII nos habíamos enterado que nuestro Teniente Coronel José Ignacio San Martín había ido a Madrid con una misión muy reservada (el Aaiún para algunos temas era como un pueblo, que casi todo se sabe). Valverde actuó muy bien, pues habló con el Jefe del Alto Estado Mayor y con el General Armada, preparando una nota informativa, en la que subrayaba el espíritu ofensivo de las unidades para salvar la dignidad nacional y el honor de las Fuerzas Armadas Españolas, así como la conveniencia de que el Jefe del Sector fuera convocado a la Junta de Defensa Nacional, para ser oído, en el caso de que el Presidente del Gobierno convocase dicho Consejo.

A primeras horas de la tarde mi Teniente Coronel fue llamado por el Coronel Bourgon ( Jefe del Estado Mayor del Sector) a quien da cuenta de todo el proceso que se esta llevando a cabo, y ya le dice el Coronel que estaban muy contentos porque el General Jefe del Sector había sido convocado, con el Capitán General de Canarias, a una reunión de la Junta de Defensa Nacional, fijada para el día siguiente.

Posteriormente nuestro Teniente Coronel estuvo reunido con Joaquín Gutiérrez Cano. Le dijo que quizá la Marcha Verde no llegara a efectuarse, porque la ONU estaba reaccionando deprisa y Estados Unidos no la quería, ya que podría resultar un precedente para Israel a través de los refugiados palestinos. Que si tomábamos una iniciativa antes que el Rey Hassan nos colocaría como potencia agresora y que se aprobarían todas las medidas adoptadas por el Sector y Mando Unificado de Canarias para resolver el problema fundamental del Gobierno: el abandono del Sahara sin bajas y con toda dignidad. El Jefe del Estado había manifestado que se evitase que el reembarque de tropas estuviera sometido al fuego enemigo. También le dijo que con ocasión del viaje que hizo Solís a Marruecos, a petición del Rey alauita, se le dijo que habría que iniciar cuanto antes negociaciones sobre la cesión del Territorio, que ya se había previsto años antes, incluso con un calendario de fechas, en una visita que había hecho a Marruecos el antiguo Ministro de Asuntos Exteriores, López-Bravo, lo que, al parecer, desconocía Carrero Blanco y quizás hasta el propio Franco. El hecho fue que se suspendieron las conversaciones hasta que Arias Navarro convocase en Madrid a las autoridades marroquíes. La Flota saldría para situarse frente a Tarfaya y , embarcaría la Agrupación de Tropas de Infantería de Marina del Tercio de la Armada, con la idea de proteger la evacuación o utilizarla en caso necesario.

A las 21:00 horas nuestro teniente Coronel recibe una llamada de José Peñas para decirle que el Diario Informaciones hablaba de la venida a Madrid del Gobernador General y Jefe del Sector, lo cual era falso.

A las 22:00 horas vuelve a telefonearle para que, sin darse por enterado, supiera que al día siguiente, es decir, el Domingo 2 de Noviembre, se desplazaría a el Aaiún el Príncipe de España, y que regresaría a Madrid con el Jefe del Sector, que asistiría a una reunión de la Junta de Defensa Nacional. A los pocos minutos fue llamado por Valverde par confirmarle la conversación de Peñas. El Príncipe iría a El Aaiún acompañado, entre otras personas, por el Teniente General Jefe del Alto Estado Mayor, Armada, y el mismo, en su condición de Jefe del Estado en funciones, quería conversar un rato con sus compañeros de Armas, alentándoles en el cumplimiento de la misión, y manifestar que España mantendría la integridad del Territorio contra cualquier ataque o tipo de invasión y que haría honor a sus compromisos internacionales teniendo en cuenta los intereses de la población Saharaui.

Nuestro Teniente Coronel habla enseguida con el Coronel Bourgon. Estaban como locos de contentos con la visita del Príncipe y con la participación del Jefe del Sector en la Junta de Defensa que se celebraría a las 20.00 horas del mismo día 2. En el avión del Príncipe se incorporaría el General Gómez de Salazar a los demás acompañantes.

Los enfados, palabras gruesas e incluso las desairadas formas de los jóvenes Oficiales, sin ser conscientes de ello (por lo menos yo), habían conseguido que los jefes de Unidades, traspasaran esas actitudes al Jefe del Sector, y este a su vez, a su superior jerárquico, con lo que sin darnos cuenta habíamos conseguido dar un toque de atención a la clase política, esto es, que no estábamos dispuestos a que la Institución de la que formábamos parte, El Ejercito Español, saliera del Territorio sin honor y perdiendo el prestigio que había ganado a costa de tanta sangre derramada por los que nos antecedieron en ella.


