El campamento de la Territorial…corre corre corre, siempre oímos esta afirmación, corre corre si, era verdad pero también tenia su parte peculiar y diferenciada a los demás reclutas.
Hacíamos todo lo que hacían los demás cuerpos del Bir , movimientos de armas desfiles etc,. pero en la teórica se hacia hincapié en la función de agente de la autoridad, recuerdo que nos enseñaban a actuar ante diferentes problemas sociales (siempre de índole civil) como por ejemplo una manifestación, ocuparse del día a día en la zona que estuviéramos de servicio de orden público, actuar en caso de urgencia en problemas con la población,” investigación” de robos hurtos y otros problemas, también algo de defensa personal, nos enseñaban cuando en un acto punible el sospechoso actuaba con el agravante, de “nocturnidad y alevosía”, el trato con la población civil de estar a su “servicio” , léase ayuda, orientación, y sobre todo a saber “entender” el entorno que nos tocaba de servicio en el día a día, en esto último se hacia hincapié pues parece ser era importante para el servicio de vigilancia, (al menos en el Aaiun).
El mismo día que llegué el 22/10/74, habían sucedido incidentes, en los puestos de la PT de Hausa y Chebbi. Empezábamos pisando tierra, con buen pie.
Tras un mes recluidos en el campamento, nos entregaron los uniformes de paseo/bonito y, nos permiten salir por primera vez al pueblo. Recuerdo que íbamos un grupo de 3 o 4 y nos dirigíamos hacia la zona del Cine las Dunas. Por las calles céntricas, caminaban mandos de diferentes cuerpos, a los que había que saludar y estar pendiente, tras un buen rato saludando, decidimos salir de allí por la vía rápida y nos metimos en un bar... A pesar de la tensa calma, observé, que se hacia “vida normal”, la gente paseaba y circulaban con normalidad por las calles, existía la convivencia entre nativos y no nativos y en definitiva, la ciudad era habitable, segura y divertida. Al menos, esa fue la impresión que yo tuve por aquellos primeros días.
Después de la jura de Bandera en el Bir1º, desfilamos otra vez en Hatarrambla, en los actos de la jura de Bandera de los compañeros saharauis, pertenecientes a la PT. Había muchos ciudadanos saharauis, que seguramente eran amigos y familiares, de aquellos nuevos agente de la Policía. Las mujeres también lo celebraban haciendo los típicos sonidos con la boca. En las tribunas; creo recordar que estaban las autoridades civiles y nuestros mandos, también había personajes relevantes de la sociedad saharaui, jefes de; clanes, tribus, etc, etc. Fue un bonito acontecimiento.
Al día siguiente nos comunicaron los destinos, yo a la PMM en el cuartel del Aaiún. Fue un alivio, ya que no me gustaba la idea de ir a un puesto fronterizo, más que nada, por las carencias por que en cuanto a peligro, El Aaiún ya era un punto caliente, donde podía ocurrir cualquier cosa...
Tras los atentados contra nuestro acuartelamiento y en el control policial de la carretera que va a Smara el 22/01/75, ahí si que aprecié un cambio sustancial, ya no era lo mismo...
Fueron 29, los compañeros heridos pero pudo ser una masacre, yo creo que ese día tuvimos todos Suerte Mulana. Palabra muy utilizada por nuestros compañeros saharauis, de la Territorial.
Tras estos sucesos, hubo una tregua que no se cuanto duró, para posteriormente pasar otra vez al hostigamiento. El Aaiún por las noches era un coladero, por lo que raro era la noche o el día, que no sucedían escaramuzas.
Durante el verano seguíamos saliendo de paseo, pero ya era necesario salir en grupos y regresar de la misma forma. Muchos de mis compañeros, no salían, si no tenían algo importante que hacer.
