la religion en la mili

[emilio cisneros]

En la mili que nos tocó hacer, la religión oficial era de obligado cumplimiento, por supuesto que el Estado español era confesional, y la Iglesia tenía mas poder que ahora, que tampoco es escaso en la actualidad, aun así recuerdo una Semana Santa en Benidorm, año 1.970, la gente haciendo cola el sábado por la noche a las puertas de las discotecas, porque hasta las 12 horas, ya domingo, no tenían permiso de apertura.

En el Ejercito la misa era obligatoria, salvo casos particulares, como en Red Permanente, mi destino, que al ser una Unidad pequeña no teníamos ni capilla ni capellán, asi que el que quería apuntarse a Misa se iba al cercano cuartel de Artillería por su cuenta.

En cambio en el BIR, la Misa era de obligadisimo cumplimiento, hasta los arrestados eran conducidos a ella, aunque separados del resto y vigilados por soldados armados como si fuesen delincuentes peligrosos.

Lo mas curiosO que recuerdo en este sentido es la llegada al BIE, el soldado que hacía las fichas me preguntó por mi religión, y le respondí con cierta sorna que si se podía elegir, ya que en España todos erámos católicos por obligación. Me respondíó que si practicaba otra religión no había ningún inconveniente en ponerlo en mi ficha, a lo que le contesté que pusiera "no creyente" o "ateo", a lo que siguió un gesto de negativa por su parte. Según él, podía profesar otra fé, pero no abstenerme de ella. El asunto finalizó por la solución menos complicada para mí, esto es, admitiendo que pusiera las siglas "CAR" de católico, apostólico y romano. Solo me faltaba meterme en líos nada mas llegar.!!!

Supongo que en el Sahara existiría la opción religiosa para soldados nativos de registrarse como musulmanes, pero dudo mucho que el ejercito español construyera mezquitas o algo similar en el interior de los cuarteles, aunque si no estoy en lo cierto podeís informarme de lo contrario.

Pero eso sí, de ateos y agnósticos, ni hablar.

[Fernando A Rodriguez]

Hola Emilio tienes mas razon que un (santo) en el campamento de Hatarrambla era de obligado cumplimiento y en el cuartel en Villacisneros nos llevaban formados hasta la puerta al igual que marina y aviacion pero los unicos que era obligatorio eramos los de la Policia Territorial y de los saharauis nunca han sido de mezquitas sino todo lo contrario lo hacian en el patio o en la calle un saludo

[Jose Hernandez Murcia]

Hola a todos,
Efectivamente, la obligatoriedad de ir a misa formaba parte de la vida militar, yo creo que les importaba muy poco las verdaderas creencias de los soldados, España era católica, y por tanto, no había otro camino, todos teníamos que ser de esa Iglesia. Yo creo que ni se les pasaba por la cabeza el hecho de que alguien se declarara ateo, en la fiche no había lugar para esa circunstancia.
Yo tuve un pequeño incidente con el capellan de Aargub, durante el permiso del soldado que hacía de "maestro" me cuidé de dar clase a algunos compañeros, cuando el capellán se enteró que estaba poniendo dictados con un libro de García Marquez, pilló un cabreo impresionante, desde luego me negó la posibilidad de seguir dando clase.
Este hecho me confirmó que los capellanes de la unidades militares, también servían para mantener el orden establecido.
saludos,
pepe

[Blas Collado Pérez]

Pepe, he leído tu altercado con el capellán, supongo que en esos tiempos debía ser lo más normal.
Cuento mi caso en el Aaiún,en 1971 yo estaba destinado en el juzgado municipal, y una de mis tareas eran las bodas, hacía los impresos del juzgado y me tocaba casarlos por lo civil (debe de haber unas 30 parejas, si no se han separado, casadas por mí).Bien, en aquella época primero era el matrimonio eclesiástico y después el civil, con lo que me tocaba cada semana ir una o dos veces a misa, (yo soy y siempre he sido ateo). Me quedaba dentro de la iglesia en la entrada, recuerdo que al lado izquierdo. Cuando acababa la ceremonia entrábamos en la sacristía, se firmaba el documento de la iglesia, y después firmábamos el civil todos los testigos, el matrimonio y yo. Así cada semana, pasado un tiempo, paseando con el capellán en los jardines delante de la iglesia va y me dice: "Blas hace tiempo que vienes a la iglesia y no te veo entrar a rezar", contesté (no recuerdo su nombre) más o menos: "mire padre, yo soy ateo, pero muy respetuoso con los creyentes, por lo tanto opino que si yo entrara a rezar estaría faltando el respeto a los creyentes", su respuesta sí que la recuerdo perfectamente: "bueno... está bien " seguí haciendo bodas, con las que, por cierto, me ganaba un buen dinero. Y no paso nada. Curioso, ¿no?

