He leido en el libro de visitas,los recuerdos que le traen tan nostálgicos al hijo del comandante Labajos de la policía territorial.Pues yo tengo un recuerdo de su padre que va hacer 30 años y aún no lo he olvidado.
Pertenecí a la Sección de Tráfico y estando de servicio de notificaciones en la gasolinera que había en la Avda.del Generalisimo,el Sr.Comandante,pasópor la acera de enfrente y según él mi compañero José Fayos, le vió y no le saludó,(totalmente falso según me contó después mi compañero), sin mediar palabra ,le pegó dos bofetadas allí en plena calle delante de todos los que habían allí (gente repostando,trabajadores etc.)
Así en ese momento me demostró que no era una buena persona como pude observar más tarde.A pesar de esta historia tuve la suerte de tener el mejor jefe de la policía D.FERNANDO LOPEZ HUERTAS y los mejores oficiales
Capitanes Sandino,LUBARI,Mateo,García Tenientes,Nieto,Sandín,Ignacio,Matias etc.Ningúno de estos, utilizó sus estrellas,para abusar y rediculizar a la tropa.
Sobre el comandante Labajos
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JULIAN TORRES
José Manuel: he leido tu comentario sobre el Comandante Labajos..y aunque su hijo no tiene culpa de ese comportamiento, es lo que se llevaba en esos tiempos, todos tenemos algo que contar al respecto de tratos tan vejatorios.Se me quedó grabado para siempre el trato que recibió un chico de los montes de GUIPÚZCOA, durante el periodo de instrucción en el B.I.R. OCT-DIC75, por el mero hecho de ser Vasco y de no saber ni una palabra de castellano, se hacía entender por un compañero de su pueblo, lo maltrataron fisica y psiquicamente de una forma brutal, lo malo es que no sólo eran los mandos, tambien algún auxiliar, te veías impotente al no poder hacer nada para impedirlo, sólo le podiamos dar apoyo moral, creo recordar a un auxiliar (el otro día j.palomares me ha hecho recordar el nombre)se llama o le llamábamos DUQUE, el cual se portó con nosotros de maravilla y sobre todo con él pues lo necesitaba más que nadie. Hay gente que no podrá tener nunca la conciencia tranquila.
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RAMON CASTELLVI
a Julián Torres:
Me imagino como debe sentirse el hijo del comandante Labajos. Me reafirmo contigo que los actos de un padre no deben repercutir en los hijos.
a Jose Manuel Donaire:
Tu comentario es correcto, porque estas circunstancias son parte de la historia que nos tocó vivir y ahora nos toca comentar. Escribí un texo al respecto.
al hijo del comandante Labajos:
Seguro que entraste de buena fe a la web
Seguro que entraste con ilusión. Como todos nosotros.
Comprendo tu sentimiento y deseo pedirte que no te desanimes. Ocurrió y nada mas. Sigue con tus proyectos iniciales de colaborar con la web. El comandante Labajos es una persona y él sabrá el porqué de sus actos. Tu, su hijo eres otra persona y sabrás el porqué de los tuyos. Adelante y ánimo.
Me imagino como debe sentirse el hijo del comandante Labajos. Me reafirmo contigo que los actos de un padre no deben repercutir en los hijos.
a Jose Manuel Donaire:
Tu comentario es correcto, porque estas circunstancias son parte de la historia que nos tocó vivir y ahora nos toca comentar. Escribí un texo al respecto.
al hijo del comandante Labajos:
Seguro que entraste de buena fe a la web
Seguro que entraste con ilusión. Como todos nosotros.
Comprendo tu sentimiento y deseo pedirte que no te desanimes. Ocurrió y nada mas. Sigue con tus proyectos iniciales de colaborar con la web. El comandante Labajos es una persona y él sabrá el porqué de sus actos. Tu, su hijo eres otra persona y sabrás el porqué de los tuyos. Adelante y ánimo.
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BLAS COLLADO
Completamente de acuerdo con Ramón Castellvi, referente al tema del comandante Labajos. Su hijo como cualquiera de nosotros tiene derecho a sentir nostalgia y tener buenos recuerdos.
No me gustaria que se abriera un debate por este mal entendido, puesto que son cosas de otros tiempos.
Esta web es y tiene que seguir siendo una caña para todos.
No me gustaria que se abriera un debate por este mal entendido, puesto que son cosas de otros tiempos.
Esta web es y tiene que seguir siendo una caña para todos.
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JULIAN TORRES P.
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Angel Benito
Quiero animar a José Labajos para que siga con nosotros en la web y acepte que su padre, y también los que estuvimos allí, vivimos una época especial de la cual preferimos guardar los recuerdos de compañerismo, buena amistad y una experiencia inolvidable. Lo quieras o no, tu padre, y muchos otros, están en los libros de la pequeña historia colonial del Sahara, que la sociedad española prefiere no recordar demasiado, por si acaso nos avergonzamos de nuestro comportamiento con los saharauis.
Envío a Juan Piqueras, por si considera oportuno incluirlo en la web, un texto en el que citan a tu padre como uno de los heridos en la manifestación de Hatarrambla del 17 de junio de 1970.
Un saludo
Envío a Juan Piqueras, por si considera oportuno incluirlo en la web, un texto en el que citan a tu padre como uno de los heridos en la manifestación de Hatarrambla del 17 de junio de 1970.