En las numerosas manifestaciones, no se de dónde salía tanta gente, ya que la población saharaui no era muy numerosa. Cuando aprecié el cambio que había pegado aquella ciudad, solicité una pistola a nuestro maestro armero y me la denegaron por falta de existencias...A pesar de todo esto, cuando me apetecía seguía saliendo al pueblo, pero con menos frecuencia y con más precauciones que en los meses anteriores. La verdad es que no había que ser muy listo, para ver que la situación habían cambiado mucho. Y si tu uniforme era de la Territorial, pues un poco más de tensión para el cuerpo.
Finalmente por los meses de Septiembre/Octubre del 75, ya había desaparecido totalmente aquél Aaiún “divertido”. Esta ciudad ya no se parecía en nada, a la que yo conocí tan sólo unos meses antes...Llegaban diariamente “rumores” de; guerra, de invasión, de la salud de Franco y todo se volvió muy confuso. Por aquellos ultimos días, me vi en algunos escenarios, que no tengo ¿ni idea? de quién me mandó y porqué estaba yo allí, indudablemente estaba cumpliendo órdenes recibidas...
Taconazo de chirucas, saludos.
José Marín PT.
Este es un buen tema, o a mi me lo parece. La Policia Territorial era todo lo que aquí se cuenta y mucho más...
Destacamentos donde los pajaros ponian los huevos duros. Destacamentos fortificados con dos tiendas de campaña, un tipo con galones de Cabo y otro europeo, además de cinco o seis hassaniyas, naturales o saharauis, como querais. Los naturales se iban cada dia a su haima i los europeos, a veces también, invitados claro está, pero para dormir la tienda de campaña. Una era la oficina, almacén, víveres, arsenal y la otra era la compañía. No había cuerpo de guardia, ni imaginaria, ni retén, ni guardia nocturna... ¿Para que?
Nuestros compañeros saharauis dejaban el mosquetón en el armero, cuando se iban, y nosotros lo entrabamos en la compañía por la noche, hasta que apareció uno de los perros. Venía de visita y se llamaba Chiqui, era más listo que el hambre y con más mili que el Generalisímo. El tal Chiqui se quedó con nosotros unos meses, hasta que le dió la neura y se fué como había venido, con un Land Rover de una patrulla. Menos mal que se quedó Sandokán...
Mañana os cuento más, que ahora me llama la parienta para cenar.
Ah! Se me olvidaba: Me parece que Enrique Delgado, que nos ha hecho una excelente descripción de lo que fué la Policia Territorial, comete un pequeño error. O tal vez soy yo quien se equivoca. Creo que la Policia Territorial nunca usó Cetmes, solamente mosquetones, pistolas Star i, en el 65-66 Subfusiles Star Z-45.
Agraderia rectificación si voy errado, quiero decir equivocado, no herrado de herradura.. ¿vale?. ¡Gracias!
¡Un abrazo, Saharianos!
Amigo Jordi no te puedes imaginar la alegría que me das viéndote otra vez por aquí (leyéndote de nuevo), para mi eres una de esas plumas a las que hacen referencia por estas paginas, y más importante es que, como no puede ser de otra manera… estés dispuesto a dar guerra.
Referente a nuestra querida Territorial…si tienes razón nunca tuvimos el arma clásica de los “pistolos” en la 1ª Cia. teníamos un par o tres de cetmes para la practicas de tiro.
Antes de ir a la cama, le doy un repaso a la página..... hoy, me retiro con una gran alegría.
Nuestro amigo Jordi vueleve a dar guerra.
Claro que si empezamos con flores a la Territorial!!!!!!!!
Hola Jordi.
Efectivamente en el 65/66/67 en la P.T. solo teniamos mosquetones, pistolas del 9 larg. y subfusiles Z.
En el BIR teniamos mosqueton para instruccion, tiro y desfile y 1 Fao para teorica (que daba pena de como estaba)
Tiramos 50 tiros, 2 grandas P1 y a "escupir a la calle".
Viviamos en tiendas de campaña. Estaban entrando al BIR a mano derecha. La oficina semienterrada en la arena.
Los auxiliares (con excepciónes) eran mas "totorotas" que un tuno indio y mas chulos que un ocho. Al menos los que habian en el 1er. reemplazo recibieron una buena leccion de los Canarios.