Continuara con el capitulo 9º- G
Voy a tomarme un C.A.F.E

[Román Martínez del Cerro]

Amigo Pepefu, estos movimientos de altura, donde se cocían las decisiones sobre el Sahara, son tremendamente interesantes. Así que gracias por tus relatos y buen C.A.F.E. A mi, el médico me lo tiene prohibido, por eso de la tensión alta y, el descafeinado no es lo mismo. Hoy en día, pocos conocen lo que es un buen C.A.F.E. Saludos, Román

[J.A. Loricera Saiz]

Compañeros saharianos todos:

El acrónimo C.A.F.E (Camaradas, Arriba Falange Española) fue utilizado como lema político en España desde mediados de los años 1930.
Tuve el honor de servir a España en el Sahara O.E. y de ser afiliado a la O.J.E. y a la Falange.
Felicito a Pepefu por sus relatos tan interesantes y le doy la bienvenida.
Saludos,
José A. Loricera Saiz. Santander.-

[Jose Luis Fuentes Garcia]

CAPITULO 9-G LA VISITA DEL PINCIPE EN FUNCIONES DE JEFE DE ESTADO

Todo el mundo estaba muy satisfecho de la visita. Creían que se habían despejado muchas incógnitas y que se había garantizado nuestra salida de allí quedando a salvo la dignidad del Ejército.

La jornada del día 2 fue una sorpresa para todos. Se mantuvo con tanto sigilo la visita (solo lo sabían los jefes de las unidades y por supuesto el E.M del Sector), que las comisiones de Jefes y Oficiales no tuvieron conocimiento de lo que se trataba hasta minutos antes del aterrizaje del Mysteré que traía al Jefe del Estado en funciones. En mi Grupo asistió el Jefe Accidental Comandante José García-Navarro Castella, por encontrarse el Teniente Coronel todavía en Madrid y mi Capitán Frutos y yo. Los mismos periodistas, verdadero enjambre que cayo en el Sahara, anticipándose al posible inicio de la Marcha Verde, que creían que iban a recibir al Ministro del Ejército, tuvieron conocimiento de la visita del Príncipe Juan Carlos en el autobús que les conducía el aeropuerto.

La estancia de su Alteza Real fue corta. Llego sobres las 11:00 horas. Cuando se abrió la portezuela del avión y apareció el Príncipe, la emoción fue indescriptible. Le acompañaban el Ministro del Ejercito, el Jefe del Alto Estado Mayor, los Directores Generales de Promoción del Sahara y del Servicio Central de Documentación ( SECED), Blanco y Valverde, mas un reducido séquito, en el que figura el General Armada. Le recibieron en el aeropuerto El Teniente General Cuadra Medina, Capitán General de Canarias y Jefe del Mando Unificado del Archipiélago, y el General Castro Cavero, Jefe del Sector Aéreo, naturalmente con el Gobernador General y Jefe del Sector del Sahara.

A continuación, el Príncipe analizó en el Estado Mayor las diferentes líneas de acción elegida de acuerdo con la misión señalada por el Mando Unificado, en virtud de la Directiva del Alto Estado Mayor y la situación previsible. De allí toda la comitiva se dirigió al acuartelamiento del III Tercio de Sidi Buya, donde tuvo lugar el ritual del famoso << Sábado Legionario>>, así como la imposición de la Medalla del Ejército, máxima condecoración en tiempo de paz, al Capitán de Infantería Rafael Cárdenas, de la Policía Territorial.

En el Centro Cultural o Casino Militar tuvo lugar el almuerzo, pero antes el Príncipe converso con los Jefes, Oficiales y Suboficiales que allí le esperábamos << Quería daros personalmente -- manifestó el Príncipe-- la seguridad de que se hará cuanto sea necesario para que nuestro Ejército conserve intacto su prestigio y honor…. España cumplirá sus compromisos y tratara de mantener la paz, don precioso que tenemos que conservar. No se debe poner en peligro vida humana alguna, cuando se ofrecen soluciones justas y desinteresadas…. Aspiro a ser el primer Soldado de España. >>. No todo el mundo interpreto exactamente esas palabras, pero se traslucía que se iban a abrir negociaciones con Marruecos, tratando de evitar la marcha Verde y garantizar los derechos de la población autóctona. Por lo menos al Gobierno le había preocupado la actitud de los Jóvenes Oficiales.

