"Batallitas"
Os contaré el día que llovieron sapos en El Aaiún: Tras una semana de todavía aún más intenso calor,salíamos del Cuartel General y nos dirigíamos a comer (los del Estado Mayor comíamos y nos alojábamos en un anexo del Cuartel de Artillería), de pronto casi oscureció y nos cayó un pequeño chaparrón, cual no fué nuestra sorpresa al ver que estaban lloviendo ranas del cielo (como si se tratara de una plaga bíblica), quedamos pasmados, el suelo quedó sembrado de pequeñas ranitas. Un teniente que encontramos por el camino nos aclaró aquel especie de "milagro". No era la primera vez que ocurría, resulta ser que fué tan grande la evaporación de las charcas de la Sagia que absorvió agua y renacuajos, para después devolverlos, tal vez con una fase más de su metamorfosis, mezcados con el agua.
También a veces llovía un barro casi rojo (parecía sangre) debido a las nuves de polvo rojo que levantaba el Siroco.