El regreso a casa (el licenciamiento)

FORO de la WEB "La Mili en el Sahara"
emilio cisneros
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El regreso a casa (el licenciamiento)

Mensaje por emilio cisneros »

El próximo sábado, día 17, hará treinta y seis años (1.969-2.005) que abandoné el Sahara con permiso indefinido, a pocas fechas de la Navidad, y donde había pasado las anteriores, 1.968, en el BIR, repitiendo un mes de campamento, al haberme incorporado mas tarde, en un inútil esfuerzo de escaqueo.

Pese a nuestra nostalgia actual, que como dijo algún compañero, es de nuestra juventud perdida, y puede que sea verdad en gran parte, lo cierto es que en las fechas próximas a nuestro licenciamiento, contábamos por horas y minutos el tiempo que nos faltaba por volver a casa, y aquellos que teníán novia o ligue fijo, no veas lo "calientes" que se iban poniendo.

Ha hecho falta mas tiempo, creo, para volver a recordar mas serenamente aquellos meses como un episodio mas de nuestra vida, y desde luego, digo ahora, que no de los mas negativos, pero el sentimiento de entonces era el de volver a nuestra normalidad, con el deber cumplido, y a seguir en nuestra andadura por la vida.

No se si será por esta página web, pero hace poco volví a tener el sueño-pesadilla, repetitivo hace años, ahora hacía tiempo que no me asaltaba, de que estaba en el BIR haciendo la mili, y buscaba entre mis pertenencias la cartilla militar para mostrarsela a mis superiores y convencerles de que era un error mi segunda movilización. Coño, y a a mis años, si me movilizan que sea como coronel, como poco, que el cuerpo ya tiene muy avanzado el cuentakilometros.

En fin, que el día que entregabas la ropa, al vestirte de civil, te veías como un extraño al mirarte en el espejo, pero era el primer paso al reencuentro con nuestra vida "civil", que nos decían los militares de graduación, que horas o pocos dias mas tarde se convertían en realidad.
La sensación era una mezcla de alivio, alegría, desconcierto, nerviosismo...para el recuerdo sin rechazo tenían que pasar años, al menos en mi caso, si he de ser sincero.
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Jordi Roig i Marcet
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El regreso a casa (el licenciamiento)

Mensaje por Jordi Roig i Marcet »

El licenciamiento. ¡Mira este! El amigo Cisneros nos lo pone dificil porqué hay mucha tela que cortar cuando se recuerdan las horas anteriores a la marcha del territorio, la espera, contando hasta los segundos y, en mi caso, alargar esta espera por un infortunado siroco que duró tres puñeteros dias. Con el camión del Vasco esperando en el patio del cuartel...
El deseo de irme y dejar de estar sujeto a las órdenes de cualquier caballero que ostentase mas galones que yo, era enorme. Volver a casa y poder abrazar a mis padres se me hacía casi imposible. Llegué a temer que nos mentian y no nos dejarian irnos.
Poder acercarse a las mujeres, bailar con ellas y ligar si se terciaba, me parecía muy lejano. Pensaba en ellas hasta durmiendo. Por todo un cúmulo de razones deseaba irme a casa y por otro lado, di mi palabra de honor que regresaria para abrazar a viejos amigos. Pensé que volveria pronto... uno o dos años a lo sumo y he tardado cuarenta, pero curiosamente siempre estuve ligado al Sahara por un lazo sentimental, a pesar de las enormes ganas que tenía de volver a cruzar el charco y llegar a casa. Fueron aquellos unos momentos de sentimientos encontrados, para mi muy dificiles de definir, pero que me mantuvieron enfrentados a mi mismo. Deseaba irme con toda mi alma, pero deseaba quedarme con la misma intensidad, hasta el extremo que mi hermana, harta de Sahara, llegó a gritarme; "Si tanto lo añoras, haberte quedado allí"
Aún hoy me siento incapaz de comprenderme en aquellos dias.
Un abrazo, Saharianos.
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Angel Benito
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El licenciamiento

