Actividad diaria en el BIR

FORO de la WEB "La Mili en el Sahara"
Albert Marín Ausín

Actividad diaria en el BIR

Mensaje por Albert Marín Ausín »

Hoy, Sábado, recibia visita de Josep Badía -veterano del Sahara y compañero en Cabrerizas y Bucraa- ibamos a pasar el día juntos acompañados de nuestras esposas, pero el tiempo de nieve con el consiguiente peligro en la carretera, ha aconsejado postergarlo para otro día.
Nevando en Reus, he decidido pasar el día delante del ordenador con las cartas que escribí hace 32 años y seguir estructuando algunos recuerdos de aquella época. Tenía la costumbre de explicar a mi novia parte de las vivencias diarias (ella me lo pedía), si bién las más penosas las omitía, el repaso de estas cartas me está permitiendo recordar cosas y datos que tenía completamente olvidados.
He pensado que podía ser procedente abrir un nuevo tema y dar más vidilla al foro, por lo que adjunto el recuerdo de un día ordinario en el BIR con alguna anecdota.
Perdonadme si os aburro por lo amplio del escrito.

ACTIVIDAD DIARIA EN LA 4ª Cia. Abril del 73:
6,30 Diana
6,45 Formación para desayunar
7,00 Desayuno = Chocolate, ensaimada, chusco y mantequilla
7,45 Hasta las la 8,50 gimnasia
9,00 Hasta las 10,00 Instrucción
10,00 Hasta las 10,30 Bocadillo (de pago en la cantina)
10,30 Hasta las 12,30 Instrucción
12,30 Nos ponemos el bañador militar (negro con franja blanca ancha
vertical a cada lado) y a la Playa o las duchas, según el turno.
13,30 Comida
14,00 De vuelta al barracón y a ver si reparten el correo, cuando no lo
hacen a esta hora tenemos que esperar a las 18,30
14,45 Maratoniana clase de teórica hasta las 18,00. La recibimos sentados en el suelo, sin poder apoyar la espalda. La última hora acostumbra a ser dura, ya que la posición forzada hace que el trasero y la espalda se resienta a pesar de nuestra juventud, sanción a quien se apoye en la pared del barracón.
18,00 Tiempo libre hasta la hora de cenar. aprovechamos para escribir, charlar, visitar la cantina, afeitarnos; en resumen, cualquier necesidad personal que precisamos, ya que es el único tiempo realmente libre que disponemos para nosotros durante todo el día.
Durante este tiempo debemos aprovechar para defecar, pues recuerdo que cuando “te apretaba” durante las actividades no acostumbraban a permitirte efectuar la necesidad y el margen de tiempo entre las diferentes actividades era tan sumamente breve que difícilmente lo podías hacer, incluso, en ocasiones orinar. Recuerdo a un compañero que lo castigaron a un montón de servicios de cocina durante varios sábados y domingos, más algún que otro “puteamiento”, por haberlo descubierto un auxiliar orinando dentro un bidón (aquellos de 200 l. Que estaban en las esquinas de los barracones que hacían de papeleras). Seguramente que el recluta ya no aguantaba más y antes de mearse los pantalones, decidió actuar.
En una ocasión yo también estuve en trance de orinar “ilegalmente”; resulta que al tocar diana ya tenía necesidad de mear, pero antes del desayuno no nos dejaban ningún margen de tiempo y siempre teníamos que buscar precipitadamente la ocasión entre formación y formación, pero ese día todas las actividades se hicieron muy precipitadamente y, además, no hubo tiempo libre de bocadillo ni el baño diario, con lo que tuve que aguantarme hasta después de la comida.
A las 2 de la tarde liberaba sobre la arena del desierto un potente chorro de orines. Había estado 16 horas sin mear, las peticiones hechas a los instructores y al Cabo 1º fueron estériles, el malestar físico fue intensísimo y gracias a mi juventud y sanísima próstata pude evitar mojar la ropa. A partir de entonces procuraba salir a orinar antes del toque de diana.
Recuerdo que a partir de las 6 de la tarde había un continuo desfile al “campo de margaritas”, para muchos un desahogo fisiológico que se aproximaba al éxtasis, por las horas de aguante forzado. No recuerdo bien con que frecuencia permitían usar las letrinas, alternativa al “c. de margaritas”, lo que sí recuerdo es que si no ibas al principio, la acumulación de mierda te impedía llegar de forma airosa al agujero, mierda que en ocasiones llegaba a amenazar el pasillo. Las letrinas también era el lugar más propicio para los ladrones de gorras, cuando estabas en cunclillas si te habías olvidado de quitarla de la cabeza, todos los números para que un brazo entrara en el habitáculo y rápidamente desaparecía con tu gorra sin que pudieses hacer nada por evitarlo, dada tu posición forzada. A mi me pasó en mi primera visita a las letrinas; pocos minutos después, me coloqué en la entrada y, efectuando un estudio del tamaño de los “melones” que iban desfilando, seleccioné a la víctima, procediendo a continuación a efectuar la acción que antes habían hecho conmigo. Si te presentabas a las formaciones sin gorra tenías arresto seguro, por lo que una vez alguien iniciaba el robo de una gorra, a continuación se desencadenaba una permanente transacción.
Por todo lo comentado, apenas visitaba las letrinas, siendo el campo de margaritas mi lugar habitual.
Juan, si me he extendido demasiado y, en lugar del foro, crees que debería ir a relatos, por favor, dimelo.
Un abarazo Saharianos.
Benito

