Trato recibido del Ejercito.

FORO de la WEB "La Mili en el Sahara"
Julio Méndez
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Mensaje por Julio Méndez »

Amigo Román (permíteme este tratamiento):
No se exactamente de donde procede la familia de Fernando Sancho. Es posible que tenga parientes en el Puerto.

Indudablemente, lo de las comidas en una simple anécdota. Hay mil cosas importantes que son las que nos mantienen en la misma línea.

Ojalá esta página dure mucho y seamos capaces de respetar todas las opiniones, discrepar con buen gusto y estilo y marchar juntos en los planteamientos que nos unen.
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José Marín Díaz
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El rancho.

Mensaje por José Marín Díaz »

Hola a todos:
Para Josep Carím, es muy cierto mí Coronel, todos los domingos muchos compañeros comían fuera y algunos Mandos de otros cuerpos, visitaban a nuestros jefes de la PT, por lo qué los escoltas y los soldados visitantes, almorzaban en nuestro comedor. En algunas ocasiones fueron entre 10 y 15 los invitados. Tambien repartiamos entre 60 y 80 raciones de comida diarias, a las diferentes dependencias policiales y pustos de control a las afueras de El Aaiún.
Román Martínez, en nuestro cuartel también se montaba una mesa individual, donde se ofrecía la prueba del menú del día, que serviríamos a la tropa. Cuando abría el comedor, le daba el sin novedad al Oficial y le explicaba la composición del menú. Algunos Oficiales, la olían y la probaban. Un día un Teniente procedente de Smara, al probar la comida me dijo “este papaeo está de puta madre” era muy dicharachero y se hizo el mismo una paella para compartirla con sus compañeros en el bar de Oficiales.
En lo referente al mangoneo: pues suguramente que habría algún intrepido, que metiera la mano en el presupuesto.Aunque esto no era lo cotidiano en nuestro cuartel.
José Marín PT.
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Román Martínez del Cerro
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Amigo Sahariano

Mensaje por Román Martínez del Cerro »

Julio Méndez escribió:Amigo Román (permíteme este tratamiento):
No se exactamente de donde procede la familia de Fernando Sancho. Es posible que tenga parientes en el Puerto.

Indudablemente, lo de las comidas en una simple anécdota. Hay mil cosas importantes que son las que nos mantienen en la misma línea.

Ojalá esta página dure mucho y seamos capaces de respetar todas las opiniones, discrepar con buen gusto y estilo y marchar juntos en los planteamientos que nos unen.
O.K. y lo "amigo" espero que no sea solo un tratamiento, por mi parte amigo y compañero sahariano. Un abrazo, Román
Julián Ródenas Sánchez
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Sahara mili

Mensaje por Julián Ródenas Sánchez »

He leído en el Foro algunas opiniones sobre la pobreza de medios que el Ejército Español tenía cuando nosotros estábamos en el Sáhara . Todo tiene una explicación puesto que estábamos en un Régimen de Dictadura militar en el que una de las maneras de mantener a los mandos contentos y sin veleidades subersivas es aplicando el dicho castellano de " vive y deja vivir " y" una mano lava a la otra y las dos la cara " por lo que en determinados casos se dejaba hacer lo ilegítimo mirando para otro lado y , seguramente , el preupuesto no llegaba a su real destino . Recomendaría a los que esto lean y tengan interés en la Historia que leyeran Hernán Cortés de Salvador de Madariaga en el que , el autor , expone con toda claridad la manera que tenía el Conquistador de Méjico de tratar a sus Capitanes cuando ocupaban un nuevo pueblo . Las mejores mozas indias las repartía entre los Alvarado y adláteres , las mejores piezas de oro , una vez retraído el quinto para el Rey ,para sus más íntimos colaboradores , asegurándose la fidelidad en todas las ocasiones duras y difíciles que sortearon hasta la total dominación del territorio . Posteriormente , y ya en este siglo , en las guerras de África el personal de a pie sufría esas sangrías de presupuesto como una cosa normal y todos hemos oído contar a nuestros mayores las desdichadas campañas de Annual y Monte Arruit en que la sangre española corrió a raudales por la mala organización y los pocos medios . Tambien hay bibliografía tocando ese tema de Ramón J. Sender .Hace pocos meses Ramón Tamames ha hecho un estudio sobre D. Miguel Primo de Rivera en su libro Ni Franco ni Musolini , la Dictadura de Primo de Rivera La dejadez de tdos los gobiernos que ha tenido España ,en todos los sentidos , para con su Ejército, . ha sido de escándalo. Permitirme otra recomendación . Es un libro de Paul Prreston , El gran manipulador , en el qu analiza a Franco bajo el prisma sicológico y todas sus actuaciones desde que entró en la Academia de Infantería de Toledo l que pone de manifiesto el comadreo que funcionaba en los estamentos y que dejaba hacer para tenerlos siempre sujetos a sus conmílites , teniendo en cuenta que Franco era , para sus contemporáneos tenientes generales un "primus inter pares " . D e todas maneras si en el Sáhara había deficiencias de material y además de alimentación , en la Península estaban diez veces peor . Yo estuve en Nómadas y tal percepción no la tuve . Quizá porque éramos pocos europeos en la base de Hagunía y los mandos eran ejemplares y no hubo , bajo mi parecer nada de qué quejarse , nada más que del terrible calor y delas invasoras moscas.
Julio Méndez
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Mensaje por Julio Méndez »

Al amigo Román:
Indudablemente, el tratamiento es absolutamente sincero. Considero amigos a todos los que estamos en este "barco". Tenemos recuerdos profundos comunes y aunque discrepemos hay algo superior que nos une: nuestro paso por el desierto.
Julián Ródenas:
Desde que el mundo es mundo, o mejor dicho, desde que el hombre es hombre, siempre ha existido la tentación de "meter la mano" y aunque los casos son pocos, siempre hay alguno. Y no es cuestión de dictaduras.

