Anecdotas.

[José Marín Díaz]

Hola a todos:
La siguiente anécdota, me la contaron en la (Unidad de Instrucción de cocheras). Para echar más “risillas”…

Un chico nacido en Francia y de padre español, vino a España para estudiar y en el movimiento de papeleo, el que fue “empapelado” fue el.
Al parecer, tenía el parentesco para ser considerado español, por lo que fue enviado a la PT. Le pusieron de apodo el “francés”, según me decían, no hablaba bien nuestro idioma.
Me imagino que el francés, se tuvo que acoplar como todos; al terreno, al siroco, a la duna, “cantar el marranito” etc.
Según me contaron, después de unos meses allí, solicitó un permiso como cualquier otro compañero y se lo concedieron. Ahí tuvo Suerte-Mulana. El francés cogió las de Villa-Diego y puso terreno de por medio, todavía lo están esperando. Seguramente pensó, que con aquellos meses ¡ya era suficiente!...
¿Quizás, algún compañero coincidió con el? Y pueda aportar más detalles.
Un cordial saludo amigos,
José PT.74/75:

[JULIAN TORRES PORDOMINGO]

Jose: pues en las fotos que envia Rodriguez Ferreiro hay una de varios compañeros identificados, a uno de ellos le pone "el frances" es de 74-75, sera eso no??? seria mucha casualidad
saludos

[José Marín Díaz]

Jose: pues en las fotos que envia Rodriguez Ferreiro hay una de varios compañeros identificados, a uno de ellos le pone "el frances" es de 74-75, sera eso no??? seria mucha casualidad
saludos

Hola Julián; seguramente se trata de otro “francés”, porque el que yo menciono, era de la policía y de algunos reemplazos anteriores al mío. Y este otro “francés”, parece que viste y es un nómada. Por cierto, espero que hayas salido bien de esa reciente operación. Aprovecho la ocasión, para desearte una Feliz Navidad y los mejores deseos para EL AÑO 2007.
Saludos,
José PT.

[JULIAN TORRES PORDOMINGO]

Jose: pues en las fotos que envia Rodriguez Ferreiro hay una de varios compañeros identificados, a uno de ellos le pone "el frances" es de 74-75, sera eso no??? seria mucha casualidad
saludos

Hola Julián; seguramente se trata de otro “francés”, porque el que yo menciono, era de la policía y de algunos reemplazos anteriores al mío. Y este otro “francés”, parece que viste y es un nómada. Por cierto, espero que hayas salido bien de esa reciente operación. Aprovecho la ocasión, para desearte una Feliz Navidad y los mejores deseos para EL AÑO 2007.
Saludos,
José PT.

Hola Jose: debe ser otra persona, ha sido casualidad.
De la operacion..he estado 2 meses de baja, me reincorpore al trabajo el 27 de Nov, desde el 29 sep, pero no estoy bien del todo, tengo todavia dolores y molestias y la tengo algo inflamada, parece que va a ser lento.
Gracias por interesrte por mi, un saludo

[José Marín Díaz]

En el cuartel de la PT, Aaiún 1.975

Me faltaban unos 50 días, para licenciarme. Uno de esos días, en el trayecto desde la cantina al comedor, me crucé, con un oficial y me ordeno entregándome la llave de un cuartillo, que recogiera unos sacos que había allí y los quemara en las sahia. Obedezco la orden de inmediato y cojo un Land-Rover cargo los sacos y me dirijo para quemarlos, no tuve curiosidad por saber el contenido de los mismos, pero nada más prenderles fuego, desprendían un fuerte olor a marihuana y es por lo que supe lo que tenían esos saquillos. Estos servicios, eran normales en la PT, o sea, que no le extrañaban a nadie.
Me quede un rato hasta comprobar que se habían quemado por completo. Como eran tiempos de tensión, era muy recomendable no perder de vista el horizonte y más aún, con una fogata y humareda cerca de mí. Echando un vistazo general, pude ver en la azotea de mí cuartel, la silueta de un oficial con prismáticos en mano y posiblemente haciendo lo mismo que yo. No obstante, nunca supe si el oficial de la azotea era el mismo que me dio la orden, como tampoco supe si me vigilaba a mí ó no. La cuestión es, que después de lo visto durante el año que llevaba en el Sahara, de compañeros que no se licenciaban por haber cometido alguna imprudencia de ese tipo, ó de otro. No entraba en mis cálculos, ninguna salida del tiesto. Ya estaba muy “asirocao” y lo único que deseaba, era cumplir “sin borrones” los 50 días… que me faltaban para licenciarme. Resumiendo, fueron unas vivencias inovidables...
Un cordial saludo,
José PT.74/75:

