CONDICIONES HIGIENICAS

[Fco. Fdez Díaz-Guerra]

Amigo Manuel Cordero, aquí tienes un nuevo tema. El foro es para comentar, compartir, discrepar y este, sobre todo, para disfrutar recordando viejos tiempos.
Releyendo antiguos temas, se hablaba de la limpieza de las perolas, etc..
No se si recordais que en el BIR, junto con los cubiertos tenias un vaso de cristal, que se llevaba a cada comida. Cuando se finalizaba, a la salida del comedor habia un par de bidones, sin tapa, llenos de agua, la mayor parte de la veces, de color gris, maloliente, sobrenadando las únicas moscas muertas que ví, las demás se apostaban en los labios a la espera del paso de la cuchara.
Los cubiertos, bien relamidos y "pulidos" con la servilleta podían pasar, en cuanto al vaso, mejor quedaban con restos del "colacao" del desayuno que se diluían con el agua o vino de la comida.
REspecto al agua, las compañias que estabamos fuera del BIR, en tiendas de campaña, trece hombres por tienda, teniamos una garrafa de arroba, unos 16 lts. por día. Funcionaba una especie de turno, de forma que cada día, uno distinto cogía una carretilla y la garrafa y a por agua. Agua salobre tratada con lejia, que no se si procedía de Pozo Farachi.
Con una botella de litro tenías para afeitarte, cepillarte los dientes, lavar la cabeza y ...hasta el vaso.
La enfermedad de adaptación al territorio era la colitis, tenía la particularidad, añadida a los síntomas por todos conocidos, que los "avisos" se recibian estando en formación. ¡Cuantos no llegaron ni al campo de margaritas....!
Bien, por los datos que tengo, (Estuve haciendo el curso de sanitario allí) muy pocos casos requirieron hospitalización y sí hubo algunos casos, lógicos, de ligera deshidratación. Había fortaleza.....
El tratamiento para combatir a la salmonella era CLORANFENICOL, que hoy se usa de forma restringida en medio hospitalario, FTALILSTREPTOMICINA, y SUBNITRATO DE BISMUTO Y OPIO que hoy ya no se usa ni en veterinaria. "Una pastilla de cada, cada ocho horas y vienes mañana". No lo habré dicho yo veces....
Un saludo y que la salud no canse.

[Jordi Roig i Marcet]

Releyendo antiguos temas, se hablaba de la limpieza de las perolas, etc..
No se si recordais que en el BIR, junto con los cubiertos tenias un vaso de cristal, que se llevaba a cada comida.

"Me caguen la leche" Vosotros habeis estado en un BIR diferente del mio. Teniais vasos de cristal para el agua. ¡Que señoritingos, leñe! Yo tenia la tapadera de aluminio de la cantimplora para beber agua en el comedor del BIR y el café con leche, o lo que fuera, de la mañana se comia en el plato de aluminio que formava parte del equipo.

Cuando se finalizaba, a la salida del comedor habia un par de bidones, sin tapa, llenos de agua, la mayor parte de la veces, de color gris, maloliente, sobrenadando las únicas moscas muertas que ví, las demás se apostaban en los labios a la espera del paso de la cuchara.

Lo que yo os diga: ¡privilegiados!. Lavar los trastes de comer con agua. ¡A quien se le ocurre!. Nosotros los limpiabamos con arena que daba muy buen resultado.

Los cubiertos, bien relamidos y "pulidos" con la servilleta podían pasar, en cuanto al vaso, mejor quedaban con restos del "colacao" del desayuno que se diluían con el agua o vino de la comida.

¡Jo, que suerte! ¡Servilletas y todo! ¡Pero si estabais en un hotel, machos!.

REspecto al agua, las compañias que estabamos fuera del BIR, en tiendas de campaña, trece hombres por tienda, teniamos una garrafa de arroba, unos 16 lts. por día. Funcionaba una especie de turno, de forma que cada día, uno distinto cogía una carretilla y la garrafa y a por agua. Agua salobre tratada con lejia, que no se si procedía de Pozo Farachi.
Con una botella de litro tenías para afeitarte, cepillarte los dientes, lavar la cabeza y ...hasta el vaso.

