El traslado hasta el Sahara

[Angel Benito]

En las películas americanas cuando a un preso le preguntan por que está encerrado normalmente contesta que “En realidad él no debería estar allí. Que todo se debe a un lamentable error.” Yo puedo decir que fui al Sáhara por un error, por una mala anotación en el censo o puede que por no hacer yo las cosas como debía. Me explico: yo llevaba dos años viviendo en Barcelona cuando llegó el momento de alistarme y me extrañaba que no me avisaran para presentarme en la caja de reclutas ya que otros amigos míos ya lo habían hecho. El aviso llegó vía pareja de la Guardia Civil a casa de mis padres en mi pueblo de Soria. Me estaban buscando porque no me había presentado ni en Barcelona ni en Soria y me daban unos días de plazo para hacerlo en el ayuntamiento más cercano al lugar donde quiera que me encontrase antes de darme por prófugo. Yo me había inscrito en una actualización del censo de Barcelona pero parece ser que ese censo tardaba un tiempo en entrar en vigor, o bien hubo algún error, o yo tenía que haberme inscrito directamente en la oficina de empadronamiento. No lo sé, pero el caso es que yo no figuraba empadronado en Barcelona, pero tampoco en Soria. Por lo tanto prófugo.
Me presenté a toda prisa en el ayuntamiento de Sant Andreu, un barrio de Barcelona, donde un solícito funcionario me midió, pesó y rellenó unos pocos papeles preguntándome si tenía algún problema físico que alegar para no hacer la mili, diciéndome a continuación que más valía que no alegara nada porque bastante liadas tenía las cosas ya. No se quién firmó una revisión médica que nadie me realizó y allí quedo subsanado el error quedando listo para esperar el día del sorteo. Eso si: me sortearían por la caja de reclutas de Soria.
Realizado el sorteo mis padres se interesaron, a través del secretario del ayuntamiento al que pertenece mi pueblo, por mi destino; este les dijo que tranquilos: me había tocado a Zaragoza. Yo creo que ni se lo miró. Normalmente todos los de Soria iban a Zaragoza o Burgos. Pero había excepciones, y en este caso la excepción llegó a casa de mis padres en sobre oficial donde se me comunicaba que tendría que cumplir el servicio militar en el Sáhara. Revuelo familiar. Mi padre había estado en Melilla durante la guerra; mi hermano había cumplido el servicio militar en Ceuta; un tío había estado también en Ceuta; pero el Sáhara.... ¿es que teníamos algo en el Sáhara?. Mis padres, desconfiados como buenos castellanos viejos, pensaron que me habían dado el cambiazo, que seguro me habían mandado allí en lugar de otro. Ni siquiera después de volver, cuando les dije que no hubo trampa, que había sido el sorteo, que todos los que fuimos en aquel reemplazo habíamos nacido los días 1, 2 y 3 de Marzo de 1952. Mi padre, hasta que murió, cuando salía el tema decía que me habían cambiado el destino, seguramente “por alguien con influencias”. Parece ser que si me hubieran sorteado en Barcelona me habría tocado Zaragoza.

En cualquier caso estaba claro que iría al Sáhara y busqué alguna información sobre aquel territorio y lo que allí me esperaba, pero salvo mirar el mapa de África poco más pude saber. Un día de principios de Octubre de 1974 me despedí con toda la pena del mundo de mi novia y de mi familia en Barcelona y marché para el pueblo a pasar unos días con mis padres antes de incorporarme.

Tenía que presentarme en un cuartel de Soria el día 12 de octubre a las 11 de la mañana. Salí temprano del pueblo en la Citroën 2cv del vendedor de pescado que venía al pueblo. Era una mañana muy clara y recuerdo el olor a resina de los pinos y también que cuando cruzamos el Duero por el puente de Gormaz toda la ribera estaba blanca de escarcha. Pensé en mis padres que se habían quedado solos y preocupados por mi en el pueblo y fijé en mi memoria aquella imagen del río para recordarla siempre asociada a aquel día. No la he olvidado.