Loco de Smara y Fco. de Miguel, no seais "cocuos" y no contradecirme ¿vale?
Un abrazo.
En la PT de Enero a Marzo del 72 en el BIR teniamos algunos CETMES , pero el armamento usual era el Mauser, el cetmetón con bocacha apaga fuegos, el subfusil Z 45, Pistolas 9 L -y 9 C y las defensas, ( Porras ) que dolían un H...evo, yo disparé mas de 200 tiros con el Mauser, y un cartucho de 7 granadas, con la pistola un cargador.
En mi oja de servicios consto como Fusilero Granadero, tirador de 1ª, la verdad es que en el BIR me tocó un Mosquetón que era una maravilla, donde ponias el ojo ponías la bala, como me gusta mucho el tema del tiro, le tenía un cariño tremendo, ( era la novia )jeje
¡Que alegria! Otra vez en el ajo y con lo que a mi me gusta hablar o escribir de la Territorial, pero antes debo dar las gracias a Blas y José por considerarme en más de lo que valgo, y es lógico; son amigos mios y me quieren bien. Gracias compañeros, os debo una.
A Pedro, gracias por la rectificación porqué mira por donde que, a pesar de haberlo usado, no recordaba, ayer, los inefables FAO guardados en la Furrieleria de la Compañia en Smara. Armas con las que nos cansamos de disparar, canviar cañones para enfriarlos. Era una arma que se atascaba mucho pero si podias apretar el gatillo durante tres segundos, te vaciaba el cargador. Si me animo, un día os contaré como gastamos cuarenta mil cartuchos y cuatrocientas granadas, entre ocho, unos dias antes de la licencia.
De momento os comentaré algunas cosas sobre los perros. Eran bichos sin casta, de mil leches diferentes y cargados de afecto y fidelidad para con los Agentes. Creo que eran adictos al uniforme. Veian un tipo con la ropa de la Policia y se creian que era de los suyos, aunqué solian rehuir a los Oficiales y algún Suboficial. Muy útiles por la noche, en la que se apostaban a los pies del centinela y, sin armar alboroto, con simples gruñidos, le advertian de la presencia de alguien más allá de la oscuridad.
El tal Chiqui era una especie de celebridad. Hoy estaba en Haussa, mañana aparecía en Smara donde se quedaba unos días, para irse a Mahbes, Tifariti, Echdeiria, El Farsía, Morcba o cualquier otro sitio donde hubiera presencia de Agentes del Cuerpo. Veia los preparativos para una patrulla y se quedaba junto a los vehiculos hasta que los ponian en marcha, en este momento saltaba a la caja del Jeep o del Land Rover, junto a los Agentes y cuando se cansaba, saltaba sobre el techo de la cabina y de allí sobre el capó, en el que se quedaba, haciendo mil y un equilibrios, hasta que se cansaba y volvia al techo o a los pies de sus compañeros humanos. Conocía todos los destacamentos y a todos los Oficiales y Suboficiales. Por Mayo o Junio del 65 recibimos la órden de matar a todos los perros sin vacunar, por haber tenido un caso de rabia en el Territorio. El Sargento Santana, Comandante de Puesto en Mahbes, participó en la matanza con la idea fija de eliminar a Chiqui, el cual se escondió tan bien que fué imposible hallarlo. Por aquellos días llegué allí de patrulla, a las órdenes del Capitán don Hilario Castro Vallinas y cuando salimos de regreso a Smara, el perro apareció de entre unos matorrales a toda velocidad, saltando a la caja del Jeep, que aflojó, para ayudar a Chiqui. El conductor era mi gran compañero y amigo Enrique Gomariz Pastor, con el que rememoramos este lance en el mes de Junio pasado. Así se escapó Chiqui de que el buenote de Santana le diera matarile, pero no se escapó del puto pinchazo cuando llegamos a Smara. Despues de pincharlo nos miró torvamente unos instantes, pero al cabo de un rato nos lamía las manos. ¡El jodido sabía que cumpliamos ordenes!