Quince estabamos nosotros en cada tienda de campaña, además de millones de pulgas. Las muy malditas nos tenian dominados, pero nunca pasamos necesidad de agua, tanto para beber como para el aseo. En la Policia Territorial habia una cuba de cuatro o cinco mil litros que se llenaba cada tres o cuatro dias. No tuvimos mas problema que el sabor y lo caliente que estaba el agua, en cuanto le daba el sol a la cuba.

La enfermedad de adaptación al territorio era la colitis, tenía la particularidad, añadida a los síntomas por todos conocidos, que los "avisos" se recibian estando en formación. ¡Cuantos no llegaron ni al campo de margaritas....!
Bien, por los datos que tengo, (Estuve haciendo el curso de sanitario allí) muy pocos casos requirieron hospitalización y sí hubo algunos casos, lógicos, de ligera deshidratación. Había fortaleza.....
El tratamiento para combatir a la salmonella era CLORANFENICOL, que hoy se usa de forma restringida en medio hospitalario, FTALILSTREPTOMICINA,

Yo pasé dos colitis devastadoras en Morcba, sin medicamentos, sin sanitarios, sin agua saneada, solo con vitamina C, arroz hervido y hierbas cocidas que me dieron los PT hasanias. ¡Ah!, estas cosas eran válidas cuando el estomago lo aceptaba, porqué si te daba la vomitera quedabas desmadejado y con ganas de morirte. De una cosa estoy seguro y es que los saharauis salvaron mi salud con sus cocimientos de hierbajos. Esas gastroenteritis me hubieran matado, pero mira, ya llevo cuarenta años de propina. Un abrazo a todos, saharianos.

[Fco. Fdez Díaz-Guerra]

Tu respuesta es un ejemplo de que siguen vivos los cuentos del conde Lucanor. Aquel pobre que miraba atrás y veía a otros en peores condiciones.....
Algún signo de progreso y confort debía de apreciarse 10 años después de tu paso por allí.
Lo cierto es que las condiciones fueron duras y, en aquellos momentos no tuvimos especial sensación de que tuvieran que ser muy diferentes. Para el ejercito profesional actual, con la intendencia y la logística con que se desenvuelven, mantener una situación como aquella, que nosotros aceptabamos de forma natural, haría que más de uno pidiera la hoja de reclamaciones.
En cualquier caso, otro recuerdo de "higiene" fue la primera ducha, enjabonándose con una pastilla de jabón que aquel agua no era capaz de arrastrar. Total, un par de días con la piel acartonada. Conclusión, lo que mejor funcionaba era el champú ( perdona Jordi si hablo de "delicatessen") que usabas de la cabeza a los pies, antes de entrar, por que mi teniente, apreciado Gonzalo Rubio, era más rápido tocando el silbato para salir, que algún arbitro pitando penalti a favor de los siempre...

[Invitado]

Soy Jordi Roig. Lo digo porqué no se como hay que montarselo para que no aparezca como "invitado", sin mas. En cuanto al comentario de Francisco Fdez. , estoy de acuerdo con el en que 10 años se tenian que notar.
Ante todo decirte que siento una gran alegria por haber decidido volver al foro. Gracias, amigo Cordero.
Y después deciros que a mi me gusta recordarlo todo. Lo bueno y lo malo. ¡Es la vida!. Eramos jóvenes, fuertes y ágiles. Yo me andaba cuarenta kilómetros en una noche. Con un montón de kilos a la espalda y conmigo un amigo valenciano llamado Juán Gomá y algunos naturales.
Terminad la mili, Gomá y yo trabajamos juntos hasta 1.975. Volviamos el 14 de Octubre de una cacería en La Mancha y el durmió hasta Tarragona. Yo paré el coche para dormir un poco y, despertandose, me dijo que podia conducir. A partir de entonces me dormí y desperté con un terrible dolor en las piernas a causa de un golpe. Se empotró en el muro del Carrilet en Sant Boi y una rama de un ciprés pegado al muro, le clavó en el pecho el retrovisor, matandolo. Murió en mis brazos y lo recuerdo cada día, ahora, como si estuviera pasando en este momento. No tuve antes un amigo como este ni lo he vuelto a tener después y no quiero olvidar nada. Lo que he vivido es mi bagaje, mi equipaje y no deseo abandonarlo. En esto somos diferentes.
Lo cierto es que las vivencias de cada cual han ido formando su personalidad y su manera de ver la vida y en mi caso me han convertido en un optimista, a pesar de todo.
¡Caray! Si tuviera veinte años volveria al Sahara. ¡De verdad!. Un abrazo a todos, saharianos.

