Presentación y saludo

FORO de la WEB "La Mili en el Sahara"
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Ricardo Rodríguez

Presentación y saludo

Mensaje por Ricardo Rodríguez »

Me llamo Ricardo Rodríguez y estuve en el Sáhara desde mayo hasta noviembre de 1975. Mi papeleta de destino decía, como la de casi todos vosotros, supongo, BIR nº1, El Aaiún, Sáhara Español, pero a nosotros, primer reemplazo del 75, Madrid, no nos llevaron a El Aaiún sino al CIR 15 de Hoya Fría, Sta. Cruz de Tenerife, a hacer el Campamento. Después pasamos durante unos días al Canarias 50 en Las Palmas y enseguida al Fuerteventura 56, II Batallón, que estaba en Arrecife de Lanzarote. Allí estuvimos hasta el mes de mayo -ya cinco meses de mili- y cuando ya pensábamos que no tendríamos que ir al Sáhara, una mañana nos embarcaron en los Caribou (este avión no lo tienes, Juan, por cierto) del Ejército del Aire y nos llevaron a Villa Cisneros.

Estuvimos primero en un cuartel de artillería al sur de la ciudad y luego pasamos al Alejandro Farnesio, a cubrir los servicios de rutina del IV Tercio que ya había sido desplazado al Norte. Más tarde mi compañía fue dividida en tres grupos que fueron destinados a Bir Nzaran, Auserd y La Güera, a los acuartelamientos de Nómadas del interior. Acababa de pasar lo de las dos patrullas que se sublevaron y se internaron en Argelia y supusimos que era para aumentar la proporción de "peninsulares" con respecto a los nativos de las Tropas Nómadas. A mi sección le tocó Auserd y jamás olvidaré aquel valle de arena entre colinas negras. En el curso de una patrulla pasamos una tarde e hicimos noche en las cuevas de Leyuad y llegamos hasta el pozo de Zug y entramos en Tichla cuando ya había sido abandonada, calculo que sería a finales de septiembre del 75. Podéis imaginaros la emoción de volver a ver las fotos de esta página, en especial las fotos de Auserd y del fuerte de Tichla.

Poco después volví a Villa Cisneros, de nuevo al Alejandro Farnesio. Durante la Marcha Verde, primeros días de noviembre del 75, estuve en el torreón del Atlántico de la línea de fortines que cerraba la entrada a Villa Cisneros, con un pelotón de mi compañía. Toda la noche de guardia el pelotón entero, dos horas de puesto en agujeros en el suelo y dos de descanso en el fortín con las cartucheras y las botas puestas, y durante el día un sólo puesto en la terraza del torreón, una hora cada uno, y los demás "a-la-janduli-la-a-la-barraca-la" . Ahora ya sabemos de dónde sale esto y qué significa ¿verdad? pero entonces lo decíamos de cachondeo y significaba estar tirado a la bartola, gandulear. Es imposible olvidar aquellos días, como es imposible olvidar el desierto. Todo el día sonando en los transistores los partes de la Marcha Verde y de la enfermedad de Franco, mezclados con la música del último disco de Pink Floid, que salió en aquellos días: Wish you where here. ¿Alguien se acuerda?

Finalmente, el 28 de noviembre, embarcábamos en el pantalán de Villa Cisneros de vuelta a Lanzarote. No me acuerdo del nombre del barco, pero sí que nos quedaban dos meses de mili y que la vida nos estaba esperando. Atrás dejábamos el Sáhara con mucha más alegría que tristeza, pero pronto va a hacer treinta años y no hemos podido olvidarlo.

No me extiendo más, ya he sido bastante pesado. Sólo deciros que apenas tengo fotos y son muy malas, aunque sí libros, postales, revistas de La Legión, etc. A cambio, hace unos meses escribí una especie de "poema" que no son más que imágenes de mis recuerdos de allí. Os lo pongo en un mensaje aparte, porque sé que nadie va a entender de lo que hablo mejor que vosotros.

Un fuerte abrazo y muchas gracias a todos por esta página.
Ricardo Rodríguez

El "poema" al que me refería: "Las cuevas de

Mensaje por Ricardo Rodríguez »

Las cuevas de Leyuad.

