Los malos tratos no son de ayer ni de hoy, los ha habido siempre. Una muestra reciente:
Como vereis no se trata de simples "collejas" de un Auxiliar o un Cabo por mor de una falta en la instrucción, es algo mucho más grabe
M - 101.- En abril, la Sala de lo Militar del
Tribunal Supremo confirma la condena impuesta, por el Tribunal
Militar territorial de Sevilla, al cabo 1� de la Legi�n O. L. M. de
cinco meses de prisión como autor de un delito de abuso de
autoridad en su modalidad de maltrato de obra, ocurrido el 24 de
mayo de 1988 en la persona de L. A. B.
Los hechos declarados probados, tuvieron lugar durante un ensayo de la
Jura de Bandera que ten�a lugar en la 6� Compa��a del Tercio de la Legi�n Duque
de Alba II, destinado en Ceuta el 24 de mayo de 1988. El cabo condenado dirig�a
los ensayos y, al observar que L. A. B. perd�a el paso en el desfile, le golpe� con
el fusil cetme que portaba, armado con su correspondiente machete, en el gluteo,
resultando el agredido con una herida incisa de diez cent�metros de profundidad.
M - 102.- En mayo, el Gobierno indult� a
RAM�N P�REZ AREVALO, cabo del Ej�rcito de Tierra, a quien un
Tribunal Militar hab�a condenado a tres a�os y cuatro meses de
prisi�n por haber maltratado en 1989 a un centinela.
M - 103.- DIEGO J. RODR�GUEZ NAVARRO,
formul� en noviembre una querella contra cuatro mandos de la
Brigada Paracaidista con sede en la madrile�a localidad de Alcal�
de Henares, tres capitanes y un teniente, como responsables de la
cojera que sufre como secuela tras haber sido obligado, desde
octubre de 1989, a participar en maniobras y marchas a pesar de
encontrarse dado de baja.
En octubre de 1989, el ex paracaidista se lesion� la rodilla izquierda por lo
que tuvo que ser ingresado en la enfermer�a del cuartel, pese a lo cual sus
superiores le obligaron a realizar las actividades del cuartel. D�as despu�s tuvo
que ser ingresado de nuevo, esta vez en el hospital militar donde le dieron la baja.
A pesar de lo cual, uno de los capitanes denunciados le impidi� continuar el
tratamiento prescrito y le orden� participar en maniobras y marchas de tres d�as
en las que corr�an entre 60 y 90 kil�metros. Ante el agravamiento de las lesiones
que sufr�a, el 21 de enero de 1990 tuvo que ser operado de la lesi�n en la rodilla,
recibiendo el alta el 3 de abril, debiendo volver a revisi�n en el mes de septiembre.
Sin embargo, el d�a 1 de este mes, uno de los capitanes querellados le orden�
acudir a nuevas maniobras y impidi�ndole acudir al hospital. Situaci�n que vuelvi�
a repetirse poco despu�s a pesar del informe por escrito emitido por el Hospital
en el que se indicaba que Diego Jos� "debe estar rebajado de servicio".
Desde su salida del cuartel, Diego Jos� Rodr�guez tuvo que ser
intervenido en otras tres ocasiones, habi�ndole quedado como secuela de su
paso por la mili una cojera en la pierna izquierda.
M - 104.- El Ministerio de defensa ha
denegado reiteradamente la pensi�n solicitada por la familia de
RICARDO AG�ERA quien qued� incapacitado total e
irreversiblemente tras su paso, en 1990, por el Regimiento Ramis
94, con sede en las Palmas de Gran Canaria, donde fue objeto de
malos tratos que finalizaron con el procesamiento de dos cabos de
la unidad militar.
Ricardo Ag�era era, en 1990, soldado de reemplazo destinado en La
Palmas, cuando fue captado por La Legi�n. Destinado al regimiento Ramis 94, fue
objeto de continuos golpes y malos tratos que le causaron lesiones f�sicas y
ps�quicas que le han convertido en "una persona incapacitada al 100%, de forma
absoluta, permanente e irreversible" seg�n los informes del Instituto Nacional de
la Seguridad Social.
Por las lesiones sufridas fueron procesados dos cabos de la unidad, sin
embargo, las agresiones sufridas provinieron tambi�n de un sargento y un
teniente, contra quienes el juez instructor no ha dirigido el procedimiento.