Pase la noche en Soria, ya en compañía de otros reclutas con el mismo destino, y al día siguiente nos llevaron a Madrid, a ese cuartel que todos nombran y que casi nadie recuerda. Allí pasamos otra noche y al día siguiente, a las dos de la tarde, nos llevaron al aeropuerto de Getafe donde nos esperaban unos maravillosos aviones que nos trasladarían al Sáhara. Yo no había subido en mi vida a un avión pero algo me decía que aquellos no eran precisamente los más modernos. Creo que poco después los retiraron. Tenían dos filas de asientos, una a cada lado del fuselaje y el centro libre. Los asientos eran metálicos y formaban parte de la estructura del avión. Seis horas en aquel cacharro. Viajaban con nosotros unos paracaidistas o legionarios, no recuerdo, pero seguro que ya muy acostumbrados a aquellos viajes que montaron una partida de cartas en la cola del avión con el consiguiente corrillo alrededor. Enseguida salió de la cabina del piloto un miembro de la tripulación a disolver la timba porque el avión se inclinaba. Pasamos otro mal rato porque un compañero, con problemas psicológicos que le devolvieron a la península pocos días después de llegar, sufrió un ataque de nervios y hubo problemas para tranquilizarlo.

Llegamos al Sahara atardeciendo. Recuerdo dos cosas con detalle: el sol rojizo poniéndose y dorando las dunas y el olor del desierto; un olor como de lana húmeda que después asocié siempre, seguramente sin motivo, con el olor del pelo de los camellos. Nos subieron a unos camiones y nos dirigimos al BIR. Me esperaban 14 meses de mili, algunos buenos ratos con los amigos, mucho calor, mucho frío, soportar una disciplina que acaté pero no entendí, varios momentos de tensión, experiencias que me acompañarían el resto de mi vida, descubrir una cultura desconocida para mi y convivir con personas que ni había soñado existieran.

Un saludo al foro.

Ángel Benito

Perdonad, esto tenía que haber sido más corto, pero es que empiezo y me voy liando ... liando...

[Angel Benito]

Perdón: he puesto una fecha equivocada, salí para el Sáhara el 12 de Octubre de 1973. No es por nada, pero no quiero que me llamen para cumplir ese año de diferencia.

Un saludo,

Ángel Benito

[JULIAN TORRES PORDOMINGO]

Perdón: he puesto una fecha equivocada, salí para el Sáhara el 12 de Octubre de 1973. No es por nada, pero no quiero que me llamen para cumplir ese año de diferencia.

Un saludo,

Ángel Benito

Angel: parece calcado a mi propia historia, dos años despues -1975- me dieron profugo en la caja de mi provincia de nacimiento:zamora (naci en Benavente) la Guardia Civil fue a mi casa en Santa coloma de Gramenet a buscarme, el caso en que a mi quinta ya la habian sorteado y al llamar a la Caja de Zamora y despues de la consulta pertinente, me dijeron sin lugar a error, pues reitere mi consulta por activa y por pasiva, que me habia tocado a EL FERRAL, el CIR de LEON y ahi quedo la cosa...pero la sorpresa fue cuando recibi la cartilla en casa...JODEEER, ponia B.I.R.1 EL AAIUN - Y POR MAS QUE INDAGUE, RECLAME..ETC NADA DE NADA ¡MENUDOS TIEMPOS, COMO PARA RECLAMAR! me habian dado un nro. complementario al sorteo y me iba junto a los compañeros que me tocaban por lista.Eso si, no tuve que salir de ZAMORA, me permitiron desplazarme desde BARCELONA, la via..la misma que tu comentas.
Yo ni siquiera pase reconocimiento medico...¡tremendo!
y lo tenia muy claro...alguien con influencias se quedo el Leon, ocupando mi lugar, y yo ... pues a tragar el polvo del desierto y a sufrir el siroco.
Ahora todos lo recordamos con nostalgia y estamos orgullosos de haber estado alli, pero reconocerlo...fue un palo muy grande.
Lo dicho...calcadito a lo tuyo, y no somos los unicos, seguro que alguno mas lo comenta en el foro.
Antiguamente los ricos no iba a la mili, pagaban para librarse y que fueran los pobres, lo nuestro es parecido, esperaban que alguno se despistara y te la metian hasta la empuñadura.
Un abrazo