Un saludo
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JULIAN TORRES PORDOMINGO
- Mensajes: 131
- Registrado: 11 Oct 2004 15:15
- Ubicación: BARCELONA
SOBRE EL COMANDANTE LABAJOS
He encontrado esto en "www.Elcazadordelibros.com" (A.PEREZ REVERTE)
en "articulos" "el semanal" "año 2001" "marzo"
Sirva como homenaje y desagravio al :
El comandante Labajos
El otro día encontré su nombre por casualidad, en un reportaje sobre el intento de volar el parador nacional de El Aaiún, en 1975, cuando los marroquíes entraron en el Sahara. A un militar español se le fue la olla y quiso cepillarse al estado mayor del general Dlimi –un importante hijo de puta, dicho sea de paso-, y otro militar español, un comandante de la Territorial, fue al parador, desmontó la bomba y le dijo al dinamitero que como volviera a jugar a terroristas le daba de hostias. Ese comandante de la Territorial se llamaba Fernando Labajos, había pasado la vida en África con la Legión y con tropas indígenas, y era duro de verdad. Flaco, moreno, la cara llena de cicatrices y mostacho negro. No de esos duros de discoteca que van por ahí marcando cuero y posturitas, sino duro de cojones. Además era mi amigo. Lo era tanto que cuando escribí aquella gambrerrada histórica titulada La sombra del águila, lo reencarné en el concienzudo capitán García, del 326 de Línea. Y le dediqué el librito, a él y a un saharaui que estuvo bajo sus órdenes antes de unirse al Polisario y morir peleando en Uad Ashram: el cabo Belali uld Marahbi. Ahora también Fernando Labajos está muerto. Y aunque tenía los tres huevos fritos de coronel en la bocamanga cuando dejó de fumar, yo siempre me refiero a él como el comandante Labajos. Así lo conocí, y así lo recuerdo.
Hay cosas de mi larga relación sahariana con el comandante Labajos que no contaré nunca, ni siquiera ahora que a él ya le da lo mismo. Resumiré diciendo que era de esos tipos testarudos y valientes que lo mismo aparecen en los libros de Historia con monumentos en la plaza de su pueblo, que se enfrentan a un consejo de guerra, se comen una cadena perpetua o son fusilados en los fosos de un castillo. También tenía sus lados oscuros, como todo el mundo. Y el hígado hecho polvo, porque era capaz de echarse al cuerpo cualquier matarratas. Muchos de sus subordinados no lo querían, pero todos lo respetaban. Yo lo quería y lo respetaba, entre otras cosas porque me cobijó en su cuartel cuando llegué al Sahara de corresponsal con veintitrés años y cara de crío, porque me hizo favores que le devolví cuando se jugó la piel y la carrera, y sobre todo porque una noche que los marroquíes atacaron Tah, en la frontera norte, y el general gobernador prohibió ir en socorro de los doce territoriales nativos de la guarnición para no irritar a Rabat –ya saben: esa digna firmeza española de toda la vida-, Fernando Labajos desobedeció las órdenes y organizó un contraataque. Para que quedase constancia de sus motivos si algo salía mal, me llevó con él en su Land Rover a modo de testigo; y nunca olvidé aquellos setenta y cinco kilómetros rodando de noche hacia la frontera, los territoriales españoles y nativos empozados en sus turbantes en los coches, entre nubes de polvo, con el general histérico por la radio ordenando que la columna se volviese y Fernando Labajos respondiendo sólo con lacónicos «sin novedad», hasta que se hartó y apagó la puta radio, y a la vuelta no lo encerraron para toda la vida en un castillo de puro milagro, o tal vez porque había un periodista de testigo.
Ya he dicho que está muerto. De coronel, pues no quisieron ascenderlo a general. Muerto como lo está el cabo Belali, que aquella noche era uno de los doce nativos cercados en Tah. Como lo están el teniente coronel López Huerta, el teniente de nómadas Rex Regúlez y algunos otros como el joven y apuesto Sergio Zamorano, el reportero Miguel Gil Moreno, el guerrillero Kibreab, el croata Grüber y algunos más –parece mentira la de amigos que llevo enterrados ya-. Qué cosas. Uno lleva todo eso consigo sin elegir llevarlo. Simplemente porque forma parte de su vida; y a veces se encuentra, sin proponérselo, dialogando con sus fantasmas ante una foto, una botella de algo, un recuerdo inesperado. Nostalgia, supongo. A fin de cuentas, somos lo que recordamos. Siempre hay uno que sobrevive para contarlo, decía el torero Luis Miguel Dominguín. Y un día, callado o ante otros, recuerdas. Lo cierto es que, aunque han transcurrido por lo menos quince años, el comandante Labajos es una de esas sombras más queridas. No sé si en los cuatrocientos cuatro artículos que llevo tecleados en esta página lo mencioné alguna vez. Pero al ver su nombre en el periódico, con la firma de otro, me he sentido extraño. Incómodo. Como si alguien hurgara en algo que me pertenece.
La última vez que lo vi acababa de casarse su hija. Él era el padrino. La boda era en Málaga, y yo fui a verlo al banquete de boda. Estaba con uniforme de gala y todas sus medallas, dejó plantados a los novios y los invitados y nos fuimos al bar a emborracharnos, hasta que vinieron a buscarlo. Ya les he dicho antes que era mi amigo.