Todos tenemos vivencias recientes de personajes públicos que se han quedado con enormes cantidades de dinero de las arcas del Estado y el escándalo únicamente ha sido para los que estábamos de espectadores. No he visto a nadie "rasgarse las vestiduras" ni presentar su dimisión.

Lo nuestro era pecata minuta; una corruptela difícil de probar.

Esa es la anécdota. Lo importante es el resto. Las circunstancias que hemos vivido con mejor o peor fortuna en un lugar muy lejos de nuestras familias y amigos, en un mundo diferente.
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Antonio N. Marrero
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Mensaje por Antonio N. Marrero »

Para que no haya confusión, en un anterior mensaje que escribí, nunca pretendí demostrar que la mili, en territorio peninsular (o insular) era idéntica que la efectuada en Sahara. Lo único que pretendía decir era que había numerosos factores comunes, no en vano estuvimos en la misma institución y muchas veces con los mismos mandos y organización. Pero había diferencias por supuesto. Lo que trato es de buscar esas diferencias específicas de la mili sahariana. No insistiré mas en esto.

Otro asunto que se ha comentado es el de la pobreza de medios. Solo deseo añadir que ese panorama fue cambiando a lo largo del tiempo. Solo hay que observar los álbumes de fotos para verlo. Salta a la vista que la calidad de vida, el vestuario, las instalaciones fueron mejorando a lo largo del tiempo. Significativamente. En lo que se refiere a trato también y basta leer relatos de quienes hicieron la mili en diferentes épocas. Uno de esos detalles es que en el trato hacia el soldado de a pie, el grado de respeto se incrementó. Se fueron abandonando los castigos físcos por ejemplo y el trato degradante, no solo de mandos a tropa sino incluso entre la propia tropa. En la unidad en que hice la mili, por ejemplo, las novatadas estaban estrictamente prohibidas. Naturalmente siempre hubo casos de abusos, pero siempre achacables a personas concretas y no al conjunto. Volviendo a la comparación, si se oyen relatos de milis antiguas, allá por los años 40 (por decir una fecha) y se compara con milis de los años 70, hay diferencias abismales solo en lo que a trato se refiere.

Otro asunto que se ha tocado es de la picaresca y sisa. Quizá allá a principios del siglo XX, en Marruecos si se ha documentado algo mas grave: corrupción y además otros cuantos delitos del mismo jaez. A lo que me refiero es a lo que comúnmente se menciona en estos foros de arreglos en cocinas y economatos. O en oficinas. Como se sabe, en toda unidad se lleva una contabilidad detallada sujeta a auditoría. Pués bien, está documentado que duramente mucho tiempo hubo una contabilidad paralela, la llamada Caja P. Lo curioso, es que ambas eran auditadas igualmente. El motivo de estas irregularidades que aunque conocidas eran toleradas, fue simplemente el de disponer de recursos extra para obtener fondos de los que se carecía. Para ellos se hacían todo tipo de apaños con proveedores, precios, materiales diarios, productos, etc. y obtener ahorros o justificar "oficialmente" gastos inexistentes o inexactos. Segun parece, ocurrió en todas las unidades y sin ánimo de desfalco, solo de supervivencia. Por supuesto, es muy probable que hubiera casos no solo de pequeños abusos sino de algo mayor o de sisas en la compra, pero que yo sepa no en la escala que a veces se piensa.

Y finalmente, también se ha tocado el asunto de la pobreza por no decir miseria en algunas épocas de instalaciones, equipos o lo que sea, dentro del Ejército. Es un tema muy amplio y algo complicado. Solo buscando cifras de los presupuestos del Estado, se ven datos como que, en 1951, el porcentaje dedicado en conjunto a Defensa era del 32.49% del total; en 1952 era del 35.07%. Sin embargo en los años 40, los porcentajes fueron superiores, en 1942 fueron del 36.17% y en 1945 se llegó al record de 43.06%. En años posteriores, el porcentaje fue descendiendo y así en 1956 era del 27.37%, en 1958 del 22.36% y en 1960 del 18.76%. Posteriormente continuaría descendiendo mucho mas. La gran inflexión se produjo a finales de los años 50 con el plan de estabilización económica y el cambio del modelo económico del país, con el abandono del modo autárquico, cosa que hizo posible el espectacular crecimiento de los años 60. Son porcentajes muy altos comparados con los actuales, pero también hay que decir y así lo mencionan distintos autores, que la cantidad de personal y mandos eran enormes y herencia de la guerra civil y de diversas circunstancia relacionadas. había una enorme cantidad de instalaciones y de personal que atender que sumados al aislamiento internacional de los años 40 e inicios de los 50, hizo que la situación llegara a ser mala. Que la cantidad dedicada a nóminas fuera elevada, tampoco indica que hubiera salarios elevados, que conste. Puede parecer contradictorio enfrentar los datos de porcentajes citados y el grado de atraso, pero teniendo en cuenta las circunstancias, no lo son.

Sin meterse en análisis detallados, se puede decir que todas estas circunstancias de organización, cantidad excesiva de personal, material obsoleta o en lenta renovación, instalaciones envejecidas o no adecuadas y un largo etcétera, fueron "sentidas" por los fueron a la mili en cada época. Lo vivieron de forma diferente, en instalaciones, alimentación, vestuario, armamento, material... Aparte, la sociedad civil también cambió muchísimo y las costumbres también, el grado de bienestar aumentó y la economía en general también. Cosas que a un soldado de los años 60 le parecerían intolerables, no tendrían importancia alguna para uno de los años 40 y no digamos de los años 20, en Marruecos por ejemplo. Igual que para muchos jóvenes de hoy, las condiciones de la mili que hicimos nosotros (en cualquier parte, da igual) allá por los años 70, serían absolutamente insoportables. Las cosas del progreso y el confort.