M - 105.- En mayo, el Tribunal Supremo,
confirmaba la condena impuesta al cabo de la Legi�n J .M. V. P.
como autor de un delito de "abuso de autoridad por maltrato de
obra a un inferior" por hechos ocurridos en el Tercio Juan de
Austria III, destinado en Fuerteventura (Canarias) en noviembre de
1990.
Este mes, el condenado mientras impart�a instrucci�n militar a los nuevos
legionarios, agredi� reiteradamente a A. A. R. "golpe�ndolo en m�ltiples
ocasiones con la mano abierta, en unas ocasiones, y cerrada en otras, y
propin�ndole empujones cuando se encontraba en instrucci�n y en clases
te�ricas, por errores cometidos por el citado durante las mismas, sin que en
ninguna ocasi�n le produjera lesi�n alguna".
Ante el trato recibido, A. A. R. abandon� el servicio siendo juzgado y
absuelto por deserci�n en 1992, pues "la severidad del trato que recib�a de
algunos de sus superiores le hab�a producido un estado de angustia tan intenso
que pod�a ser subsumido en la eximente de miedo insuperable".
M - 106.- En marzo de 1995, el Tribunal
Supremo confirm� la pena de un a�o de prisi�n, impuesta en
marzo de 1993 por el Tribunal Militar Regional, al cabo de la
Legi�n J. J. L., como autor de un delito de abuso de autoridad y a
siete meses de arresto como autor de un delito de embriaguez en
acto de servicio, cuando en la madrugada del 24 al 25 de
diciembre de 1990, encontr�ndose en servicio de guardia en el
Fuerte Mar�a Cristina de Melilla, dependiente de Tercio de la
Legi�n Gran Capit�n I, golpe� a varios soldados.
Ese d�a, sobre la 1,15 de la madrugada, el condenado orden� a todos los
compon�an la guardia de prevenci�n del cuartel que formasen con el armamento
reglamentario. Como el soldado R. I: no lo llevaba, pues poco antes el mismo
cabo le hab�a ordenado que lo dejara en el armero, le propin� una bofetada al
tiempo que le dec�a que girase sobre si mismo, recibiendo el soldado una
bofetada del procesado cada vez que realizaba esta operaci�n, hasta unas diez
veces aproximadamente. Igualmente, sin motivo aparente, golpe� a G. V:, oblig� a
reptar a M. P. A., a quien peg� una patada en la cabeza cuando estaba en el
suelo, y a F. S. M. a quien, tras ordenarle entrar en un cuarto, le golpe� en el
est�mago.
M - 107.- La Sala de lo Militar del Tribunal
Supremo desestim�, en febrero, el recurso de casaci�n interpuesto
por el cabo de la Brigada Paracaidista A. I. S. contra la sentencia
del Tribunal Militar Primero con sede en Madrid que lo conden�
por un delito de abuso de autoridad al golpear, el 30 de enero de
1991, a A. F.
Este d�a, con ocasi�n de un ejercicio nocturno de la V� Compa��a donde
estaban destinados, el cabo A. I. S. golpe� con su mano en la cabeza de A. F. al
tiempo que le ordenaba que ocupase su sitio en la formaci�n militar. Poco
despu�s, A. F. se sinti� mareado debiendo acudir al botiqu�n de la unidad y, desde
all�, ser ingresado en el Hospital Militar G�mez Ulla donde permaneci�, en la
Unidad de Cuidados intensivos, servicios de neuropsiquiatr�a y de psiquiatr�a
hasta el 21 de febrero.
M - 108.- El Tribunal Militar de Barcelona
conden�, a penas de tres meses hasta un a�o de prisi�n, a cinco
ex cabos del Ej�rcito de Tierra y ocho soldados veteranos, todos
ellos destinados de la unidad de Seguridad de la Academia
General Militar de Zaragoza, por el delito de abuso de autoridad
en la modalidad de trato degradante a un inferior, por los hechos
ocurridos en febrero de 1991. Previamente al juicio que deb�a
haberse celebrado, las defensas de los acusados negociaron con
el fiscal una rebaja de las penas que iba a solicitar y la retirada de
la acusaci�n por el delito de coacciones. La �nica acusaci�n
particular personada en el procedimiento se retir� momentos antes
de dicha negociaci�n.
