Con el devido respeto a todos vosotros y la debioda consideracion a su r5emitente, me permito incluir el correo que he recibido del Coronel retirado D. Francisco Alñaman Xastro, por considerarlo del maximo interes.
Sergio Polo:Querido amigo:
Por favor escribe a esta gentuza protestando.
Canarias Ahora
http://www.canariasahora.com/noticia/101472/ (Es interesante mirarlo).
Leo en su periódico tales barbaridades contadas por un ignorante, podría decirle canalla, pero no lo hago aunque él ha dicho cosas más graves de mi y los míos.
No lo hago pues a lo mejor no es un canalla y solo es un tonto mentiroso.
Voy a seguir sus pasos y tratar de hacerle ver lo que escribe, por si quiere rectificar algo.
Nos cuenta un tal Manolo Cardona:
“Fuentes de la sección de información descubren fichas de soldados enviados al Sahara, un soldado canario, cuenta su historia”.
Esto es absoluta mentira, soy coronel, me he hartado de ver fichas policiales, en todos mis empleos y destinos, incluso en democracia.
En la Agrupación de Tropas Nómadas (ATN), mandando sección, compañía, nunca. Simplemente no había por razones obvias, lejanía de la península, imposibilidad de nada subversivo hacia el régimen y otras cien razones más.
Al joven Manolo que luego “hacinado junto a centenares de desconocidos” (otro fallo del Ejército franquista, se los tenían que haber presentado, no eran nada educados estos fascistas) sufriría horrores al marearse en un barco, en “noche de viaje insoportable” y lloraría por miedo al desierto (según confesión de parte), le rechazaron de voluntario en el Ejército del Aire, seguramente por flojillo, claramente demostrado después cuando le tocó el Sahara.
En aquella época las solicitudes de voluntario en Aviación eran muchas, las plazas siempre pocas. Y siendo tan flojo me temo que no entraría ni habiendo sido su padre camisa vieja y fundador de la Falange con José Antonio en el teatro de la Comedia.
Y para más INRI le embarcaron con tan grave peligro para su salud física y mental y la de 1.499, el 18 de julio, hay que tener mala leche con la fechita.
Su padre misteriosamente le había dicho: “Eso es por ser hijo de quién eres”. Me dice esto mi padre y puedo pensar hasta mal de mi madre, reconozco que soy un pelín picajoso.
A él ni a nadie de los soldados de quinta, aunque tuviesen padres con tantos secretos como el suyo, le destinaron al Sahara a no ser por sorteo.
Comprobarlo es sencillo, si los que iban en la lista de su caja de reclutas, inmediatamente delante y detrás, sus apellidos empezaban con la “C” de Cardona le había tocado por sorteo. Si no era así la ley le permitía recurrir, pues había un error que siempre se corregía, casi todas las veces en el acto, también he mandado una caja de reclutas.
Ya me contarás Manolín como te fue la indagación. A lo mejor has espabilado algo desde entonces.
¿Por qué no se lo contaría, lo vería con pocas luces para entenderlo o le podría molestar el saberlo?
Jura que el barquito les dejó a un par de kilómetros de la playa de El Aaiún.
A todos los que viajamos en el Viera nos dejaba a unos trescientos cincuenta metros, a veces a menos, de la Playa del Aaiun, cierto que primero nos preguntaron si éramos hijos de rojo, astutamente todos dijimos que no. Sin problemas.
Y ya las diez de últimas, pobrecito no sé como aguantó: “Con olas altas, fueron saltando al mar para ser recogidos por los anfibios”.
Nadie nunca saltó al mar, claro que como nunca viaje con hijos de rojo no lo puedo asegurar del todo, a lo peor ellos sí.
Se bajaba a los anfibios por unas muy seguras, más incomodas y ásperas redes de cuerda.
Los anfibios no eran neumáticas eran anfibios, le explico a flojo Manolito:
Eran y son unos barcos que navegan mal por mar y caminan casi peor por tierra, pero tienen la enorme gracia de hacerlo por los dos sitios. Por eso se usan en donde no hay puerto, sea el Sahara u otro sitio cualquiera aunque no fuere necesariamente franquista.
