Os voy a comentar una anécdota graciosa de un paleto como yo.
Estando redestinado en Las Palmas , a partir de Agosto del 74 , en el Cuartel de Mata , un día , me acerco a una tienda de mas arriba del cuartel , y había varias frutas , y le pregunte a la tendera que que era una fruta verde , rugosa . Ella me dijo que se llamaba AGUACATE . Y yo , dándome por conforme , compro un par de piezas.
Llegado a mi cuartel , cogí el cuchillo y lo abrí con intención de comérmelo y comprobar a que sabia aquello. Terminado de abrir probé la parte carnosa , que no sabia a nada , y la tire . Entonces me entretuve con la "bola central " e intentando partirla o pelarla , aquello no daba resultado. Así que me cabree tanto que cogí los dos aguacates ( uno ya usado) y me fui furioso a la tienda y me puse serio con la señora explicándole mi proceder con esa fruta y que no se podia comer de lo mala y dura que estaba. A lo que ella se empezó a reír a carcajadas conmigo , y cuando se calmo , paso a explicarme de que y como se comía aquella fruta exótica. Cogió la tendera , del cesto, un aguacate ya maduro , lo abrió por la mitad, saco el hueso central , lo aparto , y en los huecos de la fruta le puso un poco de miel . Lo removió . Y me lo dio a comer. Y aquello cambio la cosa y mi enfado. Estaba buenísimo, le dije. Ya , y se suponía, que nunca había visto semejante fruta. Y fue tan amable de explicarme el procedimiento y el sabor combinado que se podía hacer. Al saber que yo era un soldado y " peninsular " , me regalo varias piezas que agradecí con cariño.
Así que ya sabéis esta "triste historia".
De aquella situación saque para el futuro unas conclusiones que me han servido de ejemplo para " no lanzarme sin paracaídas y pensar de antemano las cosas y no convertirlas en problemas.
Saludos.