Mensaje por Benito »

¡Qué barbaridad! ¡Qué memoria! Soy incapaz de recordar absolutamente nada del horario. Ni siquiera de la compañía en la que estuve, hacia finales del 75. ¿4ª, 5ª? algo asi.... Sí recuerdo que la noche que murió Paco el viejo, estaba de imaginaria, desperté a un compañero catalán y medio dormido dijo algo así: ¡hurra! No obstante viendo tu horario, creo que mi programa de festejos era similar, aunque no recuerdo nada de una ensaimada, enchufaoss... Lo del cacao será por ahorrar palabras, supongo, el vaso no quedaba sucio y sin lavarlo podíamos poner el vino del mediodía.

Del tema fisiológico que comentas no recuerdo haber visitado nunca las letrinas del BIR. Siempre iba a la arena pues además resultaba agradable mirar el cielo estrellado o la playa solitaria y el mar. Si era de noche los centinelas te iluminaban con un foco en cuanto veían una sombra, "apaga eso cabronazooo" gritábamos agitando los brazos y tapandonos la cara.

Visito periódicamente la web y me sorprende la cantidad de recuerdos que teneis la mayoría. Quizás es porque yo solo estuve apenas 3 meses y acabé en Tenerife como un contemporáneo que hay por el foro.
José Mª Campos

Actividad diaria en el BIR

Mensaje por José Mª Campos »

Felicito, ante todo, al compañero Albert Marín por la extraordinaria memoria que guarda del horario diario en el BIR. Sólo un par de detalles a su comentario. Por un lado, ese horario sólo era para los reclutas, los que nos quedamos en la Plana Mayor una vez jurado bandera, teníamos un horario mucho más flexible, afortunadamente ya sin instrucción, carreras hacia la playa ni clases de téorica, además de que la asistencia al comedor era voluntaria. En cuanto al "vuelo" de gorras, además de las letrinas había otro lugar donde "volaban" muchas: cuando se acumulaba la gente a buscar el bocadillo en la cantina.
Un abrazo para todos
José María Campos
emilio cisneros
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actividad en el bir

Mensaje por emilio cisneros »