Saludos cordiales, Antonio N. Marrero
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Román Martínez del Cerro
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La vida cambia

Mensaje por Román Martínez del Cerro »

Antonio, la vida cambia. Cualquiera de nosotros, en mi caso que ya he cumplido los 61 años, si recuerdo como era la vida hace 50 años y la comparo con la actual, casi me da un pasmo. No solo por lo que teniamos en esos años, como se vivía, a los medios con que se contaba, también la diferente forma de pensar, las costumbres, todo...Por eso, cuando se anlaizan los hechos históricos, nunca podemos olvidarnos de todas estas circunstancias y sobre todo de la mentalidad existente en el momento de esos hechos. Lo que ayer se podría pensar como normal, hoy puede ser un hecho absolutamente impresentable. Lo bueno es que, a mi entender, ese cambio ha sido para mejor en muchas cosas. Aunque por desgracia, en otras aunque sean minoría, este cambio ha sido para peor. No creo que haga falta poner ejemplos concretos, que están en la cabeza de todos.
Julio, por mi parte la amistad entre saharianos la considero, igualmente que tu, absolutamente sincera y desinteresada.
Un abrazo, Román
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Hilari Juan
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Re: La vida cambia

Mensaje por Hilari Juan »

Román Martínez del Cerro escribió:Antonio, la vida cambia. Cualquiera de nosotros, en mi caso que ya he cumplido los 61 años, si recuerdo como era la vida hace 50 años y la comparo con la actual, casi me da un pasmo. No solo por lo que teniamos en esos años, como se vivía, a los medios con que se contaba, también la diferente forma de pensar, las costumbres, todo...Por eso, cuando se anlaizan los hechos históricos, nunca podemos olvidarnos de todas estas circunstancias y sobre todo de la mentalidad existente en el momento de esos hechos. Lo que ayer se podría pensar como normal, hoy puede ser un hecho absolutamente impresentable. Lo bueno es que, a mi entender, ese cambio ha sido para mejor en muchas cosas. Aunque por desgracia, en otras aunque sean minoría, este cambio ha sido para peor. No creo que haga falta poner ejemplos concretos, que están en la cabeza de todos.
Julio, por mi parte la amistad entre saharianos la considero, igualmente que tu, absolutamente sincera y desinteresada.
Un abrazo, Román
Hola:

Yo no voy ha hablar de la comida, ni voy ha hablar de que los tiempos han cambiado. Simplemente voy ha explicar lo que me ocurrió un día en concreto, estando en Villa Cisneros.

Ya llevaba unos 6 meses de mili y aquel día de buena mañana un sargento me propinó una paliza, por cierto la única que he recibido en la vida. El caso es que la noche anterior volvimos de patrulla de cinco días y como era normal volvimos hechos una calamidad de sucios, incluidos Land Rovers i el armamento. Justo ducharnos, cenar y a dormir, con la intención de limpiar el cetme por la mañana, tal como quedamos con el teniente.

Por la mañana e inmediatamente después de desayunar un sargento, el que estaría de servicio en la compañía, nos manda vestirnos y coger el cetme para hacer instrucción, que por cierto no hacíamos casi desde el BIR.

Empezamos la instrucción y no pasan ni cinco minutos, que ese sargento me saca a empujones de la formación y sin mediar palabra me empieza a dar una paliza brutal, bofetadas, puñetazos, patadas, hasta que caí al suelo. Ni decir tiene que la tropa se quedó muda, acojonada y pasmada.

Supongo que la paliza fue por ver mi cetme lleno de polvo. Pero no era el único que tenía el cetme sucio. Por descontado que hablé con el teniente y a ese sargento no lo volví a ver. Supongo que lo trasladaron y poca cosa más.

Este es el peor recuerdo en lo que se refiere al trato recibido en el ejército.

Las palizas eran muy normales en la legión. Yo las podía ver a diario, pero en ingenieros es la única que vi y por desgracia me tocó a mí.

Un saludo sahariano
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sergio
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Mensaje por sergio »

Hilario, después de leer tu escrito y como Sargento de Ingenieros que fluí, creo que el tal Sargento tenia que ser un amargado o haberse desayunado con una buena ración de Ginebra sin Coca cola, el sacarte de la formación no fue por el armamento, que en ese momento él no podía ver su estado, yo creo que fue por no llevar el paso o algo parecido, pero fíjate, si en el BIR, con toda la mala fama que tenían los instructores, yo entre ellos, nunca se nos ocurriría dar tan tremenda paliza, he conocido auxiliares que le han dado una bofetada a un recluta, nunca en mi presencia, por que en ese caso el auxiliar se había ganado algún arresto, pero si que funcionaban las imaginarias o las perolas.
Insisto, este Sargento, es de los luego nos hacen quedar mal a los demás. Una cosa es ser militar y sentirlo y otra ser un bestia
:shock: :D
Sergio Polo, Sargento Especialista-Ingenieros
Albert Marin Ausin
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¿Palizas en la Legión?

Mensaje por Albert Marin Ausin »

He leído el comentario de Hilari Juan: "Las palizas en la legión eran muy normales, yo las podía ver a diario"

Mi pregunta a los legionarios que entrais en esta web es: ¿vosotros fuisteis testigos de palizas a compañeros o a vosotros mismos durante vuestra estancia en el Tercio? ¿era algo frecuente? ¿Qué opinais?

Saludo sahariano
El furri de Cabrerizas
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Hilari Juan
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Re: ¿Palizas en la Legión?

Mensaje por Hilari Juan »

Albert Marin Ausin escribió:He leído el comentario de Hilari Juan: "Las palizas en la legión eran muy normales, yo las podía ver a diario"

Mi pregunta a los legionarios que entrais en esta web es: ¿vosotros fuisteis testigos de palizas a compañeros o a vosotros mismos durante vuestra estancia en el Tercio? ¿era algo frecuente? ¿Qué opinais?

