Pues yo andaba nomadeando entre dunas, con un saco vacío de patatas que "compré" en la cocina, camino de la saguia, para poner a mis pies la mejor copa de palmera y los más maduros dátiles para el postre de los próximos días, ya que me tocaba "datilero-semana"

Cuando más concentrado estaba echando dátiles al saco y probando otros, escucho un firme y decidido estruendo de nailas acercándose. ¡Que susto, los guardas forestales se acercan! El saco se cayó a la arena, la palmera se quedó, y yo me pegué tal tripazo sobre el saco que me comí de golpe 7 dátiles con sus huesos. Me quito la arena de los ojos, y veo un grupo cantando "Las Corsarias" con gorras al viento orbitando cabezas grises de poco pelo, con Roberto Maseda en cabeza poniéndole el punto a la "i" como siempre.

Ya empiezo a entender, pero no me cuadran las cuentas, falta un camello. Vuelvo a contar con los dedos, que es más exacto, y tampoco salen. Por fin, una dulce voz del fondo que dice humildemente: ¿oiste? no he traído el camello porque es muy tragonciño y me deja Galicia sin asfalfa para mis vaquiñas, he venido en el Junkers, que es más barato y paga el ejército. Soy el galleguiño Manolo Viaño, el paraca..., ¿sabes?

Ye empezó a alegrarse mi cuerpo, sin agua tontona..., todavía. Era un grupo de "asirocaos" que se reunían para pasar el fin de semana. Como bien dice nuestro amigo Fernando, algunos han llegado de los más lejanos destacamentos: Manuel Viaño (Vigo), José Cayero (Cáceres), Roberto Maseda, el que pone al punto a la "i" (Gijón), Matías Madrigal (Tomelloso), Juan Mañé (Tarragona). Todos con el deseo y la ilusión de darles un abrazo a sus compañeros de la zona centro y pasar un fin de semana con ellos. Como no podía ser menos, para nosotros también ha sido una gran alegría estar juntos. Hemos tenido un par de relutillas primerizos: Fernando del Toro y esposa, así como Juan Mañé y esposa , que han vuelto encantados y ahora les parece que ha sido un sueño. Esto es así siempre, hay que vivirlo para creerlo. Hemos vuelto a ser los mismos que fuimos. Nos cambió el siroco haciéndonos como somos, así que no tenemos remedio, que es lo bueno.

A los amigos Cordero y Serafín gracias por vuestra presencia y vuestro brindis desde Sevilla

Lo he escrito como "mejón" lo siento.

Un fuerte abrazo,

Julio Muñoz

Tropas Nómadas - Smara