Con ligeras variantes el programa de "animación" del BIR en el año 1.968 era muy similar, aunque la gimnasia y el baño eran la última actividad de la mañana, lo que producía numerosos escaqueos, ya que los auxiliares no podían estar recontando a cada poco rato los efectivos de la Compañia, siempre con variantes por los diversos servicios que se repartían entre nosotros. Lo del "escaqueo" de gimnasia llegó a ser tan escandaloso, que un buen día se presentaron menos de cuarenta personas, así que a los desertores nos cayó un paso ligero de dos horitas casi seguidas, amén de cocinas varias durante unos quince días. El arte del escaqueo era seguido por todos, con desigual fortuna, había que pasar muy desapercibido para que no notaran tu ausencia, porque si te pillaban despistandote, entonces el marcaje era severo y al jugador. Sin embargo, tengo que reconocer, que, imaginarias aparte, disponer de ocho horas seguidas para dormir era un lujo que en nuestra vida civil no nos hemos podido permitir la mayoría, a ver que españolito se mete en la cama a las diez y media de la noche, salvo que esté griposo. Tambien es cierto que algunas noches había movidas, pero a menos que te tocara muy de cerca, ni te enterabas. Una de las bromitas era sacar despacito el colchon, con el recluta encima de la cama, dormido, y soltarlo desde la altura de la segunda o tercera litera, creo que la sensación y el susto eran la hostia, pero no conozco ningún caso de infarto en aquellos años por los juegos nocturnos. En fin, otro ratillo de recuerdos...
Albert Marín Ausín

Actividad diaria en el BIR

Mensaje por Albert Marín Ausín »

Decís que tengo mucha memoria, bueno, no tanta. En mi anterior escrito os comentaba que muchos datos los consigo leyendo las cartas que escribí a mi actual esposa. En cualquier caso sí me acuerdo de muchas anecdotas que no están en las cartas.
Emilio, no recuerdo que nosotros en el 73 tuviesemos oportunidades de escaqueo.
Benito, la ensaimada no era todos los días pero sí muy habitual. En el BIR
comí mejor que en Cabrerízas y Bucraa. ¿A vosotros también os daban salchichas de Frankfurt para cenar, noche sí y otra también? apenas sabían a nada.
Una vez que me tocó de cuartelero de letrínas, mi compañero Hernando y yo nos pasamos en exceso tirando cubos de agua para limpiarlas, lo que produjo que saliese cantidad de ella teñida de mierda al exterior, el Teniente de la 3ª que por allí pasaba lo vió y nos hizo "achicarla" a mano con nuestras camisetas, ya que no disponiamos de fregonas. Después de aquello, además de perder una camiseta, perdí muchos escrúpulos.
Fenómeno las recopilación de fotos del BIR que hoy ha publicado Juan.
Saludos Saharianos
Julio Muñoz
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ACTIVIDAD DIARIA EN EL B.I.R.

Mensaje por Julio Muñoz »

Depués de los recientes relatos del buen amigo Albert Marín, tengo serias dudas entre felicitarlo lo más cordialmente posible o caparle la gorra. Y tengo mis motivos.

Felicitarle por su gran proeza de describir tan "en vivo y en directo" las tragicómicas desventuras de unos pobres reclutas como nosotros en el B.I.R. En cada línea que iba leyendo del programa, me sobresaltaba institívamente, mirando a mi alrededor temiendo escuchar en cualquier momento los famosos pitidos de los no menos famosos cabos y auxiliares. Si no recuerdo mal, el programa que disfruté cuando llegué allí, (Septiembre-68), era muy similar. Caparte la gorra por el desasosiego que me ha producido su lectura. ¡Vaya paliza que me has dado! Pero si superé aquella, haré lo mismo con esta.

Lo que has escrito sobre el "campo de las margaritas" es antológico, aunque aquí mi sonrisa ha sido agriculce cuando lo leía. También me afectaba a mí. En mi época no se habían inventado la letrinas, así que nos íbamos al "campo de minas" como también le llamábamos, dispersándonos en su inmensidad y agazapándonos donde nos mandaba el cuerpo parar. Era cierto que había un campo de minas; las había de todos los modelos y formas, dependiendo del rancho de ese día y del batido dado durante la instrucción, unas tipo torre (muy artísticas), otras desplegadas como plato de natillas, etc. Acurrucados, gorra en mano, haciendo un esfuerzo más después del toque de ALTO, compartíamos conversaciones musicales sin abrir la boca con el desconocido compañero que estaba a 5 metros de nosotros, sin que pudiéramos verlo en la oscuridad. En estas conversaciones musicales estaban presentes todas las notas de la escala musical. Se podía escuchar el más delicado clarinete, la más insinuante trompeta con sordina, el expresivo saxofón, el ronco trombón y hasta el bombo. Esta último sonido era el que, en ocasiones, daba la inmediata salida a la parte del rancho que había discutido con el estómago y la señora digestión. Las minas del campo de las margaritas eran con espoletas superiores y laterales de presión. Por cualquier zona que las pisaras, podían explosionar. Llevaban incorporadas algunas dosis de armamento químico, según la comida del día. Los días de judías con chorizo eran especialmente contaminantes y persistentes. Al terminar la faena había que tener cuidado colocándote la ropa, el menor error táctino en el movimiento con los pies te hacía plantarlos donde no querías. Disponían de cisterna baja de arena a ras de tierra. Funcionaba con la naila derecha, (la izquierda para los zurdos). Así quedaba colocada y cubierta la nueva mina recién fabricada.