Mensaje por Angel Benito »

Amigo Cisneros: la fecha de la licencia era el sueño de todo sahariano. Cuando te incorporabas la veías como algo lejano, inalcanzable, y los días transcurrían con una lentitud que desesperaba. Para que no perdiéramos la esperanza teníamos allí, en el fondo del petate o de la taquilla, la ropa de “civil”. El vínculo que nos unía a nuestro pasado y la esperanza del futuro. Cuando contemplabas aquella ropa, plegadita y arrugada, el sueño de la licencia tomaba cuerpo en forma de camisa, jersey, pantalones y zapatos lustrosos. Los veteranos decían a los reclutas que les estaba prohibido mirar esa ropa. Sólo los veteranos próximos a la licencia podían permitirse esas alegrías.

Yo me licencie en Mahbes y los últimos días fueron muy complicados. Había tiroteos a las bases muy a menudo y además, en aquellos días de principios de diciembre de 1974 el Polisario voló varias torretas de la cinta de transporte de Bucraa y empezó a circular el rumor de que no nos licenciarían hasta que el siguiente reemplazo se incorporara. Total, una incertidumbre. Finalmente una mañana subimos a la pequeña avioneta, -la tallara de los saharauis- y dando bandazos iniciamos el regreso a casa. Después de una breve parada en Smara llegamos al Aaiún donde al día siguiente ya nos dieron la cartilla –la famosa blanca- y pudimos vestirnos de paisano. En Smara había comprado una maleta que me había acompañado los últimos meses de mili en mi deambular por el desierto y allí había permanecido mi ropa este tiempo, estirada, alisada, tratada con una devoción casi religiosa: por fin había llegado el día del lucimiento. ¡Que sensación! Estoy mirando las fotos hechas en el cuartel de La Agrupación y allí estaba yo; con mi camisa blanca de amplias solapas, mi jersey negro con cremallera, mis pantalones acampanados según los cánones de la época y mi pelo crecido al escaqueo del peluquero y de las revistas del sargento Mustafa. Dispuesto para la reincorporación al mundo civil.

Quiero hacer una breve referencia a esa maleta: hace apenas unos meses apareció en casa, estaba metida dentro de otra más grande y casi no recordaba que todavía existiera. El primer instinto fue el de tirarla a la basura, ya que no está en muy buenas condiciones, pero me dio pena dejarla al lado del container en pleno día. Pensé “ya la bajaré a la noche” pero para esa hora ya les había contado a mis hijos el origen de la maleta y no tuve valor de tirarla. Ahora está de nuevo guardada y además con pleno conocimiento de su existencia.

Todavía permanecí algunos días en el Aaiún hasta que salió mi vuelo. Paseábamos por la ciudad, que yo apenas conocía, fuimos al cine, nos acercamos un día hasta el BIR –ya vestidos de paisano, recuerdo que no nos dejaron pasar, ¡ni ganas!- tuve tiempo de despedir a algunos amigos que salieron antes que yo, despedirme de mi buen amigo Haimuda que me regaló un anillo de aquellos que ellos llevaban, y que todavía conservo, y me deseo toda la suerte del mundo en mi regreso a la “peni”. Finalmente uno de aquellos famosos aviones de Iberia que veíamos despegar con envidia me trasladó hasta Las Palmas y desde allí enlacé con otro a Barcelona.

A mi llegada el aeropuerto de Barcelona todavía me tocó vivir el último acto de obediencia militar. En la Aduana me requisaron un radiocasete que había comprado en el Aaiun. Era considerado contrabando, y había que abonar una tasa. Me dijeron que podía pasar a recogerlo otro día y no era cosa de ponerse a discutir, sobre todo teniendo en cuenta que ya veía cerca a mi familia y a mi novia que me hacían señas desde apenas unos metros. Unos días después un familiar pasó a recoger el dichoso radiocasete y abonó la tasa. No recuerdo su importe, pero prefiero confiar en que la Hacienda Pública lo utilizara en altos fines y que con ello contribuyera a estabilizar la balanza de pagos del país. No guardo rencor por ello, pero lo que recuerdo con más desagrado es el rato que me retuvieron en los tramites, retrasando el momento de abrazar a mis seres queridos. ¡Patria ingrata! Hacer pagar a un humilde soldado, que habían pasado 14 meses en el desierto, por un sencillo radiocasete como si fuera un vulgar contrabandista.

