Re: IIIENCUENTRO DE CONVIVENCIA EN LA SERENA,Castuera(Badajo
Publicado: 16 Abr 2013 13:26
Aquí, en cuanto te descuidas o retrasas algo más de lo habitual, te llueven los palos. Menos mal que con los años, uno va generando, cual galápago, una concha que te impermeabiliza, tanto de las criticas más exacerbadas como de los halagos y lisonjas interesadas, eso y que te vas haciendo mayor y pasas de cuanto no sea verdaderamente importante, pero bueno al lio, esta es mi opinión tal y como yo lo viví:
Otra vez en La Serena, otra vez en Castuera (Pequeña crónica de un Gran Encuentro)
Otro encuentro, otra emoción, otro despertar los recuerdos, otra vez los saharianos dando rienda suelta a su bagaje de anécdotas y situaciones vividas en las lejanas arenas del Sahara, de nuevo la comarca de La Serena acogió, en la localidad de Castuera, a estos asirocados que, pasados cuarenta años, aún se resisten a dejar de ser “jóvenes” y sin importarles la distancia, se desplazan hasta allí a pasar unas horas de amistad y convivencia, para dar el abrazo al amigo, al compañero, a ese que hace tiempo que no ves y al que necesita de tu abrazo reconfortante, que de todo hubo.
Gratísimo fue el hecho de reencontrarnos con el compañero y sin embargo amigo, Manuel Romero, que tuvo la valentía y fortaleza de desplazarse, a pesar de estar recuperándose de la zancadilla que la salud le puso a principios de año. Creo expresar el sentir de todos nosotros si digo que solamente por darle un abrazo, mereció la pena el viaje.
Como siempre reinó entre todos la armonía y el sano cachondeo, comenzando por el aperitivo que organizamos a la llegada donde el vermut y el cabrales hizo las veces de anfitrión, continuando con las cenas, comidas, desayunos y como no, meriendas, que allí todo es un comer y un beber a discreción, además de las visitas turísticas por aquello de engrandecer el conocimiento, sin olvidarnos de la sucesión de “pastillas” nocturnas a cierto Califa Cordobés. Mención aparte merece la osadía de “el Perla” de presentarse a bordo de su “utilitario”, al que la mayoría nos subimos para contemplar el paisaje desde lo alto de su impresionante cabina, incluso algún privilegiado pudo darse una vuelta a bordo.
Todo ello sin dejar el tema principal que siempre surge en cualquiera de nuestros encuentros, el Sahara, pues a pesar de lo que los “puristas” nos acusan, siempre queda tiempo, además de para disfrutar de la buena mesa, para recordar situaciones, contrastar informaciones y despejar incógnitas sobre nuestro servicio militar y sobre el territorio que nos acogió y nos brindo la oportunidad de conocer a compañeros de otras latitudes, gracias a lo cual ahora, podemos efectuar estas reuniones.
Solamente me queda agradecer la dedicación y el cariño de los organizadores, los compañeros Antonio Domínguez y Diego del Pozo, que junto a sus esposas se han volcado en procurar que todos disfrutáramos al máximo de nuestra estancia. (Gracias Tomi una vez más por tus exquisitos dulces), mi gratitud a los compañeros, a sus esposas, a sus hijos (un beso para Raquel), a los empleados del Hotel Baron del Pozo, a los miembros de la emisora de radio local que amablemente cubrieron el evento, así como al Alcalde que tubo la deferencia de visitarnos.
Saludos.
Otra vez en La Serena, otra vez en Castuera (Pequeña crónica de un Gran Encuentro)
Otro encuentro, otra emoción, otro despertar los recuerdos, otra vez los saharianos dando rienda suelta a su bagaje de anécdotas y situaciones vividas en las lejanas arenas del Sahara, de nuevo la comarca de La Serena acogió, en la localidad de Castuera, a estos asirocados que, pasados cuarenta años, aún se resisten a dejar de ser “jóvenes” y sin importarles la distancia, se desplazan hasta allí a pasar unas horas de amistad y convivencia, para dar el abrazo al amigo, al compañero, a ese que hace tiempo que no ves y al que necesita de tu abrazo reconfortante, que de todo hubo.
Gratísimo fue el hecho de reencontrarnos con el compañero y sin embargo amigo, Manuel Romero, que tuvo la valentía y fortaleza de desplazarse, a pesar de estar recuperándose de la zancadilla que la salud le puso a principios de año. Creo expresar el sentir de todos nosotros si digo que solamente por darle un abrazo, mereció la pena el viaje.
Como siempre reinó entre todos la armonía y el sano cachondeo, comenzando por el aperitivo que organizamos a la llegada donde el vermut y el cabrales hizo las veces de anfitrión, continuando con las cenas, comidas, desayunos y como no, meriendas, que allí todo es un comer y un beber a discreción, además de las visitas turísticas por aquello de engrandecer el conocimiento, sin olvidarnos de la sucesión de “pastillas” nocturnas a cierto Califa Cordobés. Mención aparte merece la osadía de “el Perla” de presentarse a bordo de su “utilitario”, al que la mayoría nos subimos para contemplar el paisaje desde lo alto de su impresionante cabina, incluso algún privilegiado pudo darse una vuelta a bordo.
Todo ello sin dejar el tema principal que siempre surge en cualquiera de nuestros encuentros, el Sahara, pues a pesar de lo que los “puristas” nos acusan, siempre queda tiempo, además de para disfrutar de la buena mesa, para recordar situaciones, contrastar informaciones y despejar incógnitas sobre nuestro servicio militar y sobre el territorio que nos acogió y nos brindo la oportunidad de conocer a compañeros de otras latitudes, gracias a lo cual ahora, podemos efectuar estas reuniones.
Solamente me queda agradecer la dedicación y el cariño de los organizadores, los compañeros Antonio Domínguez y Diego del Pozo, que junto a sus esposas se han volcado en procurar que todos disfrutáramos al máximo de nuestra estancia. (Gracias Tomi una vez más por tus exquisitos dulces), mi gratitud a los compañeros, a sus esposas, a sus hijos (un beso para Raquel), a los empleados del Hotel Baron del Pozo, a los miembros de la emisora de radio local que amablemente cubrieron el evento, así como al Alcalde que tubo la deferencia de visitarnos.
Saludos.