Seg�n la denuncia, y la sentencia dictada posteriormente, lo
acusados sometieron, en febrero de 1991, a novatadas degradantes
y coacciones a los soldados de reemplazo, de los que obtuvieron
por la fuerza distintas cantidades de dinero.
M - 109.- El Tribunal Supremo conden� a la
pena de tres meses de prisi�n al capit�n de la legi�n ENRIQUE
FERN�NDEZ �REA, del Tercio Alejandro Farnesio IV con base en
Rota (M�laga) por golpear de forma airada, mientras permanec�an
en posici�n de firmes, a dos soldados de la unidad tras
preguntarles por la desaparici�n de una cinta de video el 10 de
septiembre de 1991.
M- 110.- En el mismo mes y por la misma
Sala del T. Supremo, era confirmada la condena impuesta a M. O.
S., sargento del Tercio de la Legi�n Juan de Austria III, destinado
en Fuerteventura (Canarias), por un delito de abuso de autoridad y
las lesiones causadas al legionario F. P. L. a quien produjo
perforaci�n de t�mpano. La agresi�n se produjo a mediados del
mes de enero de 1992, cuando, sin motivo alguno, el sargento M.
O. S. se dirigi� a la cocina de la unidad donde se encontraba F. P.
L. "propin�ndole varios bofetones en la cara, a consecuencia del
cual result� con perforaci�n timp�nica derecha".
M - 111.- La Sala V� del Tribunal Supremo,
confirm� la condena de un a�o y nueve meses de prisi�n impuesta
al cabo 1� de la Legi�n JOS� CASAL HERRER�AS por abuso de
autoridad en la persona de un soldado al que golpe�
reiteradamente.
El 29 de marzo de 1992, el cabo Jos� Casal, destinado en el Tercio Gran
Capit�n I, con base en Melilla, entr� en un local de la ciudad donde se encontr�
con el legionario J. A. S. Poco despu�s, orden� al soldado que le acompa�ara al
cuarto del suboficial donde le golpe� en la cara y en la parte posterior del cuello
"de manera diversa y repetida durante varios minutos, sin que hiciera resistencia
alguna". A consecuencia de los golpes recibidos, J. A. S. sufri� un traumatismo
craneofacial y desgarro en el t�mpano as� como diversas lesiones en la cara.
M - 112.- El Tribunal Supremo, confirm� en
abril de 1995 la sentencia impuesta el 31 de mayo de 1994 por el
Tribunal Militar Territorial Primero al Cabo 1� de la Brigada
Paracaidista, con sede en Alcal� de Henares (Madrid), V. S., como
autor de un delito continuado de abuso de autoridad durante el
a�o 1992. El cabo condenado desempe�aba sus funciones en la
Sexta Compa��a de la Primera Bandera de la Brigada Paracaidista.
El militar condenado acostumbraba, seg�n la sentencia, a golpear con el
palo de una escoba o una fregona en el cuello de los paracaidistas que no hab�an
hecho correctamente, a su juicio, la limpieza del fusil cetme. As� lo hizo en
concreto con los paracaidistas A. M. C., C. P. S., J. A. M. P, y M. L.
Posteriormente, como uno de estos hab�a denunciado los malos tratos recibidos
golpe� a los dos primeros as� como al tambi�n paracaidista J. L. F. para que le
dijesen quien hab�a sido el denunciante.
D�as despu�s, el mismo cabo V. S., golpe� a los paracaidistas J. M. G. L.,
G. B. y B. L., recientemente incorporados a la unidad, a los que propin� "pi�os"
(golpes secos con el pu�o en el pecho) y bofetadas por no conocer los nombres
de los respectivos mandos.
Por �ltimo, la sentencia recoge la agresi�n sufrida, en septiembre, por el
paracaidista A. C. a quien propin� diversos pu�etazos, bofetadas y golpes con el
cetme, cuando se qued� rezagado, en una marcha.