Parecía decir: - Esto es la puta mili, chaval. Cada cual se jode a su turno.-
Sandokan era más reposado, tal vez fuera cosa de la edad, pero solía estar siempre cerca y buscaba el contacto de nuestros pies por la noche, aunqué se enteraba siempre de lo que sucedía a nuestro alrededor y cerca de la tienda de campaña.
En fin, que se acumulan los recuerdos de aquellos auxiliares caninos que no formando parte del Cuerpo, se convirtieron en compañeros inseparables en cualquier lugar donde hubiera un Policía Territorial, europeo, de guardia.
Mi intención es hablaros de nosotros, los polis del Sahara y me ha salido un recuerdo, entrañable eso si, de aquellos canes que compartieron horas de juegos, nos guardaron con sus sentidos y nos animaron cuando nos vieron decaidos. Creo que tambies merecen ser recordados.
En otro momento comentaré más cosas, es una amenaza que cumpliré. ¡Palabra!
Un abrazo, Saharianos.
Hola Jordi.
Referente a los FAO que teniamnos en el campamento para instruccion y tiro eran !la ostia!.
Una de las p.t.das que soliamos hacerle al cabo/instructor ( amigo Manzano y Vatllori) en el momento de cambiar el cañon era, esconder la tuerca de embrague (creo se llamaba asi) y cuando decia !ya está! y trincaba el asa de transporte, se quedaba con él en la mano y el resto del subfusil sobre la manta. El cabreo era de ordago.
En las prácticas de lanzamiento de las celebres P1 y P2, algunos se llevaron algun cogotazo de los Sargts. Miguelez, Santana o Torreblanca. Y es que habian algunos que se las traian en latas, a estos los tenian 1 hora tirando piedras al bidon que servia de blanco. El campo de práctica estaba hacia el N. del Campto. del BIR.
No se me olvida uno de los dias que fuimos al tiro de "carrera,cuerpo a tierra y disparo sobre silueta" que al compañero de mi derecha se le escapo un tiro y pegó mas o menos a metro y medio de mi cabeza. Me quede pegado al suelo de tal manera, que ya quisieran "las lapas" pegarse a las roca como yo me quedé al suelo.
Las siluetas se ponian cerca de la orilla de la playa pasado "el campo de margaritas" !fuerte pestazo cristiano!.
Las marchas nocturanas de pelicula !nos cojiamos unas "mierdas, mazurca,templaera" o como querais llamarlas, que hacian historias. Eran BIR-Cadena de Dunas-BIR. En la "terri" la haciamos solos y no coincidimos nunca con los "pistolos". Saliamos "vanguardia, cia., flancos y retaguardia". Esas me tocaban a mi como la "guagua barrecola" y no sé porqué, pero eramos los primeros en llegar al BIR (nos escondiamos detras de los coches en el aparctº. que habia a la entrada) hasta que llegaba el resto de Cia. Al dia siguiente como era natural !jodidisimos!.
Aprocecho para intentar localizar a Vatllori, Roson Pol, Manzano etc. del Reempl. 1º del 66.
A Manzano lo hemos intentado localizar Francisco de Miguel y yo, pero nada.
El Titi (taxista de Sevilla), Francisco Orts, Julian Gonzalez, Victor Martin, lo mismo NADA.
En "Chicharilandia" tengo a tres, pero ya los buscaré con la ayuda del "Loco de Smara".
Carim tuvo suerte con su mosqueton "novia", porque los nuestros fallaban mas que las escopetas de cañas.
Cordiales saludos.
Hola Jordi, me alegro muchísimo de verte de nuevo por estos foros. Muy bonita esa historia de los perros que hacían la mili con vosotros, enhorabuena. Ellos también merecen pasar a la historia, si quiera sea por su mili interminable y su apego a los uniformes.
Espero con ganas esa esa historia prometida de los 40.000 cartuchos disparados y no sé cuantas granadas lanzadas. Menuda batalla.