Los primeros días en Barcelona fueron de reajuste. Una de las cosas que recuerdo es que todo me parecía muy pequeño y muy apiñado. Las calles eran muy estrechas, los edificios parecía que te iban a caer encima, y las distancias muy cortas. Los padres de mi novia vivían en el centro y para aquellos que conozcan Barcelona sabrán que la Avenida Puerta del Ángel es una calle amplia; pues bien, a mi me parecía estrecha y cortita. El desierto había modificado mi percepción del espacio.

Pero no era lo único que traía alterado, la sensación de alerta de los sentidos, la desconfianza a cualquier ruido o llamada imprevista era algo que perduraba. Puedo contar una anécdota: pocos días después de licenciado fui a Bilbao a visitar a un hermano que vivía allí, yo no tenía un duro y me pagó el viaje para que fuera a verle. Al día siguiente de llegar, él se marchaba temprano a trabajar, antes entró en mi habitación para ver como había dormido; pues bien, la puerta hizo un poco de ruido al abrirse y yo di un salto en la cama incorporándome y preguntando que pasaba. Mi hermano -hace dos meses que murió, y lo recuerdo con un enorme cariño- siempre me decía que le asustó mi reacción y entonces se dio cuenta de cómo lo había pasado en el Sáhara.

Otra de las cosas que recuerdo de aquellos días es el esfuerzo que tuve que realizar para someter mis pies a la rígida disciplina de los zapatos. Acostumbrados a campar a sus anchas, durante catorce meses, en la anarquía libertaria de las naylas, se resistían a aceptar las normas de la sociedad. Allí donde antes encontraban viento, arena y libertad, ahora había costuras, cordones y presión. No era raro el ataque de claustrofobia.

Supongo que hay otras muchos recuerdos de aquellos días que han quedado para siempre en el olvido, otros simplemente no los he tenido nunca, como por ejemplo el argumento de la primera película que vi en el cine con mi novia al regreso. Pero aquí corramos un tupido velo, aquella chica extraordinaria todavía está a mi lado.

Un abrazo, amigos,

Ángel Benito
Albert Marín Ausín

El regreso a casa (el licenciamiento)

Mensaje por Albert Marín Ausín »

De mis recuerdos del licenciamiento (Julio del 74), coincido en muchas cosas con Emilio Cisneros, Jordi Roig y Angel Benito.
En mis primeros días de Civil en Tarragona me sentía como si hubiese vuelto de otro planeta; de hecho, había cambiado un poco mi filosofia de
la forma de vivir y, cosas que antes encontraba normales, ahora me parecian absurdas o frivolas. "La escuela" del desierto/mili me transformó un poco y no negativamente.
Emilio, yo tambien pasé mucho años soñando que estaba haciendo la mili por segunda vez y que pedía al Capitán que revisase los papeles, pues podía comprobar que yo, años antes, ya había hecho la mili en el Sahara y era injusto hacerla por segunda vez (a continuación siempre me despertaba).
Angel, la percepción del espacio también la tuve muy intensamente, Tarragona me parecía todavía más pequeña de como la recordaba y las calles estrechisimas.
Llegué a Tarragona un 25 de Julio y la gente se quejaba del calor; yo no lo notaba, ya que en la últimas semanas en Bucraa soportamos temperaturas de más de 50º y el cuerpo estaba aclimatado para soportar sin problemas los 32º. Recuerdo que en aquellas epoca compartía dormitorio con mi malogrado hermano; él dormía en calzoncillos sobre su cama sin taparse, yo con pijama, sábana y sobrecama (por aquello de que por la noche bajaba la temperatura). Él no entendia como yo podía soportarlo y me recomendaba que fuese al medico ya que que no podía ser normal.
Al Verano siguiente mi cuerpo ya volvía a notar el calor físico, pero sicologicamente el desierto me preparó para no quejarme más del moderado calor de Tarragona y de otras cosas....
Un abrazo Saharianos.
José Marín

El regreso a casa (El Licenciamiento)

Mensaje por José Marín »

Estimados compañeros Saharianos:
Me siento identificado con todo lo que sentíais, cuando os faltaban apenas unos días para licenciaros. Os cuento algo, de lo que fue, mi última semana en el Sáhara.