Arturo Pérez-Reverte
El Semanal
08 de abril de 2001
en "articulos" "el semanal" "año 2001" "marzo"
Sirva como homenaje y desagravio al :
El comandante LabajosEl otro día encontré su nombre por casualidad, en un reportaje sobre el intento de volar el parador nacional de El Aaiún, en 1975, cuando los marroquíes entraron en el Sahara. A un militar español se le fue la olla y quiso cepillarse al estado mayor del general Dlimi –un importante hijo de puta, dicho sea de paso-, y otro militar español, un comandante de la Territorial, fue al parador, desmontó la bomba y le dijo al dinamitero que como volviera a jugar a terroristas le daba de hostias. Ese comandante de la Territorial se llamaba Fernando Labajos, había pasado la vida en África con la Legión y con tropas indígenas, y era duro de verdad. Flaco, moreno, la cara llena de cicatrices y mostacho negro. No de esos duros de discoteca que van por ahí marcando cuero y posturitas, sino duro de cojones. Además era mi amigo. Lo era tanto que cuando escribí aquella gambrerrada histórica titulada La sombra del águila, lo reencarné en el concienzudo capitán García, del 326 de Línea. Y le dediqué el librito, a él y a un saharaui que estuvo bajo sus órdenes antes de unirse al Polisario y morir peleando en Uad Ashram: el cabo Belali uld Marahbi. Ahora también Fernando Labajos está muerto. Y aunque tenía los tres huevos fritos de coronel en la bocamanga cuando dejó de fumar, yo siempre me refiero a él como el comandante Labajos. Así lo conocí, y así lo recuerdo.
Hay cosas de mi larga relación sahariana con el comandante Labajos que no contaré nunca, ni siquiera ahora que a él ya le da lo mismo. Resumiré diciendo que era de esos tipos testarudos y valientes que lo mismo aparecen en los libros de Historia con monumentos en la plaza de su pueblo, que se enfrentan a un consejo de guerra, se comen una cadena perpetua o son fusilados en los fosos de un castillo. También tenía sus lados oscuros, como todo el mundo. Y el hígado hecho polvo, porque era capaz de echarse al cuerpo cualquier matarratas. Muchos de sus subordinados no lo querían, pero todos lo respetaban. Yo lo quería y lo respetaba, entre otras cosas porque me cobijó en su cuartel cuando llegué al Sahara de corresponsal con veintitrés años y cara de crío, porque me hizo favores que le devolví cuando se jugó la piel y la carrera, y sobre todo porque una noche que los marroquíes atacaron Tah, en la frontera norte, y el general gobernador prohibió ir en socorro de los doce territoriales nativos de la guarnición para no irritar a Rabat –ya saben: esa digna firmeza española de toda la vida-, Fernando Labajos desobedeció las órdenes y organizó un contraataque. Para que quedase constancia de sus motivos si algo salía mal, me llevó con él en su Land Rover a modo de testigo; y nunca olvidé aquellos setenta y cinco kilómetros rodando de noche hacia la frontera, los territoriales españoles y nativos empozados en sus turbantes en los coches, entre nubes de polvo, con el general histérico por la radio ordenando que la columna se volviese y Fernando Labajos respondiendo sólo con lacónicos «sin novedad», hasta que se hartó y apagó la puta radio, y a la vuelta no lo encerraron para toda la vida en un castillo de puro milagro, o tal vez porque había un periodista de testigo.
Ya he dicho que está muerto. De coronel, pues no quisieron ascenderlo a general. Muerto como lo está el cabo Belali, que aquella noche era uno de los doce nativos cercados en Tah. Como lo están el teniente coronel López Huerta, el teniente de nómadas Rex Regúlez y algunos otros como el joven y apuesto Sergio Zamorano, el reportero Miguel Gil Moreno, el guerrillero Kibreab, el croata Grüber y algunos más –parece mentira la de amigos que llevo enterrados ya-. Qué cosas. Uno lleva todo eso consigo sin elegir llevarlo. Simplemente porque forma parte de su vida; y a veces se encuentra, sin proponérselo, dialogando con sus fantasmas ante una foto, una botella de algo, un recuerdo inesperado. Nostalgia, supongo. A fin de cuentas, somos lo que recordamos. Siempre hay uno que sobrevive para contarlo, decía el torero Luis Miguel Dominguín. Y un día, callado o ante otros, recuerdas. Lo cierto es que, aunque han transcurrido por lo menos quince años, el comandante Labajos es una de esas sombras más queridas. No sé si en los cuatrocientos cuatro artículos que llevo tecleados en esta página lo mencioné alguna vez. Pero al ver su nombre en el periódico, con la firma de otro, me he sentido extraño. Incómodo. Como si alguien hurgara en algo que me pertenece.
La última vez que lo vi acababa de casarse su hija. Él era el padrino. La boda era en Málaga, y yo fui a verlo al banquete de boda. Estaba con uniforme de gala y todas sus medallas, dejó plantados a los novios y los invitados y nos fuimos al bar a emborracharnos, hasta que vinieron a buscarlo. Ya les he dicho antes que era mi amigo.
Arturo Pérez-Reverte
El Semanal
08 de abril de 2001
-
José Labajos
- Mensajes: 2
- Registrado: 20 Oct 2004 13:01
Re: Sobre el comandante Labajos
Hola,
A José Manuel Donaire:
No me causa ningún pesar leer lo que dices.
Desde luego ese relato adolece de un error en alguna de sus partes. O bien no fue él quien propinó las bofetadas a tu compañero, u ocurrió algo más que no te contó Fayos.
