La llegada del ATP XII al Sahara. 1º capitulo.

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Jose Luis Fuentes Garcia
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Re: La llegada del ATP XII al Sahara. 1º capitulo.

Mensaje por Jose Luis Fuentes Garcia »

Proyectos de Bens, 1ª parte.

Aparte de sus incursiones por el interior del Desierto, Bens se fijo tres grandes objetivos: la ocupación de Cabo Jubi, Güera e Ifni, consiguiendo, durante su mandato, los dos primeros.

En el año 1.911 desembarcó en el fondeadero de El Perchel, próximo al cabo Bojador y desde allí efectuó reconocimientos por el interior, en uno de los cuales alcanzó, por tierra, Cabo Jubi y la antigua factoría de Mackenzie, cuya ocupación reclamaban los nativos desde la llegada de Bens en 1.904. A tal viaje se refiere su manuscrito sobre la expedición a Cabo Jubi y que transcribo a continuación:

<<El día 18 de Diciembre de 1.911 emprendí una expedición a Cabo Jubi, donde todavía existe en buen estado la factoría que los ingleses vendieron al Sultán. Abdelazis puso en ella un caid o gobernador y 30 soldados: con este caid estuve viviendo cinco meses y de él me serví para entenderme con las distintas cabilas con las que deseaba sostener relaciones comerciales. Por lo que se refiere a los 30 soldados, hace ya más de 6 años que desertaron por haber dejado el Sultán de remitirles los víveres y haberes que les tenía asignados. El caid, al saber que yo era un Capitán del Ejército español me dijo que hacía ya mucho tiempo que gracias al santón llamado el chej Ma el Ainin, no se había muerto de hambre, que estaba completamente convencido de que los franceses habían de apoderarse de Cabo Jubi, que él quería mucho a España y antes que aquéllos realizaran lo que él consideraba seguro, estaba dispuesto a entregarme la fortaleza y armas y municiones que tenía en su poder y que inmediatamente llevara soldados. Esto, que el buen caid creía que era cosa dicha y hecha y que yo traté de desengañarle, le retuvo a mi lado más tiempo y dimos principio a las operaciones mercantiles.

Terminada mi primera expedición—prosigue Bens—di comienzo a la segunda que dirigí al trozo del litoral llamado los Méanos, donde tenía unos 300 moros de Erguibat haciendo carbón, a 70 millas aproximadamente al Sur de Cabo Jubi. El caid, sin duda convencido de que yo no había de apoderarme de Cabo Jubi ni llevar los soldados que con tanto afán solicitaba y con motivo de haberme ausentado yo a Las Palmas, por haber hecho un cargamento de carbón, abandonó Cabo Jubi llevándose algunos sacos de cebada, arroz y telas que yo tenía depositadas en el Fuerte. La indignación de los moros de la cabila de los Erguibat y algunos de Izarguien y Ait Lahsen fue grande…. y montando sobre los camellos fueron a castigar al caid. En efecto, no muy lejos de Cabo Jubi dieron con el, entablándose la lucha de la que resultó muerto un hermano del caid, éste prisionero y otro de los que le acompañaban herido>>.

De esta sucinta forma refiere Bens su expedición a Cabo Jubi, poniendo de manifiesto los escasos lazos que entonces unían a aquella zona con el Sultán de Marruecos. Bens observa e informa que las mejores condiciones para factorías comerciales se dan en El Perchel, Bojador o Cabo Jubi, pero no en Rió de Oro, donde por su alejamiento de las rutas principales, lo más práctico era mantener sólo la factoría de pesca.

En los primeros meses de 1.914, los indígenas insistieron cerca del Gobernador de Río de Oro para que España se posesionara de Tarfaya. Francia, cosa rara, no solamente no veía mal su ocupación, sino que la alentaba. Sin embargo, cuando tras minuciosa preparación, la expedición estaba dispuesta para zarpar de Villa Cisneros, un hecho imprevisto malograría el propósito.

Acababa de desencadenarse la Primera Guerra Mundial, cuando el 16 de Agosto fondeó en La Sarga, extremo Sur de la península de Río de Oro, el mercante alemán armado en corso KAISER WILHEIM DER GROSSE que, con la misión de entorpecer el comercio con América y cortar las comunicaciones con Dakar, había conseguido ya varios triunfos. Al objeto de aprovisionarse se refugió en La Sarga y con este fin llegaron de Las Palmas varios barcos. Alertado de estos movimientos el crucero británico HIGHFLYER, salió a toda maquina para Villa Cisneros adonde llegó a sus proximidades el 26 de Agosto, estableciendo contacto con el buque alemán. A las 15:10 empezó el combate y a las 17:10 el crucero auxiliar germano se hundió. Fue llamado, tiempo después, << banco del Káiser >>, muy conocido por los pescadores de Villa Cisneros ya que era un lugar abundantísimo en pesca.

El incidente que acabo de narrar retrasó la operación que estaba preparada en sus menores detalles para iniciarse por vía marítima. En Río de Oro estaban los notables que iban a acompañar a Bens, el destacamento militar, los víveres etc. Un informe del Almirante Pidal, que estaba en Canarias, fue, al perecer, el causante de que el Gobierno suspendiese la empresa. Esta suspensión produjo entre los nativos la natural desilusión y el prestigio de España ante sus ojos descendió mucho.

Bens, para remediar estos daños, decidió ir por tierra a Cabo Jubi, y el 20 de Octubre de 1.914 emprendió la marcha. Durante los 16 días que duró su viaje, se le unen muchos nómadas y así, los 36 que salieron con Bens de Villa Cisneros se convirtieron en varios cientos al llegar a Cabo Jubi. Allí se encontraba el vapor Río de Oro que había ido llevando víveres.

Bens permaneció 10 días en Tarfaya, ocupando las casas de mar y de tierra de lo que había sido factoría de Mackenzie. El 16 de Noviembre fondeó el crucero Cataluña a borde del cual el Almirante Pidal llevaba las órdenes para que Bens regresase a Río de Oro. Este, al marchar, prometió a los indígenas que volvería para ocupar definitivamente aquel territorio. Uno de los jefes nativos le despidió con estas palabras: << somos la hoja de la gumía. Tú eres el puño. Dios te conceda buen viaje y pronto regreso>>. A las 5 de la tarde de aquel día embarca en el crucero y abandona aquellas tierras.

En el año 1.916 ascendió Bens a Teniente Coronel. El Gobierno, conociendo el deseo de los nativos de que España tomase posesión de aquellos territorios, dispuso la ocupación de Cabo Jubi. Bens, que desde hacia tiempo tenía preparado todo embarcó con el Destacamento militar a las 5 de la tarde del 27 de Junio de 1.916 en el puerto de Villa Cisneros en el vapor-correo Fuerteventura. Con él iban: el Comandante de Ingenieros José Galván, el Teniente de Infantería Eduardo Martínez Nieto, el Oficial Médico Benjamín Bonet, el 2º Teniente Aurelio Matos, 2 Sargentos, 3 Cabos, 1 Corneta, 27 Soldados del Regimiento de Infantería núm. 65, 3 Artilleros y 1 Sanitario.

El día 29, frente a Cabo Jubi, Bens desembarca en un bote con algunos nativos, siendo recibido con gran júbilo por los habitantes. Se ocupa inmediatamente la Casa del Mar y la del continente izándose el pabellón nacional que no se arriaría hasta el 20 de Abril de 1.958. Ni siquiera se disponía de todo el material solicitado, entre otras cosas el célebre cañón de 9 cms. Hasta el 16 de Julio no llegó el crucero Princesa de Asturias y el cañonero Laya con el resto de los medios necesarios.

Así de esta forma se llevó a cabo la ocupación del segundo Puesto español en el Sahara, 32 años después de que Bonelli hubiese tomado posesión de Río de Oro. Se utilizaba para ello un buque particular de líneas regulares y se empleaba un mínimo de fuerzas, que en caso de cualquier incidente hubieran sido suficientes para repeler cualquier fuerte agresión.

Bens, desde la ocupación de Cabo Jubi tuvo que enfrentarse con numerosos problemas, muchos, verdaderamente graves:

Por un lado El Heiba, pretendía grandes sumas de dinero, armamento y otras ayudas a proporcionar por España, ya que estaba dispuesto a sacar el máximo beneficio de la ocupación de lo que consideraba sus territorios.

Por otro, los derivados de los enfrentamientos que surgieron entre las cabilas próximas a Cabo Jubi, Ifni o de Gulimin, que veían mermado el trafico de caravanas hacia estos puntos con el nuevo establecimiento español.

Y por último, las grandes repercusiones que tuvo en nuestras posesiones españolas del Sahara, y a las que me referiré más adelante, la Primera Guerra Mundial.

Bens solventó todos estos problemas con un tacto, paciencia y audacia extraordinarios, ya que conocía lo exiguo de sus fuerzas, pues en el año 1.917 la guarnición era todavía solamente de 2 Oficiales, 1 Médico, 2 Sargentos, 3 Cabos, 1 Corneta y 27 Soldados de Infantería, a los que había que añadir 1 Cabo y 4 Artilleros, una Sección de Zapadores con 1 Sargento, 2 Cabos, 1 Corneta y 25 Soldados y una estación radiotelegrafista con 1 Oficial, 1 Sargento y 5 Soldados de Ingenieros. Es decir no llegaban a 80 hombres, incluidos los mandos. Contaban con el Cañón de bronce de 9 cms., 2 ametralladoras <<Vickers>>, 75.000 cartuchos de fusil, 2.000 de ametralladora, 100 granadas ordinarias, 200 de metralla y 50 botes de metralla.

Pepefu.

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Jose Luis Fuentes Garcia
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Proyectos de Bens, 2ª Parte.

En relación con los problemas derivados, en 1.915 de la Guerra Europea ya en 1.915 hubo rumores de que El Heiba había recibido proposiciones del Gobierno alemán para hacer la guerra a los franceses en el Sur de Marruecos, prometiéndole que le enviarían fusiles, ametralladoras y cartuchos. En Diciembre de 1.916, y a los pocos meses de la ocupación de Cabo Jubi, llegó un submarino alemán hasta la boca del Uad Dráa, desembarcando varios europeos con armas y municiones; sobre el 7 de Diciembre se conoció que se encontraban en la zona 2 alemanes y 2 turcos con tres cajas pequeñas (luego se supo que contenían monedas de oro) y 10 fusiles, todo lo cual iba destinado a El Heiba, como adelanto de un próximo envió.

La expedición fue conducida hasta el Uad Asaca donde se encontraban otros miembros de la familia Ma el Ainin. Otro submarino se presento al día siguiente desembarcando más cajas y huyendo ante la presencia de un buque de guerra francés, aunque volvió al otro día.

Se tuvo conocimiento por los confidentes que Bens distribuyó por la costa, que de Alemania habían partido 4 submarinos para aquella operación y que los alemanes proponían Puerto Cansado como punto de desembarco. Mientras España vigilaba la costa, el desfile de unidades de guerra aliadas era incesante y el 13 de Diciembre un submarino fue avistado frente a Cabo Jubi. Pero la operación no había sido perfecta para los alemanes porque el día 18 un Oficial de esta nacionalidad envió una carta a Bens para pedirle refugio en el Fuerte español, refugio que le fue concedido.

Se trataba del Capitán Edgar Probster, del Ejército alemán, antiguo cónsul durante 6 años en Fez, del Capitán Ahmed Haire del Ejército turco, y del Suboficial Antón Fruhbeis, del Ejército de Baviera, acompañados de algunos moros. Los europeos declararon por escrito que se habían visto obligados a penetrar en territorio español para comprar víveres, por haberlos antes perdido al pasar el Uad Dráa el 11 de Diciembre; no tenían armas y no podían dar palabra de no evadirse. Bens los acogió debidamente en sus dependencias poniendo centinelas para que no comprometiesen la neutralidad española y telegrafió pidiendo instrucciones. Al poco tiempo las autoridades de Canarias enviaron al cañonero Laya en su busca, en el que viajaron hasta ser entregados a sus respectivos cónsules, solventando un incidente que podía haber sido comprometedor para España. Indudablemente se trataba de levantar contra Francia a las cabilas del Sur de Marruecos, principalmente dirigidas pos los Ma el Ainin (enemigos seculares de los franceses), contando con la colaboración turca de un oficial musulmán, quien, según se supo, era portavoz del Sultán de Turquía como gran autoridad islámica.

La evacuación de los citados extranjeros infiltrados, causó mala impresión entre los nativos, sobre todo entre El Heiba y sus hermanos Merebbi Rebbu y Mohammed el Agdaf, que querían que se desembarcasen las armas por Cabo Jubi. Se produjo una sorda agitación tras el suceso y los nativos incluso pensaron en atacar el Fuerte español.

A pesar de la estricta neutralidad que se desprende de los informes de Bens redactados en aquella época, no era esa la opinión de algunos historiadores franceses. Paúl Marty aseguraba en 1.920 que Bens, durante la guerra de 1.914 al 18, había llevado a cabo una política antifrancesa, sirviendo de intermediario entre los alemanes y los y los saharauis. Estos habrían recibido del ya citado Capitán Probster, quien había prometido a los Ma el Ainin un millón, 400.000 francos franceses en billetes españoles y ello a través de Cabo Jubi. Los nativos acusaron a los españoles de haberse quedado con el resto del millón prometido.

Lo que desde luego no descarto es que determinados sectores del Ejército se sintieran inclinados hacia las potencias centrales y su triunfo en la guerra, lo que indudablemente hubiera perjudicado la presencia francesa en la zona y hubiera favorecido una expansión española.

Finalizada la guerra, el propio Marty señala el giro de la opinión española ante la derrota alemana y la influencia que ello tuvo ante las tribus, quienes, como la de Erguibat, se presentaron a los franceses en Atar, ofreciéndoles la sumisión con entrega de camellos.

Bens tenía que seguir suministrando ayuda a los Ma el Ainin, concretamente a Mohammed el Agdaf, si quería estar tranquilo, ya que éste intrigaba para que evacuasen Tarfaya, hasta que se llegó a un acuerdo en Marzo de 1.918.

Otras repercusiones tuvo también la I Guerra Mundial en el Sahara. En 1.918 naufragó cerca de Bojador el buque francés OUED SEBUO, que llevaba a borde tiradores senegaleses, torpedeado por un submarino alemán. Aunque los franceses enviaron desde Marruecos fuerzas para rescatar a los supervivientes, que se encontraban entre los Erguibat y de quienes El Heiba quería apoderarse, algunos negros quedaron esclavizados, cosa totalmente normal para la gente del Desierto, y se requirió la intervención de Bens para lograr su rescate. Conseguido éste finalmente, Francia recompenso a Bens con la Legión de Honor.

En Marzo del mismo año, el buque italiano LUIGI, perseguido por otro submarino, encalló también cerca de Bojador, siendo sus tripulantes capturados por gentes de los Ulad Delim y Ulad Tidrarin. Aunque los franceses enviaron desde Agadir un Oficial y otros medios para rescatarlos, El Heiba se había apoderado ya de los náufragos y hubo de recurrirse a los españoles de Tarfaya para pagar su rescate, liberarlos y enviarlos a Las Palmas.

Como ha podido verse, el desarrollo de los acontecimientos de la Guerra Europea ocasionaron a Bens grandes preocupaciones, llevándole a veces a situaciones muy comprometidas, que él supo resolver con acierto y tacto, manteniéndose siempre dentro de la más estricta neutralidad. Todo ello parece cuadrar mal con el papel de intermediario pro-alemán que Marty quiere asignar a Bens.

Terminada la contienda europea, Bens trató de alcanzar otro de sus grandes objetivos: Ifni, ya que tenia la seguridad absoluta de que su ocupación seria tan pacifica como había sido la de Cabo Jubi.

Ocupado éste en 1.916, Bens vio que ahora tenia grandes posibilidades de dar el salto hasta Ifni por mar, ya que distaba solamente 175 millas náuticas de Cabo Jubi, y así poder alcanzar el segundo gran objetivo de los tres que se había fijado.

Para ello convino con los nativos la ocupación pacífica del 1 al 15 de Octubre de 1.916. Se pensaba utilizar 2 Secciones de Infantería, una unidad de ametralladoras de 3 maquinas, 1 Sección de Zapadores y una estación de TSH. Un crucero protegería la expedición.

Se preveía entregar a Merebbi Rebbu 50.000 pesetas y a otros jefes de cabila 25.000, mientras que para gastos de intérpretes y confidentes se destinaban 15.000 pesetas y para géneros a repartir como ayuda se calculaban entre 20.000 y 30.000 pesetas.

El plan no se llegó a poner en práctica por una serie de factores adversos.

El intento de ocupación más importante es el de Marzo de 1.919. Parecía que se contaba con la conformidad francesa, aunque más tarde resultó ser falso. Bens salió el 20 de Marzo de Cabo Jubi en el buque Río de Oro, acompañado del Conde de Casas Rojas y de 15 nativos. Oigamos del propio Bens narrar esta aventura:

<< estaba yo obsesionado con la ocupación de Ifni. Me encontraba haciendo las gestiones preliminares para ir, contando con el apoyo de los indígenas, cuando un día se me presentó en Cabo Jubi un moro importante de Mogador que me traía una carta de nuestro Cónsul en aquella ciudad Señor Sostoa. En ella me decía que suspendiera mis preparativos para la ocupación de Ifni por tener él ya conseguida la autorización para ocupar aquel territorio.

Le conteste que abandonaba mis propósitos, pues lo importante era la ocupación de Ifni fuera quien fuera la persona que lo ocupara.

El Cónsul de Magador fracasó en su empresa. Entonces entré yo en actividad y para que el fracaso no se repitiera me puse en relación con Ahmed el Heiba y su hermano el “Sultán Azul “. Los dos me dijeron que podía ir a Ifni y ocuparlo sin el menor recelo. Tomé mis medidas y, acompañado del Secretario de Embajada Conde de Casas Rojas y algunos indígenas, embarcamos en el pailebote Río de Oro. Al llegar al desembarcadero salieron a recibirnos en dos lanchas algunos moros de categoría.

Después de una breve charla se dispuso el desembarco. Uno de los moros principales de Ifni me dijo que nombrara a 3 individuos para que le acompañasen. El asunto podía tener sus riesgos, pero 3 canarios de nuestra tripulación se ofrecieron de voluntarios.

Se fueron los canarios con los moros y a los 5 días regresaron cargados de regalos que les habían hecho los indígenas. Habían recorrido Ifni y me dijeron que los jefes moros les habían dado el encargo de que yo podía desembarcar y ocupar el territorio acompañado de la fuerza que quisiera.

Estábamos haciendo los preparativos para el desembarco cuando llegó a toda marcha el cañonero Infanta Isabel, con órdenes terminantes de que suspendiéramos todo y volviéramos al punto de partida sin excusas ni pretexto alguno, Así lo hicimos. Era Presidente del Gobierno el Conde de Romanones. La mano de Francia se oponía de nuevo a nuestra expansión en el Sahara>>.

Hasta 15 años después (Abril de 1.934) no seria ocupado definitivamente el territorio de Ifni.

Pepefu.
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Jose Luis Fuentes Garcia
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Ocupación de Güera.