Yo cometí el error, de hacerle caso a (radio macuto, de la PT), que decía que los que volaban por Sevilla, saldrían 3 días antes, que los de Málaga, o los de Madrid, Diciembre del 75. Por lo que me apunte en la lista de Sevilla, menudo berrinche me lleve, cuando supe que, la información no era veraz y había elegido mal, por lo que me iría 3 días más tarde que los demás. Con la cantidad de “siroco” que tenía encima, 3 días más de desierto, me parecían una eternidad...
Por lo que me puse manos a la obra, para intentar arreglar aquella metedura de pata. Hable con mi brigada y le conté mi equivocación, de haberme apuntado por Sevilla. Pero la cuestión es que me dijo; no te preocupes cabo, ¡esto te lo arreglo yo!, dicho y hecho, le dije gracias mi brigada, de nada hombre…Me respondió.

¿Ahora no recuerdo de donde saque la vestimenta de paisano?, pero con la que yo llegue al Aaiún, a los pocos días de estar en “cocheras”, los veteranos se la quedaron y me dijeron, que mí licencia estaba muy lejos y ya me buscaría la vida, cuando llegase su momento ¿creo que fue así?

En mis últimas horas en el Cuartel de la PT, sentí; nerviosismo, amistad, compañerismo, preocupación por los que allí se quedaban y un sentimiento de hermandad, que no se puede explicar.
Llego la hora del adiós; me dirijo hacia el Cuerpo de Guardia y, por última vez veo al brigada en un Land-Rover con el chofer y me dice sube cabo, ¿vas para el Aeropuerto? y le conteste si mi brigada, ya me llego la hora… (Recogí lo que todos sabemos), aparte de el ‘petate’ con mis pertenencias, regalos y recuerdos, mire hacia-atrás y pensé, menuda experiencia. Ya en el Aeropuerto me despedí del brigada Santana y le agradecí el trato dispensado y las lecciones impartidas en diferentes materias. Me arresto cuando lo merecí, y, me compenso también en el mismo caso…
Mi “asirocamiento” fue tal, que meses más tarde de estar licenciado, me despertaba creyendo haber oído el toque de DIANA y empezaba a vestirme a toda prisa, hasta percatarme de que las ropas no coincidían, ni el lugar tampoco.
Un saludo a todos,
José PT.74/75
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Diego Padrón Lorenzo
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El Regreso a casa - El Licenciamiento

Mensaje por Diego Padrón Lorenzo »

Quiero contar mis últimos días en el Sáhara, fueron duros, casi desesperantes.
Ya habíamos evacuado las bases de Mahbes, Echdeiría, Hausa y Smara, ya muchos de nuestros compañeros de reemplazo habían abandonado el territorio con destino Tenerife, mi añorada Isla, mi casa...

Estábamos en Aaiún, era el 10 de Diciembre del 75, nuestro Capitán D. Gregorio Alcalde Gorostiza, Capitán al mando del Regimiento Mixto de Ingenieros nº 9 en Smara, nos llama, llama a 23 soldados llegados en Enero del 75 y pertenecientes a la 2ª Cia de Radio/Intervención Inmediata Smara, sólo quedábamos 23 operadores de Radio, nosotros, y por mucho mas tiempo del que pensábamos, ya que todos nuestros compañeros habían salido hacia el Cuartel de Ingenieros en La Cuesta - Tenerife, nosotros seguíamos alli. Nuestro Capitán nos informa que al día siguiente saldríamos dando apoyo al último convoy de tropas españolas con destino Villacisneros, la Operación Golondrina llegaba a su fín, y nos distribuía repartiendo los coches de Radio entre el último e inmenso convoy. Llegamos a Villacisneros sin novedad.