[Jordi Roig i Marcet]

Yo debo de ser diferente. Vereis; cuando me dijeron que iba al Sahara no me disgusté en absoluto. Me lo tomé bién. No voy a decir que me puse como unas castañuelas, pero mi apellido fué el último en ir al ejercito de tierra. Los Roig que iban detrás mio les tocó marina y así hasta el final del abecedario. 24 meses del ala. Cuando yo estaba licenciado en casa, veia amigos mios vestidos de primera comunión, con el petate a cuestas.
Esta circunstáncia de librarme del agua de mar, me alegró el dia del sorteo en la caja de reclutas nº 37 de Barna. Podeis estar seguros. Por otro lado, para mi era ya una tradición familiar ir a ultramar.
Mi abuelo materno estuvo en Puerto Rico peleando con los rebeldes y los yanquis. Tres años de nada. Mi abuelo paterno se pasó veintiun meses pateandose la manigua en Cuba y peleando con los mambises a bayoneta calada y no cumplió allí los tres años porqué el valeroso gobierno de la nación se rindió al hatajo de piratas yanquis. Rindió un ejercito de 240.000 mil hombres. Operativos unos setenta mil. El resto estaba enfermo, pero con fiebres y todo combatieron. Aquellos setenta mil hombres estaban fogueados, eran bravos y capaces de enfrentarse al mismo diablo, tal como lo demostraron en Santiago. Pero, por órden de los politicastros incapaces hubo de rendirse.
Mi padre estuvo veintiocho meses en Melilla, años veintisiete - treinta. Un primo hermano, sobrino de mi padre, en Sidi Ifni, Regulares. Mi hermano mayor lo enchufaron en Montjuic, como conductor de un Coronel, a causa de un amigo de mi padre. Cuando yo fuí a la mili este amigo habia pasado a mejor vida y no tuve padrinos. Por lo tanto al Sahara. Como los buenos. En setenta años, de seis varones, cinco al otro lado del charco. Todo un récord.
De hecho cuando llegamos nosotros a las largas playas africanas habiamos pasado por una tempestad de miedo y estabamos bastante estropeaduchos. Sucios, malolientes, cansados y, muchos, enfermos y, por si fuera poco, nos encontramos al montón de salvajes medio desnudos y negros como el cerote, aullando como locos, en una bienvenida que mas parecía una merienda de negros que una demostración de alegria. Después, con el caballo de San Fernando, hasta el BIR y allí distribuidos en tiendas de campaña. Los PT's eramos durillos. La ropa que no nos venia bien a nadie, el magnífico esquilado. El baño en las puñeteras aguas heladas de Febrero y al día siguiente la vacuna del demonio. Esto y mucho mas lo doy por bien empleado, por muchas razones. De verdad.
Un abrazo, saharianos.

[Jordi Roig i Marcet]

Se me olvidó deciros en mi anterior escrito que a los varones de mi familia que hemos ido a ultramar para "servir", hay que añadir a mi hijo, que hizo la mili en Ceuta. Supongo que fué porqué no habia un lugar mas lejano. Estuvo en 1986.
Nada, una tradición familiar.
Saludos a todos.