Solo una vez en toda su carrera militar ha dado mi padre dos guantazos a un subordinado y fué en Villa Sanjurjo siendo teniente de la Legión. En esa ocasión acompañaba a otro teniente de vigilancia y en un bar un brigada legionario tenía montado un cristo. A la llamada de atención se insubordinó con violencia y se llevó dos puñetazos. Eso le costó a mi padre 2 meses y un día en el castillo de Melilla. Al brigada le cayeron 6 meses.
Si lo que pasó es lo que dices, mi padre habría esperado a "regañar" a ese soldado en el propio cuartel y a solas. Y pongo la mano en el fuego que no le hubiera metido ni un día en la Cia (¡por omitir el saludo!, ¡mi padre!). Era un tipo serio y severo, pero no eso, y con una experiencia de miedo... despues de pasar por la Mehala, la Guardia Jalifiana y la Legión... y jamás dio un trato parecido a ningún subordinado. Es más todavía conservo cartas de antiguos subordinados, casi todo tropa, que lo recordaban con afecto.
Pero si en verdad le dió dos bofetadas, algo muy gordo tuvo que pasar, y más si fue delante de otros soldados (¡que disparate!).
También puede ser que las bofetadas se las diera otro mando (?)... o que no existieran dichas bofetadas.
A José Manuel Donaire:
No me causa ningún pesar leer lo que dices.
Desde luego ese relato adolece de un error en alguna de sus partes. O bien no fue él quien propinó las bofetadas a tu compañero, u ocurrió algo más que no te contó Fayos.
Solo una vez en toda su carrera militar ha dado mi padre dos guantazos a un subordinado y fué en Villa Sanjurjo siendo teniente de la Legión. En esa ocasión acompañaba a otro teniente de vigilancia y en un bar un brigada legionario tenía montado un cristo. A la llamada de atención se insubordinó con violencia y se llevó dos puñetazos. Eso le costó a mi padre 2 meses y un día en el castillo de Melilla. Al brigada le cayeron 6 meses.
Si lo que pasó es lo que dices, mi padre habría esperado a "regañar" a ese soldado en el propio cuartel y a solas. Y pongo la mano en el fuego que no le hubiera metido ni un día en la Cia (¡por omitir el saludo!, ¡mi padre!). Era un tipo serio y severo, pero no eso, y con una experiencia de miedo... despues de pasar por la Mehala, la Guardia Jalifiana y la Legión... y jamás dio un trato parecido a ningún subordinado. Es más todavía conservo cartas de antiguos subordinados, casi todo tropa, que lo recordaban con afecto.
Pero si en verdad le dió dos bofetadas, algo muy gordo tuvo que pasar, y más si fue delante de otros soldados (¡que disparate!).
También puede ser que las bofetadas se las diera otro mando (?)... o que no existieran dichas bofetadas.
José Labajos
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Juan Piqueras
- Mensajes: 1111
- Registrado: 07 Oct 2004 14:02
- Ubicación: Sabadell
Sobre los malos momentos
Alguna vez habíamos rozado “en abierto” (en privado lo había tocado a fondo con alguno) el tema de los malos momentos pasados durante la mili pero por lo general lo hemos esquivado.
El día que me decidí a llevar a termino el proyecto de la WEB escribí un texto que pensaba poner de presentación.
Al día siguiente después de leerlo decidí olvidarme de él.
Mas o menos empezaba así:
"Sahara tierra de contrastes"
Quizás cueste de creer pero me considero un afortunado por haber tenido la oportunidad de hacer la mili en el Sahara Español.
Mi estancia allí me hizo ver los numerosos contrastes existentes en la vida y en la naturaleza.
El contraste de la temperatura entre el día y la noche,
entre la amistad sincera y la amistad interesada,
entre el clima húmedo y fresco de la costa y el cálido y seco del interior,
entre la soledad y la compañía,
entre el cielo azul y limpio de los vientos del norte y el cielo amarillo y opaco de los días de siroco,
entre el mando militar correcto y el abuso de autoridad y falta de respeto a los subordinados,
entre las prisas y el estrés de la vida moderna y la tranquilidad y la calma de la vida en el desierto,
entre el trato afectuoso y de acogida a los novatos y el de someterlos a situaciones vejatorias.
Continuaba con unos cuantos que no recuerdo.
Todos ellos son el reflejo de las experiencias vividas durante mi estancia allí las buenas y las malas.
Decidí no incluirlo para evitar revivir en los visitantes los momentos desagradables de tipos muy diversos en función del carácter y las circunstancias pero de los que nadie se libró.
Ahora me doy cuenta que eso también es parte de la historia y la historia no se puede ocultar.
No quiero justificar a nadie pero me afectó mas ver el trato despreciable de algunos soldados de reemplazo hacia sus compañeros, sobre todo a los más débiles, que no el trato también indigno de algunos, pocos por suerte, mandos hacia la tropa. Quizás porque esto ultimó es lo que me esperaba pues estaba harto de verlo en las películas.
No conocí al Comandante Labajos y no puedo opinar sobre él. Me he de quedar con lo que se ha dicho y sacar mis conclusiones.
Soy una persona tímida e introvertida y eso me hizo pasar bastante inadvertido durante toda la mili.
Esta circunstancia también hizo que no tuviera problemas importantes con compañeros ni mandos.
También callaré si aparece alguno de los “compañeros” que no fueron tales, no hacia mi sino hacia otros, y de los que por suerte casi no recuerdo a ninguno.
Está es una decisión mía personal y no estoy intentando imponer una norma a seguir en la WEB lo digo sinceramente. La web es de todos y si algún día no me encontrase a gusto no tendría ningún problema en traspasársela a quien estuviera dispuesto a asumirla.