[emilio cisneros]

Por lo que veo cada uno tiene su experiencia según el año en que le tocó irse de camping al BIR. En el año 1.968 (Octubre-Enero 69) las perolas se limpiaban con arena, y los platos, de duralex, en unos bidones con agua, el vaso de cristal, a discreción, lo malo era que si se rompía no te daban otro, y los moritos de las alambradas te los vendían a precios abusivos. Así que pedíamos a casa que nos mandasen vasos de aluminio, a prueba de golpes.

Agua se bebía poca, por lo mala que era, pero la Cruzcampo estaba muy barata, y con suerte, te la daban fresquita, si eras amiguete del cantinero. Vendían otra cerveza, la Tuborg, danesa, un poco mas cara, pero mas barata que en la Península.

Las necesidades tanto mayores como menores, al campo de margaritas, por cierto los Oficiales se quejaban de que su Pabellón recibían efluvios procedentes de nuestros restos, y querían mandarnos mas lejos, no sé si al final lo consiguieron.

Desde luego las diarreas eran consecuencia, estoy seguro, de las condiciones lamentables que había, pese a las vacunas.

Todo forma parte del país que eramos entonces, recuerdo que unos primos míos, franceses, que hicieron el servicio militar en aquellos años, y uno de ellos en las Antillas Francesas (isla de Martinica), me comentaban sus experiencias y parecía que vivián en hoteles de 5 estrellas en comparación con nuestro servicio. Mas ropa, viajes en linea regular, tabaco a precios especiales solo para militares, conservas distribuidas gratuitamente como complemento de rancho... en fin , otro mundo.

[Invitado]

Soy Jordi Roig i Marcet y os voy a contar una anecdota chunga sobre el campo de margaritas. En Febrero o Marzo del 65 el Coronel Jefe del BIR se cabreó como una mona por las puñeteras moscas que se le metian en la boca y en la comida. Afirmaba que era a causa de lo poco cuidadosos que eramos los reclutas con nuestras deposiciones y ordenó montar unas largas letrinas, como de seis o siete metros de largo, por el procedimiento de abrir una zanja de un par de metros, atravesar en ella unos tablones. Ponia uno un pie en un tablón y otro pie en el otro tablón, se bajaba los pantalones y agachadito se hacia "la faena".
Aquello era una inmundicia y en cuanto entrabas, los enjambres de moscas intentaban meterse hasta por el ano. Total, que todo el mundo abandoná tan poco higienico lugar y el Coronel de marras se mosqueó aún mas, pero resolvió el problema y os voy a contar como lo hizo. Una buena mañana, después de la gimnasia y el baño, una vez puesto el traje de faena, nos sacaron, formados, del campamento, cada Cia. delante de su "territorio" . Ordenaron, cubrirse, firmes, izquierda y ¡maarchen! ¡ar!. ¡Paaaso ligeeero! ¡Ar! y de golpe, ¡Cuerpo a tierra". ¡En pié!, ¡Paaso ligeero!, ¡Cuerpo a tierra!. Y así, dando la vuelta a todo el recinto, hasta la playa, regresando de la misma manera y por el mismo sitio. Os doy mi mas solemne palabra de honor de que a partir de entonces se utilizaron masivamente las letrinas y si uno tenia diarrea se ensuciaba y luego lavaba la ropa.
¡Era cachondo el Coronelillo! ¿A que si?. Aquel dia 1200 hombres se acordaron de la madre que lo trajo.