Y sigue el pobre con sus sufrimientos el "mando militar español, los desplazaban a pocos kilómetros de la inmensa cala”, lo de la inmensa cala tiene razón, para mí que llega hasta el estrecho de Gibraltar, no hay calas en la zona ni inmensas ni chiquitinas, así que esta sería tan inmensa que ni nos dábamos cuenta. Los pocos kilómetros que nos cuenta eran los 460 metros que había desde el muelle al acuartelamiento, que ciertamente son pocos kilómetros como con exactitud nos señala nuestro entendido delineante.
Yo que mandé en el 75 la 1ª Compañía del BIR, cuya puerta estaba a menos de 40 metros del muelle, doy fe que estábamos a unos 400 metros de la puerta principal del acuartelamiento.
En sus desgracia nos cuenta que había soldados (reclutas por entonces) canarios, “muchos vascos, más catalanes y más soldados llegados bajo la bandera del aguila (sic) (la franquista águila se escribía con acento, ¡cosas del Régimen!), hasta completar los 1.500.
Lo de muchos vascos y catalanes debía de ser por los padres rojos. Pues mira Manolín, la mayor parte de los reclutas era andaluces, les seguían los castellanos, muy atrás estaban los vascos, un poco menos los catalanes y curiosamente los últimos eran mis paisanos los asturianos, y para padres rojos antes, en y después de la República como en Asturias ni hablar, que cantaba en la época Manolo Escobar.
Nos cuenta que había 1.500 personas sin ducha, él incluido naturalmente.
Eso es lo malo de los desiertos, que no tienen agua dulce para tirar y hay que traerla para beber, en el BIR en barco desde Canarias, que le vamos a hacer, algunos tuvieron la inmensa suerte de vivir en un acuartelamiento al ladito del mar y se pudieron bañar todos los días, no era mal chollo.
Cuando no hay problemas con el agua no hay desierto, pasa por ejemplo en Gijón, que a pesar de haber una magnifica playa con agua salada, los soldados de aquella época se lavaban con agua dulce.
Eso era porque en Gijón sobraba agua dulce y naturalmente no era un desierto.
¡Que cosas pasan! ¿Verdad Manolín?
No obstante cada semana o cada dos, no puedo precisar, había ducha con agua dulce traída en aljibe desde las Palmas.
Nos cuenta el desgraciadillo Carmona que fue destinado a Smara, bonito puesto, mucho más cómodo que el resto y con abundante agua. Y eso a pesar de ser hijo de rojo, no sé como se nos pudo pasar, todos sabemos que nuestra misión principal era joder (sea dicho con el debido respeto y pidiendo las oportunas disculpas) a los vástagos de los rojetes de hacía treinta y cinco años.
Le pusieron a hacer los planos del Sahara “retratar las carreteras en el desierto. De pintar guías donde sólo había arena”.
Teníamos planos escala 1/50.000, muy buenos, aunque escasos, hechos por el Servicio Cartográfico de Ejército, planos hechos por los americanos con fotografía aérea, modernísimos para la época, abundantísimos, ya sabemos de la generosidad de los americanos en esos temas de defensa, regalo del Presidente IKE como consecuencia del tratado de defensa España-USA.
Nos cuenta Manolito que era “estudiante de delineación”, no parece muy “espabilao”, yo tengo varios amigos que con su edad eran ya delineantes, a nuestro estudiante le juro que no eran de los más listos de la clase.
Una vez corregidos convenientemente los planos del general y presidente USA IKE por Manolete, destinan a nuestro desgraciadillo hijo de rojo a “la Sección tercera (S-3), encargada de la información”.
Curioso destino, le mandan al Sahara por rojete y solo por rojete y nada más llegar le dedican a “catalogar a los batallones entrantes (esto no se muy bien lo que quiere decir, por favor explícate mejor hijo, no me extraña que tu padre te tuviese por poco “espabilao”)… La mayoría eran condenados por la entonces vigente Ley de Vagos y Maleantes, fichados por la policía del franquismo, hijos de combatientes de la república, sindicalistas, independentistas catalanes y vascos o delegados universitarios… Represaliados del franquismo, hijos de combatientes de la guerra civil. Nietos de sindicalistas y sindicalistas y activos que luchaban por derrocar el régimen dictatorial que existía en España eran destinados al Sahara”. ¿Te repites algo? ¿No?