Saludo sahariano
El furri de Cabrerizas
Pues resulta que simplemente por llegar el último a formación para ir a comer, podia pasar que el cabo de turno le diera un juego de hosti...

Y nosotros los pistolos que formábamos con ellos para comer, cenar, misa... podíamos ver lo que pasaba.

Un saludo

Hilari Juan
Albert Marin Ausin
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Trato humillante

Mensaje por Albert Marin Ausin »

Amigo Hilari, no dudaba de tu testimonio, siempre había oído del trato a los legionarios (dureza, disciplina, rigidez, etc), pero cuando hablamos de palizas o simples collejas, ya no lo entiendo como disciplina.

¿Como puede convivir un caballero legionario, un orgulloso y digno guerrero, con un trato tan vejatorio y humillante? de verdad que en mi escala de valores nunca lo he entendido. Quizás buscaban tenerlos bien cabreados para que, en caso de contienda, volcar el resentimiento en el enemigo. A este último critério, yo diría, maltatarlos para convertirlos en maltratadores. Creo que hoy día, en la legión, el trato debe ser distinto. Aquellos tiempos pasados........¡qué cosas!

En algún escrito a esta web, creo que ya comenté el trato recibido. Como a casi todos, hubo de bueno y malo. Cuando recibí peor trato, es cuando menos soldado me sentía. En los últimos meses de mili, especialmente en Bucraa, con nuestro gran capitán Carellán, gran profesional y excelente persona, me sentí, por primera vez, soldado del ejercito español, al igual como muchos compañeros de la 2ª cia. de Cabrerizas.

Nuestro Capitán, amante de la disciplina y también del buen trato a la tropa, consiguió más autoridad que otros mandos que empleaban los castigos y el autoritarismo humillante para con la tropa.

Saludos
El furri de Cabrerizas, 73 - 74
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sergio
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Mensaje por sergio »

Los malos tratos no son de ayer ni de hoy, los ha habido siempre. Una muestra reciente:
Como vereis no se trata de simples "collejas" de un Auxiliar o un Cabo por mor de una falta en la instrucción, es algo mucho más grabe



M - 101.- En abril, la Sala de lo Militar del
Tribunal Supremo confirma la condena impuesta, por el Tribunal
Militar territorial de Sevilla, al cabo 1� de la Legi�n O. L. M. de
cinco meses de prisión como autor de un delito de abuso de
autoridad en su modalidad de maltrato de obra, ocurrido el 24 de
mayo de 1988 en la persona de L. A. B.

Los hechos declarados probados, tuvieron lugar durante un ensayo de la
Jura de Bandera que ten�a lugar en la 6� Compa��a del Tercio de la Legi�n Duque
de Alba II, destinado en Ceuta el 24 de mayo de 1988. El cabo condenado dirig�a
los ensayos y, al observar que L. A. B. perd�a el paso en el desfile, le golpe� con
el fusil cetme que portaba, armado con su correspondiente machete, en el gluteo,
resultando el agredido con una herida incisa de diez cent�metros de profundidad.


M - 102.- En mayo, el Gobierno indult� a
RAM�N P�REZ AREVALO, cabo del Ej�rcito de Tierra, a quien un
Tribunal Militar hab�a condenado a tres a�os y cuatro meses de
prisi�n por haber maltratado en 1989 a un centinela.


M - 103.- DIEGO J. RODR�GUEZ NAVARRO,
formul� en noviembre una querella contra cuatro mandos de la
Brigada Paracaidista con sede en la madrile�a localidad de Alcal�
de Henares, tres capitanes y un teniente, como responsables de la
cojera que sufre como secuela tras haber sido obligado, desde
octubre de 1989, a participar en maniobras y marchas a pesar de
encontrarse dado de baja.

En octubre de 1989, el ex paracaidista se lesion� la rodilla izquierda por lo
que tuvo que ser ingresado en la enfermer�a del cuartel, pese a lo cual sus
superiores le obligaron a realizar las actividades del cuartel. D�as despu�s tuvo
que ser ingresado de nuevo, esta vez en el hospital militar donde le dieron la baja.
A pesar de lo cual, uno de los capitanes denunciados le impidi� continuar el
tratamiento prescrito y le orden� participar en maniobras y marchas de tres d�as
en las que corr�an entre 60 y 90 kil�metros. Ante el agravamiento de las lesiones
que sufr�a, el 21 de enero de 1990 tuvo que ser operado de la lesi�n en la rodilla,
recibiendo el alta el 3 de abril, debiendo volver a revisi�n en el mes de septiembre.
Sin embargo, el d�a 1 de este mes, uno de los capitanes querellados le orden�
acudir a nuevas maniobras y impidi�ndole acudir al hospital. Situaci�n que vuelvi�
a repetirse poco despu�s a pesar del informe por escrito emitido por el Hospital
en el que se indicaba que Diego Jos� "debe estar rebajado de servicio".
Desde su salida del cuartel, Diego Jos� Rodr�guez tuvo que ser
intervenido en otras tres ocasiones, habi�ndole quedado como secuela de su
paso por la mili una cojera en la pierna izquierda.


M - 104.- El Ministerio de defensa ha
denegado reiteradamente la pensi�n solicitada por la familia de
RICARDO AG�ERA quien qued� incapacitado total e
irreversiblemente tras su paso, en 1990, por el Regimiento Ramis
94, con sede en las Palmas de Gran Canaria, donde fue objeto de
malos tratos que finalizaron con el procesamiento de dos cabos de
la unidad militar.