[JULIAN TORRES PORDOMINGO]

JOOOODEEER, JORDI, VAYA TELA! que afotunados fuimos los del 75, ya teniamos letrinas en toda regla, y aun asi nos quejabamos de lo mal que estaban! ya digo yo en algun lugar del foro que me sentia "pequeño" ante las vivencias de la mayoria de vosotros, en este caso "vivencias güarras" pero vivencias al fin y al cabo.
Sobre los cubiertos..pues mirad: yo me olvide en casa os que me dieron en Intendencia en Barcelona, asi que tuve que pasar por compartir con un buen samaritano en la escala de Getafe, antes de volar a El Aaiun, y una vez alli..pues a comprarlos a precio de oro al saharaui de la alambrada.
Jordi: que mala suerte lo del accidente, pero ya ves..el destino nos espera a todos a la vuelta de la esquina, y no podremos ignorarlo.
SALUOS

[moreno]

En febrero del año 1969 y por motivos que no vienen al caso, estuve en el cementerio del Aaiun. Allí pude ver algo que me impresiono tanto, que no he podido olvidarlo a lo largo de mí vida.
Después de haber estado de guardia toda la noche. Cuando se hizo de día, me puse a repasar los nombres, de los allí enterrados. La sangre se me heló en las venas. Lo único distinto, el nombre del soldado, luego una inscripción que decia: Caballero legionario, muerto en acción de guerra, Edchera 13 de Enero del 1958 Las estadisticas, dicen que fueron 42 los militares que murieron, en Edchera, yo creo que eran muchas más de 42 las tumbas que habia.
Hoy es 13 de Enero y quiero recordar, en esta pagina aquellos valientes heroes, que dieron lo último que tenian, la VIDA.
Cada año por estas fechas, siempre los tengo presentes.
Después de haber visto las tumbas, empece a preguntar, a pesar de la fecha aun reciente, nadie sabia nada, o no queria decir nada, el que hablaba, contaba una version un poco soslayada de los hechos.
Me han contado la historia de varias maneras, y quizás ninguna sea la verdadera.
Que Dios los tenga en su santa gloria!!

Un día 13 de Enero tambien salí de mí casa, camino del Sahara. Allí me hice hombre, aprendí de la filosofia de la vida, junto a los saharauis
Que tiempos!!!

Un saludo para todos los saharianos
J. Moreno

[Jordi Roig i Marcet]

JOOOODEEER, JORDI, VAYA TELA! que afotunados fuimos los del 75, ya teniamos letrinas en toda regla, y aun asi nos quejabamos de lo mal que estaban!

Si, fué una gorrinada. Es cierto, pero se acabó de ir a hacerselo a la duna y echarle un poco de arena encima que el viento se encargaba de apartar. Aquel pájaro acabó con las "margaritas", pero no pudo con las moscas.

Sobre los cubiertos..pues mirad: yo me olvide en casa os que me dieron en Intendencia en Barcelona,

Yo me pasé toda la mili con la cuchara. Con una cuchara se defendia uno muy bién y no hacía falta mucho mas. Lo cierto es que comí mucho con las manos en las haimas. Todo se hacía con los dedos y yo conviví casi diez meses con la gente de un frig Erguibat Ghad en Morcba. Si mi madre me hubiera visto comer así me habria calentado la cara, con lo que le gustan a ella las buenas maneras en la mesa.

Jordi: que mala suerte lo del accidente, pero ya ves..el destino nos espera a todos a la vuelta de la esquina, y no podremos ignorarlo.

Verás, el tiempo es un fulano que se te va de las manos y, en ocasiones con las prisas, parece que vives una realidad diferente de la que existe y, de alguna manera me pasó esto cuando perdí a Gomá. Era de una gran ayuda para mi y, juntos, nos habriamos comido el mundo. Se triplico mi trabajo sin el, las obligaciones familiares, yo ya tenia tres hijos, me empujaron hacia delante y mi religiosidad me ayudó a superar su falta. Lo peor fué llegar a presencia de su madre y el entierro. Eso fué casi tan duro como perder al gran amigo que fué. ¡Caray! ¡Me estoy poniendo trascendente! Bueno, l dejo, ya volveré.