Aún le quedaba a Bens una inquietud más: el promontorio de Güera, en la península de Cabo Blanco. Tenía Güera un valor inestimable por su proximidad a un gran banco pesquero. Por otra parte se veía la necesidad imperiosa de limpiar de forajidos la llamada <<Costa de hierro>>, facilitando los trabajos de pesca a los canarios, así como las transacciones comerciales entre Canarias y los territorios del Sahara y eliminar el escándalo de los secuestros y de las lamentables <<operaciones de rescate>> de los que caían en manos de aquellos piratas.

Decidido a ocupar Güera, Bens comenzó los preparativos. Con tal objeto, se trasladó a Port Etienne (Nuadibú de los nómadas), visitando a las autoridades francesas. Le acompañaban representantes de la Casa Marcotegui, Guedes y Compañía, que se proponían establecer una pesquería.

Elegido el sitio para ubicar el Puesto militar, marchó a Madrid, consiguiendo del Gobierno el beneplácito para su proyecto. De regreso, de acuerdo con el Capitán General de Canarias, dispuso cuanto interesaba al destacamento militar.

El 27 de Noviembre de 1.920 zarpó de Las Palmas el cañonero Infanta Isabel al mando del Capitán de Fragata Don José Maria de Pazos y Gómez Colon, llevando a bordo, además del Coronel Bens, a su secretario civil Conde de Torrellano, al Gobernador político-militar para Güera, Don Carmelo Guzmán y González, el Teniente Medico,
Don Federico Arteaga y Pastor y además un Alférez, 1 Sargento, 2 Cabos, 1 Corneta y 30 Soldados del Regimiento de Infantería núm. 66, 1 Cabo y 4 Artilleros, 1 Soldado de Sanidad y otro de Intendencia y un interprete. Con carácter no oficial figuraban en la expedición varios representantes de casas comerciales para su establecimiento en la zona. Por la Casa Marcotegui iba don Ignacio Sainz Marcotegui y Don Pedro Pou Murtra, Capitán de Ingenieros, encargado de la medición de terrenos concedidos a esta Casa y a otras, para el establecimiento de pesquerías. Estaban también representadas la Casa Oribe Hermanos y la Empresa Sarmiento. La expedición contaba también con material de guerra, víveres y agua, que era uno de los principales problemas de Güera.

Después de fondear en la ría de Oro, frente al Fuerte de Villa Cisneros, el día 29 a las 8 de la mañana zarpó el cañonero para Güera, frente a cuyo promontorio fondeó a las 6 de la mañana del día 30. El Coronel Bens desembarcó primero acompañado del Conde de Torrellano, conferenciando con los nativos que allí se encontraban, los cuales ya tenían conocimiento de la llegada de las fuerzas españolas. A las 8 de la mañana, previas señales convenidas con el cañonero, desembarco el destacamento, que una hora más tarde izaba la Bandera bicolor mientras el cañonero disparaba las salvas de ordenanza. Los pescadores Canarios mostraban su entusiasmo, y los saharauis, atónitos e imitando a Bens, se llevaban la mano a la frente (en ademán de saludo) como prueba de respeto y acatamiento.

Nuestra presencia en Güera se comunico a las autoridades francesas de Mauritania y al Gobernador General del África Occidental Francesa en Dakar. Después de este requisito obligatorio para dar fe de nuestra soberanía, Bens visitó Port Etienne en el Infanta Isabel.

Güera quedaba así definitivamente incorporada a España. Hasta su pérdida fue una ciudad españolísima que pude comprobar en una patrulla a aquella población.

La ocupación de Güera fue la última gran hazaña de este forzado infante cuya ingente labor la realizó entre la mayor indiferencia y ante grandes adversidades. Pero Bens jamás se amilano por ello. El tenia que cumplir para con su Patria y por ella trabajo en su Desierto sin desmayo, durante 22 años.

Los últimos años.

Estando en Villa Cisneros, y ya en sus últimos años de mandato, tuvo Bens problemas complejos derivados del establecimiento de aeródromos para las líneas aéreas, que en aquella época empezaban a alcanzar un gran desarrollo.

El establecimiento de la línea aérea Casablanca-Dakar, que en realidad era la unión Toulouse-Sudamérica, dio origen a algunos conflictos en varios Puestos de África Occidental. En 1.923, el Ministerio de Estado Español, anuncio el envió de una comisión francesa para estudiar los aeródromos de Cabo Jubi y Villa Cisneros, escalas obligadas en la ruta Casablanca-Dakar. En general los nativos eran contrarios a estos vuelos y al establecimiento de los aeródromos, por la incidencia negativa que, a su juicio, tendría la, cada vez mayor, presencia europea. No hay que perder de vista que la penetración en el desierto ha sido una lucha larga y a veces sangrienta contra los europeos, fundamentalmente por considerar que los cristianos atraían las desgracias sobre los seguidores del Corán.

Asi pues, contra esta intromisión aérea, llegaron a juntarse gran número de nativos procedentes del interior, probablemente incitados por la familia Ma el Ainin y otros santones. Bens tuvo que pedir en dos ocasiones el refuerzo de dos Compañías de Infantería y una Batería de Artillería para a asegurar la defensa de las instalaciones.

Más adelante, Bens consiguió demostrar a los nativos las ventajas de la aviación e incluso algunos notables llegaron a volar en varios aparatos franceses. Después, para mantener el prestigio nacional, se enviaron 3 aparatos españoles con el Comandante Delgado y un hidroavión que pilotaba Ramón Franco y que después de hacer el trayecto Mogador-Cabo Jubi, voló con Bens a Canarias, donde recibieron una calurosa acogida.

Son los tiempos exultantes de la aviación comercial. La compañía francesa <<Latécoere>>, mas tarde, <<Aeropostale>>, realiza la unión Toulouse-Dakar a través de varias ciudades españolas y marroquíes, pasando luego por el Sahara español. Los nombres de sus pilotos son hoy bien conocidos: Reine, Mermoz, Guillaumet, etc. Algunos tuvieron averías y quedaron cautivos, obteniendo su libertad después de fabulosos rescates. En 1.927, fuera ya de la época de Bens, Gourp, Erable y Pintado fueron asesinados por grupos de fanáticos. Ellos pagaron inocentemente el precio de lo que se quería aportar al desierto como civilización europea. Y entre ellos el más famoso por su elevación espiritual, su gran dedicación a la aviación y a la literatura y su muerte en la II Guerra Mundial, Antonie de Saint-Exupéry, dejó las más hermosas páginas sobre las hazañas de sus compañeros.

Sin embargo, paradójicamente, cuando el desierto está cada vez más abierto a la acción española, gracias a los esfuerzos del Coronel Bens, sus días van a terminar bruscamente. Aunque en 1.924 se le ha concedido por el Ministerio de Estado la Gran Cruz de Isabel la Católica, como recompensa por sus servicios como Inspector General de los Destacamentos del Sahara y Delegado del Alto Comisario de España en Marruecos; como consecuencia de la reorganización administrativa de 1.924, un Real Decreto de 7 de Noviembre de 1.925 dispone el cese del Coronel Bens en su cargo.

Asi de forma burocrática y formalista, despidió el Directorio Militar a un hombre que era el máximo realizador de la labor de expansión y de colonización española en el Desierto y uno de los pocos que lo conocían a fondo. A partir de su cese, la acción española en aquel Territorio quedó completamente paralizada.

Bens se retiro a Madrid y, como el decía nostálgica y sarcásticamente, << había cambiado el “ irifi ”, el fortísimo viento que hace mover las montañas de arena, por el aire de un ventilador>>.

Como ya he dicho anteriormente, Bens vivió en Madrid en el más completo olvido hasta que después de la Guerra Civil su figura volvió a la actualidad. Fue ascendido General Honorífico, y un 5 de Abril de 1.949, cuando iba a cumplir los 82 años de edad, fallecía en Madrid.

Poco antes de su fallecimiento, una hija suya nacida de su matrimonio en segundas nupcias con Doña Engracia González Ruiz, contrajo matrimonio en Madrid y la entonces Dirección General de Marruecos y Colonias le hizo un regalo de bodas.

Unos meses después de la muerte de Bens, un Decreto de fecha 26 de Julio de 1.949 disponía: << Para rendir al fallecido General Honorífico Don Francisco Bens Argandoña el merecido homenaje que perpetué su recuerdo en la zona del Dráa, el poblado de Tarfaya, situado en la misma, se denominará en lo sucesivo << VILLA BENS >> quedando subsistente la expresión << Cabo Yuby >> para designar el accidente geográfico que ha venido llamándose Cabo Yuby >>.

Como cosa curiosa añado que en el año 1.951 y por resolución del Jefe de Estado, se concedió a Doña Engracia González Ruiz, viuda de Bens, una pensión extraordinaria de 15.000 pesetas anuales.

Y termino este relato con las palabras que Bens pone punto y final a sus <<memorias>>:… << Mi pensamiento va a aquellos Jefes, Oficiales, Suboficiales y Soldados que tan alto ponen el nombre de España con sus trabajos en aquellos territorios, donde la vida tiene tanta dureza y tanta monotonía. A todos envió mi fervorosa gratitud. Yo quisiera que mi corazón fuese tan grande como el desierto para que cupiera en él todo mi agradecimiento a los que han puesto en mi vida, ya en sus postrimerías, esta nota del delicado recuerdo, que es como si hubieran sembrado de flores el áspero camino de mi ancianidad>>.

Y yo quiero añadir: Bens perteneció a aquel grupo de esforzados e inigualables hombres que, afiebrados de un ensueño que parecía imposible, vagaron por aquel desierto con esperanza, y para que lo disfrutáramos, los que después tuvimos la inmensa suerte de pasar por el.

Pepefu.



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Jose Luis Fuentes Garcia
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La penetración española entre los Cabos Aguer y Bojador.

Como anteriormente ya he relatado, este Territorio del Dráa nació por el Tratado de 1.912 que nos otorgaba derechos de protectorado sobre la zona comprendida entre el paralelo 27º 40´ y el Dráa, y el Atlántico y el meridiano 8º 40´ W de Greenwich. Oficialmente se conoció como <<Zona Sur del protectorado de Marruecos>>.

España, con un escrupuloso respeto a aquel Tratado, montó en Cabo Jubi una <<delegación>> del Jalifato tetuaní, que en un principio vino a vincularse a los hijos de Ma el Ainin, y llevó a algunos funcionarios de la administración hispano-jalifiana. Los saharauis los consideraban <<barranis>> (forasteros) y prácticamente los ignoraron, acudiendo siempre a los servicios españoles más próximos.

A partir de la incorporación del archipiélago canario a la Corona de Castilla (1.402-1.496) un impulso natural lleva a los canarios a la costa sahárica, pero fuertes barreras ligadas a una concepción primitiva y cerrada de la vida le obstruían el paso. Pero la reiteración de las acciones les lleva a vencer todos los obstáculos.

En Julio de 1.449, Juan II de Castilla concede al Duque de Medina Sidonia la tierra desde el Cabo Aguer al de Bojador, cuyo litoral frecuentan sus súbditos. Taracuco, Tamaraque, Messa, San Miguel de Suca, San Bartolomé y la <<Mar pequeña>> eran visitadas con frecuencia.

En 1.468 se concedió a Don Diego García de Herrera el titulo de Señor de las Canarias y de la Mar Menor de Berbería con jurisdicción sobre la totalidad de las tierras insulares y continentales bañadas por la misma, pero como en 1.447 los Reyes Católicos habían obligado a Don Diego a renunciar al Señorío de Canarias a favor de la Corona, éste concentró toda su atención en el vecino territorio sahárico-mogrebí, cuyo Señorío le había sido respetado.

En 1.478 salió de Lanzarote y después de desembarcar probablemente en la costa Sur de la desembocadura del Dráa, levantó una fortaleza que fue llamada Santa Cruz de Mar Pequeña que confió a una guarnición mandada por Alonso de Cabrera. El puesto fue siempre hostigado por los nativos de la región y años más tarde cercada por el sheriff Muhammad con un Ejército de 12.000 hombres. Herrera acudió en su auxilio obligando al xerif a levantar el sitio y reforzando a la guarnición con 700 peones.

La dominación española, espontáneamente aceptada por las tribus, se extendió rápidamente, acatando la soberanía castellana las cabilas moradoras del antiguo emirato de Bu Tata, enclavado entre el Sur y la Saguia El Hamra.

Las exploraciones, el comercio y la pesca se extendieron, pues, a las regiones del Nun, del Tecna, inmediatamente al Norte del Dráa, y entre la desembocadura de este Uadi y el Ras Buyeidur (Cabo Bojador).

Los patrones canarios desembarcaban regularmente a lo largo del litoral, cambiando, con los pobladores de aquellos parajes azúcar, harina, aceite, arroz, té, losas de sal y sobre todo <<orchilla>>, líquen tintorero que se cría en los arrecifes y acantilados saharianos, que era objeto de intensa demanda en Europa y tan apreciado como la cochinilla canaria.

Cuando en 1.501 Alonso Fernández de Lugo levantó un fuerte en la desembocadura del Asaka, los Tagaost rompieron las hostilidades y desde entonces los establecimientos hispanos fueron combatidos sin tregua. En Agosto de 1.517, Santa Cruz de Mar Pequeña fue asaltada y recuperada nueve días después. En 1.524 se producen nuevos ataques, siendo destruida por los nativos. Lugo se apresura a recuperarla y restaurarla por tercera vez. Tres años más tarde definitivamente en circunstancias algo oscuras y con el tiempo su emplazamiento quedó completamente olvidado. Hoy se supone que aquel pudo estar en Puerto Cansado o en la desembocadura del Chebeica.

Tentativas extranjeras de ocupación.

En las postrimerías del Siglo XVII, reinando en España Carlos II, fue formulado un curioso proyecto de colonización en el África Occidental por un grupo de hugonotes expulsados de Francia por Luis XIV. España se opuso, ya que no debía desdeñarse la posibilidad de que los calvinistas, una vez instalados en el Sus y el Nun, se volvieran contra Madrid y pusieran en peligro Canarias y las comunicaciones con las Indias.

A mediados del Siglo XVIII se registró un nuevo intento de penetración de aquellos parajes, aunque ahora a espaldas de España. El mercader escocés George Glass, que había permanecido algún tiempo y visitado en varias ocasiones la vecina costa sahárica, contando con el apoyo del Gobierno británico, organizó una expedición al Nun y al Tecna. En 1.764 estableció una factoría en las proximidades de lo que después se llamaría Puerto Cansado, a la que llamaría Hilsborough, un nombre con más reminiscencias de las brumas londinenses que de las arenas del desierto.

El escocés, con una gran visión de futuro, trataba de desviar hacia el litoral el gran comercio caravanero de Marruecos con el Sudán y, de momento comerciar con sus caravanas. Ya veremos más adelante que la principal ruta de las caravanas que iba desde el Nun a Atar pasaba por Tantan hacia Smara y otra secundaria, más próxima a la costa, por El Jalua.

En cuanto sus actividades fueron conocidas en Madrid, el Gobernador General de Canarias, Pedro Bernardi, procedió a encarcelarlo en la prisión de Santa Cruz de Tenerife bajo la acusación de defraudación al fisco.

Mientras Glass permanecía en prisión, los indígenas asaltaron, saquearon y destruyeron la factoría; quemaron el buque surto en la rada y dieron muerte a los británicos, salvo a tres o cuatro, entre ellos a la mujer e hija del escocés quienes después de sufrir grandes calamidades pudieron llegar a Canarias. El Gobierno británico consiguió la libertad de sus compatriotas y repatriarlos en un buque de su nacionalidad.

No terminaron aquí las tribulaciones de Glass. Codiciando el oro en polvo y otras mercancías salvadas del saqueo y destrucción de Hilborough, cuatro marineros del buque se amotinaron y tras matar al Capitán, al valeroso escocés, a su familia y a la mayor parte de la tripulación, los amotinados echaron a pique la embarcación y llevando consigo el botín, alcanzaron con una chalupa las costas irlandesa, no tardando en ser capturados y ajusticiados.

Terminaba así la aventura de un arriesgado comerciante que pudo haber logrado una gran empresa de llegar a ponerse de acuerdo con los gobernantes españoles.

Misión de Jorge Juan.

Temeroso nuestro Gobierno de más intromisiones extranjeras, trató de asegurar la soberanía española mediante la restauración de Santa Cruz de Mar Pequeña, fortaleza vital para la seguridad de Canarias. Por ello se envió a Marrakech en misión extraordinaria al ilustre marino y hombre de ciencia Jorge Juan, quien el 28 de Mayo de 1.767 concertó con el Sultán de Marruecos Muley Mohamed un tratado de paz y comercio. No pudo incluirse la cuestión de Mar Pequeña, con lo que se trataba de buscar un punto de apoyo en el litoral de transición entre el desierto y el Sur del Atlas, por alegar el soberano marroquí que su autoridad no alcanzaba aquellas latitudes. Jorge Juan, por su parte, mantenía desde tres años atrás, la tesis de crear una colonia en Puerto Cansado.

España estaba resuelta a recuperar su antigua factoría por las ventajas político-económicas que de ello podían seguirse, en particular para Canarias, pero ante todo por el deseo de crear allí una zona de influencia que permitiera señalizar la ambigua frontera Sur marroquí y establecerse en los territorios meridionales contiguos al archipiélago. Para ello era necesario tener un conocimiento mayor de aquellas apartadas comarcas, sobre las que ni siquiera se tenía una noción cartográfica precisa.

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Jose Luis Fuentes Garcia
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Exploraciones de Gatell.

El territorio debía ser reconocido por un perito. Esta arriesgada misión se encomendó a Joaquín Gatee y Folch, un catalán arabizado, residente durante muchos años en Argelia y Marruecos, en donde se fingía renegado y actuaba como Oficial de la Guardia del Sultán con el nombre de Caid Ismail. Sus conocimientos de balística le valieron el encargo del gobierno marroquí de organizar un Regimiento de Artillería a la europea, circunstancia que le permitió recorrer libremente todo Marruecos y territorios vecinos.

Lanzado con intrepidez a su misión, Gatell entró en el territorio del Sus se internó hasta Tarudant y atravesando el Anti-Atlas llegó a Gulimín.

Gulimín, capital del país del Uad Nun, era un centro caravanero de primer orden. Puerta del Zagreb occidental, por allí penetraban en Marruecos gran parte de las mercancías que llegaban del Sahara inmediato y del lejano Sudán.

Tomando Gulimín como base de operaciones, el viajero catalán recorrió la totalidad de la región del Uad Nun. Pasó después a la del Uad Dráa, explorando el territorio comprendido entre el Yebel Uargsis y la Playa Blanca. Llegó luego hasta Puerto Cansado y no se detuvo hasta alcanzar Cabo Jubi. De regreso en Gulimín , marchó a continuación a Tiznit, para después, por Agadir, alcanzar Mogador en cuyo puerto embarcó para España llegando a Madrid en las postrimerías del año 1.865, en donde entregó una notable y voluminosa memoria acompañada de gráficos, planos y mapas, en los que se contenían un estudio minucioso de los territorios, costa, clima, relieve, hidrografía, vegetación, recursos económicos, costumbres, vías de comunicación etc.

La sociedad Geográfica Española, fundada en Madrid en 1.876, vista la formidable documentación aportada por Gatell, logró que el Gobierno Cánovas patrocinase una 2ª expedición del <<Caid Ismail>>. Esta vez, además de recorrer de nuevo los países del Sus, Nun, Tecna y Dráa, su misión principal era la de localizar el emplazamiento de Santa Cruz de Mar Pequeña.