Repito no quiero imponer normas pero si recomiendo a ser posible ser los mas diplomáticos posibles a la hora de tratar temas que puedan ser polémicos pues no me gustaría que la WEB acabase siendo un punto de separación y no de encuentro.
Si habéis tenido la paciencia de llegar hasta el final Gracias
El día que me decidí a llevar a termino el proyecto de la WEB escribí un texto que pensaba poner de presentación.
Al día siguiente después de leerlo decidí olvidarme de él.
Mas o menos empezaba así:
"Sahara tierra de contrastes"
Quizás cueste de creer pero me considero un afortunado por haber tenido la oportunidad de hacer la mili en el Sahara Español.
Mi estancia allí me hizo ver los numerosos contrastes existentes en la vida y en la naturaleza.
El contraste de la temperatura entre el día y la noche,
entre la amistad sincera y la amistad interesada,
entre el clima húmedo y fresco de la costa y el cálido y seco del interior,
entre la soledad y la compañía,
entre el cielo azul y limpio de los vientos del norte y el cielo amarillo y opaco de los días de siroco,
entre el mando militar correcto y el abuso de autoridad y falta de respeto a los subordinados,
entre las prisas y el estrés de la vida moderna y la tranquilidad y la calma de la vida en el desierto,
entre el trato afectuoso y de acogida a los novatos y el de someterlos a situaciones vejatorias.
Continuaba con unos cuantos que no recuerdo.
Todos ellos son el reflejo de las experiencias vividas durante mi estancia allí las buenas y las malas.
Decidí no incluirlo para evitar revivir en los visitantes los momentos desagradables de tipos muy diversos en función del carácter y las circunstancias pero de los que nadie se libró.
Ahora me doy cuenta que eso también es parte de la historia y la historia no se puede ocultar.
No quiero justificar a nadie pero me afectó mas ver el trato despreciable de algunos soldados de reemplazo hacia sus compañeros, sobre todo a los más débiles, que no el trato también indigno de algunos, pocos por suerte, mandos hacia la tropa. Quizás porque esto ultimó es lo que me esperaba pues estaba harto de verlo en las películas.
No conocí al Comandante Labajos y no puedo opinar sobre él. Me he de quedar con lo que se ha dicho y sacar mis conclusiones.
Soy una persona tímida e introvertida y eso me hizo pasar bastante inadvertido durante toda la mili.
Esta circunstancia también hizo que no tuviera problemas importantes con compañeros ni mandos.
También callaré si aparece alguno de los “compañeros” que no fueron tales, no hacia mi sino hacia otros, y de los que por suerte casi no recuerdo a ninguno.
Está es una decisión mía personal y no estoy intentando imponer una norma a seguir en la WEB lo digo sinceramente. La web es de todos y si algún día no me encontrase a gusto no tendría ningún problema en traspasársela a quien estuviera dispuesto a asumirla.
Repito no quiero imponer normas pero si recomiendo a ser posible ser los mas diplomáticos posibles a la hora de tratar temas que puedan ser polémicos pues no me gustaría que la WEB acabase siendo un punto de separación y no de encuentro.
Si habéis tenido la paciencia de llegar hasta el final Gracias
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josé manuel donaire
Despúes de leer todos los comentarios que he suscitado por lo que dije
sobre el Comandante Labajos,me he dado cuenta de las pretensiones de esta página web.Pues a mi entender,es recordar a los compañeros de tu compañia,conseguir ponerte en contacto con alguno de ellos que perdiste su dirección y enviar alguna foto que nos hicimos todos en las dunas,en la plaza de españa,en la sagia o en el cuartel con los compañeros cundo hacíamos una fiesta (Mis felicitaciones por todo esto)
Bueno pues para mí el paso por el Sahara,fué diferente, por suerte viví un año muy intenso en mi vida y digo por suerte poque no me arrepiento de nada de lo que hice,todo lo contrario,conocí a saharaguis con losw que aún tengo contactos ,pues despues de estar 20 años luchando con el nF. Polisario, ahora viven en mi ciudad y seguimos viendonos ,este año concretamente ha venido un sobríno suyo y me han invitado para ir unos dias al Aaiún.Ayudé tanto a Saharaguis como a Españoles en todo lo que pude y tuve la suerte de vivir de cerca (Fuera del cuartel) todo lo que acontecíió en el año 75 ya e vine ala península el día 4 de diciembre de éste año,es decir de los últimos que salimos de allí,porque a los dos o tres días cerraron el aeropuerto.Hice todo tipo de servicios,escoltas de camiones de explosivos a las minas de Fos-bucraa,Protección a los inspectores del tribunal de la Haya durante las 24 horas del dia, entre toda la sección de tráfico organizandonos nosotrs mismos los turnos ,para evitar que ocurrira algún atentado, cortando la carretera del Parador y no dejando circular a nadie ,ni siquiera mandos militares .(mientras permanecieron allí los chicos de tráfico velavamos sus sueños)
También tuvimos que escoltar al autobús que iba desde el Aaiún hasta Smara,porqueel chofer que era natívo se negaba a ir ,y por orden gubernativa , le fuímos escoltando hasta Smara(Fuimos voluntarios los 4 motoristas más veteranos,Bermejo, Ortigosa, Palazuelos y yo)
El chofer natívo tenía sus motivos ,pues sabía que a 20 Km.al noroeste de Smara,estaban Bombardeando los Marroquies,igual que lo sabímos nosotros, no por nuestros mandos ,sino por un amigo Saharagui que era un alto cargo de su pueblo,tenía una tiendecita en el zoco nuevo,tambíen tenia un Land-Rover de 9 Plazas,que utilizaba como S.P. para los turistas que iban al oasis.Este me comentó que su hijo se había llevado su coche para luchar con el F.Polisario y que al norte de Smara ,en Hausa ,Tifaritis ,Mahbes el olor era espantoso.Esto es lo que me dijo mi amigo unos dias antes de salir hacia Smara,mientras pasaba esto , todo el mundo estaba pendiente de la marcha verde.
