Francisco Javier Oliva nos envía el siguiente correo.

Buenos días a todos, a Maite, Adolfo, Amador, Cristóbal, Dionisio, Joan, Jordi, Pablo-Ignacio y Manolo.

En primer lugar, y antes que nada, espero que todos estéis bien. Quiero pediros disculpas porque, para la mayoría de vosotros, llevo mucho tiempo sin dar señales de vida. No ha sido por falta de ganas ni de memoria, pero he estado muy atareado tanto con el trabajo que me da de comer en una compañía de seguros como con el proyecto de la novela que nos unió hace cuatro años.

En diciembre de 2022 os escribía para desearos felices fiestas y os prometí que, durante estos doce últimos meses, pondría todo mi empeño y determinación en terminar de corregir el texto por enésima vez e iniciar la búsqueda de una editorial con gran distribución, una de esas de primera división que todos conocemos para que se hiciera cargo de publicar la novela. También os advertía de que esa búsqueda era una labor un tanto farragosa, una travesía por el desierto que a menudo está llena de sinsabores y decepciones. Las grandes editoriales están sobresaturadas de trabajo y no suelen hacer mucho caso a los autores poco conocidos. Suele ser inútil enviarles una novela porque les llegan miles de ellas al cabo del año (sí, miles). Lo preferible es hacerles llegar un pequeño informe donde se habla de la novela y esperar a que, pasados al menos un par de meses, respondan si les interesa leer la novela o no. Así que, desde hace mucho tiempo temía que llegara este momento de rendiros cuentas y tuviera la bolsa vacía.

Afortunadamente, no va a ser así.

En septiembre comencé a mover un informe de la novela entre agentes literarios de primer orden y, a partir de octubre, lo hice también con esas editoriales que os comentaba que juegan de primera división. A día de hoy, hay cuatro de esas editoriales punteras que se han interesado por la novela y me han pedido el texto completo para valorarlo. Y además no tardaron mucho tiempo en solicitarlo, apenas fueron unos pocos días después de haberles enviado el informe.
Este hecho de que una editorial me haya pedido el manuscrito de la novela…, en realidad, ¿qué quiere decir? Pues que realmente están interesados en ella y se la quieren leer de arriba abajo. En no pocas ocasiones, una editorial se lee el libro y luego lo rechaza por diversas causas (no tiene suficiente calidad, no es lo que andan buscando…), pero en este caso, estoy convencido de que la novela va a saber defenderse solita.

Por ello, este año 2023 lo cerramos con mucha ilusión y celebrando que haya cuatro editoriales interesadas en el libro (yo ya me hubiese dado con un canto en los dientes si solo hubiese sido una). Sin embargo, no hay que lanzar las campanas al vuelo. Creo que en este tiempo que llevamos juntos sabéis que ilusión, paciencia, tesón, ganas de trabajar y hacer las cosas bien no me han faltado. Ahora toca esperar a que alguien nos dé luz verde y podamos ver la novela en las librerías. Y digo “nos” porque, como no me cansaré de repetir, este trabajo no hubiese sido posible sin vosotros, sin vuestro apoyo, vuestro esfuerzo y vuestra paciencia a la hora de aguantarme.

No quiero robaros más tiempo. Tan solo me queda desearos una muy feliz Navidad y que tengáis un 2024 lleno de plenitud. Y que, a lo largo del año, pueda anunciaros que hemos llegado a buen puerto (de lo cual estoy casi casi convencido aunque mantengo los pies muy en el suelo).

Cuidaos mucho porque, llegado el caso, esto habrá que celebrarlo por todo lo alto que la economía nos permita.
Con un cariñoso abrazo,

Javier O.-

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