Después de zarpar de Cádiz en el Blasco de Garay, Desembarcó en la costa del Nun, pero al poco tiempo fue apresado por los nativos cerca de Tarundat y tras una serie de aventuras, fugas espectaculares y nuevas detenciones, logró ser rescatado y devuelto a la Península. Poco después, en Mayo de 1.879, fallecía en Cádiz el intrépido explorador. España perdía así, en el momento más inoportuno ya que se había decidido por fin el asalto al territorio saharahui, a uno de sus mejores africanistas.

Establecimiento de Donald Mackenzie en Tarfaya.

Los temores españoles a la injerencia extranjera, como ya apunte anteriormente, no eran infundados. En el verano de 1.876 el ingeniero británico Donald Mackenzie, partiendo de la isla de Lanzarote, realizó una expedición a la costa africana al Sur de la boca del Dráa. En una memoria que presentó poco después en Londres, expuso su convencimiento de que una factoría en la comarca de Tarfaya daría grandes beneficios económicos por capturar el trafico de una región que, hasta entonces, venia utilizando por necesidad, la ruta caravanera que terminaba en el lejano Mogador en Marruecos.
Rectificaba así, el parecer de su antecesor y compatriota George Glass.

Los proyectos del ingeniero rebasaban la fundación de una simple factoría. En su libro <<The flooding of the Sahara>> publicado en Londres en 1.877, proponía la construcción de un canal marítimo que, salvando muchos kilómetros de dunas, pusiera en comunicación el Atlántico con una depresión situada a la altura del Uad Chebeica, y cuyos 90 millones de hectáreas, esperaba inundar. Aquel mar interior infundiría nueva vida a un amplio sector del Sahara Occidental.

En Octubre de 1.878, partiendo también de Lanzarote, realizó Mackenzie un nuevo viaje al Cabo Juby, en el pailebot Cometa fletado por él, buscando asegurarse la cooperación firme de los saharauis influyentes. Aunque distantes, hubo que contar con los Ulad Beiruc, de los Tecna. Regresa a Inglaterra, y en Londres, presenta una memoria al Ministro de Asuntos Exteriores, en la que ofrece datos e informes de tipo político, de desenvolvimiento comercial. Se dice que el Sultán ve con simpatía la empresa. A nosotros se nos informa, en enero de 1.879, por Si Mohamed Bargach al Ministro de España en Tánger, Diosdado que jamás consentirá el Sultán desembarcos en lugares no habilitados previamente por S.M.I. Consecuentemente el Sultán reclama al Gobierno británico; éste se cubre, y aunque estima que el lugar elegido por Mackenzie escapa a la soberanía del Sultán, Gran Bretaña no apoya, oficialmente, el establecimiento
de la factoría. España fomenta la tesis del Sultán. Mientras tanto, Mackenzie, tras consultar con personalidades, trata de convencer a sus amigos para conseguir capitales.

Entre tanto los españoles, con Fernández Duro a la cabeza, despliegan esfuerzos inútiles para localizar, de acuerdo con Marruecos, el emplazamiento de la antigua factoría de García Herrera, recorriendo el litoral comprendido entre Puerto Cansado y la ensenada de Ifni, a bordo del vapor Blasco de Garay (Diciembre 1.877- febrero de 1.878).

En Febrero de 1.879 vuelve Mackenzie al Cabo Jubi en el Corsarie que ha adquirido. Otra vez regresa al Reino Unido para estar de nuevo en Tarfaya en el mes de Julio, a fin de llegar a un definitivo acuerdo con el <<cheij>> Mohammed Uld Beirut; acuerdo que se alcanzo tras penosas y trabajosas negociaciones que hicieron posible un convenio o tratado, y según el cual se otorgaba al primero la posesión que deseaba adquirir.

La concesión abarcaba la banda de costa entre Cabo Jubi (al Norte) y <<Stafford Point>> (al Sur), incluido el puerto de Tarfaya junto con el terreno adyacente comprendido entre dichos limites. La cesión era del <<cheij>>, herederos y sucesores de Mackenzie y sus herederos, sucesores o cesionarios. Igualmente se reconocía el gobierno e intervención exclusivos del puerto y zona de su establecimiento.

Ya el convenio realizado, Mackenzie volvió a Londres con una carta de Beiruc para Lord Salisbury, consiguiendo constituir la sociedad <<North West African Company Limited>> para la expansión del comercio británico en el Noroeste africano. Tal empresa iba a negociar amparándose en los derechos adquiridos por Mackenzie, según el tratado de Julio de 1.879.

De regreso trajo un velero de gran capacidad, que había sido remolcado desde Gran Bretaña, surtido de mercancías y artículos de agrado de los indígenas, de fácil aceptación por éstos, y buenas piezas de trueque en el comercio sahariano. Tal velero debería ser fondeado como deposito provisional.

La iniciación del comercio por la expedición rebasó todas las esperanzas puestas y colmó todos los propósitos. Los negociantes británicos fueron bien recibidos por los naturales del país y desarrollaban satisfactoriamente todas las operaciones comerciales. Por esto, pronto se montó en la playa un barracón de madera, destinado a almacén, y el propio <<cheij>> Mohammed Uld Beiruc, buscando beneficios, trasladó su residencia a Tarfaya para intervenir personalmente en las actividades de los británicos.

Ya en pleno desarrollo su proyecto comercial, Mackenzie denomina Puerto Victoria al fondeadero que tantas veces le ha acogido y en el que, a guisa de almacén, tiene establecido un pontón.

Consecuencia de aquel movimiento comercial, del dinamismo de las operaciones comerciales, la Hacienda marroquí se alarma, temerosa de ver mermados sus ingresos por aduanas y sus impuestos marítimos de todo orden. El establecimiento de la factoría de Tarfaya, su desarrollo y esplendor mataba una exportación por el Sur del Imperio mogrebí que haría resentirse la fortaleza de las arcas imperiales. Si las cosas continuaban así, pronto desaparecería el trafico normal caravanero entre Marrakech y las comarcas interiores de Africa y pronto, Tarfaya, puerto libre, sin alcabalas, amenazaría de muerte la entrada de beneficios procedentes del Sur del Imperio.

El Sultán mogrebí trató de cortar esta competencia, pero a pesar de sus graves amenazas, Mohammed Uld Beiruc no se dejó amilanar con lo que los nómadas pudieron seguir negociando con la factoría a pesar de que las amenazas marroquíes continuaban.

El barracón-almacén de madera resultaba cada día más insuficiente debido al intenso tráfico de mercancías. Hubo que decidir la construcción de un gran zoco cerrado, con el correspondiente <<fondak>>. De pronto, los nómadas se negaron a trabajar en las obras y en la noche del 19 de Julio de 1.880 atacaron la factoría y quemaron el almacén de madera. Fue tan inesperado aquel cambio, que sólo una leal confidencia dio tiempo a los europeos a refugiarse en el barco allí anclado, decidiendo suspender por algún tiempo todas las transacciones.

Sin embrago, la Dirección de la <<North West African Company Limited>> resolvió proseguir la exploración comercial de Tarfaya y dispuso la construcción de un sólido e invulnerable edificio, que se ubicó en la parte más meridional del arrecife que, a 600 metros de la costa, forma el fondeadero interior. Lo que se llamó <<Casa de Mar>> era el (castillo) de los británicos que debería servir no solamente de vivienda y almacenes, sino también como base fortificada de defensa contra posibles ataques de los saharauis o de las huestes del Sultán.

Las obras se iniciaron rápidamente. Se llevaron albañiles, peones y carpinteros de Lanzarote y hasta la piedra se tuvo que llevar de Canarias. El edificio sólida y perfectamente acondicionado, medía 25 metros de largo por 17 de ancho, con muros de 3 metros de espesor en la base, por 1,5 en la terraza.

Mientras se llevaba a cabo rápidamente la construcción del <<castillo>> en el arrecife y la del <<fondak>> en la playa, los representantes de la Compañía exploraban detenidamente la costa hacia el Sur, reconocían Río de Oro y llegaban hasta el Adrar.

Alarmadas las Autoridades españolas por estas incursiones hizo, que se empezasen a tomar una serie de medidas de las que más adelante citare.

A finales de 1.882 y ante la admiración de los indígenas cautivados por el tesón de los británicos, se terminaban las edificaciones que componían la definitiva instalación de la factoría, por ello, los saharauis, apartándose del camino que les habían impuesto los agentes del Sultán, reanudaron las operaciones de intercambio, reviviendo el tráfico.

Las operaciones mercantiles desarrolladas por Mackenzie no resultaron tan lucrativas cuando dejaron de contar con la protección de los Beiruc. En el año 1.895 se vendieron al Gobierno marroquí las propiedades de la <<Nort West African Company Limited>> y la factoría de Tarfaya dejó de funcionar.

La compra, reflejada en el Tratado anglo-marroquí de 13 de Marzo de 1.895, sirvió para que se reconocieran, en 1.904 las pretensiones marroquíes sobre Cabo Jubi. Con el tiempo los sultanes le concedieron a Ma el Ainin la casa de Mackenzie.

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Jose Luis Fuentes Garcia
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España se decide a intervenir en el Sahara.

En la década de los 80 del siglo pasado, España se decide a explorar y ocupar puntos importantes de la costa sahariana, pero los extranjeros tampoco permanecían pasivos. Las regiones del Sus, Nun, Tecna, Dráa y Saguia el Hamra, virtualmente a merced de cualquier ocupante, relativamente próximas a Europa, con indudable valor estratégico y posibilidades económicas de todo tipo, atrajeron por mucho tiempo universal expectación.

Dos nuevas entidades londinenses intentaron establecerse en estas costas. En 1.886 el vapor alemán Gottorp, después de reconocer el litoral, escogió el sector del Dráa para establecer una factoría. La empresa tuvo un fin desgraciado. La chalupa enviada a tierra zozobró, ahogándose 4 de sus tripulantes y quedando cautivos los 5 restantes.

En 1.888 el belga barón de Laure puso sus ojos en Puerto Cansado, donde permaneció algún tiempo con la esperanza de preparar la posible anexión de esta comarca a Bélgica. Grotesca, en cambio, fue la aventura protagonizada entre 1.899 y 1.903 por el francés Labaudy, quien, no muy en sus cabales, intento crearse un Estado propio en la faja sahariana comprendida entre Marruecos y Río de Oro. Invirtió una gran fortuna, pero naturalmente, tan descabellado proyecto no pudo cuajar.

Amparándose en los derechos de protectorado que sobre el Territorio del Dráa le concedía el Tratado de 1.912, España se lanza a hacer valer aquellos. En 1.914, Bens se instaló brevemente en Cabo Jubi y el 29 de Junio de 1.916 desembarca del vapor correo Fuerteventura y a las 10 de la mañana izaba el pabellón nacional en aquellas tierras que quedaban así incorporadas a la Corona de España.

El lector podrá completar los hechos que se sucedieron hasta principios del Siglo XX en la costa occidental africana comprendida entre los Cabos Guer y Bojador, leyendo la magnifica y documentada obra << El Sahara Español, Historia de una aventura colonial>> de la cual es autor el insigne profesor e investigador, premio nacional <<Africa>>, Juan Bautista Vilar.

En 1.928 se crea una <<mia>> de camellos, de escasos efectivos, con base en Cabo Jubi. El 1 de Marzo de dicho año llega al Sahara la primera Escuadrilla de la Aviación Militar. Venia de Melilla, con aeroplanos que se habían hecho ya viejos en la dura campaña de Marruecos. Formaba como piloto en sus filas el inolvidable Caballero Laureado Morato. El y sus compañeros constituyeron la solera de la futura aviación del desierto que tantos inigualables servicios realizó a lo largo de 48 años.

Con el fin de permitir las etapas que por necesidades técnicas solicitaba la compañía francesa <<LATECOER>> en su proyecto de línea aérea Casablanca-Dakar, se construyeron los dos primeros aeropuertos en Cabo Jubi (Tarfaya) y Villa Cisneros. El primero seria también aprovechable para la futura línea española que uniría la Península con Canarias.

La Escuadrilla citada, destacada de las Fuerzas Aéreas de Marruecos se estableció en los dos aeropuertos mencionados y emprendió una labor extraordinaria, realizando innumerables servicios.

En 1.934, Cabo Jubi fue testigo de un cruento combate, secuela aun de las represalias y contrarrepresalias que, como consecuencia de las permanentes luchas tribales que se sucedían en el Sahara, se prolongaron bastantes años después de ya sentado el colonialismo en toda la región.

El encuentro tuvo lugar entre las cabilas de los Izarguien y los Ait-Usa. Los españoles de la plaza se limitaron a ver el combate desde las azoteas de los edificios. La llegada del avión correo de España puso en fuga a los atacantes (Ait-Usa) que lo tomaron como un avión de combate dispuesto a hacer fuego sobre ellos. La muerte de su Jefe acabó por desmoralizarlos y considerar perdida su partida. El numero de muertos fue bastante grande y el de atacantes se calcula en 1.700. De los atacantes muertos solamente uno recibió sepultura, y las mujeres de los Izarguien se dedicaron a sacar los ojos de los cadáveres. La crónica habla de un prisionero nada más, lo cual indica que a los heridos se les remataba.

El año 1.934 marca un cambio político en el Territorio que, lógicamente, influye y hace también variar la misión que en lo sucesivo llevarán a cabo las fuerzas aéreas, especialmente para las destacadas en Cabo Jubi.

El Coronel Capaz prepara para el mes de Abril de dicho año la ocupación de nuestro territorio de Soberanía de Ifni y la sumisión a España de los indígenas del Sahara que se le tiene asignado, así como los de la Colonia de Río de Oro. Las fuerzas aéreas que para este cometido, le fueron agregadas, se componían de una escuadrilla de <<Breguet XIX>, pertenecientes a la Escuadra de Madrid, y un trimotor <<Fóker>>. Días antes del señalado para la ocupación se ordeno al Mando de la Aviación efectuar reconocimientos, croquis y fotografías de aquel territorio. La información obtenida proporcionó datos valiosos para el éxito de la ocupación. Nuestros aviones protegieron el desembarco del Coronel Capaz. Este, conociendo la importancia y la ayuda decisiva que podía prestar la aviación, ordenó la rápida preparación de una pista que permitiese tomar tierra a los aviones, haciéndolo ya al día siguiente de su llegada.

Siendo imposible, por el mal estado en que se encontraba el mar, intentar ninguna operación de desembarco, los 320 kilómetros que separan Cabo Jubi (Tarfaya) de Sidi Ifni, fueron recorridos durante los dos primeros meses continuamente por nuestros escasos aviones. Transportaban todo lo que en aquellos momentos era imprescindible para la buena marcha de la ocupación.

Mientras se llevaban a cabo las operaciones de Ifni, iniciaron en el Sur, partiendo de Cabo Jubi, su marcha de penetración en el desierto las Unidades nómadas. Durante sus recorridos fueron constantemente acompañadas por nuestra aviación. El avión era el único medio con que contaban para el enlace y el aprovisionamiento. Existió una cooperación verdaderamente fraternal entre Tierra y Aire. Unidos marcharon hacia Puerto Cansado, Uad Chebeica, Tantán y Tuisgui Remz en el territorio del Dráa y se recorrió el Tiris y Río de Oro hasta el Adrar Sutuf.

En aquella época no existían cartas geográficas del territorio. Los aviadores se hicieron cargo de la misión de recopilar todos los datos obtenidos de itinerarios aéreos y terrestres, comprobándolos una y otra vez, marcando la situación de puntos característicos con el sextante y el radiogoniómetro y levantando itinerarios fotográficos, para después verter todos los datos en una carta que, imperfecta, dado los medios con que se hizo, cubrió, sin embargo, su cometido. Aunque más adelante expondré la labor desarrollada magníficamente por nuestra aviación desde el año 28 en el Territorio, no he querido dejar pasar esta ocasión para resaltar el inigualable apoyo que nuestros pilotos prestaron a la acción de España en el Sahara.

Pepefu

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Jose Luis Fuentes Garcia
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Antecedentes históricos de la ocupación de la zona del Dráa.

En el año 1.935, teniendo como base de operaciones el fuerte de Cabo Jubi, fueron enviados una pareja de <<mejaznis>>, acompañados por el Chej de Izarguien, Ahmed el Aidar, hasta el poblado de Tantán llegando hasta Chammar y Hasi Lemaaitraf, en la desembocadura del Dráa, regresando a Cabo Jubi después de aproximadamente un mes de recorrido.

A principios del año 1.936, salio la Mia de Camellos de Cabo Jubi al mando del Capitán Galo Bullón, acompañado por el Capitán Meredich y el Teniente Turrión , llegando hasta los pozos de Tantán, dedicándose durante un mes a preparar el campo de aterrizaje. Estando la Mia en estos trabajos, aterrizó en el campo, ya dispuesto, un trimotor procedente de Cabo Jubi trayendo víveres así como al Capitán Bullón, que había ido a Cabo Jubi en una avioneta que anteriormente había tomado tierra en el ya referido campo. Poco después regresó la Mia a Cabo Jubi pasando por la desembocadura del Chebeica, Tenuchchad y Puerto Cansado.

Meses después de haber empezado la Guerra Civil en la Península, salieron de Cabo Jubi el Teniente Torrión, el Caid Salah, el Sargento El Hach Baba Ahmed y 25 hombres de la Mia, hacia Tantán, llegando a dicho puesto en el que permanecieron unos 10 ó 15 días, regresando de nuevo a Cabo Jubi.

Posteriormente, a principios del año 1.937, salió de nuevo una Sección a Tantán al mando del Sargento Cordero, el cual fue relevado poco después por el Cabo Fuster. Esta Sección, al parecer, solo tenía por misión la de un destacamento, pues no hicieron obra alguna y establecieron su campamento en el campo de aterrizaje. Dicha Sección estuvo destacada aproximadamente un mes y medio al término de cuyo tiempo regresó a Cabo Jubi.

A mediados de aquel año, el Alférez Castro marcha con una Sección de unos 25 hombres que, posteriormente fue aumentada en unos 15 más, a Tantán dando comienzo a la construcción de una pequeña casa de paredes de adobes y techo de <<
tarfa>>, donde dicho Oficial tenia alojamiento y oficina . Puede decirse que el primer puesto fijo en los pozos de Tantán fue el construido por este Alférez, quien empezó asimismo la construcción de los cimientos de la actual Alcazaba, transportando los materiales a camello. Castro monta también los Puestos de Chammar, Lemaaitraf y Buselfan, siendo relevado en Junio de 1.938 por el Alférez Morales, el cual posteriormente, establece un destacamento en El Jalúa sobre el Uad Chebeica.

Se continúan por el Alférez Morales los trabajos de construcción de la Alcazaba de Tantán, incorporándose poco después el Capitán Romero Sixto quien ordena al Caid Salah trazar una pista desde Meseied a Tilemson y Tantán. En el primero de estos puestos queda destacado el Sargento Velásquez quien empieza a construir los edificios cuyas ruinas todavía existen.

Desde entonces hasta el final de la Guerra es relevado el Capitán Romero Sixto por al Capitán Bernabé, habiéndose incorporado el Teniente Capaz a Tantán. En este tiempo continúan los trabajos de la Alcazaba pero se han suspendido los empezados en el Meseied del Dráa. El Capitán Bernabé es destinado fuera y al terminar la Guerra llega a Tantán una Compañía de Tiradores que empieza inmediatamente la construcción de la pista desde Meseied a Tuisgui Remz.