Los servicios ,los haciamos siempre en pareja,por eso eramos COMPAÑEROSque nos cubríamos las espaldas unos a otros (no solo compañeros de borrachera)y como siempre ibamos al límite,cualquier cosa que le pasaba a algún compañero,era como si te pasaba a tí mismo. Por eso,cuaquier situación de injusticia que se te presentaba,te afectaba como si te la hubieran hecho a tí,de ahí mi comentario que aunque no guste ocurrió y la verdad hay que contarla guste o no.pues forma parte de mis vivencias.
Bueno ,gracias a Dios tengo una buena memoria,y viví tantos momentos que podria escribir un libro dado que tuve la suerte de pertenecer a la sección de tráfico de la Territorial (compañero de Jorge-Aaiún74-75) yvivir mas fuera del cuartel que dentro.Nosotros práticamente durante todo el año 75,con nuestros controles cerrabamos los accesos al AAiun por ctra.Smara, playa y Sidi-Buya,previniendo los atentados de los infiltrados Marroquies,y Polisarios,mientras los demás dormian en sus cuarteles o en sus casas nosotrs patrullabamos por las calles del Aaiún o por sus barrios ,inclusive Casa de Piedra por cierto nunca encontre a ningún militar por este barrio ni con graduacion ni sin ella,allí solo entrabamos la 1ª compañia que era, Orden Público,y nosotros.,a cualquiuer hora del dia.
Como podeis ver me parece que no hemos estado en el mismo sitio sirviendo a España.Después de todo esto que os cuento,no creo vuelva a entrar en vuestra páginaya que creo hay cosas dificilmente de entender si no se viven,y que conste que aunque fuí herido y condecorado,no voy de héroe ,simplemente queriacontar cosas que me ocurrieron y viví muy de cerca.(Las condecoraciones las llevan los militares profesionales,que no es mi caso)
Al hijo del comandante Labajos :
No era mi intención, herir tu sensibilidad ni mucho menos culparte a tí de nada te pido perdon si te ha molestado,pero los hechos ocurrieron porque nadie me lo ha ccontado,estaba yo allí y lo presencié todo.Y respecto a Fayos,era una buena persona, tímido que luego sería el conductor del coche del reten El Seat 600.
sobre el Comandante Labajos,me he dado cuenta de las pretensiones de esta página web.Pues a mi entender,es recordar a los compañeros de tu compañia,conseguir ponerte en contacto con alguno de ellos que perdiste su dirección y enviar alguna foto que nos hicimos todos en las dunas,en la plaza de españa,en la sagia o en el cuartel con los compañeros cundo hacíamos una fiesta (Mis felicitaciones por todo esto)
Bueno pues para mí el paso por el Sahara,fué diferente, por suerte viví un año muy intenso en mi vida y digo por suerte poque no me arrepiento de nada de lo que hice,todo lo contrario,conocí a saharaguis con losw que aún tengo contactos ,pues despues de estar 20 años luchando con el nF. Polisario, ahora viven en mi ciudad y seguimos viendonos ,este año concretamente ha venido un sobríno suyo y me han invitado para ir unos dias al Aaiún.Ayudé tanto a Saharaguis como a Españoles en todo lo que pude y tuve la suerte de vivir de cerca (Fuera del cuartel) todo lo que acontecíió en el año 75 ya e vine ala península el día 4 de diciembre de éste año,es decir de los últimos que salimos de allí,porque a los dos o tres días cerraron el aeropuerto.Hice todo tipo de servicios,escoltas de camiones de explosivos a las minas de Fos-bucraa,Protección a los inspectores del tribunal de la Haya durante las 24 horas del dia, entre toda la sección de tráfico organizandonos nosotrs mismos los turnos ,para evitar que ocurrira algún atentado, cortando la carretera del Parador y no dejando circular a nadie ,ni siquiera mandos militares .(mientras permanecieron allí los chicos de tráfico velavamos sus sueños)
También tuvimos que escoltar al autobús que iba desde el Aaiún hasta Smara,porqueel chofer que era natívo se negaba a ir ,y por orden gubernativa , le fuímos escoltando hasta Smara(Fuimos voluntarios los 4 motoristas más veteranos,Bermejo, Ortigosa, Palazuelos y yo)
El chofer natívo tenía sus motivos ,pues sabía que a 20 Km.al noroeste de Smara,estaban Bombardeando los Marroquies,igual que lo sabímos nosotros, no por nuestros mandos ,sino por un amigo Saharagui que era un alto cargo de su pueblo,tenía una tiendecita en el zoco nuevo,tambíen tenia un Land-Rover de 9 Plazas,que utilizaba como S.P. para los turistas que iban al oasis.Este me comentó que su hijo se había llevado su coche para luchar con el F.Polisario y que al norte de Smara ,en Hausa ,Tifaritis ,Mahbes el olor era espantoso.Esto es lo que me dijo mi amigo unos dias antes de salir hacia Smara,mientras pasaba esto , todo el mundo estaba pendiente de la marcha verde.