En Villacisneros, ya sin Intendencia, sin correo, y prácticamente sin nada, fueron evacuando tropas poco a poco, pero nunca nos tocaba a nosotros, nuestra misión seguía siendo el estar en contacto permanente y dar novedades cada 30 minutos durante las 24 horas del día con las estaciones de Radio de Las Palmas y Tenerife fue muy duro para mí, unas Navidades en esa situación.... fue muy duro para mi ...no he podido olvidarlo. Recuerdo a José Miguel, un operador de Radio en Ingenieros en Tenerife, con el que hablaba cada vez que podía y hacía llegar a mi familia noticias mias, y tranquilizarles un poco, nunca pude conocerle, y no tengo palabras para agradecerle todo lo que por mi hizo.

El 30 de Diciembre, muy temprano de mañana y mientras dormíamos, nuestro Capitán, nos llama y nos da órdenes para preparar los coches, NOS VAMOS A CASA, eso dijo, pero......no fue así.

Embarcamos, no recuerdo el nombre del barco, era un vapor, los 23 compañeros nos abrazábamos, y en las bodegas del barco reíamos y nos alegrábamos por regresar, íbamos a Las Palmas, a Canarias, a mi tierra, y pensábamos que pronto todo iba a terminar.
Nunca podré olvidar la llegada al Puerto de La Luz y de Las Palmas, 31 de diciembre y Fin de Año, exactamente a las 24 horas, dando las Campanadas y viendo desde el mar los fuegos artificiales, que para nosotros nos daban la bienvenida. Nuestros coches estaban preparados para desembarcar y así fue, la emoción fue inmensa cuando de camino al Cuartel de La Isleta, la gente en la calle, y a nuestro paso, un montón de coches y camiones cargados de tropas del Sahara, las gentes nos aplaudían a rabiar y en las paradas se acercaban a nosotros con botellas en la mano y nos las daban para beber, aun me emociona el recordarlo.

El día 1º de Año, pudimos todos ponernos en contacto con nuestras familias, por fin, casi un mes sin saber nada de nosotros, y ya pensábamos que todo había terminado, pero.....

Sorpresa, en el Cuartel de Las Palmas, nadie sabía nada de nosotros, no tenían filiación niguna, nadie sabía quienes éramos, no conocíamos a nadie y nadie nos conocía, solución, Acuartelarnos, sin permiso de salida, ni de pernocta, ni de comida ni de nada de nada, acuartelados y con obligación de pasar lista 3 veces al día.
Yo tenía familia en Las Palmas, fueron alli mis padres y mi novia Belén, hoy mi mujer, y todos los días, jugándome el tipo, me fugaba, tenía que estar con ella, un largo año sin permiso y sin verla, era mucho tiempo.

Llevábamos justamente un mes en Las Palmas y la situación era insoportable, no nos daban ninguna solución, esperaban recibir alguna noticia de nosotros ya que nos habian tomado filiación como si fueramos nuevamente reclutas. Pero ese día, un chico de allí, nos informó que en las oficinas había llegado un Brigada del Sahara, y que había comentado que estaba en Smara, salimos todos corriendo hacia esas oficinas, llegamos y entramos sin tocar, a empujones, ya poco podía preocuparnos eso, y allí estaba, nuestro Brigada Macías Panadero, compartí con él muchas horas en las Oficinas de Smara. Se quedó de piedra cuando nos vió, ¿Pero que coño hacen ustedes aquí? Muchos abrazos e incluso besos, le explicamos nuestra situación y se quedó perplejo, era miércoles, ese día era miércoles, no se que hizo, pero lo hizo, el viernes de buena mañana nos manda a llamar nos pone en formación a los 23 y nos dió órdenes de entregar ropa y armamento, tomaron nota de nuestros nombres y con mucho orgullo se despidió de cada uno de nosotros, como no, con un emocionante saludo militar, uno por uno y con un afectuoso abrazo, nunca olvidaré ese momento y casi tres años después y ya casado recibo orden de presentación en la Caja de Recluta de Santa Cruz de Tenerife, coño que me vuelven a llamar pensé, para entregarme la Cartilla Militar, tres años después y me dicen, el oficial de turno, que tengo suerte, pues me perdonan las multas por no haber pasado revista los años anteriores. Toma ya....