Unos días antes de la caída y ocupación de Francia por los alemanes, salen a camello el Comandante Barrueco, Capitán Pardo Ibarra y los Tenientes Luque y Mey García con una Sección hacia Saac y desde allí a Tuisgui Remz, donde les llega la noticia de la caída de Francia. Regresan donde ésta la Compañía de Tiradores en los trabajos de pista, en las inmediaciones del Ahsan (Amotte), regresando desde allí a Tantán: esta es la primera vez que se ha llegado a Tuisgui Remz aunque anteriormente el Capitán Bernabé hizo un recorrido hasta el Uad Saac a camello.

Hacia primeros del año 1.940 se estableció un primer campamento en Tuisgui Remz, siendo el primer Oficial el Teniente Castañeda.

Unos meses después de la muerte del Coronel Bens el Gobierno español en Julio de 1.949 dispone en recuerdo de él, que la villa de Tarfaya se denomine en lo sucesivo Villa Bens y que quede subsistiendo la expresión <<Cabo Yubi>> para designar el accidente geográfico que ha venido llamándose Cabo Juby. (En los mapas del Servicio Geográfico del Ejército se denomina Cabo Yubi).

Anteriormente y al hablar del Convenio de Cintra de 1.958, ya dije que el 15 de Septiembre de 1.957, Marruecos solicitó de España la entrega del Territorio del Dráa, llamado Zona Sur del Protectorado de Marruecos, la cual no se efectuó hasta 7 meses después. Las razones eran obvias: El 23 de noviembre de 1.957 se había producido el ataque de las bandas armadas contra nuestros territorios de Ifni y del Sahara, solapada y activamente impulsadas, alentadas y apoyadas por el Gobierno marroquí. Seria suicida, pues, atender la petición en aquellos momentos.

Cuando dichas bandas son derrotadas y expulsadas del Sahara por nuestras Fuerzas Armadas, Madrid pensó que, desaparecidas las razones que aconsejaban la retención del Dráa, podía tomarse ya decisión de entregarlo a Marruecos, pero era preciso que quedase perfectamente claro que el paralelo 27º 40´ N., nueva frontera entre los dos países, fuese escrupulosamente respetada.

Firmado el Convenio de Cintra, se acordó que a partir del 10 de Abril de 1.958, las autoridades marroquíes se hicieran cargo de la zona. Las Fuerzas Armadas Españolas, conociendo a sus oponentes, tomaron las precauciones oportunas desplegando sus Unidades para evitar cualquier transgresión.

Marruecos quiere que el acto de izar su bandera en Villa Bens alcance gran resonancia y sea noticia que acapare toda la atención mundial, primero, para compensar el fracaso de sus bandas armadas y en segundo lugar para impresionar a los saharauis de nuestra zona, zona que reivindica.

El acto de entrega iba a presidirlo el Príncipe heredero Muley Hassan, con asistencia de varios ministros y autoridades alauitas.

Inmediatamente es borrado el nombre de Villa Bens y sustituido por el de Tarfaya. La zona del hasta entonces Protectorado, se convierte en Provincia con aquel nombre. A continuación se produce el primer gesto inamistoso de Rabat al nombrar Gobernador de la nueva Provincia a Ali Bu Aida, más conocido por <<el Boaida>>, comerciante enriquecido en Ifni gracias a la presencia española, que traidoramente apoyó, ayudó y alentó a las bandas armadas, mostrando desde entonces una hostilidad total hacia todo lo español.

Para evitar roces, fue enviado a Tarfaya con anticipación el General Mohamed Ben Mizzian Ben Kassem, que había llegado a Teniente General en el Ejército Español ( Este personaje, se merece que al final, le dedique unas líneas, por ser un hecho único e inaudito acontecido en nuestro Ejército). Por parte nuestra haría la entrega el Teniente Coronel Artalejo con una Misión compuesta por el Teniente de Navío González Quevedo, Capitán de Aviación Iturrate y Teniente de Ingenieros Pieltain.

Las preocupaciones españolas eran fundadas y las medidas de vigilancia tomadas sobre el paralelo 27º 40´, acertadas.

Se sabe que una columna marroquí que ha de hacerse cargo de la guarnición de Tarfaya marcha por la pista Tantán.-El Jalúa y esta pista conduce a Tarfaya, pero pasando por Hagunia en territorio nuestro, después de cruzar la frontera en el Sequen.

El General Jefe de las Fuerzas del Sahara Héctor Vázquez ordena que la II Bandera de La Legión al mando del Comandante Florencio Apellániz, reforzada con un Escuadrón Mecanizado del Grupo Expedicionario de Pavía. núm 4 situada en Hagunia, destaque un Subgrupo Táctico al mando del Capitán García Escribano formado por la 7ª Compañía de la Legión, una Sesión de ametralladoras y una Sección Mecanizada de Caballería, sobre la pista a Tantán al Sur de Sequen.

Más al Sur de Hagunia y en sus proximidades, 2 Banderas del Tercio, 1 Grupo Mecanizado de Caballería, 1 Escuadrón de Carros y 1 Escuadrilla de aviones T-6 están dispuestos para intervenir rápidamente.

En las primeras horas de la tarde del 10 de Abril la vanguardia de la fuerza marroquí llega a la frontera. La columna se compone de 70 camiones que transportan de 1.000 a 1.500 hombres al mando del tristemente celebre Comandante Ufkir. Los españoles le cortan el paso a los marroquíes. Tras 48 horas de situación muy tensa que los veteranos del Sahara llamaron <<incidente de Sequen>> los marroquíes se retiran hacia el Norte. Cuando amanece el día 12 la columna ha desaparecido.

Este incidente, esta magistralmente narrado por D. Ramiro Santamaría, desgraciadamente ya fallecido, en su libro Ifni-Sahara. La Guerra ignorada, así como por el General Casas de la vega en el suyo titulando La última Guerra de Africa.

La entrega de Villa Bens no se realizó hasta el día 20 y no la presidió Hassan, sino el General Mizzian.

El 29 de junio de 1.916, Bens había ocupado Tarfaya. Casi 42 años más tarde la piedra-monumento que conmemoraba el hecho era arrancada … El Dráa ya sólo era un recuerdo para España.

Como dije líneas atrás voy a hacer un comentario sobre el General Mohamed Ben Mizzian.

Era hijo del caid Mohamed Ameziane, en 1.913 cuando Mizzzian cumple 16 años y apadrinado por el Rey Alfonso XIII, ingresa en la Academia de Infantería de Toledo, teniéndose que modificar la Ley, pues en ella no se admitían alumnos no cristianos.
Comienza una fuerte relación de amistad con Franco, como consecuencia de la Campaña de 1.925.

En 1.936, era unos de los Oficiales que se hallaban esperando a Franco en el aeropuerto de Tetuán.

Se sumo al alzamiento con el empleo de Comandante, mandando el II Tabor de Regulares de Melilla., participa en la liberación de Toledo y mas tarde en el Frente de Madrid, donde es herido en el sector de la Ciudad Universitaria. Al final de la Guerra es de los primeros en entrar en Madrid, ya como Coronel y con la Medalla Militar.

Una Vez terminada la Guerra y al obtener el grado de General de División es nombrado por Franco Comandante General de Ceuta, mas tarde y ascendido a Teniente General se le destina al mando de la Capitanía General de la VIII Región Militar, con sede en la Coruña, y posteriormente a la Capitanía General de Canarias, con sede en Tenerife.

En 1.955 al obtener Marruecos la independencia, el Rey de Marruecos le encarga la organización del nuevo Ejército marroquí, solicitando la baja del Ejercito Español, la cual le fue concedida toda vez que no tenia la nacionalidad española y si la marroquí.

Fue nombrado Ministro del Ejército de Marruecos, posteriormente Embajador en España, ascendido a Mariscal, máxima graduación militar en Marruecos y posteriormente Ministro de Estado.

El día 27 de Marzo de 1.975 aquejado de una grave enfermedad fue hospitalizado en el Hospital Militar del Aire, en Madrid, donde falleció el 1 de Mayo de ese año, siendo trasladados sus restos a Marruecos.

En el año 2.006, fue inaugurado, por una de sus hijas Leila, un museo privado dedicado a su memoria en su localidad de Béni Ensar, instalado en una casa que un día le regaló Franco.

Pepefu.


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Jose Luis Fuentes Garcia
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El camello dromedario.

La familia de los camélidos comprende dos géneros: El camelus, que tiene una o dos gibas y habita en el Viejo Mundo y el de las llamas que carecen de ellas y viven en el Nuevo Mundo. El género camelus comprende dos especies: el camello común (Camelus Dromedarios), y el camello bactriano (Camelus Bactriatus).

El nombre de camello dromedario, por generalización incorrecta, se da al camello de una solo giba, comprendiendo tanto el pesado y de carga como al ligero y de silla, cuando en realidad debería corresponder al primero el de camello propiamente dicho ( el <<yemal >> de los árabes), ya que el dromedario (dromedarius) proviene del griego <<dromus>> (carrera—ahí que recordar la palabra hipódromo--) nombre que primitivamente se dio a las razas de camellos notables por su ligereza y empleados solamente para monta (<<mehari>> de los árabes). El nombre de camello bactriano, o de dos gibas, se debe al hecho de ser este animal muy común en la región Bactriana, en Turquestán afgano.

El primero solo se le conoce en estado domestico, viviendo en los desiertos calidos de Africa y Asia, y el segundo, también en estado domestico, a excepción de algunos rebaños salvajes, en los desiertos del Asia Central. El dromedario se extiende en el continente africano, salvo en los lugares montañosos o de bosques, desde el Mediterráneo hasta los 13º de latitud Norte. Por el Oeste no rebasa apenas el curso del Senegal, salvo en la región de dunas de Gandiola, al borde del mar, y por el Este llega hasta Somalia, pero sin alcanzar los 5º de latitud Norte. En el SW de Asia, se encuentra en el Oriente Medio e Irán, hasta Turquestán donde se encuentra con su congénere el bactriano.

El camello común o <<Camelus Dromedarius>> es del que hablaré y que, a partir de ahora, llamaré simplemente camello.

A pesar de que hoy en día el vehículo todo terreno es utilizado en gran medida por los habitantes del Sahara, el camello sigue siendo un elemento indispensable e insustituible para el nómada, y si el motor puede reemplazar al animal en el transporte, no en cambio en otras muchas aplicaciones que a continuación detallaré. La destacada importancia del camello en estos territorios de la soledad viene reflejada en este pensamiento árabe : << Dios, al crear el Desierto, reparó se error colocando en él al camello>>.

Este animal en el desierto es el elemento dominante, alrededor del cual se desenvuelve la vida económica y social del nómada, de tal forma, que su influencia se percibe tanto en los actos más comunes y triviales como en los más elevados y complejos. Desde el aprovechamiento de su carne y leche para la alimentación del hombres hasta su utilización para el cumplimiento de las leyes civiles y penales. Con él se compensa la deuda de sangre y se pagan las ofensas inferidas, se establece la dote de la mujer y se rompen los compromisos con la esposa que se rechaza. Es unidad de intercambio y se utiliza, asimismo, en las labores agrícolas.

Su empleo como medio de trasporte y locomoción es aún hoy, a pesar del gran auge del motor, fundamental. Con cargas normales de 150 y 200 kilogramos puede marchar de 11 a 14 horas diarias a una velocidad de 5 Kms/hora. Hay camellos de gran fortaleza que pueden transportar hasta 550 Kilos y en el Gran Desierto todavía circulan caravanas con varios miles de estos animales.

El aprovechamiento del camello es el siguiente:
- Leche. Constituya la base principal de la alimentación nómada. La camella suele dar de 6 a 8 litros diarios como término medio.
- Carne. También es comida por los indígenas.
- Grasa, principalmente la de la giba. Convenientemente sometida a fusión se le atribuyen propiedades curativas para ciertos males de las personas y aún del mismo animal. Lo usan también las mujeres, mezclada con algunas sustancias aromáticas, principalmente vegetales, para el cuidado del cabello.
- Orines y excrementos. Los primeros tienen propiedades curativas. Con los excrementos y algunas plantas se hacen emplastos que se aplican como remedio de ciertos males, principalmente para combatir la sarna. Los excrementos, secos, se emplean como combustible.
- Piel y pelos. La piel convenientemente curada se utiliza en la confección de fundas de <<rahalas>> (silla de montar), <<nailas>>, correas y otros muchos objetos. El pelo tejido en unión del de cabra, sirve para hacer <<jaimas>>, cuerdas, riendas, etc.

El camello suele estar en condiciones de ser utilizado desde los 4 años hasta los 22. Mucho se ha escrito sobre su sobriedad y rusticidad. En este aspecto, como en tantos otros, este animal es desconcertante. Constantemente en movimiento y buscando estar aislado, es un solitario que exige espacio para vivir y prosperar; es el símbolo del egoísmo; ama la soledad y vive en ella. Y en ese su constante caminar, libre y fugitivo del hombre, pasa sobre hierbas que se estiman pasto selecto, y se le observa goloso sobre ramajes espinosos cuyas puntas aceradas acaricia con su inmensa lengua para luego triturarlas como si rumiara el pasto de más delicadeza para las gacelas. Y siempre come y marcha: cantidades exorbitantes de plantas arbustivas, de otras leñosas y de algunas bastantes jugosas. Esta rusticidad que se le achaca no le impide morder, aquí y allí, en ese caminar constante que le sirve de entretenimiento, grandes cantidades de determinadas plantas en verano, dejando otras para injerir en invierno. El camello come, pues, mucho.

Merced a su giba, que supone una reserva de grasas, soporta la falta de comida durante largos plazos. Si en la alimentación hemos visto que carecía de sobriedad, consignemos ahora cuanto afecta a sus necesidades en agua. Bebe desde agua pura y cristalina hasta la impregnada en olores nauseabundos por su mezcla con excrementos de animales o con planta podridas, aguas cenagosas o estancadas como fácilmente ocurre en los escasos pozos del desierto donde abrevan tantos animales y el viento arroja toda clase de materias.

Si el camello está en descanso, pastando a su gusto, eligiendo en lo posible sus alimentos, puede pasar sin beber, en época fresca, hasta 3 ó 4 meses. Si trabaja, precisa abrevar cada 4 ó 5 días; si así lo hace, se puede contar con su esfuerzo normal, por un periodo de 2 ó 3 meses. Ahora bien, cada vez que este animal bebe lo que quiere, asusta; extenuado. Antes de saciar su sed, se aprecia como va hinchándose su vientre hasta que, ingurgitados de 100 a 120 litros, sobresale por los costados como balones de suspensión. Si en todo momento es el animal aislado en la abstracción, después de abrevar queda completamente atontado, y hay que dejarlo reposar unas cuantas horas, si no se quiere perder.

En resumen: come y bebe lo necesario. No es que el camello se pase sin beber ni comer; uno y otro medio de subsistir los acumula en cantidades adecuadas para crear las energías que, a diario, consumirá. Es, pues, un animal <<silo-cisterna>>.

En estado normal es dócil, paciente aunque gruñón; un niño puede dominarlo. Pero cuando se aproxima la época de su acoplamiento (de Noviembre a Abril) se comporta de manera tempestuosa.

Tan inofensivo en los meses de Mayo a Octubre, en la época del celo, tan solo su dueño se le puede acercar y le puede conducir. En ocasiones, para hacerle marchar es preciso que la compañera le preceda, pues no se moverá mientras no la vea marchar delante de él. En este estado de excitación sus fuerzas se acrecientan, por lo que se le aumenta el peso de la carga.

Animal de buena memoria, es rencoroso, y si su propio dueño lo ha maltratado, ha de tenerlo presente y acercársele con precauciones y moverse a su lado con atención, pues el animal, acordándose de los males sufridos, reemplaza su suavidad habitual por su salvajismo latente, y tomará venganza cuando su dueño menos se lo espere.

Claro que este <<cuadrúpedo lleno de rabia>> puede llegar a ser peligroso, sin que tenga viejas cuentas que saldar. Un encuentro con él no es una experiencia a desear. Su largo cuello arqueado, su lengua salida y colgante, su bilis espumosa, su cabeza basculante, el continuo rechinar de sus dientes y un gorgoteo aterrador, hacen del camello un animal terrible. Si alguien tiene la desgracia de ser perseguido, ve tras de si el cuello alargado del cuadrúpedo, con su cabeza rozando el suelo; de su carrera recta y a pasos rápidos solo puede librarse el recorrido en zig-zag, pues carece de agilidad para girar, y solo después de estar parado es como puede continuar la carrera en la nueva dirección. Desgraciado el individuo que, atrayendo la atención de uno de estos animales, excitado, en su presa. Le coge y lanza al aire para tirarle por tierra; se acurruca sobre él y, deliberadamente le patea con una ferocidad increíble. No hay manera ni medio de hacerle apartar de la victima. Solo matándolo puede salvarse esta. Asi se explica, pues por que en muchos lugares se ve a los camellos y hasta a sus hembras abozalados durante tal época de furor.

Un último y curioso rasgo quiero destacar: la marcha del camello es de ambladura, es decir, desplazamiento simultaneo de las dos patas del mismo lado. Su andar, pues, resulta muy incomodo para el jinete no habituado a el.

Tropas a camello.

Aunque la historia no se ha ocupado mucho del camello, y sobre él existía la prohibición bíblica, se empleo en empresas guerreras se remonta a los 2.000 años antes de J.C. No obstante, en el estudio de las invasiones y las conquistas que han variado la faz del mundo, los historiadores han omitido, de forma general, los medios de transporte que han permitido efectuarlas -- a pesar de la importancia capital que ello tiene --, al igual que en las campañas modernas apenas hablan de los trenes de aprovisionamiento. Esto es, sencillamente lo que ha ocurrido con el camello.

Los autores antiguos se extienden con complacencia sobre los carros de combate y los elefantes: pero con respecto a los medios de que se valieron para el avituallamiento de los Ejércitos casi no dan detalles, e indudablemente, el camello fue un medio muy importante en el transporte militar.

La mención guerrera más antigua que se encuentra en la Historia corresponde a los egipcios. Bajo la 4ª dinastía, Snofrú hizo la guerra a los nómadas asiáticos <<monatius>>, que constantemente atacaban el istmo de Suez, persiguiéndoles hasta el interior de la península del Sinaí y construyendo una serie de fortificaciones destinadas a protegerlos contra dichas incursiones. A pesar de la muralla se produjo una infiltración continua, que dio lugar ala dominación de Egipto por los semitas asiáticos, que figuran como los hicsos de los historiadores griegos.

Sin embargo, en la Biblia figura una narración de la expedición que David dirigió contra un conjunto de amalecitas, produciéndoles grandes destrozos, y de cuya batalla tan sólo pudieron huir 400 guerreros con sus camellos (1600 antes de J.C.). Es quizás la primera cita que se tenga de utilización de camellos de montura para la guerra.

La reina de Saba se hizo acompañar de un numeroso grupo de camellos en su viaje a Jerusalén, 1000 años antes de J.C., procedentes de Arabia.

Durante todo su periodo, las relaciones entre el estado Sirio y Egipcio no cesaron. Tutmosis II, el sucesor de Tutmosis I, Amenhotep I, Seti I, Ramsés II y otro, continuaron sus <<razzias>> en Asia, tanto de una parte como de la otra.