[Jordi Roig i Marcet]

Ya que Fco. Fernandez Diaz Guerra ha comenzado este hilo sobre Sanidad, no puedo resistirme a contar lo que me pasó con un Odontologo, militar por supuesto.
Tuve un flemón en la boca y la infección, además del dolor, me hinchó la cara que parecia el tio de la michelín. Me sacaron de Morcba y me llevaron a Comandancia, al Aaiún. De allí me enviaron a la consulta de un sacamuelas, creo que era Capitán, que le daba mas al güiski que a las herramientas de su oficio. Me recetó inyecciones que me puso el sanitario de la PT, en el botiquín y a los tres dias habia desaparecido la hinchazón. Volvi al matarife que, tirando de la puñetera muela, apalancó sobre la quijada rompiendomela. Perdí el conocimiento, claro, y cuando recobré el sentido, el tipo aquel me habia llenado la boca de colas y hierros. Habia taponado el agujero y me dijo que al cabo de un mes volviera, haciendome una "papela" para el caso. ¡Ah, no os lo perdais!. El tio tenia la botella allí mismo y se llenaba el vaso cada vez que sentia la boca seca. Cuando llegué a Comandancia no me tenia en pie y los dolores en la boca eran muy fuertes, de manera que fuí a ver al sanitario que era un Farmaceutico de Barcelona que estaba haciendo la mili allí. Cuando vió la carniceria se asustó y, por su cuenta y riesgo, empezó a sacar trastes de mi boca, consiguió cortar la hemorragia, me dió un calmante que funcionó muy bién y me sujetó la quijada con un material blando que se fué endureciendo y que, sobre todo me permitió sorber bien y, al cabo de una semana, masticar. En un mes se desprendió aquel material y, además, comia y masticaba con normalidad. El sacamuelas aún me espera, claro está. Ese sanitario me llenó el macuto de medicamentos por si los necesitaba en el destacamento. Si no llega a ser por el, mi camino estaba trazado. Hospital de Las Palmas, donde te acababan de matar y, cuando te habian dejado hecho unos zorros, te mandaban a casa. Gracias a este chaval conservé mis dientes y mi mandibula inferior.
Si yo creo que fuí como "el pupas", caramba. ¡Todo lo malo me pasaba a mi!. Esto me dió ocasión de ser agradecido. Debia mucho a mucha gente cuando me licenciaron y todos los malos ratos, tienen este contrapunto, el de las personas buenas que te encuentras. Yo tuve la fortuna de encontrar muy buena gente, que si no estaria criando malvas en el Sahara. Ya se que esto son batallitas del abuelo Cebolleta, como dice un forista en otro lado, pero que le vamos a hacer. Es, ha sido la vida y creo que vale la pena contarlo. Además, creo que sirve para ilustrar un poco este tema que nos ha sacado a debate el compañero Diaz Guerra. Buscaré entre mis notas y publicaré el nombre del sanitario. Un abrazo a todos.

[Fco. Fdez Díaz-Guerra]

Pues sí, hay que reconocer que alli se bebía algo más de la cuenta, el agua era mala y la embotellada cara, al ser zona franca el alcohol estaba libre del impuesto especial, el "empinar el codo" no era socialmente detestable y, en cualquier caso, signo de hombría. Si a eso se une la distancia de la familia, la novia....
Unos cuanto "pedos lacrimógenos" tocó atender en el botiquín (RAMIX 95), sobre todo de compañeros poco habituados, aflorando la vena sentimental, la morriña o la desesperación por que la novia lo dejaba y estaba a 2.000 km sin poder hacer nada. ( Algo supe de lo último y hubo que pasarlo jodido pero sobrio, que no sabemos como duele más).
Por la situación del cuartel, que era el más céntrico, daba a la calle lateral del cine Las Dunas, las tardes de los sábados y domingos era el sitio de recalada de aquellos que empezaban a encontrarse "perjudicados", daba igual el arma al que se perteneciera. Las inyecciones de vitamina B6 o de benadon solían hacer efecto, a algunos incluso solo viendo la jeringilla...
De vez en cuando se formaba alguna bronca en los bares de alterne, puñetazos, botellazos, en fin gresca por exceso de hormonas.
Los que siempre acudían eran los lejías, evitaban acudir a su botiquín con heridas que supusieran hacer un parte por las complicaciones que les suponían.
Tuve un caso de uno que recibió un botellazo en un ojo, le bajabas el párpado y veías el globo ocular a través de la herida. Estaba claro que era trabajo para un especialista por lo que propuse llevarle a Sala Avanzada. Como eso suponía un ingreso no lo consintió ni dejó que lo curara. Con su pañuelo mugriento en el ojo se fué.
Historias.

