Volviendo a la fauna salvaje de mi finca, paso unas fotos que hice el 1 de enero de este año, en la que podréis ver el resultado de caza de un halcón. Preferentemente en los meses invernales, por la zona planean aves cazadoras. Desde el pequeño cernicalo (este está todo el año) hasta aguilas.
El día de año nuevo, en lugar de descansar, me dediqué a podar árboles. Una manera de quemar los escesos gastronómicos y etilicos. Subido al andamio, a verios metros del suelo, podando una magnifica Amelia, veo que un grupo de palomas que están sobre la línea eléctrica que atraviesa mi finca, levantan el vuelo y, súbitamente, un Halcón se cruza a increible velocidad y caza la paloma más retrasada. El halcón con la paloma entre sus garras desciende al suelo, a unos 80 ó 100 metros de mi posición, desapareciendo entre los avellanos. No es la primera vez que presencio al natural la caza de un ave de rapiña, pero nunca tan cerca y tan espectacularmente. Varios minutos después, equipado con mi digital, me deslicé sigiloso hacia la zona que calculaba debía estar el halcón y su presa. Sorprendí al fuerte pájaro desplumando a la paloma, pero a pesar de mi cautela, notó mi presencia y se elevó velozmente sin darme tiempo a disparar mi digital. Solo pude fotografiarle en el aire alejándose.
me acerqué al lugar y vi la paloma bastante desplumada.
En esta foto se puede comprobar el fino trabajo del halcón
Hace varios años, exceptuando los meses estivales, es habitual encontrame por la finca los restos de palomas. Calculo que cada semana aparecen dos o tres, cosa que me reconforta, pues en los últimos años hay un exceso de ellas, dada la cercania de la ciudad y, desde que estos pajaros de rapiña actuan, mantienen la población a raya.
Es curioso que solamente dejan las plumas, ni rastro de huesos y patas. Por cierto, por la tarde volví al lugar y ya solo quedaban las plumas, el bicho volvió a comer su legitima presa.
Saludos
Albert Marín