Bufff, que bien me encuentro, coño tenía ganas de contarlo, gracias por vuestra paciencia

Un fuerte abrazo
Diego Padrón/Smara75
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Juan Ant. Cabrera Campos
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El regreso a casa- Licenciamiento

Mensaje por Juan Ant. Cabrera Campos »

Estimado Diego Padrón.
Una vez leido tu relato, te apunto lo siguiente:

Salimos el mismo día de Villa Cisneros, los barcos de transporte de la Armada eran "EL CONDE VENADITO" Y " PLUS ULTRA", Tropas Nómadas fue la ultima Unidad en salir del INTERIOR del territorio. Llegamos a las Palmas justamente con las campanadas de final de año, si te acuerdas bien las sirenas de los barcos sonaban en todo el puerto y había fuegos artificiales por todos lados. Las Unidades fueron a pie por la Ciudad, los vehiculos se desembarcaron al día siguiente. Todas las Unidades formaron a pie de Barco. Un abrazo, Juan Ant. Cabrera-Cabo Jerez-Smara











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Diego Padrón Lorenzo
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El Licenciamiento

Mensaje por Diego Padrón Lorenzo »

Hola Juan Antonio: Cierto, el barco en el que salí fue El Plus Ultra, no recordaba su nombre, pero nosotros los de la 2ª de Radio/Smara, desembarcamos con nuestros coches de Radio, fue muy emocionante y emotiva esa llegada, lloré como un niño, espero que mi compañero Simón Zamarro Moreno, que conoce esta web, aunque no se ha presentado, recuerde como yo esos momentos, ya que lo primero que hicimos en Las Palmas a las 3 o 4 de la madrugada, fue fugarnos del cuartel y cogernos una turca de padre y muy señor mío. El momento y el lugar eran los indicados para ello.

Un fuerte abrazo compañero, y mira por donde, SALIMOS EL MISMO DIA
Diego Padrón/Smara75
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Jordi Roig i Marcet
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Re: El regreso a casa (El Licenciamiento)

Mensaje por Jordi Roig i Marcet »

José Marín escribió: Ya en el Aeropuerto me despedí del brigada Santana y le agradecí el trato dispensado y las lecciones impartidas en diferentes materias. José PT.74/75
Amigo José: Yo estuve en la PT, 3ª Cia y conocí a un Sargento Santana en los años 65-66. Tal vez fuera tu Brigada. Cuando lo conocí llevaba unos frondosos mostachos y lucia buena cantidad de quincalla en el pecho, de los muchos cursillos que habia hecho. Lo conocí de Sargento en Mahbes. ¿Tienes idea de si es posible que fuera el mismo?. Si mal no recuerdo era canario.
Un abrazo, saharianos.
José Marín

Mensaje por José Marín »

Estimado compañero Jordi: La descripción que me haces del que fue el Sargento Santana de la PT, coincide plenamente con el Brigada Santana, que yo conocí 9 años más tarde. Como estuve casi un año bajo su mando, en algunas ocasiones me comentaba episodios vividos, en Ifni y en el interior del Sáhara, por lo que estoy por asegurar que se trata de la misma persona…También coincide el “dato” de que era canario.
En Guadalajara, supe por mediación del amigo Julián Torres, que después de nuestra salida del territorio, fue destinado al Cuartel de ‘Hoya Fría’ en Tenerife. Espero haberte despejado alguna duda. Un abrazo Saharinos.
José PT.74/75.
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Jordi Roig i Marcet
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Caso Santana.