[Jordi Roig i Marcet]

alli se bebía algo más de la cuenta, el agua era mala y la embotellada cara,

¡Que envidia!. Teniais agua embotellada y todo, y cerveza Cruzcampo fresca.... ¡Hay que ver!. Yo me sentia feliz con el agua del pozo de Morcba que, al principio sabia mal, pero en cuanto me habitué la encontraba deliciosa. Eso si, mientras estuvieron los petroleros haciendo agujeros, pude beber Henniken y Coca Cola fresca porqué tuve muy buen rollo con ellos.

al ser zona franca el alcohol estaba libre del impuesto especial, el "empinar el codo" no era socialmente detestable y, en cualquier caso, signo de hombría. Si a eso se une la distancia de la familia, la novia....
Unos cuanto "pedos lacrimógenos" tocó atender en el botiquín aflorando la vena sentimental, la morriña o la desesperación por que la novia lo dejaba y estaba a 2.000 km sin poder hacer nada. ( Algo supe de lo último y hubo que pasarlo jodido pero sobrio, que no sabemos como duele más).

Si que es cierto, los licores eran baratos y la gente le daba mas de lo recomendable. Yo pillé una buena el dia que llegamos a Smara. Ya estaban los veteranos esperandonos con unos garrafones del infecto vino canario que allí se bebia. Llenaban los jarros del comedor para el agua y venga, ¡hay que beberselo!. Como nos habian avisado en el campamento y conocia la pelicula de la "bienvenida", fuí el primero que se prestó a coger la jarra... y ¡hasta el fondo!. Una ovación, una jaleada y grito unánime de la veteranía. ¡A la pileta con el!. ¡Vamos a tirarlo a la pileta! Y yo que levanto las manos y digo: Tranquilos paisanos, que me quite la ropa. Y cuando me quedé en calzoncillos me tiré yo mismo al agua. Al salir ya me esperaban con otra jarra llena.... Y así un par de horas.... A la mañana siguiente diarrea. Como los patos, y la cabeza parecia de cartón. ¡No he vuelto a coger un pedo jamás!. En cuanto a las novias.... ¡Hay que ver! Yo tuve una pelea con la mia, pocos dias antes de incorporarme a filas y quise hacer las paces escribiendole, pero la muy... se me casó con otro mientras yo me divertia tomando el sol. Tal vez hizo bien. Que se yo. La vida tiene cosas raras. Un abrazo amigos.

[RAFAEL AGUDO]

A MI ME PASO UNA COSA SIMILAR, QUE A JORDI ROG, CON UN CAPITAN "ODONTOLOGO", ME MANDARON A EL POR TENER UNA FUERTE INFECCION EN UNA MUELA, Y EL TIO ME SACO LA MUELA CON FLEMON Y TODO, LA BROMA ME COSTO VARIOS DIAS EN EL HOSPITAL GENERAL DEL SAHARA, DE DONDE SI NO PIDO EL ALTA VOLUNTARIA QUZAS NO HUBIESE SALIDO.PESE A TODO RECUERDO CON MUCHO CARIÑO MI PASO POR AQUELLAS TIERRAS.

[Jordi Roig i Marcet]

A MI ME PASO UNA COSA SIMILAR, QUE A JORDI ROG, CON UN CAPITAN "ODONTOLOGO", ME MANDARON A EL POR TENER UNA FUERTE INFECCION EN UNA MUELA, Y EL TIO ME SACO LA MUELA CON FLEMON Y TODO, LA BROMA ME COSTO VARIOS DIAS EN EL HOSPITAL GENERAL DEL SAHARA, DE DONDE SI NO PIDO EL ALTA VOLUNTARIA QUZAS NO HUBIESE SALIDO.PESE A TODO RECUERDO CON MUCHO CARIÑO MI PASO POR AQUELLAS TIERRAS.

