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Hace ya treinta años

Publicado: 21 Sep 2005 04:21
por Miquel Navarro
Hace treinta años.

Siguiendo con los recuerdos de hace treinta años, no puede faltar mi viaje al Sahara Español.
Salimos del cuartel sobre las seis de la tarde y subimos al tren, nos pusimos en marcha y llegamos a Cádiz al otro día 10 de Septiembre de 1975, sobre las siete de la mañana que descendimos del tren y luego de formar varias veces nos dejaron libres hasta las 11.30, nos formaron y mas tarde nos pusimos a comer en unas mesas que habían improvisado en la estación.
Después de comer subimos al barco, el buque carguero Aragón y nos destinaron a nuestras literas en los compartimentos de carga, que eran tan grandes que cabíamos dos compañías. Yo dormí en el sexto piso o sea la litera más alta, dichos compartimentos se llamaban sollados, el mío estaba bajando dos planta, prácticamente yo dormía bajo el agua.
A mi como estaba constipado me rebajaron a cama el día 11, esa misma mañana nos levantaron a las ocho y aunque la mar estaba muy revuelta el barco se movía muy poco, sin embargo muchos fueron los que se marearon y soltaron la papilla, tanto nosotros como los marineros.
Llegamos por fin a la costa del Sahara el día 14 por la mañana y desembarcamos bajando por unas redes hasta las barcazas que nos esperaban bajo las cuales nos llevaron a la orilla ya que allí no había puerto, sino un puente muy largo y alto que penetra en el mar para que puedan llegar hasta el los barcos.
La llegada fue sobre las 5 de la mañana y el desembarco se fue retrasando hasta las 7.30 de la tarde que me tocó a mi el turno, pero no llegamos al campamento hasta las 12.30 de la noche porque nos tocó desembarcar un montón de cajones y bultos y luego estuvimos esperando a los camiones que nos llevaron al campamento (BIR 1) que estaba a unos kilómetros del sitio de desembarco, el cuartel se encontraba a la orilla de la playa y es por eso que siempre estaba soplando el viento y no nos dejó en paz desde que llegamos, y según dicen los soldados que encontramos aquí, no para nunca como pudimos comprobar mas adelante. Y respecto al sol ya os podéis imaginar aquí en el desierto del Sahara. La parte del campamento donde nos pusieron costaba de unos barracones de madera………………………………………………………………………………………………..
Así termina la anotación de mi viaje al Sahara, que escribí en papeles sueltos cuando comenzamos la aventura.
Lo que ocurrió allí es otra historia.

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Continuando con la narración de mi viaje al Sahara, recuerdo la visita del Príncipe de España para dar valor a la tropa un mes antes del desenlace, pero desgraciadamente un gobierno débil tras la muerte de su Caudillo trajo como consecuencia que tuviésemos que abandonar el territorio aún a pesar del pueblo saharaui.

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La narración de otro papelote encontrado en el baúl de los recuerdos continúa así: Embarcamos en el Aragón el día 6 de Diciembre de 1975 de igual manera que hicimos cuando vinimos al Sahara, pero esta vez mas contentos porque sabemos que en unos días estaremos otra vez en nuestra querida península, ya nos han dado a cada uno nuestra litera en el sollado, pero antes de esto nos hemos pasado todo el día cargando bultos y cajas al barco.
Día 7, seguimos embarcados pero aún no hemos emprendido el viaje, el día lo hemos empleado a terminar de cargar bultos y vehículos.
Día 8, hemos emprendido el viaje y todo sin novedad………………………….la comida bastante buena y el tabaco a precio franco, la vida en el barco para nosotros es diferente, se me saltan las lagrimas cuando oigo cantar la Salve marinera ……………
Día 10, llegamos a puerto sin novedad sobre las cuatro de la tarde y sobre las 6h nos han dejado salir de paseo con el traje de instrucción, luego volvimos a dormir al barco pero toda la noche nos estuvimos turnando para desembarcar los bultos.
Día 11, nos han llevado a un cuartel en Cádiz donde hemos comido y nos han dado salida hasta las 6h de la tarde, “en estos momentos no tengo ni una peseta”, subimos al tren sobre las 10h de la noche, ya nos encaminamos para una mili normal………………
Así termina mi relato del viaje al Sahara donde creí que me quedaría a terminar la mili pero no fue así; siempre recordaré este corto viaje.

Enérgico saludo paracaidista.