[Juan Ant. Cabrera Campos]

José Marin DIaz:

ESO ......ES... MENTIRA, POR SER MUY VIL Y COCHINA.

Juan Ant. Cabrera Campos-cabo Jerez-Smara.

[Jordi Roig i Marcet]

José Marin DIaz:

ESO ......ES... MENTIRA, POR SER MUY VIL Y COCHINA.

Juan Ant. Cabrera Campos-cabo Jerez-Smara.

Vereis: Nosotros estuvimos vigilando un alijo aprehendido de cuatro - seis toneladas, situado en el Uein Zeluán, al lado de las palmeras ( ¿Te acuerdas de las palmeras, Cabo Jerez?). A este montón acudian oficiales y suboficiales de todas las armas con bolsas para llenarlas de grifa en rama. Un buen dia nos ordenaron pegarle fuego y puedo dar fe, por ser testigo presencial y autor de la primara llama, que alrededor de la gran fogata, se reunió lo más florido de la vasca militar, esperando pillar el gran colocón aspirando el humo que se desperdiciaba, huyendo raudo hacia las alturas.
Doy mi mas solemne palabra de honor que en tan magno acontecimiento pude ver una nutrida representación de todo el escalafón militar, con excepción de Jefes.
Lo que firmo y rubrico para general conocimiento, dando fe de mi presencia en el lugar y hora de autos como jefe de la fuerza encargada de ejecutar las órdenes recibidas; esto es: "Anda cabo, ves y pégale fuego de una puta vez a este montón de mierda".
POST DATA: Esto significa que algunos militares apreciaban este tipo de fumatas. Obviamente, no todos, puesto que tuve el honor de servir a las órdenes de militares profesionales que se respetaban lo suficiente como para mantenerse alejados de todo tipo de substancias que pudieran embrutecerlos.
Un abrazo, Saharianos.
Jordi Roig i Marcet - Cabo en la 3ª Cia de la PT - Smara

[José Marín Díaz]

Gracias a Jordi Roig, por haber comentado ese servicio que hizo tan parecido al mio.

No entiendo como el Cabo Jerez, se puede permitir estas ligerezas, sin aportar ninguna clase de argumentos. Lo normal es que cuando se le llama a alguien mentiroso, se aportén otras versiones de los hechos...Para así poder sacar alguna conclusión y saber quien miente.
Mientras no me des razonamientos, aquí el unico que está mintiendo eres tú, negando la realidad de unos hechos vividos por mi.
Una pequeña "reflexión" por si te la quieres aplicar; buena parte de los seres humanos, cuando cometemos un error y somos conscientes de haberlo cometido, solemos rectificar y disculparnos.

José PT 74/75:

[Antonio N. Marrero]

Unas anécdotas curiosas e incluso divertidas las contadas por José y Jordi. Al contrario que alguno al que no le gusta que se cuenten estas cosas por motivos desconocidos, un servidor las encuentra de lo mas normal en el trabajo de policías que desempeñaban los dos aludidos. Seguramente ellos tienen muchas mas cosas que contar respecto a la vida digamos "marginal" del territorio que otros que solo desempeñaron tareas militares exclusivamente. Porque para cualquiera es mas que obvio que aquel territorio no fue ni mucho menos un paraíso idílico, un lugar sin delincuencia, delitos, problemas de lo mas variado o conflictos entre personas. Por algo había una Policía distinta de la policía militar.