Ricardo Ag�era era, en 1990, soldado de reemplazo destinado en La
Palmas, cuando fue captado por La Legi�n. Destinado al regimiento Ramis 94, fue
objeto de continuos golpes y malos tratos que le causaron lesiones f�sicas y
ps�quicas que le han convertido en "una persona incapacitada al 100%, de forma
absoluta, permanente e irreversible" seg�n los informes del Instituto Nacional de
la Seguridad Social.
Por las lesiones sufridas fueron procesados dos cabos de la unidad, sin
embargo, las agresiones sufridas provinieron tambi�n de un sargento y un
teniente, contra quienes el juez instructor no ha dirigido el procedimiento.


M - 105.- En mayo, el Tribunal Supremo,
confirmaba la condena impuesta al cabo de la Legi�n J .M. V. P.
como autor de un delito de "abuso de autoridad por maltrato de
obra a un inferior" por hechos ocurridos en el Tercio Juan de
Austria III, destinado en Fuerteventura (Canarias) en noviembre de
1990.

Este mes, el condenado mientras impart�a instrucci�n militar a los nuevos
legionarios, agredi� reiteradamente a A. A. R. "golpe�ndolo en m�ltiples
ocasiones con la mano abierta, en unas ocasiones, y cerrada en otras, y
propin�ndole empujones cuando se encontraba en instrucci�n y en clases
te�ricas, por errores cometidos por el citado durante las mismas, sin que en
ninguna ocasi�n le produjera lesi�n alguna".
Ante el trato recibido, A. A. R. abandon� el servicio siendo juzgado y
absuelto por deserci�n en 1992, pues "la severidad del trato que recib�a de
algunos de sus superiores le hab�a producido un estado de angustia tan intenso
que pod�a ser subsumido en la eximente de miedo insuperable".


M - 106.- En marzo de 1995, el Tribunal
Supremo confirm� la pena de un a�o de prisi�n, impuesta en
marzo de 1993 por el Tribunal Militar Regional, al cabo de la
Legi�n J. J. L., como autor de un delito de abuso de autoridad y a
siete meses de arresto como autor de un delito de embriaguez en
acto de servicio, cuando en la madrugada del 24 al 25 de
diciembre de 1990, encontr�ndose en servicio de guardia en el
Fuerte Mar�a Cristina de Melilla, dependiente de Tercio de la
Legi�n Gran Capit�n I, golpe� a varios soldados.

Ese d�a, sobre la 1,15 de la madrugada, el condenado orden� a todos los
compon�an la guardia de prevenci�n del cuartel que formasen con el armamento
reglamentario. Como el soldado R. I: no lo llevaba, pues poco antes el mismo
cabo le hab�a ordenado que lo dejara en el armero, le propin� una bofetada al
tiempo que le dec�a que girase sobre si mismo, recibiendo el soldado una
bofetada del procesado cada vez que realizaba esta operaci�n, hasta unas diez
veces aproximadamente. Igualmente, sin motivo aparente, golpe� a G. V:, oblig� a
reptar a M. P. A., a quien peg� una patada en la cabeza cuando estaba en el
suelo, y a F. S. M. a quien, tras ordenarle entrar en un cuarto, le golpe� en el
est�mago.


M - 107.- La Sala de lo Militar del Tribunal
Supremo desestim�, en febrero, el recurso de casaci�n interpuesto
por el cabo de la Brigada Paracaidista A. I. S. contra la sentencia
del Tribunal Militar Primero con sede en Madrid que lo conden�
por un delito de abuso de autoridad al golpear, el 30 de enero de
1991, a A. F.

Este d�a, con ocasi�n de un ejercicio nocturno de la V� Compa��a donde
estaban destinados, el cabo A. I. S. golpe� con su mano en la cabeza de A. F. al
tiempo que le ordenaba que ocupase su sitio en la formaci�n militar. Poco
despu�s, A. F. se sinti� mareado debiendo acudir al botiqu�n de la unidad y, desde
all�, ser ingresado en el Hospital Militar G�mez Ulla donde permaneci�, en la
Unidad de Cuidados intensivos, servicios de neuropsiquiatr�a y de psiquiatr�a
hasta el 21 de febrero.


M - 108.- El Tribunal Militar de Barcelona
conden�, a penas de tres meses hasta un a�o de prisi�n, a cinco
ex cabos del Ej�rcito de Tierra y ocho soldados veteranos, todos
ellos destinados de la unidad de Seguridad de la Academia
General Militar de Zaragoza, por el delito de abuso de autoridad
en la modalidad de trato degradante a un inferior, por los hechos
ocurridos en febrero de 1991. Previamente al juicio que deb�a
haberse celebrado, las defensas de los acusados negociaron con
el fiscal una rebaja de las penas que iba a solicitar y la retirada de
la acusaci�n por el delito de coacciones. La �nica acusaci�n
particular personada en el procedimiento se retir� momentos antes
de dicha negociaci�n.

Seg�n la denuncia, y la sentencia dictada posteriormente, lo
acusados sometieron, en febrero de 1991, a novatadas degradantes
y coacciones a los soldados de reemplazo, de los que obtuvieron
por la fuerza distintas cantidades de dinero.


M - 109.- El Tribunal Supremo conden� a la
pena de tres meses de prisi�n al capit�n de la legi�n ENRIQUE
FERN�NDEZ �REA, del Tercio Alejandro Farnesio IV con base en
Rota (M�laga) por golpear de forma airada, mientras permanec�an
en posici�n de firmes, a dos soldados de la unidad tras
preguntarles por la desaparici�n de una cinta de video el 10 de
septiembre de 1991.


M- 110.- En el mismo mes y por la misma
Sala del T. Supremo, era confirmada la condena impuesta a M. O.
S., sargento del Tercio de la Legi�n Juan de Austria III, destinado
en Fuerteventura (Canarias), por un delito de abuso de autoridad y
las lesiones causadas al legionario F. P. L. a quien produjo
perforaci�n de t�mpano. La agresi�n se produjo a mediados del
mes de enero de 1992, cuando, sin motivo alguno, el sargento M.
O. S. se dirigi� a la cocina de la unidad donde se encontraba F. P.
L. "propin�ndole varios bofetones en la cara, a consecuencia del
cual result� con perforaci�n timp�nica derecha".