A partir de esta época, pasando por todos los Imperios el uso del camello como medio de transporte y enlace toma gran auge en las guerras.

Los asirios, un siglo después, tomaban parte en la batalla de Karkar en 854 donde Ben Haddad I rey de Damas, fue arrollado por Salmanasar con un ejército de 1000 camellos, mandados por Dyendib.

Los persas, cuyas tropas cooperaron brillantemente, ayudando a Ciro, en la creación del Imperio utilizaron el camello. También lo emplean los macedonios, que, en la época de Alejandro, llegaron hasta Samaria y Nínive a través de los desiertos de Siria y Mesopotamia.

Los romanos, que, aunque no lo conocieron hasta su guerra con Mitrídates, llegaron a la organización de tres escuadrones en Egipto y uno en Palestina que denominaron:

Ala I Valeria Dromedarium, de guarnición en Prectis.
Ala II Herculia Dromedarium en Psinaula.
Ala III Dromedarium , en Maximianópolis.
Ala Antana Dromedarium, en Admachae.


Pepefu.

Continuara.
Jose Luis Fuentes Garcia
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Re: La llegada del ATP XII al Sahara. 1º capitulo.

Mensaje por Jose Luis Fuentes Garcia »

Empleo de camellos con fines militares II.

Cien años después aparecen en Africa con los árabes. La Hégira data del 622, y en 640, durante la conquista de Alejandría por Okba Ben Nafe, que llegó hasta Gadames, se utilizaron estas tropas.

Asimismo, fue el medio principal de las invasiones árabes y su papel durante toda la dominación y movimiento islámico fue preponderante, recorriendo media Africa y parte occidental de Asia, entre las que destaca la portentosa marcha de Badia Yauder, << el renegado de Almería>>, que desde Marrakech llegó hasta el Níger al frente de un Ejército de 3.000 jinetes, culminándola con la ocupación de Tombuctú, a finales del siglo XVI.

Más no fueron los árabes y beréberes los que poseían estas extraordinarias tropas. Los mongoles y turcos tenían grandes grupos a camello, que utilizaban en todas sus incursiones, aunque su organización era más regular, ya que las usaban en unión de la infantería y caballería, siendo los turcos los primeros que instituyeron la artillería a lomos de camello.

Por lo que respecta a la época moderna, las naciones europeas establecieron contacto con el camello en las Cruzadas. El mundo civilizado que se resistió contra el Islam, después de su lucha contra los turcos inicio se entrada en Africa y Asia.

Los británicos son los primeros que lo utilizan en la India a partir de la batalla de Plassey, desde cuya época no pierden de vista los grandes servicios que podrían prestar las tropas a camello y con las cuales el General Clive decidió la suerte de la India. En sus penetraciones hasta el Norte y Noroeste, así como en sus campañas contra los afganos (1841-45, 1878-79 y 1886-89), movieron grandes unidades de este tipo.

Otra de las campañas en que figuran tropas a camello fue la de Abisinia contra Theodoros durante los años 1.867 y 1.868.

En cuanto a los franceses, puede decirse que la campaña de Egipto marca la fecha de iniciación, si bien con algunos paréntesis, de las unidades a camello.

En principio solamente fue aprovechado como elemento de carga para transportes, pero Napoleón concibió bien pronto de qué forma podría sustituir a su caballería que no era suficiente. Durante una jornada que pasó en Gatieh visito a lomos de un mehari, la orilla oriental del lago Mensaleh, acompañado de los Generales Menou, Berthier, Andreossy y Letuq, a camello igual que él, dándose cuenta de las grandes posibilidades de empleo de este cuadrúpedo con fines bélicos. Como dato curioso quiero citar que el esqueleto del mehari que montó el Emperador se encuentra en el Museo Militar de París.

La organización oficial en el Ejército francés, no tomo cuerpo hasta primeros de 1.799, en que fue creado el Regimiento de Dromedarios, que al mando del jefe de escuadrón Cavalier partió con 400 jinetes, tomando parte en la campaña de Siria, donde llegaron
A tener hasta 3.000. Los oficiales iban provistos reglamentariamente de brújulas y los soldados llevaban el mismo armamento que la infantería, pero con una dotación de 150 cartuchos, así como víveres y agua para 10 días.

Después de la partida de Napoleón para Francia, Cléber y Desaix, dedicaron gran atención a este nuevo Cuerpo, que había de rendirles excelentes servicios, y que los otros Cuerpos aprovecharon como complemento de los transportes de las columnas expedicionarias, creándose al mismo tiempo, a las ordenes del General Reynier, un grupo especial de exploradores a camello, enteramente distinto del Regimiento. La 85 y 88 media Brigada y la 21 ligera estaban dotadas igualmente de camellos. Todos estos Cuerpos de Infantería montada contribuían enormemente a la vigilancia de las rutas del desierto, asegurando la unión de las fuerzas francesas.

Su utilidad fue tal que, a la marcha de Napoleón, tenía prevista la creación de seis regimientos completos, ya que habían llegado incluso a la formación de grupos artilleros y sanitarios a lomo. Con la muerte de Kleber y el final de la campaña se olvido a estas selectas tropas, que tan buenos servicios habían prestado.

Más la experiencia no fue olvidada en Egipto. La ocupación de Argelia en 1.830, al igual que el progresivo avance de las fuerzas francesas, fue gracias a las unidades meharistas, que fueron creando de motu propio, y con arreglo a las necesidades del terreno, el que se realizaran con éxito, así como facilitó su constante anhelo de continuar hacia el Sur, hasta las altas mesetas, actuando de forma excepcional en los servicios de vigilancia y seguridad de las zonas ocupadas.

En el transcurso de sus campañas de expansión llegaron con el mismo medio hasta el Sudán, ocupando Tombuctú y enlazando por medio de estafetas sobre meharis, toda la Mauritania, Alto Senegal y confines argelomarroquíes

La organización oficial de las tropas regulares montadas a camello francesas data de 1.891, fecha en que el Capitán Lamy creó la Compañía de Tiradores Argelinos, aumentándose en escuadrones y grupos de spahis saharianos. En plena penetración colonial llegó la guerra del 14.

Si interesante fue el papel desempeñado por estas tropas durante toda la evolución de los principios del viejo mundo, no fue menor el desarrollo en la guerra europea, particularmente en las operaciones del Africa del Norte y Oriente Medio.

Su participación fue tal que para el gran desfile del triunfo se llevó a París una representación de aquellas en julio de 1.919, tomando parte en el mismo a lomos de dromedarios, que causaron gran admiración.

En Siria rindieron excelentes servicios. Los ingleses formaron en Egipto, para la defensa de la India y las operaciones contra los turcos, un Camel Transport Corps, que comprendía 35.000 camellos reclutados de todas partes. Cada compañía se componía de 2.000 cabezas y 1.000 camelleros, quedando reducidas después a 1.200. Funcionaron activamente en el aprovisionamiento de agua y víveres, transportando aquella en bidones de 50 litros. La buena organización de este abastecimiento fue la clave de la consecución de las operaciones, destacándose la actuación del mismo en la construcción de la línea férrea que unía El Kantara con Jaffa, en la conducción de agua que hicieron desde Suez y en las campañas desarrolladas contra los turcos y en las que el Coronel Lawrence se distinguió notablemente.

Los franceses también actuaron formidablemente contra los italianos en el Sur argelino, donde la retirada de los mismos había creado una situación apurada.

Posteriormente, en 1.920 y con motivo de las operaciones de destrucción de los contingentes de Mad Mullah, crearon los británicos el Somaliland Camel Corps, que coopero brillantemente con 12 aviones destruyendo todas las instalaciones del enemigo en el valle del Noga.

Más los británicos y franceses no han sido los únicos europeos que se han servido del camello como elemento guerrero. Los italianos, durante sus campañas en Eritrea y Libia, en las celebres del Fezzan y en todas las regiones desérticas de Etiopia, también lo usaron.

Los alemanes también, cuando se encontraban instalados en Africa, actuaron con tropas a camello en las operaciones sudafricanas, y principalmente en el desierto de Kalahari, en su lucha contra los hotentotes de Simón Copper.

Rusia también las utilizo en su expansión hacia el Asia Central en el siglo XIX, aunque no con fortuna, pues el General Perovski sufrió grandes pérdidas al atravesar el desierto en dirección a Khiya. Durante la construcción de los ferrocarriles Transiberiano y Transcaspiano las unidades a camello prestaron su valioso apoyo.

En cuanto a la 2ª Guerra Mundial, aunque su servicio ha sido limitado debido a la preponderancia de los medios motorizados, en las operaciones del Africa Norte las tropas meharistas prestaron excelentes servicios, principalmente donde las condiciones del terreno se presentaban inaccesibles para la locomoción, preparando pistas, abasteciendo a destacamentos y creando campos de aterrizaje. El mismo <<Afrika Korps>> de los alemanes entretenía un numero de estas unidades en Cirenaica.

España se ha servido, igualmente de estas tropas. En la campaña del Rif, en 1.906 ya se utilizo como auxiliar una Compañía compuesta por 200 camellos.

Teniendo en cuente el buen resultado que había dado en nuestra zona de Marruecos la Policía Indígena, el año 1.926 se crea en Cabo Jubi la Mía de Policía a pie con bases similares a aquélla. Su misión principal era el apoyo a barcos naufragados y aviones que se viesen obligados a efectuar aterrizajes de emergencia en el interior.

Dos años después, el 13 de Octubre de 1.928, se fundan las Tropas de Policía del Sahara, cuyo jefe era el Delegado del Alto Comisario, componiéndose de una Plana Mayor, una Mía a pie con la misma organización anterior, pero que en 1.929 se transformo en mía a caballo, una Mía montada (camellos) con tres Secciones de Tiradores, un Pelotón de armas de acompañamiento y un tren de combate, En 1.930 los efectivos de personal y ganado eran: 6 Oficiales europeos, 2 Caídes, 24 clases de tropa europeos, 196 Soldados indígenas, 62 caballos y 183 camellos. Su base seguía siendo Cabo Jubi.

En 1.934 el Capitán Galo Bullón, al mando de la Mía de camellos y con los Tenientes De la Gándara y Cascajo, bordea el Norte de la Saguia el Hamra y llega a Smara. Simultáneamente desde Villa Cisneros salen el Capitán Aceytuno y el Teniente Valero manteniendo entrevistas con los principales chiujs de los Ulad Delim y Erguibat, efectuando una importante recluta de nativos.

En el mismo año el Capitán Bullón y el Teniente De la Gándara realizan por primera vez desde Cabo Jubi a Villa Cisneros un recorrido en camello. Ello sirve que bajo el m
ando del mencionado Teniente se cree la Sección Nómada de Río de Oro, la cual, desde el 19 de Agosto al 9 de Septiembre del año siguiente hace el recorrido desde Villa Cisneros a Güera como primer acto de ocupación de la Colonia.

Hasta 1.937, las Unidades Nómadas dedicaron sus actividades a preparar la campaña de penetración total, culminándose, a partir de esta fecha en que se ocupa toda la extensión asignada y dando fe de su labor, no sólo con la integridad de su ocupación, sino con la pacificación total de las tribus, cruzando constantemente el Sahara. Por otra parte realizan grandes reconocimientos del terreno, levantamiento de planos, señalamiento de itinerarios, y campos de aviación, así como apoyando las misiones científicas y colaborando con ellas. El cumplimiento de todas estas misiones justifica el fin de la creación de aquellas Unidades y el ansía y esfuerzo de Bullón, Turrión , De la Gándara y tantos otros meharistas que sirvieron a España con fe e ilusión en aquellos territorios calcinados por el sol.

De las Mías Nómadas citadas, surgió después la Policía Territorial, Cuerpo que se creó para servir eficazmente al desarrollo de la acción gubernativa.

La Mía de camellos y la Sección Nómada de Río de Oro fueron el origen de los 2 Grupos Nómadas que en 1.937 fueron organizados por el entonces Alto Comisario de España en Marruecos, Coronel Beigbeder, con la valiosa colaboración del Teniente Coronel De Oro.

Cada Grupo constaba de una Plana Mayor y varias Secciones montadas, normalmente 4 de tiradores y 1 de ametralladoras. La cabecera del Primer Grupo era Tantán con acuartelamiento en su alcazaba y destacamentos en Tuisgui Remz, El Aaiun, Smara y Guelta Zemmur. La del 2º Grupo es Villa Cisneros, con acuartelamiento en su fuerte y destacamentos en Güera, Tichla y Bir Enzaran.

En 1.960, los Grupos Nómadas sufrieron una gran transformación, convirtiéndose en Unidades tipo Batallón, mandados por un Teniente Coronel y compuestos de 4 Mías: una Plana Mayor, con una Unidad de camellos tipo Sección reforzada llamada <<ferga>> y tres Mías motorizadas. En 1.964 se crea un Grupo más, integrándose todos los Grupos en una Unidad superior, también creada, que se denominó Agrupación de Tropas Nómadas.

Smara fue en un principio cabecera de la Agrupación para luego pasar a El Aaiun. El Grupo I, <<Saguia el Hamra>> tenía su PLM. En Smara, con bases en Mahbes y El Farsia (después Echdeiria), el II, <<Capitán La Gándara>>en el Aargub con bases en Tichla, Aubert y Bir Enzaran, y el III, <<Smara>>, estaba estacionado en El Aaiun con sus bases en Daora y Hagunia.

Estos Grupos fueron sustituyendo al camello por vehículos TT. Y cada uno de los Grupos contaba ya al final con 1 Sección montada a camello, siempre necesaria ya que los vehículos, a pesar de sus magnificas previsiones mecánicas para el desierto no podía superar al camello para cruzar las cadenas de dunas, las <<sebjas>> y los <<dráa>>.

Para terminar, quiero resaltar aquí, un magnifico libro que me ha servido de guía en el desarrollo de este capitulo dedicado AL CAMELLO: << Los territorios españoles del Sahara y sus Grupos Nómadas>>, cuyo autor, el Comandante de Infantería Manuel Mulero Clemente era una verdadera autoridad en la materia. Igualmente destaco muy especialmente los trabajos del Teniente Erola, que perteneció a los Grupos Nómadas del A.O.E. en los que demuestra grandes conocimientos y experiencia del empleo del camello con fines militares.

Pepefu.


Continuara.
Jose Luis Fuentes Garcia
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Re: La llegada del ATP XII al Sahara. 1º capitulo.

Mensaje por Jose Luis Fuentes Garcia »

TRES OFICIALES MEHARISTAS.

El Sahara fue forja de extraordinarios meharistas que a lomos de su montura y al mando de sus unidades de camellos, recorrieron, con una audacia sin límite, de un extremo a otro, aquel territorio, reino del silencio, de la soledad y de la nada.

Voy a hacer, a continuación, la semblanza de tres de ello, pues gracias a la prestigiosa revista << Africa>> conocemos algo de sus intrépidas y ejemplares vidas. Sin embrago, me consta que hay otros muchos que sirvieron en el Desierto y que por su espíritu de sacrificio, sentido del deber y amor al servicio, se merecieron, con todo derecho el ser mencionados en esta líneas.

Los tres Oficiales a que nos vamos a referir a continuación, se formaron en la famosa Mía de camellos de Cabo Jubi, pues el Territorio del Dráa fue cuna de los osados <<navegantes>> del desierto.

Galo Bullón Díaz, sale Oficial de la Academia de Artillería en Mayo de 1.925 siendo destinado a continuación a la Comandancia de Artillería de Ceuta, y más tarde, desde 1.928 a 1.934 prestó sus servicios en las Intervenciones de las zonas de Tetuán, Gomara y Xauen.

En 1.934, siendo ya, Capitán, fue destinado a las Tropas de Policía del Sahara, haciéndose cargo, en Cabo Jubi, de la Mía de camellos, al mando de la cual prestó numerosos servicios de reconocimiento de toda la zona del interior: Tantán, Puerto Cansado, Daora, Hagunia, Uad Chebeica, la región de la Saguia el Hamra, Smara, Guelta Zemmur, además de los frecuentes recorridos de Cabo Jubi a Villa Cisneros. En varias ocasiones desempeño el cargo de Delegado Gubernativo del Sahara, recorriendo y organizando todo el Territorio desde Tantán a Güera.

Al ascender a Comandante en 1.940, desempeñó en Ifni los cargos de Jefe de la Oficina de Asuntos Musulmanes, Delegación de la Inspección y Jefe de la Sección Política. En 1.942 fue nombrado Delegado de la Zona de Saguia el Hamra, siendo el verdadero impulsor de las obras de El Aaiun, bello poblado, el más típico y sugestivo de nuestro Sahara.

La labor desarrollada hasta 1.945, en que ascendido a Teniente Coronel, fue destinado a la Península, está bien presente en la memoria de cuantos fueron sus colaboradores y subordinados, habiendo recibido numerosas felicitaciones de sus superiores por sus incansables realizaciones y sus dotes excepcionales.

Entre sus grandes hazañas cabe destacar la que tuvo lugar el 17 de Julio de 1.934, en que la Mía de camellos de Cabo Jubi bajo su mando, y con los Tenientes De la Gándara y Cascajo, entró por primera vez en Smara. En el numero 117-118 de la revista <<Africa>> de Septiembre-Octubre de 1.934, Galo Bullón publico un interesante articulo titulado: <<Smara y el Chej Ma el Ainin>>, escrito al mes siguiente de haber ocupado la ciudad, conteniendo interesantísimas fotografías de la <<Kubba>>, la Kasba y la Mezquita. En una de las fotografías se contempla el palmeral visto desde las azoteas de la kasba; en un segundo plano se ve la Bandera española que, por primera vez, ondeaba en Smara.

El recuerdo de quien vivió consagrado al Sahara, sirvió de ejemplo a sus continuadores en aquellas duras misiones, a las que, con afanes de juventud, Galo Bullón supo entregarse sin reservas. En el año 1.955 moría este brillantísimo Oficial, que su vida la dedicó por completo a los territorios del Africa Occidental.

Otro brillante destacado Oficial fue Enrique Alonso Allustante. Nacido en Zaragoza en el año 1.905, era el segundo hijo de una familia castrense. El padre era Teniente de Infantería y sus abuelos, también militares combatieron en Cuba y Filipinas. Dos de sus hermanos eran, igualmente militares y en ese ambiente no cabía duda de que Enrique seria también militar. Sin embargo en aquella familia feliz se produjeron dos graves desgracias: primero la muerte de su madre y luego la del padre a consecuencia de una herida recibida en Marruecos. Consecuentemente nuestro hombre ingresó en el Colegio de Huérfanos de Maria Cristina, en Toledo, cuna de extraordinarios Oficiales, un viejo caserón incomodo y destartalado, pero donde las piedras se estremecían si se hablaba de Patria. Allí el espíritu se robustecía hasta el máximo. Largos años entre sus paredes y, por fin, el glorioso Alcázar.