Los servicios ,los haciamos siempre en pareja,por eso eramos COMPAÑEROSque nos cubríamos las espaldas unos a otros (no solo compañeros de borrachera)y como siempre ibamos al límite,cualquier cosa que le pasaba a algún compañero,era como si te pasaba a tí mismo. Por eso,cuaquier situación de injusticia que se te presentaba,te afectaba como si te la hubieran hecho a tí,de ahí mi comentario que aunque no guste ocurrió y la verdad hay que contarla guste o no.pues forma parte de mis vivencias.
Bueno ,gracias a Dios tengo una buena memoria,y viví tantos momentos que podria escribir un libro dado que tuve la suerte de pertenecer a la sección de tráfico de la Territorial (compañero de Jorge-Aaiún74-75) yvivir mas fuera del cuartel que dentro.Nosotros práticamente durante todo el año 75,con nuestros controles cerrabamos los accesos al AAiun por ctra.Smara, playa y Sidi-Buya,previniendo los atentados de los infiltrados Marroquies,y Polisarios,mientras los demás dormian en sus cuarteles o en sus casas nosotrs patrullabamos por las calles del Aaiún o por sus barrios ,inclusive Casa de Piedra por cierto nunca encontre a ningún militar por este barrio ni con graduacion ni sin ella,allí solo entrabamos la 1ª compañia que era, Orden Público,y nosotros.,a cualquiuer hora del dia.
Como podeis ver me parece que no hemos estado en el mismo sitio sirviendo a España.Después de todo esto que os cuento,no creo vuelva a entrar en vuestra páginaya que creo hay cosas dificilmente de entender si no se viven,y que conste que aunque fuí herido y condecorado,no voy de héroe ,simplemente queriacontar cosas que me ocurrieron y viví muy de cerca.(Las condecoraciones las llevan los militares profesionales,que no es mi caso)
Al hijo del comandante Labajos :
No era mi intención, herir tu sensibilidad ni mucho menos culparte a tí de nada te pido perdon si te ha molestado,pero los hechos ocurrieron porque nadie me lo ha ccontado,estaba yo allí y lo presencié todo.Y respecto a Fayos,era una buena persona, tímido que luego sería el conductor del coche del reten El Seat 600.
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José Labajos
- Mensajes: 2
- Registrado: 20 Oct 2004 13:01
José Manuel,
Estoy convencido de que no fue él quien hizo eso. Y si lo hizo no fue por una mera omisión del saludo, algo muy muy grave tuvo que pasar. Espero que mis convicciones no te molesten, pero conociendo a mi padre y los recuerdos y afectos de los que le conocieron me cuesta creer eso.
En esa época vivíamos en Villa Cisneros, donde mi padre era Delegado G.(Región Sur) Aunque estuvo en Aahiún en muchas ocasiones dadas las circunstancias. Desconozco la actitud de algunos mandos en
aquellos momentos, pero puedo asegurar (y probar) que mi padre, como muchos otros, salió muchas noches de madrugada a socorrer puestos fronterizos atacados, y otras cosas que no creo vengan a cuento aquí.
Me gustaría que siguieras entrando en este sitio genial, porque son las personas como tú los que podéis ayudar a comprender y entender aquello. Yo si seguiré entrando, si no hay objeción.
Solo una cosa más, las condecoraciones que obtuviste son un reconocimiento a tu persona por meritos que no has contado. No son para militares profesionales, son para toda persona.
Un saludo y un abrazo
Estoy convencido de que no fue él quien hizo eso. Y si lo hizo no fue por una mera omisión del saludo, algo muy muy grave tuvo que pasar. Espero que mis convicciones no te molesten, pero conociendo a mi padre y los recuerdos y afectos de los que le conocieron me cuesta creer eso.
En esa época vivíamos en Villa Cisneros, donde mi padre era Delegado G.(Región Sur) Aunque estuvo en Aahiún en muchas ocasiones dadas las circunstancias. Desconozco la actitud de algunos mandos en
aquellos momentos, pero puedo asegurar (y probar) que mi padre, como muchos otros, salió muchas noches de madrugada a socorrer puestos fronterizos atacados, y otras cosas que no creo vengan a cuento aquí.
Me gustaría que siguieras entrando en este sitio genial, porque son las personas como tú los que podéis ayudar a comprender y entender aquello. Yo si seguiré entrando, si no hay objeción.
Solo una cosa más, las condecoraciones que obtuviste son un reconocimiento a tu persona por meritos que no has contado. No son para militares profesionales, son para toda persona.
Un saludo y un abrazo
José Labajos
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Jorge Martínez Huerta
- Mensajes: 13
- Registrado: 11 Oct 2004 01:10
A mi COMPAÑERO José Manuel
Al COMPAÑERO José Manuel:
No dejes de visitar esta página. Tienes mucho
que aportar sobre lo ocurrido en el Sáhara, fuiste de los últimos en
salir.
Ahora que has hecho lo que al ser humano le cuesta más, como es pedir
públicamente disculpas, y leo que te han sido aceptadas el por
sincero abrazo, no puedes abandonar está página. ( Hay
gente en ella que merece la pena escuchar y leer).
Suscribo cuanto dices sobre el "compañerismo" reinande en quellas
tierras, quizá nosotros lo percibimos de otra forma por andar
siempre "emparejaos".