Menos mal que no fuí yo solo. Por cierto, tuve un compañero llamado Aguado. Lo digo por lo parecido de tu apellido con el suyo.
Al Aguado le pegaron un tiro en un pié, con ocasión de ir a detener a unos desertores, se lo llevaron al Hospital Militar de Las Palmas de Gran Canaria y no volvimos a verle ni a saber mas de el.
Supongo que lo licenciarian porqué esa bala le causó una destroza muy grande.
Me gustaria que aún andara por ahí.
Un saludo a todos.

[Joan Martinez]

Releyendo antiguos temas, se hablaba de la limpieza de las perolas, etc..
No se si recordais que en el BIR, junto con los cubiertos tenias un vaso de cristal, que se llevaba a cada comida.

"Me caguen la leche" Vosotros habeis estado en un BIR diferente del mio. Teniais vasos de cristal para el agua. ¡Que señoritingos, leñe! Yo tenia la tapadera de aluminio de la cantimplora para beber agua en el comedor del BIR y el café con leche, o lo que fuera, de la mañana se comia en el plato de aluminio que formava parte del equipo.

Cuando se finalizaba, a la salida del comedor habia un par de bidones, sin tapa, llenos de agua, la mayor parte de la veces, de color gris, maloliente, sobrenadando las únicas moscas muertas que ví, las demás se apostaban en los labios a la espera del paso de la cuchara.

Lo que yo os diga: ¡privilegiados!. Lavar los trastes de comer con agua. ¡A quien se le ocurre!. Nosotros los limpiabamos con arena que daba muy buen resultado.

Los cubiertos, bien relamidos y "pulidos" con la servilleta podían pasar, en cuanto al vaso, mejor quedaban con restos del "colacao" del desayuno que se diluían con el agua o vino de la comida.

¡Jo, que suerte! ¡Servilletas y todo! ¡Pero si estabais en un hotel, machos!.

REspecto al agua, las compañias que estabamos fuera del BIR, en tiendas de campaña, trece hombres por tienda, teniamos una garrafa de arroba, unos 16 lts. por día. Funcionaba una especie de turno, de forma que cada día, uno distinto cogía una carretilla y la garrafa y a por agua. Agua salobre tratada con lejia, que no se si procedía de Pozo Farachi.
Con una botella de litro tenías para afeitarte, cepillarte los dientes, lavar la cabeza y ...hasta el vaso.

Quince estabamos nosotros en cada tienda de campaña, además de millones de pulgas. Las muy malditas nos tenian dominados, pero nunca pasamos necesidad de agua, tanto para beber como para el aseo. En la Policia Territorial habia una cuba de cuatro o cinco mil litros que se llenaba cada tres o cuatro dias. No tuvimos mas problema que el sabor y lo caliente que estaba el agua, en cuanto le daba el sol a la cuba.

La enfermedad de adaptación al territorio era la colitis, tenía la particularidad, añadida a los síntomas por todos conocidos, que los "avisos" se recibian estando en formación. ¡Cuantos no llegaron ni al campo de margaritas....!
Bien, por los datos que tengo, (Estuve haciendo el curso de sanitario allí) muy pocos casos requirieron hospitalización y sí hubo algunos casos, lógicos, de ligera deshidratación. Había fortaleza.....
El tratamiento para combatir a la salmonella era CLORANFENICOL, que hoy se usa de forma restringida en medio hospitalario, FTALILSTREPTOMICINA,

Yo pasé dos colitis devastadoras en Morcba, sin medicamentos, sin sanitarios, sin agua saneada, solo con vitamina C, arroz hervido y hierbas cocidas que me dieron los PT hasanias. ¡Ah!, estas cosas eran válidas cuando el estomago lo aceptaba, porqué si te daba la vomitera quedabas desmadejado y con ganas de morirte. De una cosa estoy seguro y es que los saharauis salvaron mi salud con sus cocimientos de hierbajos. Esas gastroenteritis me hubieran matado, pero mira, ya llevo cuarenta años de propina. Un abrazo a todos, saharianos.

Me adhiero a las manifestaciones de Jordi Roig...los del 65 no estábamos tan evolucionados. Nuestro Sáhara fúe más Sáhara :-)Joan Martínez Esquius