Sobre las 15:00 horas despegaba el Mystére. Y a su regreso se celebraría la Junta de Defensa Nacional, a la que acudiría el Jefe del Sector, con lo cual quedaba cumplida la misión reservada a nuestro Teniente Coronel, que regresaba a al Aaiún tomando tierra su avión media hora después de despegar el del Príncipe. Según manifestaciones del Teniente Coronel, parte del merito fue de Juan Valverde, que hizo una esplendida labor , así como la de un núcleo de sus colaboradores y subordinados que tradujeron en informes rigurosos al Presidente del Gobierno la situación real de Mandos y Unidades del Sector ante la inminencia de la Marcha Verde.

Para la creación de un ambiente favorable en la Unidades a favor de la tesis de los Jóvenes Oficiales, colaboro un gran amigo del Teniente Coronel Jefe del ATP XII y de todos los componentes del Grupo, el entonces Comandante del Estado Mayor de nuestra Brigada, la BRIAC XII, Eduardo Fuentes y Gómez de Salazar.

DESPLIEGUE DEL EJERCITO DEL SAHARA PÀRA HACER FRENTE A LA MARCHA VERDE

Reunidos todos los mandos del Grupo de Artillería ATP XII, su Plana Mayor Capitán Frutos, Tenientes Moscoso y Valdés y Alférez Fuentes, procedió a la lectura, estudio y su traslación a “el plano levantado por mi equipo topográfico, el del Grupo “ de las Ordenes de Operaciones.

El Mando del Sector del Sahara, que desde hace días esta alertado en relación con los propósitos marroquíes, ha montado las Operaciones << MARABUNTA>> y << TRAPECIO >> en virtud de las cuales, el Ejército ha de desplegar sobre Laadeim-Daora-Hagunia-Smara para oponerse a cualquier penetración de los elementos de la << marcha >> impidiendo a toda costa que alcance el Aaiún.

Este limite anterior, pues, constituía una << frontera logística >> a una distancia prudencial de la natural, cediendo así un terreno no apto para la defensa, donde los componentes de la marcha podrían moverse sin ser atacados.

A vanguardia se establecería el primer campo de minas sobre las vías de comunicación y a la altura de la línea definida por el borde Norte de la sebja Um Deboaa-alturas de Lehdeiba y El Guenna-cruce de pistas al Norte de Hagunía, se montaría un cordón de vigilancia.

A las 02:00 Horas del día 4 de Noviembre, las Agrupaciones “LINCE” ( III Tercio), “ GACELA ” (IV Tercio) y “ CHACAL” (Smara), se trasladan a la zona operativa del despliegue. Los Grupos Ligeros Saharianos de Caballería I y II de la Legión despliegan sobre la Línea de Vigilancia con la misión de establecer contacto visual con la < marcha >, disuadirla de su avance y, en caso contrario, replegarse sobre la posición principal. A su retaguardia, y a caballo de la posición defensiva se sitúan el resto de las unidades de aquellas Agrupaciones y de la Reserva: 4 Banderas de la Legión, 1 Batallón de Infantería, 2 Grupos de Nómadas, 2 Banderas Paracaidistas, 3 Compañías de Carros, la Artillería , y los Ingenieros y Servicios. La Aviación y los helicópteros cubren el cielo del despliegue y la Armada vigila la costa desde la desembocadura del Draá hasta la Saguia el Hamra.

Este Ejército está dispuesto, sean cuales sean las órdenes que lleguen de Madrid, a impedir a toda costa con el empleo de su poderoso armamento a que la <Marcha > ponga sus pies en el Aaiún. Esto lo confirma el General Gómez de Salazar, Gobernador del Sahara y Comandante de las Fuerzas en una de sus reuniones con los informadores de la prensa un día en que los marroquíes estaban ya en Tah. Al ser preguntado si se abriría fuego contra hombres, mujeres y niños indefensos si traspasaban la línea limite marcada por el mando, contestó: < Serán ellos , en todo caso, quienes se metan dentro del fuego que concentraremos sobre ese límite >. Todo indicaba que si la Marcha Verde lograba pasar el supuesto campo minado, las Unidades Legionarias de Caballería se replegarían sobre la Línea Daora-Hagunia y que, entre ambas posiciones se establecería una barrera de fuegos de Artillería que, lógicamente, los < peregrinos > no tratarían de forzar. Queriendo llegar al fondo de la cuestión, el periodista Segura Palomares le preguntó:

-- Y si, a pesar de todo, pasaran ¿ qué ocurriría ?
-- Se disparará contra quien sea. A El Aaiún no llegará nadie, absolutamente nadie.

Su tono era enérgico y convincente, porque no cabía pensar que se permitiera llegar a la capital a lo que sin duda, seria una auténtica horda que lo saquearía y sometería todo a su violencia.


Continuara con el Capitulo 9-H

Pepefu, se va a tomar C.A.F.E.