M - 113.- El Tribunal Militar Central conden�
al coronel EDUARDO RAMOS GUTI�RREZ, destinado en el Tercio
Gran Capit�n de la legi�n con base en Melilla, a la pena de tres
meses de prisi�n, como autor de un delito de abuso de autoridad
en su modalidad de maltrato a un inferior, por haber golpeado a
MIGUEL SOTO VICENTE el 23 de enero de 1993 . Uno de los
generales que compon�an el Tribunal, emiti� un voto particular en
favor de la absoluci�n del coronel por entender que los hechos no
hab�an quedado debidamente demostrados.
La agresi�n tuvo lugar cuando el coronel Eduardo Ramos pasaba revista
a una secci�n del Tercio que iba a ser enviada a Bosnia-Herzegovina. El coronel
se detuvo a la altura de Miguel Soto al que, tras reprocharle por el mal estado de
su indumentaria y del DNI, golpe� por dos veces en la cara.
M - 114.- El Tribunal Militar Primero de
Madrid, conden� en marzo de 1995, al ex miembro de las COE�s,
Compa��as de Operaciones Especiales, ANTONIO S�NCHEZ
BARRERA a la pena de tres meses y un d�a de arresto por un
delito consumado de abandono del servicio, tambi�n absolv�a del
mismo delito a otro soldado, DAVID MOLINA GARC�A, al apreciar
la eximente incompleta de trastorno mental transitorio. La
sentencia deja entrever que Daniel Molina "debi� ser v�ctima de
los malos tratos y las vejaciones" en el cuartel lo que hizo pensar
al joven que, de seguir, "sufrir�a da�os f�sicos".
Los dos j�venes abandonaron la base militar del General Asensio, en
Palma de Mallorca y donde estaban destinados, a la que regresaron el 27 de abril
de 1993, despu�s de denunciar ante la opini�n p�blica los malos tratos y
vejaciones de toda clase que ven�an sufriendo por parte de varios cabos y
mandos de la unidad: golpes, bofetadas, patadas.... Antonio denunci� que uno de
los cabos lleg� a introducir una pistola en su boca y, despu�s de preguntarle si
ten�a miedo a morir, dispar� el arma que result� ser de aire comprimido.
Por estos hechos fueron separados del servicio tres cabos, que fueron
sancionados con arrestos de hasta dos meses. Otros tres cabos fueron
encontrados autores de la misma falta grave de "realizar actos de desprecio a la
condici�n militar" pero no fueron sancionados por haber prescrito la misma.
Igualmente se solicit� una sanci�n para el capit�n de la compa��a JOS�
NAVARRO MEDRANO, pero finalmente no fue sancionado.
M - 115.- En una nueva sentencia de enero de
1995, que revoca la dictada en primera instancia, la Sala Militar del
Tribunal Supremo condena al sargento de artiller�a M. R. S., como
autor de un delito continuado de abuso de autoridad a la pena de
seis meses de prisi�n .
La sentencia declara probado que, el 19 de abril de 1993, el sargento
condenado, con destino en el RAMIS 93, RACA 1/93 con guarnici�n en La Laguna
(Tenerife), golpe� a varios soldados, entre ellos a J. R. L., F. P. G., J. M. G. G. y
C. R. L., para "incentivarles" en la ejecuci�n de los ejercicios que estaban
realizando. Igualmente, con el mismo motivo, desenfund� su pistola y, tras
montarla, la puso en el cuello del soldado J. C. M. G. durante unos segundos. Por
�ltimo, y el mismo d�a 19 de abril, el cabo F. P. G. sufrio lesiones en la mano
derecha que tardaron en curar 15 d�as como consecuencia de una nueva
actuaci�n del sargento.
M - 116.- Despu�s de que la Audiencia
Provincial de Huesca, revocase el auto de archivo dictado por el
Juzgado de Instrucci�n n� 3 de dicha ciudad en la causa seguida
por las lesiones sufridas por SERGIO ALONSO L�PEZ, un
sargento del Ej�rcito, destinado en el cuartel Alfonso I con base
en Huesca, ha sido procesado por los delitos de imprudencia,
coacciones y omisi�n del deber de socorro.
El 28 de julio de 1993, Sergio Alonso L�pez sali� de maniobras con su
unidad. El objetivo era realizar una marcha de 30 kil�metros por la Sierra de
Guara, a pleno sol. Sergio Alonso L�pez deb�a disfrutar un permiso de diez d�as y
sufr�a un esguince por lo que se encontraba rebajado de servicio, pero el temor a
perder el permiso indicado le hizo participar en la marcha.
