En mis años, he vivido y percibido esta sensación de acogida y de sentirte tan bien entre un grupo de personas que quisieras absorberlo como una esponja y poderlo revivir luego, poco a poco. Esta sensación no es muy frecuente.
Curiosamente yo la he tenido varias veces con gente de andaluza, será que la química que se produce debido al embrujo y simpatía de esta gente y que mezclado con mi forma de ser más adusta, provoca esta reacción? Si a ello añado el elemento común de la nostalgia, de aquellos recuerdos de juventud, porque pienso que no solo es Sáhara, es revivir nuestra juventud, bueno entonces es el “sumun”, caray cómo empiezo!
Salí de Córdoba hacia Sevilla, llamé a Manolo El Fantástico…le dije no me oyes mejor estando más cerca, a 100 Kms? Manolo responde, no a 140,8 exactamente, así es Manolo.
Llego a Sevilla, no había estado desde la Expo, y Sevilla es una maravilla, para mi la más bonita ciudad del País.
Vamos contactando con Manolo, cuantos seremos? Vendrá Melero? Serafín seguro, Melero tiene alguna dificultad con su suegra que es mayor, a lo mejor viene solo.
Bueno al final me aparecen al completo, qué sensación tuve cuando me dieron aquel fuerte abrazo como si nos conociéramos de toda la vida! Y yo que me jacto de ser persona abierta y extrovertida, es que los andaluces son muy especiales, únicos.
Bien eso de aparecer al completo fue más tarde, porque el Cabo Melero llegó un poco retrasado, el primero que me aparece fue Serafín Quintana, no nos conocíamos ni por foto, yo estaba de vigía sentado y dominando el hall del hotel, caray! Yo que siempre soy quien los ve venir, fue Serafín que entró como una flecha a darme un abrazo reconociéndome al instante (por la tarde había entrado a ver mi álbum de fotos y memorizar la “carita” que hacía cuando la Mili, hay que ver!). Serafín es todo cortesía, persona de mundo y que se las sabe todas. Un encanto de persona.
Luego aparece el Gran Khan, el Fantástico, el… para mi el Séneca, a este si lo conocía por las fotos, creo que, mejorando lo presente, a parte de Juan Piqueras, él y Jordi Roig son los más populares de la Web. Ya lo conoceréis ahora en Cáceres y si no en el Nacional, no tiene desperdicio. También socarrón como él solo, con esta grassia especial del buen andalú. Manolo tiene su secreto y él lo sabe y lo explota, lo ves por la calle y su aspecto es de cómo muy serio, pero apenas abre la voz es un chiste continuo, qué grasioso es er niño! Pero luego el puñetero (cómo se lo tenía de callao) le acompaña su mujer de la cual quedas cautivado al instante.
Bueno…como casi cuarenta y cinco minutos más tarde apararece el Cabo Melero con su esposa, mientras el Séneca no para, dándole a su móvil, buscando el número del Melero, naa que no se aclara…Serafín búscame el teléfono de Melero!...montan un tándem entre Serafín y Manolo que es para troncharse. Al fin llega Melero, Oh! Sorpresa, es casi de mi quinta, menos mal me siento menos viejo. Ya con el Cabo Melero, persona entrañable, recordando sus cartas de la Mili y su esposa, una gran mujer, secundándolo en todo. Bien allí se arma la de Dios!, Manolo es que no para dando instrucciones a diestro y a siniestro, sabíais que es mu mandón?
Unos detalles para las señoras, cava Gran Reserva Joan para los Tres Mosqueteros, junto con un libro que anduve buscando por librerías de Córdoba. El Libro de Citas y Frases Célebres, bueno ya sabéis por qué.
A mi me obsequiaron con una preciosa miniatura de la Torre del Oro en bronce con inscripción incorporada, sin palabras, aún conservo la emoción.
Fue una delicia se cena. Al leer en el diario la narración de Manolo pensaba, qué raro no habla para nada del cava! Ahora lo comprendo, me sacó como unas 60 fotos sin que yo me diera cuenta (con lo poco que me gusta a mi salir en las fotos), incluso algunas fotos salieron movidas, entre Manolo que no para y yo que tampoco.
Llega el momento del brindis (…hubieron varios, nos bebimos 6 botellas), el primer brindis fue por Juan Piqueras, Juan ya ves eres omnipresente en todo momento, aquellas horas de gozo, porque fue una gozada, eran gracias a ti y eso ya es parte asimilada. Brindamos por todos vosotros los de la Mili en el Sáhara, y volvimos a brindar y a brindar, en el ínterin llamaron los del “gallinero”, acompañándonos virtualmente en el Encuentro. También estuvo presente el Roberto Maceda, quién les había visitado semanas antes y como no? Era un punto de referencia. Bien aunque no tan simpático, aunque no ganara a la petanca, también hice mi papel, verdad, Paqui?
Y así hasta que nos echaron del comedor, luego subimos a mi habitación a visionar el DVD del Encuentro en el Maresme, bueno lo visionamos a medias porque falló el portátil.
Al final fundidos en un abrazo, sí fundidos en un entrañable abrazo nos despedimos hasta el mes que viene, en Cáceres.
Conclusión? Son experiencias que no se pueden concluir, son vivencias que calan muy hondo y a nuestra edad que las has vivido de todos los colores, cuando tienes la suerte de vivir unos momentos así, te quedan por vida. Esa esponja la iré exprimiendo poquito a poquito cada vez que contemple La Torre del Oro encima de mi despacho.
Gracias por vuestra amistad, gracias por vuestra gran ayuda, aún sin saberlo. Os quiero y os querré siempre.
Joan