Estoy convencido que aquel hecho ocurrido en la gasolinera, fuera quien fuera el oficial, te dolieron más a tí como COMPAÑERO DE Fayos, que al propio receptor
Y como no lo has contado tú, lo diré yo. El compañero José Manuel fue
uno de los 9 Agentes de la SECCION DE TRAFICO que resultó heridode gravedad en el atentado contra el cuartel de Policia Territorial (22/01/75) por lo que tuvo que ser ingresado el el Hospital de El Aaiún.
De este modo él junto con los demás heridos es uno de los pocos que permancerá para siempre en el Sáhara.
Esperando que esta reconciliación tuya y de José Labajos, nos permita con vuestras vivencias, seguir disfrutando de nuestro añorado desierto.
Un sincero abrazo
Jorge-Aaiun 74/75
Por correo privado te remitiré algunos otros escritos que te
resultaran interesantes..
No dejes de visitar esta página. Tienes mucho
que aportar sobre lo ocurrido en el Sáhara, fuiste de los últimos en
salir.
Ahora que has hecho lo que al ser humano le cuesta más, como es pedir
públicamente disculpas, y leo que te han sido aceptadas el por
sincero abrazo, no puedes abandonar está página. ( Hay
gente en ella que merece la pena escuchar y leer).
Suscribo cuanto dices sobre el "compañerismo" reinande en quellas
tierras, quizá nosotros lo percibimos de otra forma por andar
siempre "emparejaos".
Estoy convencido que aquel hecho ocurrido en la gasolinera, fuera quien fuera el oficial, te dolieron más a tí como COMPAÑERO DE Fayos, que al propio receptor
Y como no lo has contado tú, lo diré yo. El compañero José Manuel fue
uno de los 9 Agentes de la SECCION DE TRAFICO que resultó heridode gravedad en el atentado contra el cuartel de Policia Territorial (22/01/75) por lo que tuvo que ser ingresado el el Hospital de El Aaiún.
De este modo él junto con los demás heridos es uno de los pocos que permancerá para siempre en el Sáhara.
Esperando que esta reconciliación tuya y de José Labajos, nos permita con vuestras vivencias, seguir disfrutando de nuestro añorado desierto.
Un sincero abrazo
Jorge-Aaiun 74/75
Por correo privado te remitiré algunos otros escritos que te
resultaran interesantes..
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Invitado
a Jose Manuel Donaire:
disculpa, un error has cometido.
No es "vuestra" pàgina web. Es "nuestra" página web. Piqueras es el creador y mantenedor y nunca la ha calificado de "su" página web. siempre dice que esa página es de todos. Espero y deseo de que no le defraudes ni a él ni a los demas y sigas con nosotros, aportando, todos lo hacemos com mucho cariño y tu no debers ser menos. Nada menos que un heroe y condecorado, NO NOS PRIVES DE ESE PRIVILEGIO
la historia de A.O.E. no merece que un protagonista como tu tire la toalla
José Manuel, un saludo auténtico
Ramon Castellví
Compañia de Mar del Sahara
1972
disculpa, un error has cometido.
No es "vuestra" pàgina web. Es "nuestra" página web. Piqueras es el creador y mantenedor y nunca la ha calificado de "su" página web. siempre dice que esa página es de todos. Espero y deseo de que no le defraudes ni a él ni a los demas y sigas con nosotros, aportando, todos lo hacemos com mucho cariño y tu no debers ser menos. Nada menos que un heroe y condecorado, NO NOS PRIVES DE ESE PRIVILEGIO
la historia de A.O.E. no merece que un protagonista como tu tire la toalla
José Manuel, un saludo auténtico
Ramon Castellví
Compañia de Mar del Sahara
1972
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Blas Collado
A José Manuel Donaire:
Al ver en tu último escrito que tienes relación con varios saharauis, me animo a preguntarte si por casualidad conoces o puedes conseguir información de un compañero saharaui que tuvimos en la 1ª Cia de la Territorial, durante el año 71, llamado ABDATI ULD MAHFOG ULD MA EL AININ, el cual es hijo del jefe de la tribu CHEJ MA EL AININ.
La última información "dudosa" que me dieron es que un hermano suyo esta en Tinduf y es posible que el este en Smara.
Me haria mucha ilusión volver a verlo.
Referente a la polemica mal interpretada, creo que tienes que seguir en nuestra página y compartir y disfrutar más vivencias.
Un saludo.
Al ver en tu último escrito que tienes relación con varios saharauis, me animo a preguntarte si por casualidad conoces o puedes conseguir información de un compañero saharaui que tuvimos en la 1ª Cia de la Territorial, durante el año 71, llamado ABDATI ULD MAHFOG ULD MA EL AININ, el cual es hijo del jefe de la tribu CHEJ MA EL AININ.
La última información "dudosa" que me dieron es que un hermano suyo esta en Tinduf y es posible que el este en Smara.
Me haria mucha ilusión volver a verlo.
Referente a la polemica mal interpretada, creo que tienes que seguir en nuestra página y compartir y disfrutar más vivencias.
Un saludo.
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Angel Benito
Descendiente de Ma el Ainin
Blas: el saharaui de la Policía Territorial que citas dificilmente puede ser hijo del Chej Ma el Ainin ya que éste murió el año 1910. En el año 1971 este soldado debería de tener más de 61 años. Podría ser alguno de sus numerosos descendientes.
Un saludo y que tengas la suerte de encontrarlo.
Ángel Benito
Un saludo y que tengas la suerte de encontrarlo.
Ángel Benito