En mi viaje de ida en el "Ciudad de Cádiz" habían colocado en uno de los costados del barco, (babor o estribor, N.P.I.), unas estructuras de tubos de hierro, voladas sobre el agua. Aquí, esa necesidad tan íntima, tenía aún más riesgo que las minas del B.I.R. Tenías que agarrarte a los tubos como un pulpo, de lo contrario te podías ir con ellos. Fueron dos días, pero había que soltar lastre.

Lo del papel higiénico que lo cuente otro compañero, que yo me río.

Un abrazo, saharianos

Julio Muñoz
Jose Hernandez Murcia
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actividad diaria en el BIR

Mensaje por Jose Hernandez Murcia »

Hola a todos,
Julio, después de leer tu poético relato acerca del campo de margaritas del BIR, no me quedan palabras para dar explicación a tan saludable ejercicio como es el cagar. Del famoso "campo" recuerdo que de vez en cuando había que ir enterrando los "misiles" o las "natillas". Tarea que no hacía mucha falta porque con el sol y el viento, quedaban pronto bien secos.
Una de las cosas que más recuerdo son los baños en mar, y el lavarse en el agua de la playa con champú, único producto capaz de dar un poco de espuma en agua salada.
saludos,
josé Hernández
ATN II, Aargub 1971- 1972
JULIAN TORRES (BIR1-75)

ACTIVIDAD EN EL BIR

Mensaje por JULIAN TORRES (BIR1-75) »

A Benito: ese contemporaneo debia de ser yo, coincidimos de OCT-DIC y luego a Tenerife, Hoya Fria, digo yo porque creo que soy el unico que lo he hecho constar aqunque me consta que hay mas que fueron a Tenerife y que no lo han indicado en esta web.
Tambien recuerdo que la noche que murio Franco me toco imaginaria y no la 1ª asi que tambien me despertaron, lo curioso es que podrias haber sido tu el que me despertastes, tal como indicas, a un compañero catalan.
Yo estaba en la 3ª Cia barracon 55 y no es que mi memoria sea buena es que tuve la sana idea de escribir un diario de la mili, que empezo en la c/ comercio con la entrega del petate y termino en Tenerife.
Un abrazo :)
Albert Marín Ausín

Actividad diaria en el Bir

Mensaje por Albert Marín Ausín »

Julio Muñoz, me he reído mucho con tu relato musical de los inolvidables momentos en el "campo de margaritas", no tiene desperdicio.
Recuerdo que allí coincidía muchas veces con un amigo maño (se ve que nos entraba las ganas de cagar a la misma hora. La diferencia es que él acostumbraba a ir muy estreñido y yo acababa la faena bastante rapidamente. Cuando el campo estaba muy concurrido, prefería acoplarme al lado de algún conocido, así podías mantener una breve tertulia. Este amigo maño del que no recuerdo el nombre, habitualmente era muy parlanchin y conversando con él apenas te daba opción de poder hablar, más bien parecía un monólogo, pero en el campo me desquitaba; durante el poco tiempo que duraba mi defecación, me permitia hablarle sin casi interrupciones, él solamente profería gemidos guturales a causa del esfuerzo que debía hacer para evacuar el cagarro, aunque más tarde se vengaba mediante impresionantes palizas verbales.
Perdonad por escritos tan guarros, aunque tengo una anecdota que todavía lo és más, pero no me atrevo publicarla en esta página; bueno, ya veremos, quizás me decida más adelante........ y amenazo con más anecdotas "BIRERIANAS".
Benito

Mensaje por Benito »

Ja, ja, ja.... No me acordaba de lo del papel higienico. Supongo que te refieres a que para manejarlo después de aliviarse, había que tener el título de patrón de yate o algo así. O sea saber la dirección del viento: alisisios, siroco, si venia de barlovento o sotavento (NPI) porque corrías peligro de mancharte.... De todas formas lo del campo de margaritas no tenía peligro porque eran "flores" secas, no duraban más de un día.