[Joan Martinez Esquius]

Accedí a través de un "crucero de placer" tal como detalla muy bien Fernando Cuesta, los jergones de paja en la bodega, eso lo recuerdo bien. También al ver las fotos de sucesivos reemplazos no puedo por más que secundar el comentario de Fernando, con avión!! caray! pudiéndose fotografiar bajando por la escalerilla...hay que ver como se modernizó en poco tiempo. Fernando, lo mio, tres cuartos de lo mismo, aunque el barco se llamaba Victoria y cuando llegamos a Cabeza de Playa el mar estaba alboratado, no bajamos por escaleras si no por redes de desembarco, intentando acertar con el vaivén de los lanchones anfibios manejados por los de la Cia. de Mar y caer en el momento justo. Cuando pienso en ello (con perdon de la expresión, fué sencillamente acojonante), claro que Jordi aboga en pro de un reconocimiento!
El paseillo por el camino hasta el BIR, los curtidos veteranos...me habéis hecho revivir aquello con vuestros relatos.
Me destinaron a la 5ª Compañia. También se me quedó grabado el que casi de inmediato me vi en patalón corto, con una especie de camisa abierta (creo le llamaban bobi) y pelao al 0.
Recuerdo que a la mañana siguiente nos vacunaron, qué periplo! qué derroche de asepsia!...no exagero y me gustaria que alguien que pasara también por aquello me lo corraborara. Toda la Compañía a paso ligero pasábamos por una mesa, un sanitario con una escobilla nos pintaba la espalda con yodo, sin dejar de correr otro nos pinchaba con la aguja, seguíamos corriendo con la "banderilla" hasta llegar a otro sanitario que nos inyectaba el líquido, luego la operación a la inversa, sacada de banderilla, y más yodo.
Claro que nos acordamos de la Mili, claro que somos unos nostálgicos incomprendidos...y ahora que ha pasado tanto tiempo incluso se encuentra placer al recordarlo, nos encontramos a nosotros mismos.

[Jordi Roig i Marcet]

Accedí a través de un "crucero de placer" , los jergones de paja en la bodega, eso lo recuerdo bien. el barco se llamaba Victoria y cuando llegamos a Cabeza de Playa el mar estaba alboratado, bajamos por redes de desembarco, intentando acertar con el vaivén de los lanchones anfibios manejados por los de la Cia. de Mar y caer en el momento justo. Cuando pienso en ello (con perdon de la expresión, fué sencillamente acojonanteMe destinaron a la 5ª Compañia. También se me quedó grabado el que casi de inmediato me vi en patalón corto, con una especie de camisa abierta (creo le llamaban bobi) y pelao al 0.
Recuerdo que a la mañana siguiente nos vacunaron, Toda la Compañía a paso ligero pasábamos por una mesa, un sanitario con una escobilla nos pintaba la espalda con yodo, sin dejar de correr otro nos pinchaba con la aguja, seguíamos corriendo con la "banderilla" hasta llegar a otro sanitario que nos inyectaba el líquido, luego la operación a la inversa, sacada de banderilla, y más yodo.
Claro que nos acordamos de la Mili, claro que somos unos nostálgicos incomprendidos...y ahora que ha pasado tanto tiempo incluso se encuentra placer al recordarlo, nos encontramos a nosotros mismos.

Así fué. Tal como lo cuentas. ¡Tu estuviste en el BIR y no en un hotel de lujo!.
Vamos a ver si nos aclaramos. Yo soy del primer reemplazo y llegué con el Ciudad de Oviedo. El 7 de Febrero, creo. Pasamos por en medio de un temporal de miedo y desembarcamos con la mar en calma. Nosotros tuvimos la "suerte" de bajar por las escalerillas en lugar de hacerlo por las redes y recuerdo que alguien comentó que en los siguientes barcos hubo quien bajó por medio de redes. Por otra parte si el barco que te llevó tenia este nombre, debia ser de la Marina, no creo que un navío comercial usara esta denominación.
Desmienteme si me equivoco, pero también se dijo que habia llegado un transporte con quintos que, además traia algún tipo de carga.
Si es así, tu llegaste después de mi y casi que lo creo, porqué fuimos los primeros en llegar.
¡Ah! La camisa era Bubú.
Un abrazo, sahariano.

