Nuestra Música

FORO de la WEB "La Mili en el Sahara"
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Julio Muñoz
Mensajes: 472
Registrado: 31 Ene 2005 00:21
Ubicación: Madrid

Nuestra Música

Mensaje por Julio Muñoz »

Estimados amigos:

Cuando llegamos al Sáhara, con nuestros petates a cuestas, se vinieron también con nosotros todas las vivencias y recuerdos de la reciente vida civil de nuestra juventud, pareciéndonos que había sido un sueño, en lugar de una realidad. Ahora teníamos por delante 15 ó 16 marcas que hacer en la gorra, según cada caso, y que los correspondientes meses se los llevara rápidamente el siroco. Contemplando este lejano horizonte, nos ocurría como en la realidad del desierto: únicamente veíamos espejismos.

Algo muy importante nos acompañó en nuestra Mili: ¡LA MUSICA!, nuestra música. El alimento del alma, nuestro otro idioma que no tiene fronteras, la compañera de nuestra soledad en muchos momentos.

Coinciden nuestros años militares con una época musical muy floreciente, en todos los estilos e interpretes, nacionales e internacionales. Qué bien sonaban los transistores que comprábamos a los nativos, a pesar de que, en gran parte del dial, llevaran incorporado el sonido estereofónico del siroco. Aquella música nos hacía vivir de nuevo, recordar, animarnos y, en definitiva, llevarlo todo algo mejor.

Creo que a todos nos ayudó. ¡VIVA LA MUSICA!

Un abrazo,
Jorge Martínez Huerta
Mensajes: 13
Registrado: 11 Oct 2004 01:10

Mensaje por Jorge Martínez Huerta »

Saludos a todos.

Hola Julio:
Al leer tu anotación en el foro, me vienen a la memoria aquellas tardes soporíferas en las que buscando los lugares mas frescos de los cuarteles --si es que había alguno-- con nuestros flamantes “Aiwa” bajo el brazo, intentábamos grabar canciones de la época de los setenta. Unas veces directamente desde la radio del propio aparato musical, otras, mediante cable de conexión y casi siempre en “directo”, es decir, del altavoz de uno, al micro del otro; esto último requería nocturnidad y silencio. Por tal motivo, una vez colocados los aparatos en posición reproducción-grabación, se abandonaba la sala, oficina o vestuario para no entorpecer ni interferir en tan rudimentario sistema.
En alguna vieja cinta que conservo de canciones cuarteleras, más por valor sentimental que por fidelidad acústica, entre canción y canción se deja oír la voz de un anónimo compañero que, con voz noctámbula increpaba: ¡¡ quien habrá sido el cabrón que se dejo el radiocasete encendido!!, seguida de un cuidadoso y servicial “clic” de apagado.

Hoy, después de escuchar música en CD, DVD, Mp3, etc, aquellas viejas cintas, aún reproducidas en modernos sistemas, me siguen sonando como los frenos de un tren, pero era nuestra entrañable música, la que nos acompañó en momentos muy importantes de nuestra vida, aunque como bien dices: “ llevara incorporado el sonido estereofónico del siroco”.

Por cierto, el AIWA después de 30 años, todavía funciona perfectamente

Saludos cordiales
jorge
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