Con la estrella de Alférez en la bocamanga, Alonso Allustante sintió la llamada de Africa, pero al no conseguir ser destinado, se diplomó en Gimnasia en la Escuela Militar de Gimnasia de Toledo. Terminado el curso, vio cumplidas sus aspiraciones al ser destinado a la Mehal-la de Gomara núm. 4 en Xauen. En la Guerra 1.936-39 combatió con el Tabor de Ifni-Sahara que mandaba el Comandante Pérez Barrueco, y terminada aquella es destinado a Ifni siendo designado Administrador de Tiligüin y más tarde es nombrado Delegado Gubernativo de la Zona del Dráa. Anteriormente, desde Cabo Jubi, con su Mía de camellos llegó, en su nomadeo a montar su campamento en una de las terrazas de la Saguia el Hamra, a unos 25 kilómetros de la costa, construyendo la primera casa de lo que luego se llamaría El Aaiun. Aquella casa, que le sirvió de despacho, la techó con una cúpula blanca ideada por él y que luego proliferó por toda la geografía sahariana, desde Daora hasta Tichla y desde Mahbes hasta Güera. Muchas son las anécdotas que se podrían contar acerca del <<Huevo>>, que siempre sirvió de hito en los nomadeos que habían de pasar por El Aaiun y adentrarse luego en el corazón del desierto.

Más tarde, ya de Teniente Coronel, fue designado para el Mando de las Tropas Nómadas, agrupación militar, sucesora de los Grupos de Policía, que fue objeto de una gran transformación en el año 1.960, como ya ha quedado reflejado anteriormente.

El 8 de Enero de 1.962 moría este veterano meharista. Toda una vida llena de abnegación, sacrificio y entrega total, siempre al servicio de España. Tres fueron sus grandes vocaciones: El Ejército, el deporte y El Sahara. Con el tiempo la ciudad e El Aaiun le rindió un homenaje bautizando con su nombre una de las calles principales

He dejado para último lugar al Capitán De la Gándara, una figura legendaria en el Desierto, brillantísimo Oficial de Infantería, orgullo y gloria del Arma de Infantería.

Carlos De la Gándara San Esteban, era hijo de un prestigioso jefe del Ejército. Ingreso en la Academia de Infantería de Toledo y fue promovido a Oficial en Agosto de 1.925, siendo destinado al Grupo de Regulares de Melilla distinguiéndose notablemente en las operaciones que tuvieron lugar en la cabila de Ketama. Pasa después destinado a la Mehal-la de Gomara y es allí, siendo Teniente, cuando interviene en el desarme de las cabilas, convive con el indígena en sus propios aduares y despierta su entusiasmo por el Mogreb.

Terminada la guerra de Marruecos, el Teniente De la Gándara se da perfectamente cuenta de que, aunque hayan sido desarmadas las cabilas, la misión de España en Marruecos entra en la fase más difícil, cual es, llevar a este país anárquico, el respeto de la Autoridad, la cultura, la justicia y el progreso, pero sobre todo conquistar para España el espíritu de su población. En fin, nada menos que apoyándose en una intervención justa y altruista, transformar, al enemigo secular e irreductible hasta entonces, en un pueblo leal y amigo de nuestro país. Por ello el Teniente De la Gándara, pasa destinado a las Intervenciones Militares de Gomara-Xauen, en donde adquiere profundos conocimientos del país y de sus habitantes, y se revela como formidable organizador de las cabilas, lo cual no escapa a la perspicacia de sus jefes.

Más de tres años de servicio permanente en el campo acertando siempre en sus decisiones, querido y obedecido por la cabila entera, le ganan el afecto, buen concepto y consideración del entonces Coronel Capaz, que le encomienda las misiones en que se requiere más tacto, más tesón y excepcionales dotes de mando.

Capaz ocupa Ifni en Abril de 1.934 sin disparar un solo tiro y prestigiadas por este éxito salen a los pocos meses nuestras fuerzas por primera vez y sucesivamente desde Cabo Jubi y Villa Cisneros al interior del Desierto, sin encontrar dificultad alguna en la ocupación. Entre estas salidas ya destacamos anteriormente la del Capitán Galo Bullón, que llegó a Smara en Julio de aquel año llevando como jefe de Sección al Teniente De la Gándara.

Hacen falta buenos Oficiales, capaces de llevar con entusiasmo la vida errante y llena de las privaciones del gran desierto, que estudien las particularidades de este país, que amolden a ellas la intervención de nuestros nómadas y que la soberanía nacional llegue hasta los inciertos limites de sus dilatadas fronteras.

Por ello, el General Capaz, en Noviembre de 1.934, designa al Teniente De la Gándara para que tome el mando de la Sección de Nómadas de Río de Oro, Unidad improvisada dos meses antes, filiando sobre el país 50 <<askaris>> con fusil, camello y <<ráhala>> (montura) a razón de 5 pesetas diarias. Con la Sección hizo el recorrido desde Villa Cisneros a Güera del 19 de Agosto al 9 de Septiembre como primer acto de ocupación de la Colonia.

Es, en el Sahara, cuando más admiramos al Teniente De la Gándara. Siempre alegre y optimista, rápidamente se hace al nuevo género de vida. Monta por primera vez en camello y en poco tiempo puede competir con el mejor jinete meharista. Prueba la carne de camello, sin poder remediar un gesto de repugnancia, pero dice que la encuentra muy sabrosa, y después, durante muchísimos días fue su único alimento. Feliz y como si se tratara de un juego de niños, en compañía tan sólo de otro español, el Cabo Manolo, más tarde competente Oficial Interventor, sin casi provisiones y con un ligero croquis del Sahara español con infinidad de errores, se lanza a la inmensidad del desierto par a cumplir su misión , que consiste nada menos que recorrer la región de Río de Oro, con una extensión de más de 150.000 kilómetros cuadrados, intervenir su población, unos 10.000 habitantes siempre fraccionados y nómadeando en busca de pastos para sus ganados. Pero nada le detiene, ya esta hecho a las largas caminatas en camello y a vivir en su << jaima >>, a dormir vestido sobre la arena y a soportar la sed y el terrible calor. A los pocos días ya se entiende con el indígena, selecciona a su gente y en un par de meses ha recorrido toda la Colonia de Norte a Sur y gran parte de sus fronteras Sur y Este, pasando por los pozos más importantes en donde a conocido a los <<chiujs>> de las cabilas más numerosas, cortando de raíz aquellos famosos <<gasis>>, que con audacia y ferocidad inauditas vivían del robo y de la piratería sin reparar en el crimen y que hasta entonces quedaban impunes.

El 18 de Julio de 1.936, se encontraba como de ordinario, haciendo un recorrido por el Adrar Sutuf controlando a los Ulad Delim y rectificando sus censos de población y ganado. Incorporado a Villa Cisneros al enterarse del Alzamiento Nacional, arde impaciente por marchar a luchar a la Península. Pide la Legión o cualquier Grupo de Regulares y no cesa en sus gestiones hasta conseguir la orden de incorporarse a Tetuán para prestar servicio en un Tabor de Regulares. Como en Canarias no existen todavía enlaces normales con la Península y Canarias, consigue llegar a Lisboa por vía marítima, pasa a España y llega a Santa Cruz de Retamar incorporándose a las fuerzas del entonces Coronel Asensio quien lo destina a un Tabor de Regulares de Tetuán.

Durante la campaña se distinguió extraordinariamente por su valentía. La conducta de este ejemplar soldado culmino muriendo heroicamente en el Frente de Aragón (Vértice Sillero) en Octubre de 1.937, con el empleo de Capitán.

El 20 de Noviembre de 1.937 se le concede la Medalla Militar Individual y el 16 de Octubre de 1.941, a título póstumo, la Cruz Laureada de San Fernando.

En atención a la gran labor realizada en el Territorio del Sahara por el Oficial Don Carlos De la Gándara San Esteban, muerto gloriosamente en acción de guerra, como acabo de citar, el Mando dispuso que en lo sucesivo el Grupo Nómada II de guarnición en el Sur del Sahara se denomine << GRUPO NOMADA DEL CAPITAN DE LA GANDARA>>.

En Smara se levantaba un monolito erigido en su memoria. No se si al día de hoy seguirá donde se levanto. En mi cercano y próximo viaje al Sahara lo comprobare.


Don Luis López Anglada, Coronel de Infantería, ilustre Ceutí, laureado poeta y sonetista de fama internacional, tiene en su libro, LA ARENA Y LOS SUEÑOS ( Poemas del Sahara ), un soneto titulado:

EL POEMA RECUERDA EN LA LEJANIA SU PASO POR EL DESIERTO.

Villa Cisneros, El Aaiun, Smara…
El corazón recuerda que seguía
por una senda de oro, que lucía
como un ascua que el alma abrasara.

Puso el sueño su huella en el Sahara.
Una patrulla aventurera abría
el pecho del silencio. Se diría
que trajo el alma herida de luz clara.
Ahora, por Norte y Sur, por las ciudades,
busca la luz de aquellas soledades
en las que se orientó por los luceros.

Y recuerda una música que suena
enlazando los sueños y la arena:
Smara, El Aaiun, Villa Cisneros….

Dedicado a todos los compañeros de esta Web, que hicieron su servicio en La Agrupación de Tropas Nómadas.

Pepefu.
Jose Luis Fuentes Garcia
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Re: La llegada del ATP XII al Sahara. 1º capitulo.

Mensaje por Jose Luis Fuentes Garcia »

EL 19 A CABALLO.


El Regimiento de Artillería nº 19, yo no llegue a verle como tal, si bien si estuve en el que fue su acuartelamiento en la carretera de Extremadura de Madrid (Campamento).

Cuando yo conocí este acuartelamiento, allá por el año 1.973, en el estaban estacionadas las siguientes unidades:

- Cuartel General de la Brigada XI
- Grupo de Artillería ATP XI
- Batallón Mixto de Ingenieros XI
- Grupo Logístico XI.

Este Grupo estaba formado con personal perteneciente al Regimiento de Artillería a Caballo nº 19, menos el personal que sirvió de base para la formación del Grupo de Artillería de la Brigada Paracaidista.

En aquel entonces su material era el 105/26, modelo Reynosa, remolcado. Incluso hicimos maniobras juntos, como el tiro de Artillería en Chinchilla, un mes antes de que el ATP XII, fuéramos a el Sahara.

El 10-08-65, el E.M.C. del Ejercito, dicta la nueva reorganización del Ejercito, por lo que se disuelve el Regimiento de Artillería a Caballo. El 05-01-66, son agregados por O.C. a la Agrupación de Banderas Paracaidistas, por lo que el 22 de febrero salen de lo que fue su acuartelamiento, esto es RACA 19, 2 Capitanes, 1 Teniente, 4 cabos 1º, 14 Cabos y 78 Artilleros, que integran el GAPAC, estos, son ubicados en el Acuartelamiento Villaviciosa de Alcalá de Henares.

Este Regimiento inició su andadura en 1.882 con el nombre de 8º Regimiento Montado de Artillería y pronto, con la reorganización del Arma de 26 de Diciembre de 1.884, fue transformado en 4º Regimiento de Artillería de Cuerpo de Ejército, de guarnición en Madrid, para pasar, a partir de la de 16 de Diciembre de 1.891, a ser 4º Regimiento Montado de Artillería.

Por una disposición específica de 20 de Febrero de 1.986 se convirtió en Regimiento Ligero de Artillería, 4º de Campaña, con baterías montadas y a caballo; esta organización le fue respetada en la reforma de 1.904 y por la de 22 de Septiembre de 1.917 pasó a ser Regimiento de Artillería a Caballo, con dos Grupos de 3 baterías cada uno, con guarnición en Campamento (Madrid).

Durante los años 1.921 y 1.922 combatió en la zona de la Comandancia General de Melilla y se distinguió en las acciones de Zoco-el-Arbaá, Ras-Quibdiana, Pozos de Aograz, Nador, Tizza, Sebt, Ulad-Dau, Atlaten, Segangan, Tasuda, Zeluán, Bu-Gen-Zein, Monte Arruit, Yazanen, Tifasor, Ras Medua y otras muchas. Su material era el 105/11 de montaña.

Sin cambiar de estructura ni de guarnición llego hasta Julio de 1.936, fecha en que se vio afectado por las órdenes de disolución decretadas por el Gobierno.

En 1.939 fue reorganizado como Regimiento de Artillería nº 36, afecto a la División de Caballería, en si vieja ubicación de Campamento, donde permaneció sin mas alteración que el cambio de su numero por el 19.

A principios de 1.958, es enviado un Grupo del ya Regimiento de Artillería nº 19, junto con los Regimientos de Caballería “Santiago 1” y “Pavía 4”, de su División, a el Sahara. Donde participa en la Operación <<TEIDE>>. Su material era el 105/26, remolcado.

Terminada su estancia expedicionaria en el Sahara, se incorpora a su acuartelamiento de Campamento, donde permanece hasta su disolución, como consecuencia de la reorganización de 1.965, en que se le suprimió.




Pepefu.
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Juan Ant. Cabrera Campos
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Re: La llegada del ATP XII al Sahara. 1º capitulo.

Mensaje por Juan Ant. Cabrera Campos »

Nuevamente para D. José Luis Fuentes Garcia.

El pasado día 2 de Marzo recién incorporado del puente, le inserte en el libro de diario esta anotación la cual reproduzco más abajo. Como Vd., tenia mucho interés en que quedáramos citados en Jerez, le ofrezco nuevamente la posibilidad.
Quedo a la espera de su contestación.

Juan Ant. Cabrera Campos – cabo Jerez – Smara.

NOTA EN EL LIBRO DE DIARIO.


7355)

Juan Ant. Cabrera Campos
jerinter@teleline.es
Localización:
Jerez de la Frontera
Martes, 2. Marzo 2010 19:58
________________________________________
Para: D. JOSE LUIS FUENTES GARCIA.

Hoy es día 2 de Marzo, acabo de llegar a Jerez hace un par de horas, puedo atenderle los días 4 o 5 de esta semana (jueves –viernes), de no poder ser, ruego me indique día de la próxima semana y a poder ser con indicación de fecha y lugar.

Juan Ant. Cabrera Campos – cabo Jerez – Smara.
Jose Luis Fuentes Garcia
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Re: La llegada del ATP XII al Sahara. 1º capitulo.

Mensaje por Jose Luis Fuentes Garcia »

EL GRAN DESIERTO Y LOS TUAREG

1.- Descripción.

Desde los territorios de la nada
donde el silencio impone el vasallaje,
del reino del silencio y del salvaje
termino de la <<sebja>> calcinada.

Vienen; tienen ardiente la mirada
y el corazón dispuesto para el viaje.
Son los señores del Desierto; el traje
es azul como el cielo en la alborada.
……………………………………
(Del soneto Hombres azules del libro LA ARENA Y LOS SUEÑOS de Luis López Anglada)



Nuestro antiguo Sahara está comprendido, como es natural, dentro de ese gran espacio geográfico que es el Desierto del Sahara, el Gran Desierto.

El anual <<rally>> Paris-Dakar y la extraordinaria novela de nuestro compatriota Vázquez Figueroa, TUAREG, entre otras, demuestra el extraordinario interés que despierta este espacio y sus moradores: los Tuareg, uno de los grupos más excepcionales del mundo, primos hermanos de nuestros también <<hombres azules>> con los que durante noventa años convivimos los españoles. Vamos, pues, a alejarnos hacia el Este de los meridianos 12º y 8º 40´ para adentrarnos en el gran territorio del silencio habitado por tros <<hombres azules>> y Señores del Desierto…..

Al Sur del Anti-Atlas marroquí y del Atlas sahariano comienza el inmerso desierto del Sahara, el mayor del globo, con una extensión de mas de ocho millones de kilómetros cuadrados, que llega por el Sur hasta Sudán, por el Oeste hasta el Atlántico y que continua por el Este dando nombre a otros desiertos como el de Libia y el Arábigo
, ya que el valle del Nilo y el mismo Mar Rojo, son como soluciones de continuidad de un mismo e interminable desierto.

En estos ocho millones de kilómetros cuadrados, el <<gran vacío>> cubre cinco millones de ellos. Desde el Atlántico al Mar Rojo hay 4.000 kilómetros y 1.800 de Norte a Sur, desde el Mediterráneo hasta el Níger.

Desde tiempo inmemorial se tuvo la idea de que el Sahara era un vasto amontonamiento de arenas, es decir, de lo que en Geología se da el nombre de <<ERG>>. Hoy podemos decir que el desierto se compone de:

- Llanuras pedregosas, el <<Serir>>.
- Mesetas extensísimas, las <<Hamadas>>.
- Cadenas de dunas, los <<Erg>>.
- Macizos montañosos, que superan los 300 metros.

El Sahara, pues, más que de arenas se compone de rocas y piedras, de ahí su nombre que significa <<tierra dura>>. Ese inmenso mar de rocas, piedras y arenas es algo que por su peculiar belleza embelesa y hace sentir, cuando se le abandona, una nostalgia que sólo el tiempo suele borrar, pero permanece en el que la habitó un gran cariño hacia unas tierras, en su mayor parte inhóspitas, y hacia sus habitantes. Recordaremos aquí, lo que dijo el gran poeta y aviador Saint-Exupéry: <<Al Sahara hay que conocerlo para amarlo porque amándolo no se le abandona jamás>>. Su belleza dimana de su sol siempre radiante y calido, de sus inolvidables noches de luna en un cielo limpio cuajado de estrellas donde suele dormir la Cruz del Sur. Un panorama y un ambiente propios para el poeta o el artista, para el investigador en cualquier terreno, porque el Sahara todavía conserva sus misterios y secretos no desvelados, como los rostros de sus autóctonos, tapados para combatir el temible y ardiente siroco. Convivir con los saharauis es algo inolvidable, ante unas costumbres y unos usos caballerescos nacidos de la nobleza y la personalidad de quienes tienen por orgullo la hospitalidad.

En la parte septentrional del Desierto, en los límites de Marruecos, Argelia y Túnez predomina el tipo de desierto de piedra o hamada, salpicado de <<chotts>> como el de Melrhir, que se encuentra a 31 mts. bajo el nivel del mar y el de Djerid. Pero hacia el Este, el descenso del nivel determina la existencia ya de un gran erg llamado Oriental, que limita con Túnez y Libia.

En la parte meridional de Argelia y entre Libia y el Chad se levantan los dos macizos más importantes: los de Agra y Tibesti. El primero es una zona montañosa, cuyas cumbres más altas se elevan a unos 3.000 mts. y que se continua por los Tassili de Ajjer (de 1.200 a 1.500 mts), por las mesetas de Djado y Tchigai y montes Tummo hasta los Tibesti.

Entre los Tassili y los Tummo, la altura del país desciende a 566 mts. en el paso de Ghat. El Tibesti tiene cumbres aún más elevadas en el Emi Kusi (3.415). Al Sur del macizo de Agra se yergue el de Aïr en Níger con cumbres de 1.800 mts sembrado de oasis, y punto de paso obligado de las caravanas. Los tres macizos Agra, Tibesti y Aïr son de tipo volcánico.

El desierto de piedra o hamada ocupa unas dos terceras partes del total y se extiende principalmente en la parte central. Prototipo de él es la Hamada el Hamra, de unos 600 kilómetros de Oeste a Este y 200 kilómetros de Norte a Sur ya en territorio de Libia al Norte de los montes Tassili. Entre los mayores ergs figuran el de Iguidi, al Sur de Marruecos y el de Yiuf, al Norte de Mauritania y Sur del Anterior, así como los grandes ergs del Sur de Argelia.


2. Los oasis.

Un rasgo característico del Sahara son los oasis, verdaderas islas de vegetación en el desierto. Los oasis en el Sahara se encuentran por centenares.