[Jose Hernandez Murcia]

Hola a todos,
Como era de esperar muchos tenemos anecdotas referente al tema que tratamos. Habría que tener en consideración que los capellanes en el Ejécito se comportaban de forma diferentes que los curas de la vida civil, en la vida militar los curas eran también oficiales o suboficiales, debían cumplir órdenes, por tanto no creo que contara mucho sus opiniones particulares respecto si los saldados eran católicos o no, el sistema los envolvía sin darles posibilidades de salirse de la línea marcada.
Yo recuerdo que el capellán de Aargub era un poco quisquilloso, se emperraba en hacernos vestir de "bonito" para ir misa. Recordar que los nomadas teníamos vestido con zaopatos, corbata, guerrera y ....etc.
saludos,
pepe

[Emilio Madroñal Chamorro]

Ya tenia yo ganas de meter mano a esto de los foros, pues aqui hay mucha tela que cortar y para sastre el que tenga tijeras.

Quiero comentar que a mi el tema de la Religion en la Mili me parecia de lo más normal, pues los domingos lo mismo que te vestias de bonito para
salir de paseo, el formar para misa con traje de bonito era la antesala del
paseo matinal de los domingos, y tambien quiero contar como anecdota que el dia de la pascua militar en Ingenieros, se invito a todo el personal
para que se confesara y como premio nos darian bocadillo y cerveza, como quiera que se confesó poca gente al final que Pater llamó por megafonia y dijo que pase todo el personal por su bocadillo y su cerveza
porque el gasto ya esta hecho y si no confesais será porque no teneis pecados. Otra vez cuando un soldado fué llamado urgentemente a su casa
por motivos personales, el chaval no tenia ni cinco y el mismo Pater le facilitó billete de avión y 300 pesetas, despues cuando volvió se facilitó
un trabajo en el Aaiun y rebadajo, solo volvia al cuartel a comer y dormir.
por lo tanto quiero expresar mi sentimiento de católico aunque no sea
de los mejores.

un abrazo a todos y hasta Guadalajara dentro de 7 dias.

[Julio Muñoz]

Estimados amigos:

Recuerdo las misas dominicales en el B.I.R. a pleno sol en la plaza de armas, bien formados como mandaban los santos cánones. Nunca faltaba algún compañero que se desmayaba debido al calor y a las disciplinadas posturas que había que mantener, pero siempre lo sacaban de la formación dos compañeros de fila muy solícitos para acompañarlo al barracón, aunque luego no volvían. Creo recordar que la duración de la misa era bastante larga.

También en Smara teníanos misa los domingos. Como bien cuenta el amigo Pepe, lo más pesado aquí era el unforme de los domingos. Después de seis días trotando con nailas, pantalón corto, gorra de faena y camisa bu-bú, nos teníamos que colocar el uniforme o traje completo de nómada: zapatos negros, guerrera, pantalón largo, camisa de manga larga, corbata, gorra de paseo y cinturón de los domingos. Este último lo conservo todavía y lo llevaré a Guadalajara, aunque creo que no es de buena calidad porque ha debido encoger por falta de siroco, y no me lo puedo poner. También llevaré una camisa bu-bú sin estrenar. a ésta le ha pasado lo mismo que al cinturón. Estos cuerpos...

Cuando estábamos tan perdidos en aquellos cuarteles, la misa era el símbolo más inequívoco de que ese día era domingo, ¿no os parece?