Respecto a la conducta del oficial "vigilante" la encuentro de lo mas normal, yo hubiera hecho lo mismo. La misión de un mando no es solo dar órdenes sino vigilar que se cumplan correctamente. Lógico es pensar que si José no hubiera cumplido con lo ordenado, lo hubiera empapelado y muy bien que hizo al proceder así dada la proximidad de su licenciamiento. En cualquier cuartel, los días finales de la mili eran de lo mas peligrosos, porque si metías la pata tu licencia podía demorarse y no era cuestión de buscarse problemas. Por donde yo estuve, ya se cuidaban los furrieles de no poner a los "abuelos" servicios que fueran conflictivos, por ejemplo guardias con oficiales que se sabía quisquillosos y de arresto fácil.

Otro asunto diferente es el proceder de los delincuentes que colaban en Sahara ese material y que supongo alguno de ellos caería en manos de la Policía. Eso es otro asunto que no tiene nada que ver con la mili. Tampoco creo que nadie piense que por eso Sahara era una especie de antro, porque estas cosas ocurren y ocurrían en todas partes. Delincuencia la hay en todas partes, mayor o menor, pero la hay.

Gracias ambos por vuestras historias.

Saludos cordiales, Antonio N. Marrero

[Jose-Felix Olarte]

De acuerdo con mi experiencia, por cada re-enganchado ‘legia’ que se ‘colocaba’ a base de grifa, tanto en el Cuartel del IV Tercio como en el destacamento de Fuerte Hagunia --no más del 2 o 3% de aquellos con los que conviví --(buena gente!)--, seis guripas sucumbían a los efectos del alcohol; la ginebra de ‘GORDON’ con que bautizaban los ‘cubatas’, hacía más estragos en la sombra que el siroco bajo el sol...

Fuerte abrazo

[Juan Piqueras]

El día antes del regreso al llegar Al Aaiún procedente de Villa C, solo bajar de los pegasos se nos hizo formar haciendo un corro. Nos hicieron depositar nuestras pertenencias delante nuestro (la mayoría solo llevábamos el petate) y se hicieron algunas inspecciones aleatorias.
La verdad es que no nos dijeron que buscaban.
Yo pensé que seria munición pues muchos se llevaban algunas bala de ceteme de recuerdo . Después me dijeron que no que había sido para localizar si alguien se llevaba grifa.
La verdad es que de cierto no lo se.
¿A alguno de vosotros os ocurrió lo mismo?

Saludos

[Antonio N. Marrero]

Coincido con Jose F. Olarte, por lo que tengo oído, el consumo de alcohol era mas problema que un fumar ocasional de algún canuto de grifa. Aparte, es sabido que los efectos del alcoholismo y en particular si se convierte en habitual, son de lo mas desastroso tanto para el organismo como para el desempeño de un trabajo. Lo curioso es que el consumo de alcohol era y es legal y cogerse una moña de cuidado no era muy mal visto, de vez en cuando, claro. Pero la grifa es ilegal y el fumarse algún canuto no cause daños al organismo, menos que que ese tabaco negro tipo "Kruger" y "Mecánicos" (corrientes por Canarias), capaces de dejar lloriqueando, con náuseas o mareado a cualquier incauto que acudiese al reclamo de "tabaco canario". Una atmósfera bien cargada de humo de eso, era tremenda prácticamente insoportable.

Resumiendo, el alcohol se podía consumir dentro de los cuarteles sin problemas y con los límites de rigor, pero la grifa era ilegal y estaba prohibido su consumo y posesión, pese a que daño al cuerpo causase poco.

Respecto al registro que menciona Juan, pués bien quizá buscaban ambas cosas. Por donde yo estuve se hicieron varios para buscar cartuchos "souvenir" o drogas o ambos. Por cierto, no me resisto a contar que por mi taquilla tenía un frasco de sal de fruta ENO, el cual fue abierto con gran arte por el oficial de registro que quizá pensó haber hallado un alijo de cuidado y fue catado (poniendo los ojos en blanco) el producto igualito que en las películas hacen con la coca. Un espectáculo inolvidable. A veces también buscaban propaganda política o panfletos. Cosas de la 2ªBis.