Los más importantes, yendo de Oeste a Este son: en Mauritania los del Dra, Num y Tichitt. A los pies del Atlas , en terreno marroquí y argelino, tenemos los de Erfud, Figuig y Ain-Sefra. En el Norte de Argelia, Laghuat y Ghardaia, en el Ahaggar, Tamanrraset; en el Tassili de los Ajjer, Djanet; más al Sur, los oasis de Aír, Tamaia, Iferuan y Auderas. Al otro lado del desierto del Ténéré, en las laderas del Kauar, los de Bilma, Fachi y Dirku. Los de Zuar y Bardai están ya en el Tibesti. Los de Fezzan, Kufra, Al-Kharga, Dakhla, Fárfara, Siwa y Bahariyen en los desiertos de Libia y Egipto.

Hay oasis capaces de producir cada año más de 20.000 toneladas de dátiles, como el de Laghuat, o pequeños oasis como los de Bilma y Dirku, que sólo poseen unas pocas palmeras y viven de los beneficios obtenidos de su único recurso, las salinas, una riqueza que, si bien permite sobrevivir a los habitantes, mediante el intercambio de sal, extraída en forma de panes, por mijo, con los nómadas, impide, en cambio, cualquier clase de cultivo, dada la fuerte alcalinidad del terreno. En todo el Sahara, desde Mauritania al Mar Rojo, existen regiones en las que la sal emerge a la superficie. Desde los tiempos más antiguos, los nativos han explotado dichas zonas, extrayendo este mineral tan apreciado por los hombres y animales y haciendo de él un artículo de comercio gracias a las grandes caravanas estacionales que los transportan hasta las ciudades más lejanas, con un recorrido que a veces alcanza varios miles de kilómetros.


3. Las comunicaciones.

Los franceses proyectaron en 1.923 la construcción de un ferrocarril transahariano, con objetivo militar sobre todo, pero este gran proyecto no llegó a terminarse. Hoy en día existe una gran red de pistas, que, las más importantes de Norte a Sur son:

- Argel-Laghuat-Ghardaïa-In Salah-Tamanrasset-Zinder.
- Constantina-Biskra-Tuggurt-Uargla-Fort Flatter, uniendose en in Ekker, en el
Ahaggar, con el interior.
- En Fort Flatters confluye otra procedente de Túnez.
- Otra, desde Marruecos, atraviesa el desierto por Adrar y Bidon Ville para terminar en
Barem en la Republica de Malí.
- Casablanca-Tiznit-Tinduf-Atar-Nuakchot-Dakar.



Pepefu.

Continuara.
Jose Luis Fuentes Garcia
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Re: La llegada del ATP XII al Sahara. 1º capitulo.

Mensaje por Jose Luis Fuentes Garcia »

4. Los tuareg.

<<Más allá del Sur de Argelia, en la desolada inmensidad sahariana, vive una raza de ladrones nómadas a lo que, a causa de su impiedad, los árabes han llamado tawarek o “abandonados de Dios” >>.

Así comenzaba un libro escrito por un viajero ingles que visitó el Norte de Africa en 1.903. La profusa literatura novelesca que por aquella época circulaba sobre los tuareg describía a éstos como un pueblo misterioso y cruel, debido a su inaccesibilidad y a la costumbre de asesinar a los primeros viajeros europeos que llegaron a su territorio.

A Oriente, más allá de las grandes dunas de Mauritania y de las desoladas llanuras de Tenezruft, surgen los macizos montañosos ya citados de Ahaggar, Tassili de Ajjer, Adrar de los Iforas y Aïr, poblados de los legendarios Tuareg, una de las razas más poderosas del desierto, que nada tienen que ver con los beduinos ni con otros grupos étnicos que habitan en las distintas tierras saharianas.

Aquellas montañas guardan celosamente recuerdos de un pasado, donde la aventura y la audacia hizo luchar a los hombres. Donde se dice que un día existió una civilización prospera y rica. Pero se ha escrito tanto novelescamente sobre el Sahara, que a veces se confunde con lo legendario, que endiosa a los tuareg del Ahaggar y a los ascher de Tassili.

La palabra tuareg deriva del árabe y el singular es targui y se distinguen socialmente en dos ramas: los ihagaren, nobles, y los imgad, siervos, que rinden vasallaje a las castas superiores de los imogad. Aunque lo moderno va penetrando paulatinamente en el Sahara, todavía se conserva entre algunos de sus pobladores un feudalismo engendrado por razones tradicionales y peso de los siglos. Una de las tribus de mayor poderío es la de los Kel Rela, que apenas cuenta en nuestros días con varios centenares de miembros que habitan el Sur, siendo más numerosos los tuareg del Norte acaudillados por los enérgicos amrar, que en la región de Ahaggar están regidos por el Amenokal, cargo elegido entre determinadas tribus y familias y dueños de vidas y haciendas.

Al hablar de los tuareg, no se puede dejar de mencionar a los inades, esparcidos principalmente por el desierto de Sudán, que viven a su albedrío y, cosa curiosa, son sedentarios y la mayoría ejercen el oficio de herreros. Los tuareg suelen ser nómadas, aunque hay grupos que se dedican a la agricultura, como los iklan y otros que habitan en ciudades. La mayor parte se dedican al comercio, aunque en tiempos pasados ejercieran el bandidaje y la trata de esclavos procedentes del Africa negra.

Según una hipótesis, los tuareg serian los descendientes de un pueblo que apareció en Africa hacia el año 1000 antes de J.C. Una teoría mítica pretende encontrar una relación entre los tuareg y la legendaria Atlántica, de donde huyeron antes que el Océano los hubiese engullido.

También antiguamente se pensaba en Europa, que descendían de los cruzados cristianos; hoy, sin embargo, se sabe con exactitud que son bereberes de raza blanca descendientes de la primitiva población del Africa septentrional. Los invasores árabes empujaron a las tribus bereberes desde Libia hasta Mauritania, pero los tuareg continuaron siendo los dueños del Sahara y mantuvieron alejados del desierto a los árabes.

Desde el siglo XV los tuareg tuvieron relaciones comerciales con los establecimientos portugueses de las costas del Africa occidental y controlaban las caravanas transaharianas que llevaban esclavos, marfil, oro, plumas de avestruz y pieles de león hacia el Mediterráneo y el Oriente Medio.

Por el Sur, los tuareg ocuparon Tombuctú repetidas veces y dominaron la parte central del curso del Níger.

La exploración europea del Sahara en el siglo XIX hizo que este pueblo fuera mundialmente conocido. Desde mediados de dicho siglo, los franceses comenzaron a ocupar la parte de Argelia situada al Sur del Atlas, pero los tuareg resistieron ferozmente el avance francés. El Coronel Flatter, encargado de la dirección de la Comisión que había de estudiar las posibilidades de unir Argelia con el Sudán por medio de un ferrocarril, llevó a cabo dos expediciones de reconocimiento hacia el Sur del Sahara, y la segunda de ellas, compuesta por una Compañía de 93 hombres partió de Uargla el 4 de Diciembre de 1.8809 con la finalidad de llegar al Ahaggar, pero días después, el 16 de Febrero de 1.881, fueron atacados por los tuareg en las inmediaciones de Bir el Garama siendo la Compañía aniquilada, matando a Flatter y 72 hombres.

No obstante Francia continuó con su propósito de dominar a los tuareg y tras la expedición victoriosa de la columna de Foureau-Lamy, que cruzó el Sahara entre 1.898 y 1.899, los tuareg fueron derrotados por los franceses en la batalla de Tit en 1.902 y más tarde sometidos no sin gran esfuerzo.

Antes de ser derrotados en aquel año, la economía de los tuareg se basaba en gran parte en las <<razzias>> realizadas en las tierras que se extienden en torno al macizo del Ahaggar, asi como el control de las principales rutas de caravanas que se dirigían hacia el Fezzan y las de Tombuctú hacia el Oeste.

Los tuareg se encuentran en el inmenso triangulo comprendido entre Tombuctú (Malí), Zinder (Níger) y Ghadames (Libia); sin embargo, casi todos han abandonado las áridas regiones desérticas para descender más al Sur, hacia las estepas del Sahel y la mayor parte se encuentran actualmente en las zonas septentrionales de Níger y Malí.

Los tuareg constituyen el tipo más puro de la raza bereber. Sus hombres son generalmente fuertes, robustos, infatigables, aunque su alimentación media sea muy inferior a la del europeo. No se encuentran entre ellos individuos deformes o raquíticos; el clima acaba rápidamente con todo el que está mal constituido. Una de las características por las cuales un targui puede reconocerse entre mil, es la actitud de su andar, grave y lento, a grandes pasos, la cabeza alta… Son los <<señores del desierto.. el traje es azul como el cielo en la alborada>>…

El targui, más que con una raza se identifica con el desierto y el temor que siente por éste, constituye una razón esencial de vida y de dominio. Reacio a los contactos, exterminador de intrusos, el targui honra al huésped desconocido, divide su escasa comida con el que no tiene y sucumbe para protegerlo. Según un dicho saharahui, el tubu puede sobrevivir tres días con un dátil; el targui lo supera, pero si el tubu es insidioso, el targui es leal.

Sin embargo cuando se le antoja, recorre miles de kilómetros para rapiñar una alfombra o un adorno para su mujer, sostenido solamente en su lucha perenne con el desierto por las únicas cosas que le unen a la vida: el <<guirbi>> (odre) de agua y el camello.

Sobrio, el tirgui se nutre de mijo, dátiles secos y de leche de camella. En caso necesario comen langostas secadas al sol y disueltas en la leche.

Las mujeres, también altas, de porte altanero, son generalmente bellas. Su fisiología las acerca más a las mujeres europeas que a las árabes.

Paulatinamente van desapareciendo arcaicas costumbres entre los <<hombres azules>>, que suelen ser monógamos, conservando las mujeres la libertad durante su soltería, sin estar confinadas en ningún hogar, pudiendo rechazar al varón que no le agrade, no habiendo, por tanto, nupcias, por conveniencias familiares o crematísticas. Destaca la cultura de las mujeres, que aventajan a los hombres en la lectura y otras manifestaciones culturales. Suelen ser aficionadas también a la música, siendo el principal instrumento que usan, el amzad. Cosa exótica es que el pariente más allegado a los niños no es el padre, sino el hermano mayor de la madre. Los historiadores presumen que antaño debió existir en algunos lugares del Sahara un verdadero matriarcado.

Costumbre peculiar en algunas tribus es que los varones suelen viajar solos quedando en las casas o en las <<jaimas>> las mujeres y sus hijos pequeños, que cuidan del ganado y de los intereses familiares. Se conserva el habito que los niños asistan a las escuelas coránicas, cosa que les esta vedado a las niñas. Las mujeres suelen ser tímidas y muy puritanas, dándose el caso en Uargla que para que salgan a la calle hay que alejar a los hombres del lugar; pero ello es un caso raro, ya que las mujeres suelen alternar con los hombres, que las respetan en sumo grado.

Los bereberes fueron convertidos al cristianismo en tiempo de la dominación romana, y actualmente los tuareg conservan en su vida familiar numerosos rasgos de las ideas cristianas. Llaman a Dios el Mesías y a un buen genio Anyelus. Adoptaron la fe musulmana después de la conquista árabe del siglo XVII. Pero su religión no es de ayunos ni rígida. Rezan poco, no ayunan, ni practican las abluciones. El desprecio al Corán y el terror que inspiraban a los árabes, han contribuido en gran manera a exagerar su detestable reputación. Bajo las tiendas del Tell se habla del tuareg como antiguamente en Europa se hablaba del turco. Famosos por sus <<razzias>>, ya fuese contra las poblaciones sedentarias del desierto, ya fuese contra las caravanas, eran muy temidos.

Estos <<hombres embozados>>, pueblo misterioso que ha tenido siempre en sus manos las llaves del desierto, fue llamado <<tuareg>> que en árabe quiere decir <<abandonados>> (del verbo <<treg>> = dejar, abandonar), abandonados de Dios como malos musulmanes, pues, como acabamos de decir desprecian el Corán. Le tienen tan poca estima que creen ciegamente en los hechiceros sobrenaturales y el las practicas animistas. Es el único pueblo musulmán que permanece monógamo; es el único en que el hombre, y no la mujer, va embozado y que ha mantenido el matriarcado paleolibio, por el que la mujer en su orgullosa independencia, puede expulsar a su esposo de la tienda para siempre.

Aunque han vivido milenios soñando con el agua, el noble targui cree que lavarse es nocivo para al salud, sin embargo, cada día se unta el rostro con aceite y se rehace la trenza que le cuelga de la cabeza, aunque nunca se saca el velo azul --el <<litam>>-- ni siquiera para dormir o comer, por lo que el rostro conserva el color azulado del velo desteñido por el sudor.

El ahal, que es una reunión de tuareg jóvenes de ambos sexos, donde se canta, se baila y se habla, tiene un gran esplendor en las tierras del Tassili, competentes en su belleza y encanto con las del Ahaggar, el M´zab, valle de los puritanos, El Golea, la ciudad de las rosas, y en el llamado a desaparecer, tragado por las arenosas dunas, oasis de In-Salah.

En el Tassili se encuentran las majestuosas gargantas del Tafelelet, inaccesible en algunas de sus partes. Se trata de un paisaje detrítico, cuya antigüedad puede cifrarse en miles de años. Atracción del turista es el oasis del Ghat, un día en poder de los italianos; después fue francés y ahora forma parte del territorio libio. Entre sus reliquias del pasado se encuentra el fuerte Víctor Emanuel III, que a partir de 1.943 tomó el nombre de Fort Duveyrer, puesto por los franceses.

Gaht es la capital de los senussi, donde las mujeres van descubiertas y donde transitan numerosos hombres de color muy oscuros que, junto con los senussis –autentica aristocracia del desierto--, tienen como idioma el dialecto sudanés haussa, aunque algunos utilizan el árabe y el tamachek, lengua del desierto oriental.

Son famosos los jardines de Ghat y sus fuentes de agua caliente, que surgen en abundancia, en vivo contraste con la soledad que rodea a esa tierra paradisíaca en el Sahara.

El comercio en Ghat es muy activo con Argelia, Túnez y Libia. También lo es con Tombuctú, Zinder y Gao. Ghat está enclavado en un cruce de rutas, donde se comercia con el marfil, la manteca, los cacahuetes y la sal. En las transacciones, meros intercambios, no circula el dinero ni tampoco ningún efecto bancario o crediticio. A veces en el negocio sólo se utiliza como pago la palabra, que los hombres del desierto cumplen a rajatabla. Para ofrecer una idea del comercio en el Tissili, expondremos que sólo en la zona de Gadames, solían entrar anualmente unos 50.000 kilos de marfil, 6.300 de cera y 80.000 de artículos de cuero. Pero el comercio más activo, aparte de los artículos anteriores y la ganadería, es el de la sal que llevan en caravanas hacia el centro africano, donde el condimento es muy estimado por las poblaciones de color.

Los yacimientos de sal en el Sahara son numerosos, destacando los de Amadrur. El transporte de la sal a lomo de camellos es muy intenso, calculándose que sólo en Bilma salen anualmente más de 10.000 camellos. Hoy en día el transporte sobre ruedas está sustituyendo al sufrido <<mehari>>. Sin embargo, las grandes caravanas de camellos siguen atravesando estas <<barreras de terribles soledades>>. Los tuareg de Kel Gress y de Kel Aïr se trasladan desde Agadez hasta Fachi y Bilma (800 Kms) para cambiar tela y mijo por sal y luego prosiguen hasta Kano, en Nigeria donde venden la sal.

Tamanrasset, el antiguo Fort Lapperine, situado a 1.000 metros de altitud en el macizo de Ahaggar es la capital de los tuareg. La zona cuenta con maravillosas representaciones rupestres del mesolítico y del neolítico que dan testimonio de la flora y la fauna tropical del Sahara hace 7.000 años. Está rodeado en un radio de 100 kms. por oasis y sobre todo por paredes rocosas historiadas con escenas de caza, de guerra y de la vida cotidiana de antaño. En Abalessa, oasis situado a 100 kms al Este de Tamanrasset, existen ruinas de una fortaleza romana.

En el macizo del Ahaggar, hacia el NE están situados los montes de Tassili de los Ajjer, definido como uno de los más maravillosos museos de arte prehistórico del mundo. Sus magnificas y extraordinarias pinturas han aportado una sorprendente contribución a la prehistoria del Sahara y planteado multitud de problemas a la Historia del Arte de la misma Tierra.

Por el enorme interés que encierran los numerosos frescos descubiertos en aquellos montes, voy a dedicar unas líneas a las pinturas prehistóricas que allí se encuentran.

En el año 1.933, el oficial meharista francés, Teniente Brenans, penetrando por un profundo cañón del Tassili-n-Ajjer durante un reconocimiento de policías, desembocada en el valle denominado Ighargharen, al Sur del puesto militar de Fort Polignac, Por aquel entonces ningún europeo había puesto en el la planta. A la cabeza de la patrulla iba Brenans al paso lento de su camello cuando percibió en las paredes rocosas que forman la alta muralla del Uad unas raras figuras que no había semejantes en sus anteriores patrullas. Echó inmediatamente pie a tierra y le pareció estar soñando, pues ante sus ojos se desplegaban imágenes profundas hendidas en la roca, que representaban animales de gran talla: elefantes, hipopótamos, rinocerontes, jirafas, etc…, en suma, un espectáculo sorprendente en este corredor calcinado por el sol y abrumado bajo el espeso silencio del desierto donde la vida humana desapareció hace siglos.

Cuando tras una marcha de 10 kilómetros topó con un caos de escombros infranqueables,, Brenans acababa de descubrir uno de los más prestigiosos conjuntos de grabados prehistóricos que guarda al Sahara.

Pero… ¿Qué es el Tassili? Su nombre, en el lenguaje de los tuareg significa <<meseta de los ríos>>. Sin duda la meseta existe; en cuanto a los ríos es otro cantar pues sólo hay valles resecos.

El Tassili-n-Ajjer, se halla, como ya dijimos el NE del Ahagger y confina por su pared oriental con el Fezzan. Es una meseta arenisca de 800 Kms de longitud, por 50 o 60 de anchura, de difícil acceso de la que emergen una serie de pequeños macizos secundarios, muy erosionados, a través de los cuales se circula por angostos callejones coronados de escarpaduras y de campos de columnas que semejan ciudades muertas. Por el día, es el reino de la desolación y de un silencio opresivo. Desierto de piedras, sin ningún recurso y con un clima inhumano.

La riqueza de pinturas contenidas en el dédalo de peñascos del Tassili sobrepasa toda imaginación. Existen cientos y cientos de paredes pintadas, con figuras humanas y de animales por miles, aisladas unas, formado otras complejos conjuntos, en ocasiones escenas perfectamente legibles y referidas a la vida material, espiritual y religiosa de diversas poblaciones que a través de las edades se han sucedido en estos parajes prácticamente desiertos. La variedad de estilos y temas es enorme. Junto a pequeños personajes de escasos centímetros de altura, encontramos otros de talla gigantesca, como no se conoce en parte alguna. Grupos de arqueros que disputan la posesión de un rebaño, cazadores en pos de antílopes, hombres en piragua dedicados a la caza del hipopótamo, escenas de danza, de libación, etc. y con imágenes que a veces revisten extraordinaria calidad, como en el caso de las mujeres de Yabbaren o de Safar, pintadas a tamaño natural.