Saludos cordiales y a la espera de tus siempre interesantes historias de veterano del Sahara, Antonio
Siento haber causado alguna confusión. No hubo ninguna batalla amigo Antonio N. Marrero.
[/quote]Espero con ganas esa esa historia prometida de los 40.000 cartuchos disparados y no sé cuantas granadas lanzadas. Menuda batalla.[/quote]
Se trataba de material sobrante. La Cia. tenía asignada una cantidad de munición anual que no se gastaba en su totalidad.
En seis años se acumuló la munición citada. Cuarenta mil del 7'65 ó 7'62 (disculpadme por no recordar el calibre), para Mosquetón y F.A.O., nueve mil del 9 y las cuatrocientas granadas de marras, que eran P.O.1.
Nos tocó a los ocho veteranos que ya, ¡ya! nos ibamos y al principio nos alegramos de liar tan sonora despedida, pero al final llegó a aburrirnos.
La munición del 9 se gastó bien con los Z45, la mayor parte de ella, aunqué tambien usamos pistolas para este trabajo, puesto que nos gustó usarlas, pero la munición del 7' y algo, hubo de ser disparada tiro a tiro con los puñeteros mosquetones, puesto que los F.A.O. se encasquillaban o necesitabamos canviar los cañones a cada momento, así que optamos por llevarnos una veintena de mosquetones y, sentados en el suelo, encima de una manta extendida, apoyabamos la culata en la tierra y apretabamos el gatillo. Y así una vez y otra, hasta terminar con el puñetero arsenal.
Las granadas no explotaban todas y debiamos destruirlas o explotarlas a tiros.
De todas maneras, hoy, después de cuarenta y tres años, me parece que nos divertimos, pero entonces llevabamos un buen cabreo.
Yo personalmente, le pedí al Sargento César que añadiera algunos reclutas para acabar antes y me respondía que no había prisa. Opté por pedirselo al Capitán que me contestó que cuanto antes acabasemos, antes nos licenciabamos y que los del segundo reemplazo no podían ayudarnos puesto que había poca gente.
En aquellos dias se nos unieron algunos oficiales de diversos cuerpos, pero se aburrian pronto y se iban.
¡Ah! Otra cosa. Las mantas en el suelo nos iban muy bien para recuperar los casquillos, puesto que debiamos devolverlos.
O sea que de batalla nada. Un "trabajo" como cualquier otro.
Y ahora pregunto; ¿Alguien recuerda exactamente el calibre de la munición del mosquetón? Yo tengo la duda apuntada más arriba.
Se me olvidaba deciros que aún tardé cuatro meses en recibir la verde. Una semana después de llegar el primer reemplazo del 66, concretamente el día seis de Mayo.
Un abrazo, Saharianos.
Gracias Jordi por la explicación. Ya me imaginaba de que iba el asunto. Lo de costumbre, que la munición también caduca y hay que gastarla. Pero menuda traca de despedida.
Desde hacía unos años, que yo sepa, había varios tipos de mosquetón por Sahara: los antiquísimos de 7 mm (de bastante antes de la guerra civil) y los mas "modernos" (los Coruña 1941) del 7.92 mm. Después de ellos vino el FR-8 (cetmetón) que era del 7.62/51 OTAN. Por las fotos que he visto de los álbumes por tus años había los Coruña y los FR-8, aunque no todas las unidades recibían armamento parecido y en una se retrasaba mas que otras. No sé en que fechas retiraron los relícticos de 7 mm. Los FAO, fusil ametrallador, fue una de las mejores armas del ejército español antes de la aparición del CETME y de la MG3 (variación de la MG-42 alemana del 7.92). Para los años 60 ya estaban obsoletos.
O sea, que si los cartuchos que usabas con los mosquetones le iban a los FAO, era un 7.92 mm seguro.
Seguro que sería 7'92.
