Un 7 de Octubre de 1968, mismo día y mes que hoy, pero cincuenta y siete años antes, iniciaba mi viaje hacia el Sáhara, a bordo de un expreso Madrid- Cádiz. Mis compañeros habían salido un par de semanas antes, pero yo había presentado una alegación por miopia, y los militares pospusieron mí marcha, hasta que resolviera un Tribunal Médico Militar. Mi informe oftalmológico, el que yo aporté, no sirvió de nada, el oftalmólogo militar debió redactar otro mas flexible, y mis dioptrias se vieron reducidas. Con diez o más dioptrías pasabas a una situación de servicios auxiliares, que, en realidad, te libraba del servicio militar indefinidanemnte, pues en aquellos años, no había cirugía correctora.

Sin embargo, al comparecer tal día como hoy en el Hospital Militar Gómez Ulla, de Madrid, un Oficial del Ejército leyó mi nombre, pasé a una sala, otro Oficial dijo en voz alta " Apto" y en cinco segundos, mí esperanza se desvaneció. Horas más tarde, en compañía de otro recluta, también rechazada su alegación de miopia,iniciábamos nuestro " particular" viaje. Diez días más tarde, desembarcamos en el anfibio, en Playa Aaiun, con posterior destino al BIR. Y comenzó otro capítulo de la historia.

Epílogo: he llevado gafas desde los trece años, y las he llevado hasta el año 2021, en que, operado de cataratas de ambos ojos, y gracias a las lentes intraoculares implantadas, he dejado de llevar gafas.