M - 111.- La Sala V� del Tribunal Supremo,
confirm� la condena de un a�o y nueve meses de prisi�n impuesta
al cabo 1� de la Legi�n JOS� CASAL HERRER�AS por abuso de
autoridad en la persona de un soldado al que golpe�
reiteradamente.

El 29 de marzo de 1992, el cabo Jos� Casal, destinado en el Tercio Gran
Capit�n I, con base en Melilla, entr� en un local de la ciudad donde se encontr�
con el legionario J. A. S. Poco despu�s, orden� al soldado que le acompa�ara al
cuarto del suboficial donde le golpe� en la cara y en la parte posterior del cuello
"de manera diversa y repetida durante varios minutos, sin que hiciera resistencia
alguna". A consecuencia de los golpes recibidos, J. A. S. sufri� un traumatismo
craneofacial y desgarro en el t�mpano as� como diversas lesiones en la cara.


M - 112.- El Tribunal Supremo, confirm� en
abril de 1995 la sentencia impuesta el 31 de mayo de 1994 por el
Tribunal Militar Territorial Primero al Cabo 1� de la Brigada
Paracaidista, con sede en Alcal� de Henares (Madrid), V. S., como
autor de un delito continuado de abuso de autoridad durante el
a�o 1992. El cabo condenado desempe�aba sus funciones en la
Sexta Compa��a de la Primera Bandera de la Brigada Paracaidista.

El militar condenado acostumbraba, seg�n la sentencia, a golpear con el
palo de una escoba o una fregona en el cuello de los paracaidistas que no hab�an
hecho correctamente, a su juicio, la limpieza del fusil cetme. As� lo hizo en
concreto con los paracaidistas A. M. C., C. P. S., J. A. M. P, y M. L.
Posteriormente, como uno de estos hab�a denunciado los malos tratos recibidos
golpe� a los dos primeros as� como al tambi�n paracaidista J. L. F. para que le
dijesen quien hab�a sido el denunciante.
D�as despu�s, el mismo cabo V. S., golpe� a los paracaidistas J. M. G. L.,
G. B. y B. L., recientemente incorporados a la unidad, a los que propin� "pi�os"
(golpes secos con el pu�o en el pecho) y bofetadas por no conocer los nombres
de los respectivos mandos.
Por �ltimo, la sentencia recoge la agresi�n sufrida, en septiembre, por el
paracaidista A. C. a quien propin� diversos pu�etazos, bofetadas y golpes con el
cetme, cuando se qued� rezagado, en una marcha.


M - 113.- El Tribunal Militar Central conden�
al coronel EDUARDO RAMOS GUTI�RREZ, destinado en el Tercio
Gran Capit�n de la legi�n con base en Melilla, a la pena de tres
meses de prisi�n, como autor de un delito de abuso de autoridad
en su modalidad de maltrato a un inferior, por haber golpeado a
MIGUEL SOTO VICENTE el 23 de enero de 1993 . Uno de los
generales que compon�an el Tribunal, emiti� un voto particular en
favor de la absoluci�n del coronel por entender que los hechos no
hab�an quedado debidamente demostrados.

La agresi�n tuvo lugar cuando el coronel Eduardo Ramos pasaba revista
a una secci�n del Tercio que iba a ser enviada a Bosnia-Herzegovina. El coronel
se detuvo a la altura de Miguel Soto al que, tras reprocharle por el mal estado de
su indumentaria y del DNI, golpe� por dos veces en la cara.


M - 114.- El Tribunal Militar Primero de
Madrid, conden� en marzo de 1995, al ex miembro de las COE�s,
Compa��as de Operaciones Especiales, ANTONIO S�NCHEZ
BARRERA a la pena de tres meses y un d�a de arresto por un
delito consumado de abandono del servicio, tambi�n absolv�a del
mismo delito a otro soldado, DAVID MOLINA GARC�A, al apreciar
la eximente incompleta de trastorno mental transitorio. La
sentencia deja entrever que Daniel Molina "debi� ser v�ctima de
los malos tratos y las vejaciones" en el cuartel lo que hizo pensar
al joven que, de seguir, "sufrir�a da�os f�sicos".

Los dos j�venes abandonaron la base militar del General Asensio, en
Palma de Mallorca y donde estaban destinados, a la que regresaron el 27 de abril
de 1993, despu�s de denunciar ante la opini�n p�blica los malos tratos y
vejaciones de toda clase que ven�an sufriendo por parte de varios cabos y
mandos de la unidad: golpes, bofetadas, patadas.... Antonio denunci� que uno de
los cabos lleg� a introducir una pistola en su boca y, despu�s de preguntarle si
ten�a miedo a morir, dispar� el arma que result� ser de aire comprimido.
Por estos hechos fueron separados del servicio tres cabos, que fueron
sancionados con arrestos de hasta dos meses. Otros tres cabos fueron
encontrados autores de la misma falta grave de "realizar actos de desprecio a la
condici�n militar" pero no fueron sancionados por haber prescrito la misma.
Igualmente se solicit� una sanci�n para el capit�n de la compa��a JOS�
NAVARRO MEDRANO, pero finalmente no fue sancionado.


M - 115.- En una nueva sentencia de enero de
1995, que revoca la dictada en primera instancia, la Sala Militar del
Tribunal Supremo condena al sargento de artiller�a M. R. S., como
autor de un delito continuado de abuso de autoridad a la pena de
seis meses de prisi�n .