Saludos cordiales, Antonio N. Marrero

[Jose Hernandez Murcia]

Hola a todos,
Duarante mi estancia en el Sahara, el consumo de bebidas alcohólicas era bastante habitual, entre la tropa y entre los suboficiales y oficiales. El precio de una botella de ginebra era bastante más barato que en la Península, lo que se podría tomar como una invitación al consumo.
Las razones: yo creo que las de siempre, alejamiento de la familia, aburrimiento, la acción del grupo, etc. Pero no creo que este asunto de la bebida o de las demás drogas, fuera diferente en el Sahara que en los cuarteles de la Península, Canarias o las plazas africanas. Tengo amigos que hicieron la mili en Sant Climent, y salían a borrachera diaria.
Del tabaco, idem de lo mismo. En cuanto a la grifa, los canutos corrían con bastante frecuencia.
saludos,
José Herández Murcia

[José Marín Díaz]

Comparto las opiniones de; Jose F. Olarte, Antonio N Marrero y de José Hernández Murcia, referentes a las borracheras. Recuerdo cuando salí por primera vez de paseo por El Aaiún, me bebí 2 cubatas y me sentí igual que cuando me bebía 4 en la península. Quizás las altas temperaturas del Sahara, acrecentaban el efecto del alcohol. Mis cogorzas fueron 3 o 4 en total y menos mal, por que me sentaban como un tiro.

Después, en el cuartel pude observar que varios compañeros tenían serios problemas por beber demasiado.
Entre ellos había uno, al que no le permitían salir de paseo por las continuas cogorzas que cogía. Al principio fueron benevolentes con el, pero tras ser recogido en numerosas ocasiones de las calles del Aaiún, por los agentes del Orden Publico y por otros compañeros, entre los que me cuento yo. Nuestros mandos decidieron, denegarle la salida de paseo. Y se libró de más de un arresto, por que los compañeros le llaneábamos el terreno y lo metíamos dentro del cuartel, cuando venía, de aquella manera. Esto era cuando aún, le permitían salir…
En mi opinión, le podía hacer más daño al organismo una borrachera, que unos “porros de grifa”…Por supuesto, ninguna de las dos sustancias son recomendables para la buena salud.

Referente: al comentario que hace Antonio N Marrero, sobre la vida civil en general de los saharauis, pues más o menos, se reflejaba lo mismo que ocurría en la península, se presentaban problemas y situaciones de todo tipo… Y ahí, estábamos los polis para resolver lo que fuera posible, lo que no, a los Tribunales de Justicia.
Un cordial saludo, José PT 74/75:

[José Marín Díaz]

En el campamento, noviembre de 1.974.
En unas prácticas de tiro que realizábamos en las sahias a las afueras de El Aaiún. Ese día tocaba lanzamiento de granadas con fuego real, no recuerdo si eran PO3/ PO2. Nos llevaron a una zona que estaba acondicionada para esas prácticas. Un instructor, nos hizo el mejor de los ejemplos de cómo había que hacerlo y de resguardarse tras el “abrigo”-pequeños muros-. Recuerdo que consistía en dar una carrerilla, para terminar el lanzamiento con la mano derecha arriba y la izquierda abajo, e inmediatamente refugiarse en el abrigo.
Cuando le toco lanzar al compañero cabrero, este no coordino bien los movimientos de; quitar el percutor, la carrerilla y la fase final del lanzamiento y le quedo muy corto, tan corto, que estuvo apunto de ocurrir un grave accidente. De inmediato recibió la reprimenda de nuestro Sargento, ¿CHAVAL, QUE TE HA PASADO? El recluta le respondió, ¿No lo se, mí Sargento? Pero si la próxima vez, me dejan lanzar a mí “estilo”, esto no me ocurrirá más. Y el Sargento le preguntó ¿y cual es tu estilo?, el recluta agarro una piedra y le hizo una demostración del “lanzamiento al estilo cabrero”, la verdad es que la piedra voló bastante lejos. Después de lo visto el Sargento, le dijo bueno, tú lanzaras de esa forma, los demás… tal y como os estamos enseñando. En posteriores lanzamientos, las “bombas” del cabrero, eran las que más lejos llegaban. Así es, que después era una garantía salir de patrulla con este compañero por el alcance de sus lanzamientos. La verdad es que yo también prefería el lanzamiento al estilo cabrero, pero no pudo ser…Reconozco que una certera-pedrada de este compañero, podía dejar fuera de combate al destinatario, aunque ese fuera un camello.
Un cordial saludo,
José PT 74/75: