Valió la pena buscarlos ( o como permanece una amistad ).

[Josep Palou i Bernaus]

Historia resumida (o esta ha sido la intención) de la localización de los compañeros de Víveres del BIR.
Todo comienza en otoño del 2005 cuando descubro la página Web. Siento cierta sana “envidia” de otros saharianos que a través de la Web, o por razón de ella han encontrado a amigos olvidados durante más de 30 años.
Me marco el propósito de encontrar a los que fueron mis compañeros y amigos en aquella dependencia del BIR y con los que conviví durante doce meses en 1974.
Al primero ya le tengo localizado de antemano, Alfred Utesa, es de Sabadell como yo, y como yo se fue a vivir a la provincia de Lleida. Somos casi vecinos, hemos mantenido la amistad y el contacto y nos vemos frecuentemente.
Pero su memoria y la mía se han olvidado de muchos datos de todos los demás. Solo tenemos vagos recuerdos e incompletos.
Empiezo por Miguel. Sé que era de Málaga, de Coín. El apellido quizás era Bernal.
Me aparece uno por la guía telefónica. Llamo varias veces pero no me contestan.
Busco por una guía empresarial. Localizo el nombre como directivo de una empresa. Pero tengo que asegurar que sea él antes de llamar. Mi hermano trabaja en la misma empresa, pero en Barcelona y me confirma su edad, es la misma que la mía. ¡Tiene que ser él!
Le llamo al teléfono del trabajo. Pregunto por Miguel Bernal y se pone al aparato. Le digo quien soy y en el acto brotan en los dos extremos del hilo telefónico las emociones.
Mientras tanto había iniciado los pasos para encontrar a otro. Era gallego, y durante doce meses todos le nombrábamos como “el gallego”, “gallego” por aquí, “gallego” por allá, pero ¿ y su nombre?.
Yo solo recordaba su domicilio allí en Galicia. Lo que ponía en los sobres cuando escribía a la familia: Prevediños-Touro-La Coruña. Esto lo tenía grabado en la mente, pero no así su nombre real.
Búsqueda del pueblo por Internet. No es ni una ciudad, ni un pueblo, solo es un lugar.
Encuentro la Web del Ayuntamiento de Touro y le envío un email al Sr.Alcalde. Le doy los únicos datos: mili en el Sahara, 53 años. Me contestan a los pocos días dándome todos los datos, teléfono y nombre completo, José A. Camino.
Llamo por teléfono, y vuelven a surgir las emociones. 31 años son muchos años.
Pero encontrar a José A. me sirve de mucho. El tiene los nombres de otros compañeros y esto facilitará las cosas
Estamos ya en el mes de Noviembre del 2005.
Rafael Reyes, de Córdoba. Le localizo rápido porque aparece en la guía telefónica. Llamo una tarde por teléfono y después de explicar el motivo de la llamada me dicen que esta trabajando. Que llame a partir de las 9 de la noche. Llamo a las 9 y 5 minutos. Antes del primer timbrazo ya ha descolgado. Me estaba esperando. Tenia miedo de que no volviera a llamar nunca más.
Ahora me dedicaré a buscar a Eloy Gómez, en Ecija. En la guía telefónica no aparece.
Tengo la dirección que me ha dado José A., pero es de hace mas de 30 años.
Encuentro en Internet un foro de la ciudad de Ecija en el que los ecijanos escriben sobre las venturas y desventuras municipales. Y ahí veo una solución.
Me meto en el foro como un vulgar “troll” y abro un tema: “Se busca a un ecijano”. Y les digo: “ se llama Eloy Gómez……. de soltero vivía en tal calle ………. tiene 53 años ……. hizo la mili en el Sahara.. etc., etc.
Recibo un email a los pocos días, de un amigo suyo: que si quiero encontrarle llame a un restaurante donde suele comer habitualmente. Llamare pasadas las Navidades.
El 29 de Diciembre (día de los Inocentes) recibo otro email. Es del hijo de Eloy, que ha visto en el foro que busco a su padre. Se lo ha dicho, le ha dicho que un amigo catalán de la mili le esta buscando por Internet. En el día de los Inocentes ya podéis imaginaros la reacción del padre cuando el hijo le dijo esto.
Pero ya tengo su numero de móvil. Le llamo enseguida, hablamos un largo rato y nos reímos cuando me cuenta la anécdota que ha tenido con su hijo.
Mientras, todavía en noviembre, había empezado a buscar a “Paco”, Francisco Cortes García. “El Gallego” me había dado su dirección en Madrid y su teléfono, pero de hacía 32 años. Yo recordaba solamente que era del barrio de Moratalaz.
Confirmo por Internet en la guía telefónica el nombre y el teléfono. Todavía aparece.
Llamo un día de noviembre, suena y suena el teléfono pero no lo descuelgan.
Sigo llamando durante varios días seguidos, con el mismo resultado.
Llamada a Telefonica-Averias preguntando que pasa y me dicen que este teléfono esta dado de baja hace unos meses. Al día siguiente ya no aparece en la guía telefónica. Mi gozo en un pozo.
Llamo por teléfono a todos los Francisco Cortes de la provincia de Madrid y ninguno es él. Mando una carta al domicilio y correos me la devuelve al cabo de un mes por “desconocido”. Pero esta carta tiene un error del que no me he dado cuenta hasta ahora en Junio del 2006. Hago un mailing (unas 15 cartas) a todos los apellidos Cortes del Barrio de Moratalaz por si alguno es hermano o hijo. Ninguna respuesta. Miguel, José A. y yo nos desanimamos. Nos interesa mucho encontrar a Paco, era un participante activo de todas las movidas que se hacían en Víveres.
Durante los primeros meses del 2006 localizo a tres compañeros mas. Los tres viven relativamente cerca, en Barcelona y Tarragona. Pere Vergés, Antoni Paratje y Francesc Belmonte, queda Joan Bellet que lo localizaran ellos por mí.
Sin olvidar a Paco Cortes, me dedico a buscar a Jordi. De este nadie sabe el apellido, solo Alfred se acuerda que era de Blanes y que su padre era constructor. Busco en todo lo que esta en mi mano (que es bastante) por si me refresca la memoria y me viene su apellido. También me repaso toda la guía telefónica de Blanes. Pero no hay manera. Lo dejo aparcado.
Mes de Mayo, una semana de vacaciones, ¿y por que no Andalucía?. Me reencuentro con Miguel en Málaga después de 32 años.
Junio. Vuelvo con la búsqueda de Paco. Localizo una farmacia que esta en los bajos de su bloque de pisos. Llamo por teléfono, primero me dicen que si, que le conocen, luego que no. Noto cierta inquietud y desconfianza en hacerme alguna gestión y no insisto. Noto que he estado cerca.
Semana pasada, ultima de junio. Hablando por teléfono con Miguel. Le digo: ¡no puede ser que no encontremos a Paco!. ¿vamos a Madrid a buscarle?.
El, Miguel, sentado en su mesa, yo sentado en la mía. 1.000 km de distancia.
Le digo: espera, ........ volvamos a mirar "eso" ......... ¡en el mío sigue sin salir, vuelve a mirar en el tuyo!.
Me dice: ¡Oye, ahora aquí tengo a uno.... ha entrado en marzo! ..... ¿es la calle tal? .... ¡Sí! ..... ¡pués tengo su móvil!.
A los dos minutos estoy hablando con Paco. Ya le hemos encontrado.
Ahora solo nos falta Jordi. ¿Algún sahariano vive en Blanes?. No se como, pero confio que le encontraremos.
Bien, esta es la historia hasta ahora. Las facturas de teléfono lo han notado porque nos llamamos habitualmente cada quince días. Pero por “desgracia” mi afición a Internet no es compartida por ninguno de estos compañeros, y me costara hacerles participar en la Web aunque sea esporádicamente y que fueran ellos mismos los que hubieran explicado la historia.
Lo que sí sé, es que una amistad que permanecía dormida se ha vuelto a despertar, y con elevada fortaleza, y eso ya me parece suficiente.
Un abrazo. Y gracias a todos los que participais en la Web, sin vosotros yo no me habria planteado este reto de encontrar a mis compañeros.
J.Palou.

[Fdo. J. de la Cuesta B.]

Historia resumida (o esta ha sido la intención) de la localización de los compañeros de Víveres del BIR.
Todo comienza en otoño del 2005 cuando descubro la página Web. Siento cierta sana “envidia” de otros saharianos que a través de la Web, o por razón de ella han encontrado a amigos olvidados durante más de 30 años.
Me marco el propósito de encontrar a los que fueron mis compañeros y amigos en aquella dependencia del BIR y con los que conviví durante doce meses en 1974.
Al primero ya le tengo localizado de antemano, Alfred Utesa, es de Sabadell como yo, y como yo se fue a vivir a la provincia de Lleida. Somos casi vecinos, hemos mantenido la amistad y el contacto y nos vemos frecuentemente.
Pero su memoria y la mía se han olvidado de muchos datos de todos los demás. Solo tenemos vagos recuerdos e incompletos.
Empiezo por Miguel. Sé que era de Málaga, de Coín. El apellido quizás era Bernal.
Me aparece uno por la guía telefónica. Llamo varias veces pero no me contestan.
Busco por una guía empresarial. Localizo el nombre como directivo de una empresa. Pero tengo que asegurar que sea él antes de llamar. Mi hermano trabaja en la misma empresa, pero en Barcelona y me confirma su edad, es la misma que la mía. ¡Tiene que ser él!
Le llamo al teléfono del trabajo. Pregunto por Miguel Bernal y se pone al aparato. Le digo quien soy y en el acto brotan en los dos extremos del hilo telefónico las emociones.
Mientras tanto había iniciado los pasos para encontrar a otro. Era gallego, y durante doce meses todos le nombrábamos como “el gallego”, “gallego” por aquí, “gallego” por allá, pero ¿ y su nombre?.
Yo solo recordaba su domicilio allí en Galicia. Lo que ponía en los sobres cuando escribía a la familia: Prevediños-Touro-La Coruña. Esto lo tenía grabado en la mente, pero no así su nombre real.
Búsqueda del pueblo por Internet. No es ni una ciudad, ni un pueblo, solo es un lugar.
Encuentro la Web del Ayuntamiento de Touro y le envío un email al Sr.Alcalde. Le doy los únicos datos: mili en el Sahara, 53 años. Me contestan a los pocos días dándome todos los datos, teléfono y nombre completo, José A. Camino.
Llamo por teléfono, y vuelven a surgir las emociones. 31 años son muchos años.
Pero encontrar a José A. me sirve de mucho. El tiene los nombres de otros compañeros y esto facilitará las cosas
Estamos ya en el mes de Noviembre del 2005.
Rafael Reyes, de Córdoba. Le localizo rápido porque aparece en la guía telefónica. Llamo una tarde por teléfono y después de explicar el motivo de la llamada me dicen que esta trabajando. Que llame a partir de las 9 de la noche. Llamo a las 9 y 5 minutos. Antes del primer timbrazo ya ha descolgado. Me estaba esperando. Tenia miedo de que no volviera a llamar nunca más.
Ahora me dedicaré a buscar a Eloy Gómez, en Ecija. En la guía telefónica no aparece.
Tengo la dirección que me ha dado José A., pero es de hace mas de 30 años.
Encuentro en Internet un foro de la ciudad de Ecija en el que los ecijanos escriben sobre las venturas y desventuras municipales. Y ahí veo una solución.
Me meto en el foro como un vulgar “troll” y abro un tema: “Se busca a un ecijano”. Y les digo: “ se llama Eloy Gómez……. de soltero vivía en tal calle ………. tiene 53 años ……. hizo la mili en el Sahara.. etc., etc.
Recibo un email a los pocos días, de un amigo suyo: que si quiero encontrarle llame a un restaurante donde suele comer habitualmente. Llamare pasadas las Navidades.
El 29 de Diciembre (día de los Inocentes) recibo otro email. Es del hijo de Eloy, que ha visto en el foro que busco a su padre. Se lo ha dicho, le ha dicho que un amigo catalán de la mili le esta buscando por Internet. En el día de los Inocentes ya podéis imaginaros la reacción del padre cuando el hijo le dijo esto.
Pero ya tengo su numero de móvil. Le llamo enseguida, hablamos un largo rato y nos reímos cuando me cuenta la anécdota que ha tenido con su hijo.
Mientras, todavía en noviembre, había empezado a buscar a “Paco”, Francisco Cortes García. “El Gallego” me había dado su dirección en Madrid y su teléfono, pero de hacía 32 años. Yo recordaba solamente que era del barrio de Moratalaz.
Confirmo por Internet en la guía telefónica el nombre y el teléfono. Todavía aparece.
Llamo un día de noviembre, suena y suena el teléfono pero no lo descuelgan.
Sigo llamando durante varios días seguidos, con el mismo resultado.
Llamada a Telefonica-Averias preguntando que pasa y me dicen que este teléfono esta dado de baja hace unos meses. Al día siguiente ya no aparece en la guía telefónica. Mi gozo en un pozo.
Llamo por teléfono a todos los Francisco Cortes de la provincia de Madrid y ninguno es él. Mando una carta al domicilio y correos me la devuelve al cabo de un mes por “desconocido”. Pero esta carta tiene un error del que no me he dado cuenta hasta ahora en Junio del 2006. Hago un mailing (unas 15 cartas) a todos los apellidos Cortes del Barrio de Moratalaz por si alguno es hermano o hijo. Ninguna respuesta. Miguel, José A. y yo nos desanimamos. Nos interesa mucho encontrar a Paco, era un participante activo de todas las movidas que se hacían en Víveres.
Durante los primeros meses del 2006 localizo a tres compañeros mas. Los tres viven relativamente cerca, en Barcelona y Tarragona. Pere Vergés, Antoni Paratje y Francesc Belmonte, queda Joan Bellet que lo localizaran ellos por mí.
Sin olvidar a Paco Cortes, me dedico a buscar a Jordi. De este nadie sabe el apellido, solo Alfred se acuerda que era de Blanes y que su padre era constructor. Busco en todo lo que esta en mi mano (que es bastante) por si me refresca la memoria y me viene su apellido. También me repaso toda la guía telefónica de Blanes. Pero no hay manera. Lo dejo aparcado.
Mes de Mayo, una semana de vacaciones, ¿y por que no Andalucía?. Me reencuentro con Miguel en Málaga después de 32 años.
Junio. Vuelvo con la búsqueda de Paco. Localizo una farmacia que esta en los bajos de su bloque de pisos. Llamo por teléfono, primero me dicen que si, que le conocen, luego que no. Noto cierta inquietud y desconfianza en hacerme alguna gestión y no insisto. Noto que he estado cerca.
Semana pasada, ultima de junio. Hablando por teléfono con Miguel. Le digo: ¡no puede ser que no encontremos a Paco!. ¿vamos a Madrid a buscarle?.
El, Miguel, sentado en su mesa, yo sentado en la mía. 1.000 km de distancia.
Le digo: espera, ........ volvamos a mirar "eso" ......... ¡en el mío sigue sin salir, vuelve a mirar en el tuyo!.
Me dice: ¡Oye, ahora aquí tengo a uno.... ha entrado en marzo! ..... ¿es la calle tal? .... ¡Sí! ..... ¡pués tengo su móvil!.
A los dos minutos estoy hablando con Paco. Ya le hemos encontrado.
Ahora solo nos falta Jordi. ¿Algún sahariano vive en Blanes?. No se como, pero confio que le encontraremos.
Bien, esta es la historia hasta ahora. Las facturas de teléfono lo han notado porque nos llamamos habitualmente cada quince días. Pero por “desgracia” mi afición a Internet no es compartida por ninguno de estos compañeros, y me costara hacerles participar en la Web aunque sea esporádicamente y que fueran ellos mismos los que hubieran explicado la historia.
Lo que sí sé, es que una amistad que permanecía dormida se ha vuelto a despertar, y con elevada fortaleza, y eso ya me parece suficiente.
Un abrazo. Y gracias a todos los que participais en la Web, sin vosotros yo no me habria planteado este reto de encontrar a mis compañeros.
J.Palou.

Amigo Josep:

Que gran historia, por menos de esto hacen hoy en dia una serie en Televisión.

Creo que en tu relato has descrito, poco más o menos, lo que todos hemos intentado con mayor o menor fortuna y que además tú has tenido la suerte de conseguir.

Mi enhorabuena por ello, solo te falta para rematar la faena, convencer a tus compañeros para acudir todos juntos al II Encuentro Nacional en Toledo, alli os podeis juntar de nuevo y de esta forma, compartir con todos nosotros vuestra alegria.

Venga, animaros que ya teneis experiencia en comunicaros y nos vemos en Toledo.

Un fuerte abrazo.

[Manolo Viano]

MAGNIFICO TRABAJO Y MAGNIFICA HISTORIA Jusep Palou, (me trae al recuerdo las de Angel Benito), lo dicho, nos reencontramos todos en TOLEDO

Un abrazo: Manolo Viaño

[Julio Muñoz]

Amigo Josep Palou:

Con envidiable acierto y delicada pluma, has marcado el más grande y verdadero camino que los compañeros saharianos debemos seguir, en lugar de inciertas y tortuosas veredas que acechan por doquier. Tu relato es antológico y estremecedor; dejando en él jirones del alma sahariana repartidos en distinto territorio, pero de los mismos personajes. No he podido evitar leer y releer tu escrito varias veces, deleitándome y emocionándome cada vez que he pasado de puntillas por tus verbos conjugados y enjugados con las nostalgias, recuerdos, sentimientos y afectos hacia tus compañeros de la Mili. ¿Qué nos mueve a buscar con tanto ahinco a nuestros "congeneres" del desierto, que fueron parte de nuestra joven vida militar?

Al terminar nuestra Mili, las riendas y decisiones sobre nuestra propia vida volvieron a estar en nuestras manos. Teníamos ante nosotros un nuevo horizonte hacia el que caminar, reorientar debidamente nuestra futura subsistencia, crear una familia, atender a unos hijos cuya vida también necesitaba nuestra mayor atención y cuidados para que su futuro fuera el mejor deseado por nosotros, etc. Durante este período de tiempo, nuestros recuerdos y amigos de la Mili han permanecido latentes en nosotros, sin que ello haya significado el olvido de aquella parte de nuestra juventud y amigos, cuya huella permanecía latente en nuestro interior. Nos hemos hecho mayores acompañados por la soledad de unos recuerdos y vivencias inolvidables. No podíamos contarlos a nadie que pudiera entenderlos o comprenderlos. La Mili en el Sáhara no fue mejor ni peor que otra; esta valoración no tiene gran importancia. Nuestro destino allí fue algo tan distinto que nos dejó marcados para siempre. Hay valores que hemos alcanzado a descubrir y comprender en toda su grandeza, afortunadamente. Sabemos lo que es la amistad, lo que es un amigo, compartir la amistad cuando, por primera vez, nos encontramos a solas con ellos, amigos que ho han dudado en dar hasta la vida unos por otros..., y tantas y tantas cosas en interminables días y noches de desierto. En nuestra página Web no estamos escribiendo solamente nuestros recuerdos y vivencias. Estamos describiendo y demostrando quiénes somos, cómo somos y por qué somos así.

Según hemos ido descubriendo la página creada por Juan Piqueras, empezamos a darnos cuenta de que llenaba un vacío en el alma. Nos hemos reencontrado de nuevo con los nuestros, los que son como nosotros, los que nos entienden y comprenden, los que conocen el verdadero sentido de la amistad y de un amigo, los que no piden nada a un amigo porque lo tienen todo teniendo a un amigo, los que lo dan todo, los que saben de los verdaderos sentimientos entre los amigos, los que llevarán siempre a su amigo en el corazón...¡¡¡SON LOS COMPAÑEROS SAHARIANOS!!!

Muchas gracias por tan ejemplar y delicioso relato. Estoy en el mismo camino que tú. Voy a leerlo otra vez.

Un fuerte abrazo,

Julio Muñoz

Tropas Nómadas - Smara

[Josep Palou i Bernaus]

He tardado tres años pero al final lo he encontrado. Al buscado "Jordi" de Blanes.
Ya que resulta que no se llamaba "Jordi", se llamaba Emilio.
Y quien podía imaginarse que 10 personas que estaban convencidas de que su nombre era "Jordi" estuvieran equivocadas.
Y estuve cerca, muy cerca, hace dos años. Pero el nombre erróneo no me hizo hacer caso de una corazonada que tuve un día que estando en Blanes pasé por delante de un almacén de materiales de construcción.
Doy las gracias al compañero Joaquím Jimenez , "el pastelero de la Cantina", que me ayudó con las pistas definitivas para encontrarle.





Saludos.