Exacto Julián, yo fuí a Tenerife en un barco desde Villa Cisneros, el Villa de Agaete creo, y continué la mili en La Cuesta. Allí conocí a mi mujer y sigo con ella, aunque no en Canarias. Por cierto para el 25 aniversario volví a Tenerife y está destrozado. Respecto al catalán que desperté era un tal Xavier Ramoneda y no estoy seguro, pero igual estábamos en la 5ª compañía.

Por cierto ¿qué me decis de la discoteca?
saludos
JULIAN TORRES P

Re: Actividad diaria en el Bir

Mensaje por JULIAN TORRES P »

A Benito: sabes? pues que me resulta enormemente familiar el nombre de XAVIER RAMONEDA, pero no logro recordar, estoy seguro de haber o coincidido con el, en la Cia. o no se...
Seguire haciendo memoria.
Un abrazo
Julio Muñoz
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ACTIVIDAD DIARIA EN EL B.I.R.

Mensaje por Julio Muñoz »

A nuestro amigo Benito tengo que confirmarle que por ahí van los tiros (o tiras) del papel higiégico, cuyo arte en el manejo del mismo nos ha explicado con técnica y elocuencia militar, pero deseo añadir algo más. Desde luego era un numerito rematar bien la faena. Recordaréis que antes ya se había encargado el siroco de espolvorearnos a media altura nuestros "bajos" con fina arena, que también había que limpiar, aunque rascara. Además del buen control de los vientos que tan bien nos describe Benito, había que agarrarlo con decisión para que no se llevaran nuestro papel antes de utilizarlo, dejándonos desarmados y sin la alternativa de encontrar una piedra redondeada, al igual que hacíamos siendo niños y nos entraba un apretón en el campo.

Otra cosa era el tipo de papel disponible para este menester. No recuerdo bien si era "El Elefante" u otra marca extranjera, aunque seguro que eran primas hermanas en cuanto a su calidad. Si recuerdo que la zona donde la espalda pierde su honesto hombre quedaba, en ocasiones, muy ilustrada con variados titulares de periódicos que recibíamos de la Península, de tal manera que nos poníamos hasta el culo de leer. También algún envoltorio de paquetes recibidos de nuestras familias contribuyeron a tan noble fin, una vez terminada su vida útil, que duraba un día, es decir una buena merienda con los amigos.

Da risa contar estas cosas, pero así fue.

Un abrazo,

Julio Muñoz
marti bosch

campo de margaritas

Mensaje por marti bosch »

Recuerdo que uno de los elementos mas importantes que disponia en el bir era una caja de cocacola de carton, la cual cada dia la utilizaba para ir al famoso campo de margaritas, era el elemeneto mas preciado, pues si se instalaba correctamemte en el momento de estar agachado con intenciones escatologicas, era lo mas mas preciado que tenia para que los granos de arena impulsados por el siroco, no pudieses impactar en las nalgas, en estos momentos tan importantes.
Un dia estando de guardia en una de la torres, observe las gran cantidad de amigos, que realizabas estas faenas cuando el sol desaparecia en el horizonte, solo se veian culos de reclutas intentando hacer, lo que no habian podido hacer de dia, realmente es una imagen que tengo grabada, pues el mismisimo FELINI, la podia haber filmado por surrealista. y esta se repertia dia tras dia.
Nunca en mi vida he estado tantos dias sin poder hacer lo que hago todos los dias tranquilamente. Es posible que fuese por el estres, por la alimentacion, por la falta de letrinas, por la higiene. Pero creo que todos los que estubimos en el BIr, recordaremos toda la vida estos aspectos. y los sufrimientos y esfuerzos padecidos, para poder defecar.

saludos
Julio Muñoz
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ACTIVIDAD DIARIA EN EL B.I.R. - TECNICAS DE ESCAQUEO

Mensaje por Julio Muñoz »

El su mensaje del 31 de Enero de 2.006, nuestro buen amigo Emilio Cisneros, contemporáneo mío en el B.I.R., (Septiembre-68), hace una rápida alusión a los escaqueos de gimnasia. Esta actividad y muchas más relacionadas con súbitas "desapariciones" del servicio asignado, era una de nuestras actividades preferidas.