Poco despu�s de su inicio, se qued� rezagado. Un teniente y tres
sargentos - entre ellos uno apellidado D�ez - respondieron a las quejas de Sergio
vaci�ndole la cantimplora y amenaz�ndole le obligaron a continuar. Poco despu�s
ca�a al suelo siendo abandonado por la columna que continu� su marcha.
Posteriormente debi� ser trasladado a un Hospital en Huesca donde permaneci�
en la UVI durante 40 d�as.
El Juzgado de instrucci�n decret� archivo la causa, ahora revocado, al
entender que "si bien pudiera apreciarse una supuesta negligencia, carecer�a de
transcendencia penal, sin perjuicio de reclamar responsabilidades ante
autoridades judiciales o administrativas"
M - 117.- El Juzgado togado Militar n� 12 de
Madrid, decidi� en julio de 1995, el sobreseimiento y archivo de la
causa seguida por "desobediencia colectiva" contra treinta
soldados del Regimiento de Caballer�a Ligera acorazada
"Villaviciosa 14" con sede en Madrid, que, en noviembre de 1993,
efectuaron una protesta colectiva despu�s de la agresi�n que
sufri� uno de ellos por parte del alf�rez LUIS MARCOS RUBIO
EXP�SITO.
El 1 de noviembre de 1993. varios soldados celebraban su licenciamiento,
que deb�a producirse pocas horas despu�s, Uno de ellos, IV�N MENC�A, se
encontraba un poco bebido por lo que un sargento le orden� abandonar la
formaci�n e ir al dormitorio. Camino de este, se encontr� con el alf�rez Rubio
Exp�sito que le orden� regresar a la formaci�n. Iv�n Menc�a se neg� a ello
alegando el estado en que se encontraba y, como respuesta, recibi� dos
bofetadas del alf�rez que le causaron un traumatismo en el o�do izquierdo.
M - 118.- En febrero de 1995, el Tribunal
Militar Regional Primero hac�a p�blica su sentencia por la que
condenaba al alf�rez JOS� DIEGO L�PEZ y los cabos RAFAEL
CARRASCOSA, ANTONIO S�NCHEZ y MIGUEL OCHOGAVIA a
penas de un a�o y un d�a de prisi�n para el alf�rez y de cinco a
siete meses de arresto para los tres cabos por delitos de abuso de
autoridad. Un cuarto cabo, ANTONIO LUIS SITGES fue absuelto de
los mismos cargos
Los hechos que dieron lugar a esa sentencia comenzaron el
7 de diciembre de 1993 y continuaron hasta primeros del a�o 1994,
cuando fueron conocidos, el 21 de febrero de 1994, despu�s de
que 18 miembros de la Compa��a de Operaciones especiales con
sede en la Base General Asensio de Palma de Mallorca (V�CTOR
BURDAS, LUIS HERRERA, RAM�N BAZO, ANDR�S MATAMALAS,
VICENTE CLEMENTE, JORGE COMINO, JOS� ESTEVE, MANUEL
GARC�A, MARIANO GIMENO, CARLOS GONZ�LEZ, JAVIER
PUJOL�, DIEGO JES�S, �SCAR REIG, SALVADOR RODR�GUEZ,
ANTONIO MELL�N, DAVID SANTOS, JES�S GARC�A y GERARDO
JU�REZ) abandonaran su destino el 21 de febrero de 1994 para
denunciar ante la opini�n p�blica y los medios de comunicaci�n
los malos tratos a los que eran sometidos por mandos de la
unidad.
El 7 de diciembre de 1993, los cabos condenados ordenaron a la unidad
hacer diversos ejercicios para averiguar la identidad del autor de un disparo
err�neo durante la instrucci�n militar. Los cabos obligaron a los boinas verdes a
realizar la "silla el�ctrica" y adem�s dieron patadas en el pecho a los j�venes.
La sentencia considera adem�s probado que, el cabo S�nchez, propin�
varias patadas a un soldado a quien unas llagas en los pies imped�an correr. Otro
soldado fue obligado a comerse un cigarro encendido por otro de los cabos
condenados.