Mensaje por Jordi Roig i Marcet »

Te doy las gracias por la respuesta; gracias a ella, el Sargento Santana es la cuarta persona que localizo por medio de esta web y de los magníficos compañeros que la integran.
Por cierto, que hay una foto en la que se le ve en una patrulla, o por lo menos esto creo.
Que duda cabe que a todos nos gustaria saber todo lo relacionado con la personas que allí conocimos y en mi caso, poco a poco voy conociendo algunos detalles, gracias a compañeros que como tu colaboran con sus conocimientos y recuerdos.
Gracias a todos. Un abrazo, Saharianos.
José Marín

Sargento/Brigada-Santana.

Mensaje por José Marín »

Amigo Jordi: Es un placer poder colaborar y relatar, vivencias y anécdotas de mi estancia en el Sahara. También quiero agradecer, tus relatos y los de otros muchos Saharianos que a través de ellos, he podido saber como estaban las cosas allí, en diferentes épocas. ¿Que tendrá el desierto?, que a todos nos cautivó.
Referente; a la foto que comentas, no la he visto, ¿no se donde está? Prometo volver a la carga, con más vivencias personales.
Un abrazo,
José PT. El Aaiún.
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Jordi Roig i Marcet
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Re: Sargento/Brigada-Santana.

Mensaje por Jordi Roig i Marcet »

José Marín escribió:Amigo Jordi: Es un placer poder colaborar y relatar, vivencias y anécdotas de mi estancia en el Sahara. También quiero agradecer, tus relatos y los de otros muchos Saharianos que a través de ellos, he podido saber como estaban las cosas allí, en diferentes épocas. ¿Que tendrá el desierto?, que a todos nos cautivó.
Referente; a la foto que comentas, no la he visto, ¿no se donde está? Prometo volver a la carga, con más vivencias personales.
Un abrazo,
José PT. El Aaiún.
Lo cierto es que por más que la busco no puedo volver a encontrarla. Voy a echar una ojeada a mis archivos de fotos, copiados de esta web, por si me la bajé en algún momento, puesto que estaba convencido que el Sargento que en la foto se ve es Santana. Si la encuentro le pediré a nuestro jefe Piqueras que la cuelgue o te la haga llegar. Tal vez entre los dos podamos identificarlo. Yo, por lo menos, creo que es el.
Un abrazo, Saharianos.
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JULIAN TORRES PORDOMINGO
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SARGENTO/BRIGADA SANTANA

Mensaje por JULIAN TORRES PORDOMINGO »

Jose Marin: no me cabe ninguna duda, tiene que ser el, son demasiadas coincidencias.Estuve a sus ordenes en Hoya Fria despues de la descolonizacion, en la oficina de la Unidad de Servicios y todo coincide hasta las batallitas que contaba de Ifni, tenia por entonces un Seat 124 que yo le lavaba de vez en cuando, cuando me lo pedia.<junto a el tenia al Capitan Castellanos bastante mas joven (quizas alguien se acuerde de el) y eran muy amigos, os puedo asegurar que eran dos magnificas personas.
Un abrazo saharianos
B.I.R-1 / 75 - 3ª CIA. - MAYORIA
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Jordi Roig i Marcet
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Sargento Santana

Mensaje por Jordi Roig i Marcet »

No encuentro la foto en los álbumes de esta web, pero la tengo porquè me la bajé a un archivo en el que guardo una buena cantidad de vuestras fotos. Le enviaré un mail a Juan y le adjuntaré la foto por si puede añadirla a este escrito para poder verla. En esta fotografía creo identificar a dos personas. Al Sargento, al Teniente, del que no recuerdo nunca el nombre, pero no creo que se me despintase nunca en la vida y la tercera persona, con reservas. Supongo que si encontramos al que la envió podría identificarnos a toda la gente. Si Juan decide colgarla en este escrito ya me dirás que te parece y si su dueño la ve, que nos diga algo.

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Un abrazo, Saharianos.
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