Os preguntareis el porque de los anteriores mensajes........
Pues bien esto viene a que un grupo de asirocaos de la zona Centro, decidimos de la noche a la mañana reunirnos y celebrar una cena para pasar unas horas juntos. Ya digo que fue algo tipo “Genérala”, alguien toco la trompeta y se presentaron unos cuantos voluntarios para organizarlo todo, más para nuestra sorpresa, a la mini-convocatoria, se apuntaron unos pocos compañeros de otras "aldeas", a los que como siempre, se les recibió con los debidos honores y salvas de ordenanza.
A la llamada acudieron los siguientes Veteranos:
Miguel Angel Font – Manolo Viaño – Emilio Madroñal – Matias Madrigal -
Fernando del Toro – Roberto Maseda- Julio Muñoz – Jesús Martinez -
José Cayero – Juan Mañé – Angel de la Rica – Fernando J. de la Cuesta y
Joaquín Cabildo, que aunque no era Veterano propiamente dicho, rápidamente de vio impregnado con la impronta Sahariana.
El compañero Miguel Angel Font se encargó de la intendencia y buscó un salón de té adecuado para nuestros propósitos y así todos juntos, en total nos reunimos 26, contando a nuestras respectivas “sargentos”, a las cuales, una vez más, hemos de agradecer su comprensión y saber estar , para quedarse en un discreto segundo plano, mientras estos pesados de maridos, se sumergían de nuevo en las mil anécdotas y “batallitas” saharianas. Disfrutamos de una gran velada que se prolongó hasta altas horas de la madrugada, sin que por ello se resintieran nuestros baqueteados huesos, sobre todo, después de la sesión de baile a la que los sometimos. En esas estábamos cuando a los postres, nos llega la sorpresa de nuestro camarada Cordero, que desde la distancia se unió a nosotros en forma de invitación a una copa de cava, os podéis imaginar nuestra emoción y alboroto y previa llamada al mismo, para agradecer tan magnifico gesto, brindamos todos juntos a su salud y la de su esposa y deseando que en la próxima, podamos contar con ellos, así como con todos los que sabemos que les hubiera gustado estar con nosotros en esos momentos.
Como no pudo acudir el compañero Serafín con su camello “Correquetepillo” y el nómada Julio tenia un poco constipado a “Siroquin”, tuve que echar mano de mi montura, “Tricéfalo”, llamado así porqué tiene más cerebro que muchos humanos, y presentarme voluntario para hacer servicio de transporte del Paraca Viaño y Sra., a los cuales tuve el “honor” de llevar de acá para allá, sorteando los mil peligros que acechan a quienes osan adentrarse en las obras de la M30, por lo que desde aquí les pido disculpas por el traqueteo.
Y nada más, nada menos, pasamos unas horas inolvidables, como siempre que se reúne algún grupo de Veteranos Saharianos y nos quedamos con el deseo de un próximo Encuentro, hasta entonces un fuerte abrazo para todos y todas.