El Cuerpo Sahariano
Publicado: 12 Mar 2006 03:03
El Cuerpo Sahariano
Lo primero que cabe decir acerca de este foro es que es más viejo que cada uno de nosotros, excepto su creador, Juan Piqueras—el padre fundador de la página WEB ‘La Mili en el Sahara’. Hoy me propongo presentar unos breves alegatos en pro de su continuidad. Naturalmente, un voto afirmativo en dicho sentido no significaría que el votante debiera obligarse a abrir nuevos temas, contribuir, o incluso leer aquellos que se hayan abierto. (En democracia representativa, votar no significa comprometerse a participar directamente en el resultado de una iniciativa determinada, sino simplemente estar de acuerdo con la misma). Desde tan lejos, y sin embargo tan cerca de vosotros, os pido que “no dejéis que se pare.”
La mili en el Sahara cinceló rasgos de nuestro carácter, como sentido de la disciplina personal, de la convivencia para hacer cosas juntas—ya sea para organizar y celebrar encuentros a nivel nacional, para solicitar beneficios, reclamar homenajes públicos, etc.—y del respeto al derecho ajeno. Como miembros del cuerpo sahariano, pienso que nuestra solidaridad puede y debe ser tan activa, elástica y unitiva como la del arena que, inducida por el siroco, mueve, ondea y multiplica dunas vitalistas, ardientes y preciosas. No se trata de coincidir en nuestras ideas, sino de vivir las ajenas, dejando que nos motive el siroco de la sana curiosidad. (Según los expertos en la enfermedad de Alzheimer, lo que inicia el proceso del entontecimiento es la falta de curiosidad). Que Manolo Cordero, según creo, sabe de toros más que el resto de nosotros? Pues nada, a aprender, a elevarnos al nivel de su perita opinión, si el hombre tuviese a bien referirse, por ejemplo, a los distintos estilos de maestros como Juan Belmonte, Domingo Ortega, ‘Manolete’ o ‘El Litri’… Lo de menos son los posibles errores tipográficos, ortográficos o incluso sintácticos; lo importante es, de una parte, organizar un tema de forma conexa, y de la otra, ‘escuchar’ con el agradecimiento de la humildad. No se trata de establecer normas, sino de compartir paisajes repletos de color, entrega personal y calidad humana.
Las ideas sobre política suelen ser casi siempre falsas—y hasta grotescas! Esto no significa que no puedan expresarse, pero siempre teniendo en cuenta que—como dijo Ortega y Gasset en La Rebelión de las Masas, capitulo IV—“Ser de izquierdas es, como ser de derechas, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbecil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía (parálisis) moral.” Ya simpaticemos con un partido político u otro, lo esencial es que no socavemos la grandeza de la Nación de la que formamos parte.
Lo primero que cabe decir acerca de este foro es que es más viejo que cada uno de nosotros, excepto su creador, Juan Piqueras—el padre fundador de la página WEB ‘La Mili en el Sahara’. Hoy me propongo presentar unos breves alegatos en pro de su continuidad. Naturalmente, un voto afirmativo en dicho sentido no significaría que el votante debiera obligarse a abrir nuevos temas, contribuir, o incluso leer aquellos que se hayan abierto. (En democracia representativa, votar no significa comprometerse a participar directamente en el resultado de una iniciativa determinada, sino simplemente estar de acuerdo con la misma). Desde tan lejos, y sin embargo tan cerca de vosotros, os pido que “no dejéis que se pare.”
La mili en el Sahara cinceló rasgos de nuestro carácter, como sentido de la disciplina personal, de la convivencia para hacer cosas juntas—ya sea para organizar y celebrar encuentros a nivel nacional, para solicitar beneficios, reclamar homenajes públicos, etc.—y del respeto al derecho ajeno. Como miembros del cuerpo sahariano, pienso que nuestra solidaridad puede y debe ser tan activa, elástica y unitiva como la del arena que, inducida por el siroco, mueve, ondea y multiplica dunas vitalistas, ardientes y preciosas. No se trata de coincidir en nuestras ideas, sino de vivir las ajenas, dejando que nos motive el siroco de la sana curiosidad. (Según los expertos en la enfermedad de Alzheimer, lo que inicia el proceso del entontecimiento es la falta de curiosidad). Que Manolo Cordero, según creo, sabe de toros más que el resto de nosotros? Pues nada, a aprender, a elevarnos al nivel de su perita opinión, si el hombre tuviese a bien referirse, por ejemplo, a los distintos estilos de maestros como Juan Belmonte, Domingo Ortega, ‘Manolete’ o ‘El Litri’… Lo de menos son los posibles errores tipográficos, ortográficos o incluso sintácticos; lo importante es, de una parte, organizar un tema de forma conexa, y de la otra, ‘escuchar’ con el agradecimiento de la humildad. No se trata de establecer normas, sino de compartir paisajes repletos de color, entrega personal y calidad humana.
Las ideas sobre política suelen ser casi siempre falsas—y hasta grotescas! Esto no significa que no puedan expresarse, pero siempre teniendo en cuenta que—como dijo Ortega y Gasset en La Rebelión de las Masas, capitulo IV—“Ser de izquierdas es, como ser de derechas, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbecil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía (parálisis) moral.” Ya simpaticemos con un partido político u otro, lo esencial es que no socavemos la grandeza de la Nación de la que formamos parte.