- Mi experiencia sahariana tuvo lugar durante los años 68-69 en la Policía Territorial. Y por supeuesto que en el shara había esclavos. Es más: había MERCADO DE ESCLAVOS. "Morenos" en la jerga local.Las Autoridades españolas lo pretendían disimular con el eufemismo de "contratación de trabajadores" y tenía lugar, creo recordar que semanalmente, en las inmediaciones del Zoco de Bakalitos, en el Aaiún, cerca del mercado de camellos.
La Policía Territorial prestaba un servicio de patrullaje explícito en la zona, pero sólo para evitar conflictos entre los clientes (la "contratación" se consideraba una actividad normal). Las patrullas se efectuaban por parejas de agentes formadas por un peninsular y un nativo, que actuaba como intérprete-asesor, aunque la reponsabilidad de lo que se hiciera era siempre del peninsular.
Recuerdo dos anécdotas significativas:
- Un compañero de la 1ª Cia. (un extraño idealista catalán que había pedido ir voluntario al Sáhara) consultó al teniente si podría comprar un esclavo para darle la libertad. El Tte. le dijo que no se lo recomendaba porque él había tenido la misma ocurrencia cuando llegó al Sáhara y se llevó la sorpresa de que el flamante liberto, a los dos dias de libertad, había vuelto de nuevo con su antiguo amo. No asimilaba su nueva situación y prefería seguir en su antiguo estado.Incomprensible para nosotros pero así era aquello.
- Un propietario saharahui de un Bazar que estaba cerca del Cine "Las Dunas" de El Aaiún, tenía tambien un negocio de taxi. El conductor del taxi era un "moreno" (como es de suponer, ni el conductor - dado su status - tenía carnet de conducir, ni el taxi seguro alguno; ambas situaciones bastante habituales por aquellos andurriales). Pero resulta que los esclavos también tienen sus necesidades y este moreno se empeñaba en comer todos los días. Como sus situación laboral no le daba derecho a sueldo, echaba mano de la recaudación del taxi para tal fin, pero cogiendo estrictamente lo necesario.Cuando el amo pedía cuentas al esclavo, no le salían los números y después de acusarle de ladrón, venía a la Policía y le denunciaba.
Resultado: detención del "moreno" y taxi inmovilizado en el cuartel, (con regocijo general de la guarnición, que disponía de vehículo gratis para prácticas de conducción). Y a esperar el juicio. Pero no acababa así el asunto. Cuando el amo se daba cuenta de que al estar el taxi retenido estaba perdiendo dinero, venía a retirar la denuncia. Se liberaban esclavo y taxi y vuelta a empezar. Porque al poco tiempo, se repetía la historia.
Durante los casi dos años que yo estuve destinado en la que hacía las veces de Comisaría de El Aaiún, aquella historia se repitió muchas veces.
Cuando veíamos aparecer al propietario por el cuartel, se generaba un ambiente de lo más divertido, ¡¡porque detrás de él venía el "moreno" y él solito se iba derecho al calabozo!!.
Esto dará una idea - a los que no lo sepan - de cómo, si las aventuras militares en el Sahara eran peculiares, las civiles no tenían nada que envidiar. Y mucho más divertidas.
Saludos:
Paco.