Un abrazo,

Julio Muñoz

[Jose Hernandez Murcia]

Hola a todos,
Julio, Menos mal que tú te acuerdas de la lata que daba ponerse el uniforme de Nomadas al completo, hice mención a este detalle precisamente por lo que explicas .. después de una semana de pantalón corto y nailes, hala a ponerse de Bonito. No sé en Smara, pero en Aargub os aseguro que al terminar la misa no se podía ir a ninguna parte.
sigo pensando que el hacernos ir a actos religiosos formaba parte de las enseñanzas que pretendían inculcarnos.
saludos
pepe

[Jordi Roig i Marcet]

después de una semana de pantalón corto y nailes, hala a ponerse de Bonito. No sé en Smara, pero en Aargub os aseguro que al terminar la misa no se podía ir a ninguna parte.
sigo pensando que el hacernos ir a actos religiosos formaba parte de las enseñanzas que pretendían inculcarnos.

Ya ves. Tanto que encontré a faltar los actos de culto y litúrgicos, durante la mili. Pocas veces pude ir a misa, puesto que en Morcba no había capellán y en las ocasiones que pude asistir fué en Smara. Lo que sucede es que la religión siempre ha sido muy importante para mi y por esta simple razón nunca se me ha hecho pesada ninguna misa y hoy las encuentro cortas. Añoro el espléndido canto gregoriano y la sonoridad del latín. Entiendo que hoy es mas próxima a la gente que, por lo menos, entienden de que va la cosa.
Lo que no he entendido nunca es la obligación que había de asistir a ella. Para mi es absurdo y contradice, además, el espiritu cristiano, pero que le vamos a hacer. Aquellos tiempos eran así.
Un abrazo, Saharianos.

[Román Martínez del Cerro]

Como Jordi Roig i Marcet opina, no entiendo la misa como una cosa obligada por el Ejercito. Si como un acto voluntario, que en mi caso, me suponía un valor espiritual muy importante. En el BIR, de forma totalmente voluntaria, la misa diaria era en un barracón, junto al patio de armas y el capellán un "paraca". Luego, en Ingenieros del Aaiún, no solia asistir a la dominical, pués preferia ir a la Misión, por mi cuenta. Allí me sentía más libre, pués asistía por mi própia voluntad. En mi caso, sin ningún tipo de problemas para no ir a la del cuartel. Tambien era posible asistir a misa en una capilla castrense, entre Ingenieros y el centro del pueblo. Un cordial saludo

[Albert Marin Ausin]

Después de más de 14 años sin oír misa, volví a tener que hacerlo domingo tras domingo, en el BIR y en Cabrerizas. Recuerdo que la última vez que lo hice fue dos domingos después de mi Primera Comunión (y última), con mi traje de marinero (sin graduación).

Como agnóstico (no es lo mismo que ateo), no tenía valor alguno el tiempo que pasaba en misa, aunque sí sentía respeto por los creyentes que pudiese haber a mi alrededor. No suponía ningún sacrificio, la lástima es que no fuese en horas de instrucción en lugar de en día festivo, entonces sí habría ido con mayor satisfacción.

Después de la Jura de bandera, durante ocho largos meses, tenía que ir a la iglesia de Cabeza Playa cada domingo, excepto si estaba de guardia durante el tiempo que no fui furriel. Precisamente estando en este destino, un día me atreví a preguntar al Capitán Borreguero, aprovechando que le caía bien y que casi cada día despachaba con él los asuntos de mi competencia, lo siguiente: “Mi capitán ¿por qué es obligatorio ir a misa? al oír mi pregunta, puso una cara de asombro cambiando rápidamente a rictus agrio y me contesto. “Ausín, es que no eres creyente? a lo que le respondí. “Mi Capitán, soy Católico porque me bautizaron, pero ya hace muchos años que no practico” (no me atreví a delatar mi agnostismo), su amenaza fue: “Ausín, aquí no se obliga a nadie, pero pobre de aquel que se niegue a formar para pasar revista y después no obedezca la orden de marcha en columna de a uno (con destino la iglesia, claro), sabes que te aprecio porque cumples bien como furriel, pero quiero que seas un buen creyente y no hagas estas preguntas tan absurdas, de lo contrario te crearás problemas. Menos mal que no me delaté.

Cuando nos trasladaron a Bucraa ya no hubo más misas, allí no teníamos iglesia.

