Movido por el interéss que en mi despierta todo lo que tenga relación con el Sahara y tras el aviso de Pepe de la inaguración de la exposición "Te amargo" en Bellvitge, decidí asistir.
Pasé un momento la semana pasada a ver la exposición y me impresionó. Hay imagenes duras que agitan la conciencia y otras conmovedoras como la de el anciano sin manos dando, o recibiendo de la niña, un papelito con la boca y la mujer, creo que con una mano ortopédica, sentada y con la mirada elevada hacia la fuente de luz que dibuja un triángulo en la pared a su espalda. Una auténtica Piedad.
Sin duda un te amargo. Muy amargo.