Que tontos éramos los mandos de la ATN, o que mal café teníamos, pues colocarle allí tenía que “mancar” (en bable hacer daño).
Por si se ha olvidado, las unidades de los Ejércitos, mas o menos desde las Falanges Macedonias de Filipo II hasta ahora, tienen cuatro Secciones con misiones muy especificas e independientes: 1ª Personal, 2ª Información, 3ª Instrucción y Operaciones y 4ª Armamento y material.
Como verá Operaciones no es Información, esto lo tiene que entender hasta el mi Manolín del alma por bruto que sea, y mal podría hacer misiones de información, que, en el aspecto que él dice, no había.
Nos asegura: “clasificarlos. “La mayoría eran condenados por la entonces vigente Ley de Vagos y Maleantes (ley firmada por Azaña, de 4 de agosto de 1933, más rojo que el papá de Manolín, no por Franco), fichados por la policía del franquismo, hijos de combatientes de la república, sindicalistas, independentistas catalanes y vascos o delegados universitarios”.
Miente como un bellaco, podía decirle cosas peores y todas verdaderas pero no quiero calentarme y sobre todo no me paga el tiro
Sigue ilustrándonos, pero para mí que se confunde de época: “Un exilio al único desierto que poseía España”.
Nunca con Franco fue destinado nadie al Sahara como castigo, ya hablaremos del Batallón Disciplinario,
Miente, junto con mi Manolín, CANARIAS AHORA cuando dice que: “Un alto cargo de la Brigada de Información de las Tropas Nómadas… confirma este extremo a CANARIAS AHORA. “La mayoría de los soldados destinados al desierto eran castigados del franquismo: A veces por su culpa, en otras ocasiones por sus familiares años atrás”.
No había ninguna Brigada de Información de las Tropas Nómadas y ningún soldado ni mando fue castigado de esa manera.
A lo mejor confunden Manolín y CANARIAS AHORA, (no parecen ninguno de los dos muy puestos en historia, sí en historietas) al invicto Caudillo con el menos invicto Azaña. Éste si que mandaba gente castigada al desierto por razones políticas a su capricho y sin sentencia judicial alguna, lo cuenta su cuñado, la propaganda nacional decía también su amante con absoluta falsedad: “En Fígols, Cataluña (19-1-32), hay una revuelta de la CNT. Se decidió deportar a Villa Cisneros a unos cientos anarquistas”. C. Rivas Cherif, Retrato de un desconocido (biografía apasionada de Azaña), p.257.
Si se fijan los dos iban solo nueve (9) meses de Republica y ya había unos cientos de ácratas en el “único desierto”. Cuando terminó su gobierno eran miles, eso si muy repartidos, había anarquistas, militares, falangistas y algún que otro despistado que no tenía idea de porque estaba allí, nadie se lo había dicho.
Aprovecha el final para llamarnos morralla.
Como no me he enterado muy bien, le ruego a CANARIAS AHORA me explique. Mi Manolín, evidentemente también parte de esa morralla: ¿Estaba solo por ser hijo y sobrino de rojo o tambien por alguna o algunas de las cosas que castigaba tan injustamente la republicana Ley de Vagos y Maleantes, a saber: gente de mal vivir, maricones, chaperos, macarras, tortilleras, travestís, putas que no pasaban el reconocimiento obligatorio, drogadictos, traficantes de droga, proxenetas, estraperlistas, pedófilos, etc, etc.
Y aclara CANARIAS AHORA, “más de 30 años después, Manolo Cardona y otros nómadas que estuvieron en el Sahara, al amparo de la Ley de Memoria Histórica, no descartan que se les defina como represaliados del franquismo”.
Ya le veo a mi pillo Manuelín, lo que busca es una paga tonta. ¿Es tan zoquete que no puede ganarse la vida de otra manera menos humillante?
Francisco Alamán Castro.
Interesante,¿verdad?