Si hubieras dormido alguna vez sobre la pétrea firmeza de las cuevas de Leyuad
cuando una luz especial ha dado ya paso a la noche más hermosa,
y nebulosas infinitas se dibujan como caminos de humo en el firmamento,
junto a hombres cuyos antepasados ornaron estas piedras con artes primitivas
envueltos en ligeras frazadas y bien conscientes de lefas y escorpiones
en el territorio donde viven gacelas y fenecs y chacales y no hace tanto
cruzaban como destellos los guepardos y altivos y aparatosos los avestruces

Si hubieras bajado sólo una vez por la pendiente de sotavento de las colinas
saltando sobre arenas tan lisas como montañas de azúcar dorado
disfrutando como niños del tiempo detenido en sencillos campamentos,
y amasado tu propio pan dentro de humildes tiendas de campaña
bajo sesenta grados de sol implacable, sudor y arena y un voraz apetito
mientras afuera crepita un fuego y a dos palmos del suelo calcinado
el aire a mediodía reverbera en oscuros cordones espirales.

Si hubieras entrado en románticos fuertes abandonados en medio de la nada,
más allá del punto de inflexión, cuando todo revierte hacia su origen,
y navegado por la belleza deslumbrante de los atardeceres del Tiris;
tomado el té bajo la luz tamizada de jaimas acogedoras como hogares verdaderos,
de la mano de solícitas matronas envueltas en velos que hubiera amado Fellini,
charlatanas vendedoras de platerías y cueros que te traerán baraka,
tú mucho chau chau, mucho chau chau, y no compra nada...

Al-hamdu li-llah, alabado sea Dios
Él os guarde por siempre.

Las huellas de los fenecs cruzaban las alambradas del torreón de la playa
y alcatraces y congrios se daban cita para vernos pescar enormes mejillones,
holgazaneábamos al sol en la naturaleza virgen de la costa mientras
ante nosotros saltaban del agua por parejas negro-azuladas las toninas;
los transistores vomitan partes y noticiarios y Wish you where here de fondo
y lo que anoche era asombrosa Santa Compaña es ahora una hilera de pesqueros
que sobre la línea del horizonte explota a conciencia la plataforma.

Si hubieras transitado, día tras día, silbando viejas canciones de tuna,
arriba-abajo, abajo-arriba, por un valle de arena entre colinas negras
en la vecindad de gentes enajenadas por el sol y el Siroco y el paso de los días,
y sin embargo solitario entra la arena y el cielo y las colinas hubieras
sentido el tiempo detenerse como dentro de algo que avanzara inexorable,
y visto latir la vida en todo lo que alcanzas, en lo animado y en lo inanimado
y hasta en los espejismos, aquellas lagunas lejanas y azules como las ilusiones.

Si hubieras dormido alguna vez bajo el pórtico de piedra de las cuevas de Leyuad
en medio de una majestad que empequeñece a todas las catedrales de la tierra
y hubieras visto pintarse en la noche las estrellas como una señal o una advertencia,
tu alma no se contentaría con los afanes corrientes que ocupan a los hombres
y te haría daño verlos siempre enzarzados en sus estúpidas guerras de predominio
en todos sus asuntos peleando como perros de una manada enloquecida
que no respeta orden superior y que carece de poder alguno por encima del mercado:
sordos y obstinados y ciegos de ambición no pueden comprender
que consumen sin provecho lo que les fue otorgado.

RR.
Juan

Sobre el Poema

Mensaje por Juan »

Hola Ricardo:

Soy Juan Piqueras el encargado de incluir en nuestra WEB, también tuya desde ahora, todo lo que van ofreciendo los que allí estuvimos o sus familiares.
Me he alegrado mucho que te hicieras presente. Fuimos pocos los que pasamos por Tichla, para mi fue una Base encantadora.
Si no te parece mal incluiré tu poema en el apartado textos de la WEB, si en cualquier momento decides que lo retire no tienes mas que decírmelo.

Un saludo
Antonio Gonzalez
Mensajes: 20
Registrado: 02 Nov 2004 01:56

Las cuevas de Leyuad

Mensaje por Antonio Gonzalez »

Ricardo: Permíteme agradecerte el placer proprcionado por tu poema. Y felicitarte. Me ha encantado. No soy de los que hicieron la mili en el Sahara, ni conozco esas cuevas, ni conocí lo que tu conociste y que tan maravillosamente cuentas (o cantas) en tu poema. Pero aún así me ha emocionado.