Es curioso como nos juega malas pasadas la puñetera memória. Recuerdo cosas y momentos como si los estuviera viviendo, y en cambio se me olvidan otras como esta. Disparar una cantidad tan grande de aquella munición y no recordar su calibre es de juzgado de guardia, pero hasta que no he leido tu respuesta no la he recordado, leerla me ha refrescado la memoria. Gracias.
Me gustaria comentar algo que he leido en otras aportaciones de compañeros que tuvieron un Z45 en las manos.
Afirman que aquellas armas funcionaban mal y, sobre todo, que habian perdido potencia hasta el extremo de ver caer a cuatro o cinco metros los proyectiles disparados.
Los subfusiles que yo usé eran nuevos de trinca puesto que llegaron con nosotros a la Cia, de manera que el mismo camión que nos llevó a Smara se llevó, a la mañana siguiente, los viejos Schmeisser que había allí. Dieciseis en total, de los cuales cuatro se quedaron allí y el resto se repartieron por los destacamentos. Dos en cada uno.
Decian los veteranos que los viejos subfusiles, que no llegué a ver, funcionaban muy bien a pesar de llevar más de treinta años de servicio.
Por mi parte solo puedo decir que el Z45 era un arma excelente y con gran potencia de fuego, siendo arrasadora en distancias cortas. Muy ligera, de facil mantenimiento pero poco precisa. Sucede que estando habituado al Mosquetón, cualquier otra cosa dejaba que desear. No se como se comportaba el Cetme, que tuve en mis manos pero nunca utilicé, por esto siempre me ha parecido el viejo Mosquetón un arma excepcional por su precisión. Se muy bien que hay quien despotrica de estos hierros veteranos, pero un Mosquetón puesto a punto por el Maestro Armero de la Territorial, situaba una bala en un ojo de una mosca. Es una exageración, claro está, pero esta afirmación da idea de la precisión del tiro con aquella arma.
Y hablando de estas cosas, aún no he explicado que era la Policia Territorial, además de todo lo dicho aquí en los foros.
Pero lo escribiré, si Dios quiere, seguro.
Un abrazo, Saharianos.
Hola Jordi, quisiera hacerte una pregunta. Es sobre esos viejos subfusiles que mencionas, los que retiraron. Me intriga saber que modelo eran. Quizá se trate de los los Mp-erma, de la época de la guerra civil. En algunas fotos de los ábumes, aparecen en manos de algunos veteranos. Era un arma con un cargador que se insertaba horizontalmente en el lado izquierdo del arma y tenían fama de peligrosos porque no tenían seguro de disparo.
En cuanto a los Z-45, por lo que conozco eran muy fiables y robustos, aunque algo pesados. Lo que mencionas de balas cayendo a unos metros por delante, me suena extraño y me parece que pudo deberse a algún fallo de la munición. Quizá a alguien se le ocurrió sacarles parte de la pólvora a los cartuchos (un entretenimiento cuartelero) y de ahí esa falta de "potencia". Con armas muy viejas o descalibradas por el desgaste y cartuchos en buen estado, lo que puede ocurrir es que la bala salga para cualquier parte y no se acierte al blanco ni de casualidad.
Sobre la precisión de los Mauser, tienes toda la razón, en buen estado es un arma muy precisa y precisamente porque no es automática. Lo mismo que con los Mauser Coruña, ocurría con los FR-8 (cetmetón). Precisos, mantenimiento fácil y sencillo, no se encasquillaban jamás y mas ligeros, quizá por eso los saharauis de las tropas españolas los preferían frente a los mas aparatosos Cetmes.
Amigo Antonio.
No creo que se le ocurriera a nadie sacarle la polvora a la municion del Z45 y es mas creo no se pudiera usar. Al sacar la polvora se abocarda el casquillo de la bala y por esta razon despues no se aloja en la recamara. Espero no estar equivocado.
Tambien en alta mar y en cajas de madera agujereadas se tiraba municion caducada.
Referente al mosqueton que te refieres, creo que algunas "jarcas" lo tenian y eran mas pequeño que el nuestro. De echo muchos nomadas los tenian.
Cordial saludo.