[Fernando J. de la Cuesta]

Debido a la entrada masiva de visitas, gracias al artículo publicado en el diario El Pais, tenemos gran cantidad de nuevos compañeros y es por ello por lo que de otra vez vuelvo al tema del traslado hasta el Sahara, seguro que no van a faltar nuevas e interesantes opiniones.
Animo compañeros, contad vuestra batallita, que aquí nadie se os va a quejar.
Un fuerte abrazo a todos.
Fernando de la Cuesta

[Jose Hernandez Murcia]

Hola amigos,
Llegué al Bir en enero del 71, desde Barcelona a Madrid en tren, desde Madrid a Aaiun en avión, privilegio???. No creo, dejando a un lado el viaje a Madrid, la estancia en la División Brunete, que más adelante os contaré, la gran sororesa fué en que los aviones destinados a llevarnos al Sahara era viejos DC3 americanos, creo que de la II Guerra Mundial, nos repartieron en grupos de 50. El avión que me tocó no le funcionaba el motor, os podéis imaginar el cachondeo que formaron los mecánicos cuando vieron la cara de susto que se nos quedó. El viaje fué horroso, llegamos tarde, mareados y el que menos hechó hasta la primera papilla.

saludos

[Jordi Roig i Marcet]

Queridos saharianos: He de rectificar una opinión vertida en este hilo del Foro. Unos escritos mas arriba decia estar convencido que el barco Victória debia ser un navio militar, puesto que no creia que una nave civil se llamara así.
Pues bien, estaba equivocado puesto que he entrado en contacto con un caballero, de verdad, que tiene gran cantidad de material gráfico de unidades de la Marina Mercante española y de TODAS las compañias navieras habidas y por haber, desde la invención de la cámara fotográfica.
En 1965 habia una preciosa motonave mixta, de carga y pasaje, llamada Victória. Era propiedad de la Cia Transmediterranea y llegó a Cabeza Playa a finales del mes de Febrero. Este barco fué el que transportó a Joan Martinez Esquius, el Grande.
En aquel año se repartió muy malamente la llegada de quintos, por lo que he podido saber, puesto que llegaron pequeños contingentes hasta mediado Marzo. Esto significa que algunos llegaron cuando otros llevavamos un mes allí. ¡Se ahorraron dias de mili!.
Por lo que yo se, en aquel año han aparecido los nombres de dos barcos. Si alguien se acuerda del nombre de alguno mas, agradeceria lo comunicara.
Gracias.
Un abrazo, saharianos.

[Invitado]

lmm

[Jordi Roig i Marcet]

Alguien escribió esto. Me gustaría saber si es un comentario o bien si se ha quedado mudo del susto ante las letras del ordenata.

lmm

En todo caso me corroe la curiosidad, ante la expresividad del verbo manifestado por Anonymous.
¡Que envidia! Poder explicarse con tanta soltura y desparpajo como lo hace este caballero, es un don que no todos tenemos la fortuna de disfrutar.
No me queda mas remedio, Anonymous, que animarte a continuar por este excepcional camino literário, con el fin de que ilumines con tu magnífica verborrea, el hastío que padecemos.
Grácias por la sabiduria expresada en tu escrito.
Un abrazo, saharianos.