La sentencia declara probado que, el 19 de abril de 1993, el sargento
condenado, con destino en el RAMIS 93, RACA 1/93 con guarnici�n en La Laguna
(Tenerife), golpe� a varios soldados, entre ellos a J. R. L., F. P. G., J. M. G. G. y
C. R. L., para "incentivarles" en la ejecuci�n de los ejercicios que estaban
realizando. Igualmente, con el mismo motivo, desenfund� su pistola y, tras
montarla, la puso en el cuello del soldado J. C. M. G. durante unos segundos. Por
�ltimo, y el mismo d�a 19 de abril, el cabo F. P. G. sufrio lesiones en la mano
derecha que tardaron en curar 15 d�as como consecuencia de una nueva
actuaci�n del sargento.


M - 116.- Despu�s de que la Audiencia
Provincial de Huesca, revocase el auto de archivo dictado por el
Juzgado de Instrucci�n n� 3 de dicha ciudad en la causa seguida
por las lesiones sufridas por SERGIO ALONSO L�PEZ, un
sargento del Ej�rcito, destinado en el cuartel Alfonso I con base
en Huesca, ha sido procesado por los delitos de imprudencia,
coacciones y omisi�n del deber de socorro.

El 28 de julio de 1993, Sergio Alonso L�pez sali� de maniobras con su
unidad. El objetivo era realizar una marcha de 30 kil�metros por la Sierra de
Guara, a pleno sol. Sergio Alonso L�pez deb�a disfrutar un permiso de diez d�as y
sufr�a un esguince por lo que se encontraba rebajado de servicio, pero el temor a
perder el permiso indicado le hizo participar en la marcha.
Poco despu�s de su inicio, se qued� rezagado. Un teniente y tres
sargentos - entre ellos uno apellidado D�ez - respondieron a las quejas de Sergio
vaci�ndole la cantimplora y amenaz�ndole le obligaron a continuar. Poco despu�s
ca�a al suelo siendo abandonado por la columna que continu� su marcha.
Posteriormente debi� ser trasladado a un Hospital en Huesca donde permaneci�
en la UVI durante 40 d�as.
El Juzgado de instrucci�n decret� archivo la causa, ahora revocado, al
entender que "si bien pudiera apreciarse una supuesta negligencia, carecer�a de
transcendencia penal, sin perjuicio de reclamar responsabilidades ante
autoridades judiciales o administrativas"


M - 117.- El Juzgado togado Militar n� 12 de
Madrid, decidi� en julio de 1995, el sobreseimiento y archivo de la
causa seguida por "desobediencia colectiva" contra treinta
soldados del Regimiento de Caballer�a Ligera acorazada
"Villaviciosa 14" con sede en Madrid, que, en noviembre de 1993,
efectuaron una protesta colectiva despu�s de la agresi�n que
sufri� uno de ellos por parte del alf�rez LUIS MARCOS RUBIO
EXP�SITO.

El 1 de noviembre de 1993. varios soldados celebraban su licenciamiento,
que deb�a producirse pocas horas despu�s, Uno de ellos, IV�N MENC�A, se
encontraba un poco bebido por lo que un sargento le orden� abandonar la
formaci�n e ir al dormitorio. Camino de este, se encontr� con el alf�rez Rubio
Exp�sito que le orden� regresar a la formaci�n. Iv�n Menc�a se neg� a ello
alegando el estado en que se encontraba y, como respuesta, recibi� dos
bofetadas del alf�rez que le causaron un traumatismo en el o�do izquierdo.


M - 118.- En febrero de 1995, el Tribunal
Militar Regional Primero hac�a p�blica su sentencia por la que
condenaba al alf�rez JOS� DIEGO L�PEZ y los cabos RAFAEL
CARRASCOSA, ANTONIO S�NCHEZ y MIGUEL OCHOGAVIA a
penas de un a�o y un d�a de prisi�n para el alf�rez y de cinco a
siete meses de arresto para los tres cabos por delitos de abuso de
autoridad. Un cuarto cabo, ANTONIO LUIS SITGES fue absuelto de
los mismos cargos
Los hechos que dieron lugar a esa sentencia comenzaron el
7 de diciembre de 1993 y continuaron hasta primeros del a�o 1994,
cuando fueron conocidos, el 21 de febrero de 1994, despu�s de
que 18 miembros de la Compa��a de Operaciones especiales con
sede en la Base General Asensio de Palma de Mallorca (V�CTOR
BURDAS, LUIS HERRERA, RAM�N BAZO, ANDR�S MATAMALAS,
VICENTE CLEMENTE, JORGE COMINO, JOS� ESTEVE, MANUEL
GARC�A, MARIANO GIMENO, CARLOS GONZ�LEZ, JAVIER
PUJOL�, DIEGO JES�S, �SCAR REIG, SALVADOR RODR�GUEZ,
ANTONIO MELL�N, DAVID SANTOS, JES�S GARC�A y GERARDO
JU�REZ) abandonaran su destino el 21 de febrero de 1994 para
denunciar ante la opini�n p�blica y los medios de comunicaci�n
los malos tratos a los que eran sometidos por mandos de la
unidad.

El 7 de diciembre de 1993, los cabos condenados ordenaron a la unidad
hacer diversos ejercicios para averiguar la identidad del autor de un disparo
err�neo durante la instrucci�n militar. Los cabos obligaron a los boinas verdes a
realizar la "silla el�ctrica" y adem�s dieron patadas en el pecho a los j�venes.
La sentencia considera adem�s probado que, el cabo S�nchez, propin�
varias patadas a un soldado a quien unas llagas en los pies imped�an correr. Otro
soldado fue obligado a comerse un cigarro encendido por otro de los cabos
condenados.
El alf�rez Jos� Diego L�pez, por su parte, propin� varias bofetadas a un
cabo que "no guard� la debida distancia" en unas maniobras, y, en enero de
1994, propin� varias "collejas" (golpes en la nuca) y "pi�as" (pu�etazos en el
pecho) a un soldado al que no le funcionaba bien el arma durante unos ejercicios.
En otra ocasi�n, propin� varias "collejas" y patadas a Gerardo Ju�rez despu�s de
que este solicitase un cambi� de secci�n.
Despu�s de que, tras la rueda de prensa, los soldados regresasen al
Cuartel, fueron inmediatamente arrestados y les fueron impuestas sanciones que
oscilaban entre los dos y los cinco meses de arresto. Las sanciones m�s
elevadas correspondieron a Gerardo Ju�rez, Luis Manuel Herrera Gonz�lez y
Jes�s Garc�a Asensio por haber actuado de portavoces ante los medios de
comunicaci�n.


