Los motes y apodos.
Publicado: 21 Ene 2010 10:02
Estimados saharianos:
Es curioso cómo por mediación de los “motes y apodos” recuerdo perfectamente, a una serie de compañeros. Los motes no los ponían nuestros propios instructores. También había un Sargento instructor, que era muy acertado a la hora de ponerlos...Aunque tenia muy malas pulgas, era bastante simpático y dicharachero. Eso sí, en los cruces con este Sargento, se recomendaba guardar las distancias, por si acaso...
Empezaré con “el pistolas”. Compañero de mi mismo reemplazo que tras llevar 15 días allí, robó una pistola y la escondió a las afueras del campamento, el pensaba que no lo había visto nadie, pero ya se sabe, la Policía no es tonta y investiga. Tras la correspondiente investigación, el pistolas cantó todo lo que sabía, indicó el lugar donde la había escondido y también se confesó, simpatizante de E.T.A. Al poco tiempo fue trasladado y no supe nada más de él.
El político, otro compañero de mi reemplazo, que por sus formas de expresarse parecía que venia de la Universidad, sabia debatir sobre cualquier tema. Tras aquellos días interminables de instrucción, el aprovechaba cualquier pausa, para criticar por lo “bajini”, el comportamiento animal que mostraban algunos de aquellos instructores. Después creo recordar, haberlo visto alguna vez, por nuestro cuartel.
El filigranas, era conocido por dos motivos, uno era a la hora de las retretas, su voz era impresionante, contestábamos con el segundo apellido y el suyo era J.M.MUÑOOOOOZ.
Lo de filigranas le vino cuando un instructor, le ordenó un movimiento con el arma y se hizo un pequeño lío, el Sargento vio aquel movimiento y dijo sonriendo, chaval, déjate de hacer filigranas. Tras la jura de Bandera, fue destinado de cocinero por la zona de Smara. Un día de verano, vino al Aaiún para algún asunto y nos hizo una visita en la cocina.
El pijo, también era de mi mismo reemplazo, aunque por aquellos años, la palabra pijo, no tenia el mismo significado que tiene hoy en día. El pijo era de Lorca y pronunciaba tantas veces esa palabra, que al final se le quedó el mote de “el pijo” G.A.C. Que gracioso era el tío!!!
Algunos de estos compañeros ya no están entre nosotros, aunque por mediación de sus motes, siempre estarán en la memoria de quienes los conocimos. que en paz descansen todos ...
En otra ocasión, seguiré engordando la lista de gente inolvidable, que conocí por aquellos días en el Desierto del Sáhara.
José Marín PT.
Es curioso cómo por mediación de los “motes y apodos” recuerdo perfectamente, a una serie de compañeros. Los motes no los ponían nuestros propios instructores. También había un Sargento instructor, que era muy acertado a la hora de ponerlos...Aunque tenia muy malas pulgas, era bastante simpático y dicharachero. Eso sí, en los cruces con este Sargento, se recomendaba guardar las distancias, por si acaso...
Empezaré con “el pistolas”. Compañero de mi mismo reemplazo que tras llevar 15 días allí, robó una pistola y la escondió a las afueras del campamento, el pensaba que no lo había visto nadie, pero ya se sabe, la Policía no es tonta y investiga. Tras la correspondiente investigación, el pistolas cantó todo lo que sabía, indicó el lugar donde la había escondido y también se confesó, simpatizante de E.T.A. Al poco tiempo fue trasladado y no supe nada más de él.
El político, otro compañero de mi reemplazo, que por sus formas de expresarse parecía que venia de la Universidad, sabia debatir sobre cualquier tema. Tras aquellos días interminables de instrucción, el aprovechaba cualquier pausa, para criticar por lo “bajini”, el comportamiento animal que mostraban algunos de aquellos instructores. Después creo recordar, haberlo visto alguna vez, por nuestro cuartel.
El filigranas, era conocido por dos motivos, uno era a la hora de las retretas, su voz era impresionante, contestábamos con el segundo apellido y el suyo era J.M.MUÑOOOOOZ.
Lo de filigranas le vino cuando un instructor, le ordenó un movimiento con el arma y se hizo un pequeño lío, el Sargento vio aquel movimiento y dijo sonriendo, chaval, déjate de hacer filigranas. Tras la jura de Bandera, fue destinado de cocinero por la zona de Smara. Un día de verano, vino al Aaiún para algún asunto y nos hizo una visita en la cocina.
El pijo, también era de mi mismo reemplazo, aunque por aquellos años, la palabra pijo, no tenia el mismo significado que tiene hoy en día. El pijo era de Lorca y pronunciaba tantas veces esa palabra, que al final se le quedó el mote de “el pijo” G.A.C. Que gracioso era el tío!!!
Algunos de estos compañeros ya no están entre nosotros, aunque por mediación de sus motes, siempre estarán en la memoria de quienes los conocimos. que en paz descansen todos ...
En otra ocasión, seguiré engordando la lista de gente inolvidable, que conocí por aquellos días en el Desierto del Sáhara.
José Marín PT.