Antonio
Un saludo
Ricardo Rodríguez

Re: Sobre el Poema

Mensaje por Ricardo Rodríguez »

Juan escribió:Hola Ricardo:

Soy Juan Piqueras el encargado de incluir en nuestra WEB, también tuya desde ahora, todo lo que van ofreciendo los que allí estuvimos o sus familiares.
Me he alegrado mucho que te hicieras presente. Fuimos pocos los que pasamos por Tichla, para mi fue una Base encantadora.
Si no te parece mal incluiré tu poema en el apartado textos de la WEB, si en cualquier momento decides que lo retire no tienes mas que decírmelo.

Un saludo
Por supuesto Juan, puedes ponerlo donde quieras. Procuraré aportar alguna cosa más. Por ejemplo, hace un par de años me pasé por el Museo del Aire que está en Cuatro Vientos, Madrid, y allí estaban muchos de los aviones que vimos en el Sáhara, entre ellos el De Havilland Caribou que llevó mi batallón a Villa Cisneros y el CASA C-212 Aviocar que hacía la estafeta en Auserd en el verano del 75. Creo que tengo las fotos por ahí en algún sitio.

Saludos.
Ricardo Rodríguez

Re: Las cuevas de Leyuad

Mensaje por Ricardo Rodríguez »

Antonio escribió:Ricardo: Permíteme agradecerte el placer proprcionado por tu poema. Y felicitarte. Me ha encantado. No soy de los que hicieron la mili en el Sahara, ni conozco esas cuevas, ni conocí lo que tu conociste y que tan maravillosamente cuentas (o cantas) en tu poema. Pero aún así me ha emocionado.

Antonio
Muchas gracias Antonio, me alegro que te haya gustado. Eso es que estamos en la misma onda.
Angel Benito

Poema de Ricardo Rodríguez

Mensaje por Angel Benito »

:lol:
Ricardo: tu poema me parece extraordinario. Creo que te has ganado una afición -y por tanto una obligación-. Nos debes más. ¡¡Ánimo!!.

Ángel Benito
Ricardo Rodríguez

Re: Poema de Ricardo Rodríguez

Mensaje por Ricardo Rodríguez »

Ángel Benito escribió::lol:
Ricardo: tu poema me parece extraordinario. Creo que te has ganado una afición -y por tanto una obligación-. Nos debes más. ¡¡Ánimo!!.

Ángel Benito
Pues te agradezco el comentario, Angel, pero me temo que eso va a ser difícil. La poesía y yo, que soy indisciplinado y anárquico, no nos llevamos demasiado bien. Sin embargo hay un libro de poemas sobre el Sáhara escrito por un militar de carrera, Luis López Anglada. En 1971, siendo teniente coronel del Gabinete de Prensa del Ministerio del Ejército hizo un viaje por el Sáhara, según cuenta Gerardo Mariñas en su libro "El Sáhara y la Legión". De este viaje saldría meses despues el libro "La arena y los sueños (Poemas del Sáhara)", un libro de sonetos dedicados a las principales ciudades del Sáhara, El Aaiún, Villa Cisneros, Smara, Edchera, la luna del desierto, los espejismos, etc. López Anglada no es un poeta exquisito, creo yo, pero sus sonetos son muy sentidos y certeros y algunos francamente inspirados. Mi preferido es el que dedicó a los hombres azules, los saharauis:

"Hombres Azules"

Desde los territorios de la nada
donde el silencio impone el vasallaje;
del reino del silencio y del salvaje
termino de la sebja calcinada

vienen; tienen la ardiente mirada
y el corazón dispuesto para el viaje.
Son los señores del Desierto; el traje
es azul como el cielo en la alborada.

Pasan como entre sueños, lentamente,
reyes de soledad, alta la frente,
bienamados de muchas lejanías.

Y se sientan delante de su tienda
como el señor que cuida de su hacienda
viendo pasar los sueños y los días.


L. López Anglada
"La arena y los sueños"
Angel Benito

Poemas

Mensaje por Angel Benito »

Hola Ricardo:
He leido algún poema de López Anglada, creo que en la Web de la asociación de amigos del pueblo saharaui de Aragón, Umdraiga. Lo que no sabía es que había sido militar y había estado allí.

Gracias.
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