Las pinturas de Tassili constituyen verdaderos archivos que permiten formarse una idea muy clara de la población antigua del Sahara, de los diferentes tipos étnicos que se sucedieron, de las oleadas de pastores que lo recorrieron, de las rutas que unían el Mediterráneo con el Níger, de las distintas influencias extranjeras que ha experimentado, y por ultimo nos ha permitido seguir la evolución de la fauna y, en consecuencia, las evolución climática y el proceso de secamiento que había de desembocar en el actual estado desértico.

Desde el año 1.929 el francés Henri Lhote se había consagrado a la exploración científica del Sahara, recorriendo principalmente el Ahaggar, hasta que el Coronel Carbillet, que <<reinó>> más de 10 años en el Sahara, le animó a explorar el Tassili-n-Ajjer. Lhote trabó conocimiento con el Teniente Brenans en el puesto militar del oasis de Yanet, de donde saldrían sus expediciones al Tissili, la primera de las cuáles partió el 20 de febrero de 1.956.

Lhote y su equipo reprodujeron en el papel los numerosísimos frescos del Tassili, y sus experiencias así como sus descubrimientos en este santuario del arte prehistórico, los ha dado a conocer en su extraordinario libro titulado HACIA EL DESCUBRIMIENTO DE LOS FRESCOS DEL TASSSILI.

Hoy es uno de esos días que la simple lectura de unas líneas te hace vibrar y te suben la moral, bendita sea esa persona.


A LA BANDERA ESPAÑOLA


Mirad la hermosa bandera, de rojo y gualda trazada
con la sangre generosa de soldados de campaña.
¡ Miradla bien y decidme !, si en el mundo entero hay nada,
más glorioso que la enseña rojo y gualda.

Con ella nuestros guerreros en invencible cruzada
triunfaron contra los grandes enemigos de mi patria
e hicieron morder el polvo a los traidores de casa.
Con ella nuestra marina a quienes pocos se le igualaron,
levantó honra primero antes de humillar su escuadra.

Y ella cubrió de gloria y fue cruz con la espada
y fue cruz en conquista de otros mundos y otras almas.
Y así la bandera mía, se pasea por el mapa,
llevando en sus pliegues vivos de sus virtudes la fama.

Porque es Castilla en Toledo, porque es la fe en Navarra,
en Aragón el empeño, y en Oviedo cuerpo y alma,
y es en Málaga querida, en esta tierra adorada,
bandera de unos amores que antes de ser mancillada,
la levantarán en alto, que obliguen a venerarla
a las Naciones traidoras, a las Naciones malvadas,
humillando sus banderas al grito de ¡VIVA ESPAÑA!.

TERESITA VAZQUEZ.


Ole la mujer Española.


Pepefu.

Continuara.
Jose Luis Fuentes Garcia
Mensajes: 157
Registrado: 01 Ene 2010 13:11

Re: La llegada del ATP XII al Sahara. 1º capitulo.

Mensaje por Jose Luis Fuentes Garcia »

5. Yabbaren, Sefar y El padre Foucauld.

A continuación, y por su importancia, voy a relacionar brevemente los principales lugares explorados por el equipo de Lhote, (que envidia me da, ya me hubiera gustado ser su acompañante), reseñando las pinturas mas interesantes: --Tan—Zumaitak. El considerable fresco que contiene, 28 metros cuadrados de superficie, es una excepcional pieza única. En él hay personajes pintados con ocre amarillo, punteados en blanco en el cuerpo y en la cabellera, así como cabras montesas de gran talla tratadas con blanco y un ocre violáceo. Todo en excelente estado de conservación y con gran calidad de colorido. Sin disputa es un minúsculo Lascaux sahariano ( la caverna de Lascaux, cerca de Montignac <<Francia>>, hallada en 1.940, es con Altamira la más hermosa y rica de las cavernas con pinturas cuaternarias.

Yabbaren.

Este santuario, es de una riqueza sin precedentes, está situado en un pequeño macizo de arenisca que emerge modestamente del altiplano del Tassili. En el idioma de los tuareg, Yabbaren significa <<Los gigantes>>, y el apelativo responde muy sencillamente a la presencia de pinturas prehistóricas, en algunas de las cuales las representaciones humanas son efectivamente gigantescas.

Es todo un mundo. Más de 5.000 figuras pintadas dentro de un cuadrilátero de 600 metros de lado. Si nos atenemos a los diferentes pisos de pinturas, deduciremos que más de 12 civilizaciones distintas se han sucedido.

Entre las pinturas, destacamos: el antílope con cuerpo de elefante, el gran dios <<marciano>>, arquero con cabeza emplumada, los diablillos, los pequeños arqueros, los danzantes filiformes, bóvido gravado, los bueyes policromos, los jueces de paz, arquero de la gran escena de caza y por ultimo la famosa y celebre pintura conocida con el nombre de <<Antinea>>.

Sefar.

El número de pinturas de este lugar no alcanza la importancia de la de Yabbaren, que sigue siendo el máximo del arte prehistórico del Sahara, pero la calidad y variedad de sus frescos la convierten en una estación de mayor interés. Sus pinturas: el guerrero <<griego>>, las mascaras negras estilizadas, abrigo de amazonas, abrigo de la negra, hombre y mujer sentados y los danzantes y danzarinas enmascaradas son de un realismo impresionante.

Por su numero excesivo, no puedo detallar más lugares del Tassili que también contienen pinturas sin igual, por eso me he limitado a exponer las tres estaciones que a mi juicio son las más importantes; pero no quiero terminar esta relación sin hacer una referencia a lugares como Tamrit, Timenzuzín, Auanguet, Ti-n-Tazarift, Tin Abú Teka, Ala-n-Edument, Azyefú, Uan Abú… todas ellas conteniendo verdaderos tesoros del arte prehistórico de los que hay que destacar << los antílopes caballinos >> de Tamrit y <<los arqueros>> de Ti-n-Tazarift.

Además de Tassili, las regiones del Sahara central tales como Adar de los Iforas, el Ahaggar y el Aïr, fueron durante el periodo neolítico uno de los focos más vivos de la prehistoria. Gracias a ellos, la naturaleza nos ha legado tras más de 5.000 años de existencia, un tesoro grandioso.

En este Sahara central vivían el el siglo V a.C., según los texos de Heredoto, los Garamantes en el Fezzan actual, los Atarantes, en el Tassili y los Atlantes, en el Ahaggar. A estos pueblos primitivos debemos, sin duda alguna, muchas de estas bellas y extraordinarias pinturas que han causado la admiración del mundo entero. Y donde los Licenciados en Geografía e Historia del Arte, tenemos una fuente inacabable para el estudio, entretenimiento y por supuesto, disfrute.

El padre Foucauld.

Habiendo pasado 34 años de mi estancia en el Sahara, al que hecho de menos cada día más, debe ser ello, creo yo, debido a eso de la vejez, uno siente cierta admiración por todos aquellos que nos procedieron, pero sobre todo a los que consagraron su vida a el, y indudablemente el Padre Foucauld, fue uno de ellos. Haciendo un repaso, de aquella corta, pero intensa estancia en aquel territorio, se me viene a la memoria, otro compañero que dedicó buena parte de su vida al Sahara, me estoy refiriendo al Capitán de Artillería perteneciente a la 10 ª Promoción de la Academia General Militar, MANZANO, que por aquellas fechas era el Delegado del Gobierno en Cabo Bojador.

La vida de este extraordinario hombre, es decir el padre Foucauld, está íntimamente ligada al Sahara y por ello, como ya menciono anteriormente me ha parecido interesante mencionarlo.

Carlos Eugenio Foucauld, vizconde de Foucauld, nació en Estrasburgo el 15 de Septiembre de 1.858 y murió en Tamanrasset el 1 de Diciembre de 1.916. En 1.878 ingresó en la Escuela Militar de Saint-Cyr y al salir con el empleo de Subteniente marchó a África y al terminar la insurrección de Argel pidió la licencia absoluta.

Disfrazado de rabino penetro en el Rif llegando a Tetuán y Xauen y no pudiendo llegar a Fez, retrocedió hasta Alcazarquivir y Tánger. En una nueva tentativa, salió de esta última ciudad y tras pasar por Alcazarquivir y Tazza, llegó por fin a Fez, para, a continuación, atravesar el Atlas dirigiéndose a Tiznit por el Anti-Atlas, llegando a Mogador.

En 1.884 exploró de nuevo el Atlas. En once meses recorrió 3.000 Kilómetros por terrenos desconocidos.

Al poco tiempo ingreso en un convento de trapenses en Armenia. Se ordenó sacerdote en el año 1.901, para volver a Africa y llevar una vida de anacoreta en pleno Sahara. Primero se estableció en Beni-Abbés, 250 Kms. al Sur de Figuig, construyendo con sus propias manos una modesta ermita y una capilla, instalando, además, un pequeño dispensario donde acogía a los indígenas a los que curaba y proporcionaba víveres.

El celebre Comandante Lapperine, compañero de Academia, le acompaño en una de sus incursiones y en 1.905 se instaló el Padre Foucauld en Tamanrasset, dedicándose a practicar la caridad entre los tuareg cuyo idioma aprendió perfectamente.

El 1 de Diciembre de 1.916 una partida de bandidos lo asesinaron. Así termino la vida de un hombre extraordinario, a manos de otros hombres, que quizá nunca lo comprendieron.

Hoy, al Norte de Tamanrasset, en el monte de Azakrem, se encuentra aún la ermita que levantó este gran hombre con su propio esfuerzo.

ALGUNOS RASGOS CARACTERISTICOS DEL ANTIGUO SAHARA ESPAÑOL.

1.- El nómada saharaui.

Racialmente, el saharaui, tiene un sustrato básico de elementos autóctonos del Norte de Africa mogrebi, con cierta proporción de razas orientales. Entraron en la zona sahariana en los siglos VII y VIII de nuestra era, en unos casos huyendo, y en otros retirándose de las invasiones. Más tarde, cuando el dominio árabe-islámico se consolido y estabilizó, lo hicieron por razones de tipo religioso. Formaron grupos de místicos islamitas con un fuerte componente guerrero y ascético. De allí partieron los importantes movimientos religiosos-políticos que intermitentemente sacudieron y revulsionaron el Islam mogrebí y español, como los almorávides, los almohades, etc.

El dialecto del nómada es el árabe del Sahara o <<hassania>>, llamado así porque la mayoría de los árabes que llegaron al Territorio eran descendientes de Hassan Ben Abdelhadi Ben Yafar Ben Abi Taleb, pariente de Ali, yerno de Mahoma. Quizás su origen sea beduino-maquil de fondo árabe muy corrompido por las lenguas senhayas y senegalesas.

El Islam es la religión revelada por Dios a la humanidad a través de su Enviado (<<rasul>>) Mahoma. La palabra Islam quiere decir, literalmente, sumisión, en el sentido de sumisión a la voluntad de Dios.

La fe no basta en el Islam; son necesarias las obras y exige, además, a sus fieles ajustarse a la conducta que señalan el Corán y la Tradición sagrada de su Enviado (<<sunna>>), las cuales prescriben unas obligaciones rituales que, corrientemente, se conocen con el nombre de Pilares del Islam y que son:

1.- El acto de fe.
2.- La oración.
3.- la limosna.
4.- El ayuno durante el Ramadán.
5.- La peregrinación a la Meca.

Pero el islamismo fue una religión elaborada y como hecha a la medida del beduino de los desiertos arábigos, geográficamente similares al Sahara en su totalidad; por tanto, allí se practicaría con una pureza y ausencia de formalismo notables, lo cual no obsta para que continuaran teniendo vigencia normas consuetudinarias de conducta y ligeramente heterodoxas de anterior origen, que se han traducido en una serie de mitos y supersticiones.

Vértice y personificación de sus ideas religiosas son lo que nosotros designamos con el nombre genérico de SANTONES y que ellos llaman con gran variedad de vocablos para exponer los más diversos matices. La teoría del Santón se basa en la idea de la <<baraka>>, es decir, una especie de gracia santificante o una mayor predilección por parte de Dios y de la cual hablaremos más adelante. Consecuentemente, el Santón, al tener un grado superior de <<baraka>> que la gran mayoría de los mortales, es un valioso intercesor.

En la génesis de un Santón entran a formar parte factores diversos: hereditarios, personales, comisión de milagros o hazañas extraordinarias y sabiduría superior. Sus tumbas, llamadas <<morabitos>> están perfectamente localizadas, normalmente con un pequeño santuario o un montón de piedras. Son como hitos importantísimos o lugares telúricos a los cuales se va para curarse de una enfermedad o para otras cosas notables. Antiguamente era el lugar de concentración de los <<gasis>> antes de iniciar sus expediciones guerreras o <<razzias>>.

La <<baraka>> es una palabra casi mágica entre los saharauis que lo consideran como algo que concede Dios y que se transmite de padres a hijos. No se trata de un patrimonio propio de personas inteligentes, sino de algo que se hereda sin saber desde que lejanos tiempos. La <<baraka>> atrae hacia los que la poseen, a enfermos, a aquellos que dicen tener el diablo en el cuerpo y a gentes de muy diversa índole, que esperan sanar sus males corporales, espirituales o bien obtener los favores de los elegidos que poseen el bien de la gracia.

La <<baraka>> tiene distintas modalidades y usos particulares, algunos de ellos muy curiosos, como ocurría antes entre la gente de los Ahel Bussa, que tenían el privilegio de disparar el primer tiro en las guerras. Cosa similar ocurre entre los Suaad, de los Erguibat, y con los Yenha, respecto a la caza. También el don especial sirve para los arreglos de diferente índole, llamándose la <<baraka de palabra>>, muy corriente entre los Arosien. Hay <<baraka>> para tener puesto destacado en las negociaciones, para la exención de pago de tributos y hasta para la prioridad en la siembra. La <<baraka>> lleva consigo un alto sentido religioso. En el antiguo Sahara español, las familias de más prestigio poseedoras de tal don eran los Ma el Ainin y la del chej Sidi Bubeker.

Entre las tribus del desierto es muy estimado, por su porte y fortaleza, el ganado de los Erguibat y de los Ulad Tidrarin; entre estos últimos existe la creencia que ello se debe a que los pastores --que cobran los mayores sueldos-- llevan en su cayado la <<baraka>>.

Importancia tiene la <<baraka>> en los nacimientos. A los dos o tres días de nacer un niño o una niña, se llama al frig a una persona poseedora de la gracia. Esta, ante la criatura, masca unos dátiles dándole al niño su jugo par que por medio de él se le transmiten las virtudes y al mismo tiempo se recita al oído del niño, por tres veces, una invocación, agregando la que hace el almuédano al llamar a la oración.

La <<baraka>> es independiente de la inteligencia de la persona, pues hay casos de familias que la conservan en individuos completamente negados.

Respecto a otras normas de conducta heterodoxas en relación con la religión islámica, hemos de resaltar la creencia general de las saharauis en unos seres malignos o genios llamados <<yenun>>, así como en personas dotadas de poderes mágicos y maléficos, como el vampirismo o el aojamiento, culpables de las desgracias, lo que no encaja en su idea de un Dios infinitamente misericordioso y bueno.

2.- orden social tradicional entre las cabilas.

El sistema de estratificación de la sociedad indígena en el antiguo Sahara español, estaba constituido por cuatro niveles:

- En el 1º están:
1. Los <<sorfa>>, descendientes del Profeta. Un <<serif>>, singular de <<sorfa>>, que se estime tiene que saber de memoria el nombre de sus antepasados hasta llegar a Mahoma.

2. Los <<arab>>. Normalmente se consideran descendientes de árabes puros. Son guerreros, por lo que reciben el nombre grafico de <<gentes de fusil>>. Puede afirmarse que durante mucho tiempo han sido consideradas como pertenecientes a esta categoría las cabilas más temidas del desierto caracterizadas tanto por su orgullo como por su violencia, y especialmente algunas, por su ferocidad.

3. Los <<zuaia>>, de fondo religioso, pero más bien orientados a quehaceres de tipo intelectual: maestros del Corán (<<taleb>>) y escribanos. En el Norte se llaman morabitos o marabús. También como los <<arab>>, tienen su nombre grafico. <<gente de libros>>.

- En el 2º están:
Los tributarios o <<znaga>>, que también reciben el nombre de <<lahmé>>, es decir, <<carne sin hueso>>. Lo constituyen tribus pacificas de origen bereber, que tienen una relación de vasallaje humillante familia a familia con una tribu guerrera. Se le atribuyen algunos caracteres ridículos o grotescos en su forma de hablar y comportarse. Son pastores de camellos y cabras o pescadores.

- En el 3º están:
Los <<iggauen>> y los <<malemin>>. Los primeros son una especie de bardos; tocan diversos instrumentos y cantan unos tipos de composiciones. Son los bohemios del desierto y como tal son tratados: medio se les desprecia, medio se les admira y medio se les teme.

Los <<malemin>>, llamados majarreros por los españoles, trabajaban el metal y la madera. El majarrero es el <<homo faber>> del desierto. Es platero, herrero, carpintero, talabartero y su mujer hace delicados trabajos de cuero y aguja. Tienen la reputación de contar todo lo que oyen y ven. Son despreciados por su linaje y por su oficio: oficio y linaje van unidos íntimamente. Existe una tradición según la cual los majarreros son de origen israelita.

Su fundador fue un judío preso en la batalla de Jaibar, oasis al Norte de Medina, en la época del Profeta. Una vez convertido se dedico al trabajo manual como sacrificio o expiación y se casó con una negra. De este matrimonio salió la casta, que tiene un doble estigma: el de descender de judíos y negros.

- En el 4º están:
Los de más bajo nivel, esta constituido por los esclavos y los libertos que pertenecen a una raza completamente distinta: Son los negros. El negro, en esta sociedad, no se juzga dotado de ninguna calidad estimable. Pueden tener negros los hombres de fusil, igual que los <<sorfa>> o que los hombres de libros o que los tributarios. Puede poseer negros un majarrero o un bardo despreciado. Pero dentro de este ultimo grado de la sociedad hay también diferencias de matiz, distinguiéndose dos clases de esclavos: los adquiridos por compra o en <<razzia>> y, los que han nacido en familia. Estos últimos son tratados con más miramiento y con frecuencia se les liberta en temprana edad, sobre todo si es dócil, de buenas costumbres y piadoso. Es común también hallar libertos que han comprado su manumisión.

Con el dominio español en el Sahara, prácticamente desaparecen los esclavos, aunque algunos quedaban, sobre todos libertos.

Los niveles 3º y 4º, pues, son de ínfima categoría. Los <<iggauen>>, por ejemplo se considera que son hermosos y de facciones correctas, pero que tienen la lengua larga, es decir, que les gustan los chismes y enredos, resultando poco de fiar. Por esos hay un refrán que dice:
Mejor los negros que los majarreros;
Mejor los majarreros que los <<iggauen>>
Sin embargo esto es una ironía, ya que el negro es el ser humano más despreciado en el Sahara.

LEGIO PATRIA NOSTRA

“ En la Legión todos somos
hermanos, las glorias
de uno son glorias de todos,
las glorias de nuestra Bandera nos
pertenecen una a una, porque su paño
lo teñimos con la sangre legionaria”.


Pepefu.


Continuara.
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