[Jose Hernandez Murcia]

Hola a todos,
Hace unos días, al presentarme, os dije que nos llevaron desde Barcelona hasta Madrid, con estancia en la División Brunete, os suena ese nombre??. Pues bien, sin tener en cuenta el frío intenso de aquel invierno, nos scolocaron en un garaje abandonado, las malas lenguas decían que habían sacado los camiones porque se oxidaban, podéis estar seguros que no durmió ni dios, llegamos a rellenar unos bidones con un sinfin de material combuestible y hacer fogatas. En ese cuartel reunieron a todo el personal destianado al BIR y que provenía de Madrid y del resto de comunidades. Mención aparte merece la sesión de VACUNA,
saludos,
pepe

[Jordi Roig i Marcet]

No se si he comentado anteriormente que el viaje de Barcelona hasta Madrid lo hicimos en vagones de 3ª. Todo de madera. Los asientos de madera y los respaldos también. Subimos al tren en la Estación de Francia de Barcelona y el viaje hasta Madrid duró TRES dias. No nos dieron nada para comer. Ni pan ni agua.
En todas las estaciones donde parabamos durante largo tiempo no permitian que bajasemos del convoi, suerte que en todas ellas nos esperaba cantidad de gente con toda suerte de condumios para vendernos, bocatas ya hechos de buen jamón de pueblo o magnífico chorizo, vino, cerveza, colas o cualquier otra cosa que os podais imaginar. Llegamos a Madrid y desembarcamos en Atocha. De allí al cuartel del mismo nombre, del que afirmaban que robaban todo lo que podian. Lo cierto es que fueron compasivos. Cuando supieron cual era nuestro destino, además de las miradas de conmiseración, nos obsequiaron con buena cantidad de cosas. Los soldados del cuartel fueron trayendonos, durante el día y medio que allí estuvimos, tabaco, alguna botella de vino, pero sobre todo tabaco y no nos robaron nada de nuestras pertinencias.
Curiosamente, cuando volvimos a subirnos al tren, en menos de una jornada estabamos en Cádiz embarcando.
Pasamos a través de una tormenta alucinante y desembarcamos en Cabeza Playa por los costados del Ciudad de Oviedo, que así se llamaba el barco, hasta las lanchas anfibias....
Todo bello y saludable, para el inicio de una magníficas vacaciones pagadas a "tutti plain". Toda la arena que uno pueda desear, todo el sol que puedas esperar y magníficos hoteles donde dormir acompañado cada noche. Compañia cachonda y excitante la de las pulgas y los chinches que solo te dejaban dormir, cuando derrengado, caias sobre la colchoneta después de haber amenizado notablemente el día con gran cantidad de practicas deportivas o de "treaking".
Me dejo las vacunas para mejor ocasión y la recepción tambien.
¡Las vacaciones soñadas!.
Un abrazo, saharianos.

[Jordi Roig i Marcet]

¿Es que nadie mas se apunta a explicar las excitantes experiencias de su viaje?
Recuerdo el anfibio lleno hasta los topes, bajo mis pies, casi a tocar la escalerilla para, al momento siguiente, hundirse un par de metros y apartarse otros dos. Recuerdo un tipejo vestido con pantalón corto gris y camisa bubú del mismo color, gritando; ¡salta! ¡venga, salta ya! mientras yo dudaba y temía ir al agua. Los compañeros presionando detras mio, porqué los empujaban desde arriba y de golpe, salí despedido cayendo encima de los chavales que ya estaban en la lancha. Llevaba la maleta conmigo y alguien debería de recibir algún golpe de ella.
Cuando, despues de acomodarme, miré a los lados, pensé que nos ibamos a pique irremisiblemente. Me parecia que al agua le faltaban dos dedos para entrar en la lancha.
Cuando llegué, descubrí que el suelo no se estaba quieto bajo mis piés y los alaridos de los tios que nos esperaban aumentó mi desconcierto. Alguien dijo a mi lado ¡Déu meu! ¿que es això?. ¡Dios mio! ¿Que es esto? Refiriendose a los veteranos que nos daban la bienvenida.
Parecian salvajes, gente sin domesticar. Negros como el cerote y medio desnudos, nos impresionaron cantidad.
La sensación de que la tierra se mueve bajo los pies de uno, después de un viaje por mar, fué una de las cosas que mas se grabaron en mis recuerdos.
Un abrazo, saharianos.