M - 119.- En marzo de 1995, el Tribunal
Militar Tercero de Barcelona conden� a penas e dos a�os y seis
meses de prisi�n al cabo MARCOS P�REZ MERINO, a penas de
dos a�os y dos meses de prisi�n al tambi�n cabo FRANCISCO
BERM�DEZ TOM�S y al soldado "veterano" DAVID QUI�ONES
FUENTES, mientras que al tambi�n soldado "veterano" JUAN
GONZ�LEZ M�NDEZ, le impuso la pena de un a�o y ocho meses
de prisi�n por los delitos de abuso de autoridad al haber sometido
a novatadas a varios reclutas de la base militar de Sant Climent de
Sescebes (Girona) en marzo de 1994.

En aquella ocasi�n, los dos cabos y los dos "veteranos" tras haber
consumido bebidas alcoh�licas, despertaron a varios reclutas y les sometieron a
"novatadas": desde golpearles hasta obligarles a desnudarse y simular que
manten�an relaciones sexuales entre s�.

M - 120.- Tambi�n en marzo, el Juzgado
Togado Militar n�mero 45 de Burgos proces� a seis cabos y nueve
soldados "veteranos como autores de un delito de abuso de
autoridad por los malos tratos a que fueron sometidos varios
reclutas en abril de 1994, durante unas maniobras que ten�an lugar
en la localidad burgalesa de Ibeas de Juarros.


M - 121.- El 13 de enero de 1995, el
Ministerio de Defensa destituy� al comandante de la base naval de
Ma� (Mallorca) MANUEL CORONILLA CASTRO despu�s de que
apuntase con su arma a la cabeza de un soldado, MART�
AMENGUAL, tras lo que dispar� al techo.

El 8 de diciembre de 1994, Mart� Amengual abandon� su puesto de guardia
en la base naval despu�s de encontrarse enfermo siendo trasladado a la
enfermer�a. Estando all� acudi� el comandante quien le pregunt� si se quer�a
matar y, pidiendo el arma al suboficial que all� se encontraba, enca�on� al
soldado volviendo a preguntarle si quer�a matarse. Al contestar Mart� Amengual
que no deseaba matarse, el comandante retir� la pistola y efectu� un disparo,
quedando el proyectil incrustado en la pared.


M - 122.- El Juzgado Militar de Badajoz,
dict� auto de procesamiento contra el teniente del Ej�rcito
FERNANDO PARCERO COLLADO, como autor de un delito de
abuso de autoridad en la persona del soldado Javier G�mez
Valverde. El mismo juzgado ha procesado a este soldado por un
delito de desobediencia.

El 24 de mayo de 1995, en el cuartel de Santa Ana, de C�ceres, los
reclutas se encontraban en formaci�n preparando el desfile que iba a tener lugar
al d�a siguiente. El teniente Fernando Parcero hab�a ordenado a los soldados que
prescindiesen de cualquier elemento ajeno al uniforme militar.
Javier Gonz�lez, llevaba ese d�a una pulsera de hilo trenzada y solicit� no
quit�rsela por motivos sentimentales. El teniente deneg� esta petici�n, por lo que
se produjo una discusi�n entre el teniente y el soldado que finaliz� cuando aquel
propin� una bofetada a Javier Gon
:shock: :oops:
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Fernando J. de la Cuesta
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¿Malos tratos? ó ferrea disciplina

Mensaje por Fernando J. de la Cuesta »

Muy amplia tu exposición amigo Sergio, pero todos los casos que alli figuran son de los años 80 y 90.

¿Te imaginas a alguíen que se atreviera a denunciar, no ya a sus Oficiales, sino a su Sargento ó a su cabo, en los años de nuestra mili, los 60-70?, no habia cojones para ello, ya sabes que habia que dejarlos colgados en la puerta al llegar al BIR y no por falta de valor para denunciar, sino porque era rarisimo que el culpable fuera condenado, eran otros tiempos los que nos toco vivir.

Un saludo.
fjdelacuesta
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sergio
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Mensaje por sergio »

Sin lugar a dudas, amigo Fernando, aquellos eran otros tiempos, por eso he puesto esta larga exposición de sentencias, entonces no había ninguna, o casi.
Hace unos días, estuve hablando con un Sargento de los de ahora, y comentabamos la disciplina de entonces con la de ahora, el chaval se quedaba pasmado.
Mira, me decía, si a las dos, cuando terminan su jornada laboral, tú le dices a un soldado de estos, que tiene que quedarse, solo una hora más para hacer cualquier cosa, que es preciso, se da media vuelta y se va al Botiquín a coger la Baja.
Y con el tema de los embarazos, es la coña, pasan lista y la soldado X , no está, esta dándole el pecho a su bebé, o las embarazadas tienen preferencia en los servicios de cuartelero y no pueden hacer instrucción.
Te imaginas una guerra, como las de Gila, diciéndole al enemigo "Paren la guerra que tenemos de parto a la Capitán.
El hombre, se desternillaba de risa, pero aún que exagerado, n o es para reírse.
Un abrazo.
Sergio :shock: :D
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