Está claro que en aquellos años de Nacionalcatolicismo, con nuestro máximo General bajo palio, no ser soldado católico nos podía convertir en bichos raros a vigilar.

Los saharauis, ya sabemos todos que no estaban incluidos en el lote, como musulmanes que eran.

Saludos a todos
El furri de Cabrerizas

[Manuel Viaño Arca]

Mis queridos compañeros: Creedme, que no lo digo para DAROS ENVIDIA, sincermente creo que los "mas religiosos" de todos éramos los PARACAS y sobre todo, en el cuartel de instrucción:

¡¡"REPARTIAN OSTIAS, por un tubo"!!

[sergio]

Como quiera que el que más tiempo estuvo en el BIR, fui yo y además visto desde otra óptica, yo os puedo contar infinidad de anécdotas a este respecto.-
En mi documentación figuraba la palabra "PROTESTANTE", definitoria de que no eras "CAR", cuando fui destinado a la 4ª Cia, no pasaron diez minutos me llamó el Capitán Carranza, para entre otras cosas decirme que el no quería problemas ni con el Capellán ni con el Ejercito, por lo tanto, los domingos mientras dura la misa, cambias el servicio por un cuartelero, siempre elegía al de mi barracón y el tío se enfadaba.

Llegó la Jura de Bandera y el Capitán me dijo qué pensaba hacer, visto las facilidades que este hombre me había dado le dije que asistiría a misa y haría todos los movimientos que hiciesen mis compañeros, él me ofreció la posibilidad de incorporarme a la Compañía, cuando esta se retirase para iniciar el acto propio de la Jura, es decir desfiles, no lo acepte y asistí a misa.

En el campamento conocí a algunos "Protestantes", uno de la P.T. otro un Cabo 1º de Ingenieros, destinado en la 5ª un Auxiliar de la 1ª, después de la misa. podíamos disponer de cuarto del generador, para celebrar nuestros oficios religiosos.

En mi caso, mientras fui Cabo 1º, cuando tenia semana, la compañía la llevaba el Cabo de Cuartel-

Un abrazo a todos.
Sergio Polo, Sargento Especialista

[José Marín Díaz]

En el cuartel de la PT de El Aaiún, si mal no recuerdo, nuestros Mandos eran muy respetuosos con estos temas de la “religión”.
La misa se celebraba todos los domingos en el comedor y la asistencia era voluntaria. Nosotros, los de cocina/comedor asistíamos 3 o 4 y los otros compañeros se quedaban en la trastienda haciendo los preparativos para la comida de medio día.
En una ocasión comentó el “cura” que era también un Teniente, que si seguía bajando la asistencia a la misa, se plantearían ponerla obligatoria. Ese día contando con nosotros los de cocina, no había más de 10 o 12 asistentes. Para mi no fue nada penoso asistir a esas misas, pues en la “homilía” este cura-teniente, nos hablaba de; camaradería, de ser buenas personas y de un sin fin de recomendaciones y buenos consejos, que no tenían nada que ver con la misa. Hablaba cómo un teólogo cuando tocaba los temas de; convivencia, respeto y de la dignidad del ser humano…
Saludos saharianos.

[Antonio N. Marrero]

Nunca había oído de ese trato de deferencia con los Testigos de Jehová. Es la primera vez que leo de miembros de esa comunidad religiosa, aparte de vestir uniforme, cosa a la que, los que yo conocí, se negaban, estaban rebajados de servicios de armas.

La mili para esta gente, fue una sucesión de consejos de guerra, condenas una tras otra hasta que alcanzaban la licencia absoluta o había algún indulto y una serie de penalidades derivadas que en aquella época no existía la objeción de conciencia. Consejos de guerra en que el defensor se designaba y que solía ser algún oficial sin conocimientos jurídicos ni ganas de complicarse la carrera y que salía del paso como podía. Oficiales, a los que en mas de una ocasión, oi pronunciar denuestos e insultos y manifestar su desprecio al que se supone defenderían. Al fin y al cabo, estaban integrados en un sistema en el que actitudes como las de los testigos eran consideradas delictivas y deshonrosas y no se podían permitir mostrar ninguna comprensión sobre el asunto.

Finalizando y resumiendo, esa situación en la Territorial es novedosa para mi.

Saludos cordiales, Antonio N. Marrero