Resulta curioso que nos tomáramos más en serio las órdenes relacionadas con las armas que las que eran puramente ""más de la casa" al servicio del Batallón, aunque en ambos casos se trataba de órdenes orales y escritas que había que cumplir. Debe ser que los soldados somos así, llevando a la Mili ciertas conductas bien aprendidas. Si no fue así, las aprendimos muy pronto con escasas lecciones.

Para no correr peligro de ser cazado, todo escaqueo tiene su técnica y su arte. En esto había auténticos especialistas. Para la fabricación de "transistores" (bloques de arena y cemento amasados que se colocaban en un rectángulo de madera hasta el día siguiente, que estaban secos), destinados, si no recuerdo mal, para la ampliación de la residencia de Oficiales. Una vez secos estos bloques, había que transportarlos a pié de obra, sin casco y con gorra. Para estos trabajos nombraban diariamente un grupo de reclutas, unos "voluntarios" y otros arrestados. Los bloques eran pesados, el calor pegajoso y las ganas flaqueaban..., de manera que era necesario huir de la obra. No éramos Felipe II contemplando la suya en El Escorial. La salvación era cargarse un bloque al hombro, como se hacía, pero tomar una dirección distinta a la obra. Al girar el primer barracón, el bloque "se cae" y a correr.

En el recuento nocturno, al leer la orden del día teníamos que estar todos, pero algún compañero se retrasaba porque se fue al Aaiún o en el mismo B.I.R. tomándola con amigos y paisanos en la playa. En la formación se dejaba un hueco o dos (no podían ser más porque se podía notar). El "contable" multiplicaba número de reclutas en hilera por el número en fila. No fallaba, 6 por 10 son 60, la cuenta le salía. Al nombrarlo no había problema, contestaba otro por él "presente" y su segundo apellido.

El grupo nombrado para la cocina del día siguiente era muy numeroso. Calculo que 40 ó 50, creo que ya tenían prevista la "merma" a lo largo del día. Así resultaba, hacia las 12 de la mañana se habían escaqueado la mitad. Esto había que hacerlo lo antes posible, de lo contrario se clareaba demasiado el personal y era más fácil que te detectaran al desertar. También de la cocina había que salir ocupado en algo, una caja de cartón o un saco relleno de una coartada cualquiera era el pasaporte hasta la próxima esquina. No era extraño que después fueran los cocineros a las Cías. para reclutar más "voluntarios"

Estoy seguro que hay muchas más técnicas y situaciones de escaqueo, así que las podéis desvelar porque ya no hay pavera.

Un abrazo,

Julio Muñoz
laureano

Mensaje por laureano »

Buena idea esa de llevarse la caja de fruta para proteger el pompis de la arena, no lo conocía yo eso. Desde luego la vista de los reclutas en cuclillas al anochecer debía ser buenísima. Como dices digno de una película de Fellini.
Más arriba preguntaba yo por la discoteca. Le llamabamos así a ir a fregar platos, todos redondos como discos y haciendo siempre ruido. Era una fregadera enorme llena de agua con 3 ó 4 trapos sucios y sin detergente. El detergente era una figura virtual, como decimos ahora, creo que hubo alguno que vió un dia algo, pero brillaba por su ausencia. Total que los platos se limpiaban a base de frotar con los trapos y el agua sucia. Empalmabas el desayuno con la comida y la cena. No sé que era peor si eso o ir a pelar patatas. ¿cómo podían pelarse tantas patatas? Igual se ponía allí media docena de sacos de 50 kg. Empezabas a las 8 de la mañana y sin parar acababas a las 7 de la tarde o así. Una vez un compañero estuvo cortando carne y luego me dijo: "oye tenía las uñas negras y ahora se me han limpiado" ....
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