El alf�rez Jos� Diego L�pez, por su parte, propin� varias bofetadas a un
cabo que "no guard� la debida distancia" en unas maniobras, y, en enero de
1994, propin� varias "collejas" (golpes en la nuca) y "pi�as" (pu�etazos en el
pecho) a un soldado al que no le funcionaba bien el arma durante unos ejercicios.
En otra ocasi�n, propin� varias "collejas" y patadas a Gerardo Ju�rez despu�s de
que este solicitase un cambi� de secci�n.
Despu�s de que, tras la rueda de prensa, los soldados regresasen al
Cuartel, fueron inmediatamente arrestados y les fueron impuestas sanciones que
oscilaban entre los dos y los cinco meses de arresto. Las sanciones m�s
elevadas correspondieron a Gerardo Ju�rez, Luis Manuel Herrera Gonz�lez y
Jes�s Garc�a Asensio por haber actuado de portavoces ante los medios de
comunicaci�n.
M - 119.- En marzo de 1995, el Tribunal
Militar Tercero de Barcelona conden� a penas e dos a�os y seis
meses de prisi�n al cabo MARCOS P�REZ MERINO, a penas de
dos a�os y dos meses de prisi�n al tambi�n cabo FRANCISCO
BERM�DEZ TOM�S y al soldado "veterano" DAVID QUI�ONES
FUENTES, mientras que al tambi�n soldado "veterano" JUAN
GONZ�LEZ M�NDEZ, le impuso la pena de un a�o y ocho meses
de prisi�n por los delitos de abuso de autoridad al haber sometido
a novatadas a varios reclutas de la base militar de Sant Climent de
Sescebes (Girona) en marzo de 1994.
En aquella ocasi�n, los dos cabos y los dos "veteranos" tras haber
consumido bebidas alcoh�licas, despertaron a varios reclutas y les sometieron a
"novatadas": desde golpearles hasta obligarles a desnudarse y simular que
manten�an relaciones sexuales entre s�.
M - 120.- Tambi�n en marzo, el Juzgado
Togado Militar n�mero 45 de Burgos proces� a seis cabos y nueve
soldados "veteranos como autores de un delito de abuso de
autoridad por los malos tratos a que fueron sometidos varios
reclutas en abril de 1994, durante unas maniobras que ten�an lugar
en la localidad burgalesa de Ibeas de Juarros.
M - 121.- El 13 de enero de 1995, el
Ministerio de Defensa destituy� al comandante de la base naval de
Ma� (Mallorca) MANUEL CORONILLA CASTRO despu�s de que
apuntase con su arma a la cabeza de un soldado, MART�
AMENGUAL, tras lo que dispar� al techo.
El 8 de diciembre de 1994, Mart� Amengual abandon� su puesto de guardia
en la base naval despu�s de encontrarse enfermo siendo trasladado a la
enfermer�a. Estando all� acudi� el comandante quien le pregunt� si se quer�a
matar y, pidiendo el arma al suboficial que all� se encontraba, enca�on� al
soldado volviendo a preguntarle si quer�a matarse. Al contestar Mart� Amengual
que no deseaba matarse, el comandante retir� la pistola y efectu� un disparo,
quedando el proyectil incrustado en la pared.
M - 122.- El Juzgado Militar de Badajoz,
dict� auto de procesamiento contra el teniente del Ej�rcito
FERNANDO PARCERO COLLADO, como autor de un delito de
abuso de autoridad en la persona del soldado Javier G�mez
Valverde. El mismo juzgado ha procesado a este soldado por un
delito de desobediencia.
El 24 de mayo de 1995, en el cuartel de Santa Ana, de C�ceres, los
reclutas se encontraban en formaci�n preparando el desfile que iba a tener lugar
al d�a siguiente. El teniente Fernando Parcero hab�a ordenado a los soldados que
prescindiesen de cualquier elemento ajeno al uniforme militar.
Javier Gonz�lez, llevaba ese d�a una pulsera de hilo trenzada y solicit� no
quit�rsela por motivos sentimentales. El teniente deneg� esta petici�n, por lo que
se produjo una discusi�n entre el teniente y el soldado que finaliz� cuando aquel
propin� una bofetada a Javier Gon