¿ESTUVISTE EN LA PAVERA? Cuéntanos.....
- Diego Padrón Lorenzo
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- Ubicación: S/C. Tenerife/Chicharrilandia
¿ESTUVISTE EN LA PAVERA? Cuéntanos.....
Creo que algunos de nosotros y por muy variadas circunstancias fuimos invitados a pasar alguna que otra noche en tan curioso lugar, “La Pavera”, el nombre le iba que ni pintado y a mi me invitaron dos veces a visitarla.
Les cuento….
Cuando llegamos los canarios al BIR, fuimos los primeros en llegar, el 10 de Enero del 75. Uno de nosotros, un chico de Las Palmas y al que llamaré M, tenía un problema muy particular.
Este chico era gay, en aquella época maricón sin más…, pero con cuerpo de mujer, tenía pechos, un pelo largo, muy fino, muy amanerado en sus movimientos. M lo pasaba mal, me decía que no podía estar entre tanto hombre, siempre estaba solo.
Se me ocurrió decirle de ir y comentarle el problema al Sargento, él no se atrevió a acompañarme y me fui a verle, eran los primeros días del BIR, aún de paisano. Le conté al Sargento lo que le estaba sucediendo a este chico y el problema que tenía, aquel chico era una mujer. No recuerdo bien sus palabras, pero me dijo algo así como…”si hay un maricón aquí, saldrá hecho un hombre”.
Desde ese momento el mencionado sgto comenzó a tratar a M de una forma despectiva, con frases hirientes y burlas a su condición y esto llevaba a que compañeros rieran “sus gracias” complicándose el problema de M. y que con la llegada de nuevos reclutas el problema crecía.
Una tarde convencí a M para ir a ver al Capitán, estaba en un despacho junto a la furrilería de la 3ª Cia. El Furry con el que compartíamos barracón, dormía en el cuarto de los Cabos 1º, se quedó parado al vernos, él conocía el problema, le dijimos que queríamos ver al Capitán y así fue.
Le contamos el problema y no hizo falta mucho para que él mismo pudiera comprobarlo. El Capitán miró a M y le dijo como que…”no te preocupes veremos como se soluciona”.
A la mañana siguiente, en la formación de diana, un auxiliar me llama y me lleva ante el sgto y delante de todos me pone de ejemplo de lo que no se puede hacer; saltarse los escalafones militares e ir a hablar con un superior sin que el inmediatamente inferior lo autorizara. La falta la consideró grave y me pasé tres días en la pavera con todos los gastos pagados, incluido el masaje corporal de las chinches.
A los pocos días M fue trasladado al Hospital del Aaiún, nunca regresó y nunca supe mas de él
Lo mas curioso de este recuerdo es que hace un par de años, recibí un magnífico libreto “El Sáhara, un desierto en mi vida” de nuestro amigo Román Martínez del Cerro y en el que hace mención a este chico M con el que coincidió meses después en algún cuartel de Las Palmas. Que grande es esto......
Sólo me queda la satisfacción de pensar que al menos esos tres días de pavera sirvieron para algo. Cosas de la mili………
El Loco de Smara
Les cuento….
Cuando llegamos los canarios al BIR, fuimos los primeros en llegar, el 10 de Enero del 75. Uno de nosotros, un chico de Las Palmas y al que llamaré M, tenía un problema muy particular.
Este chico era gay, en aquella época maricón sin más…, pero con cuerpo de mujer, tenía pechos, un pelo largo, muy fino, muy amanerado en sus movimientos. M lo pasaba mal, me decía que no podía estar entre tanto hombre, siempre estaba solo.
Se me ocurrió decirle de ir y comentarle el problema al Sargento, él no se atrevió a acompañarme y me fui a verle, eran los primeros días del BIR, aún de paisano. Le conté al Sargento lo que le estaba sucediendo a este chico y el problema que tenía, aquel chico era una mujer. No recuerdo bien sus palabras, pero me dijo algo así como…”si hay un maricón aquí, saldrá hecho un hombre”.
Desde ese momento el mencionado sgto comenzó a tratar a M de una forma despectiva, con frases hirientes y burlas a su condición y esto llevaba a que compañeros rieran “sus gracias” complicándose el problema de M. y que con la llegada de nuevos reclutas el problema crecía.
Una tarde convencí a M para ir a ver al Capitán, estaba en un despacho junto a la furrilería de la 3ª Cia. El Furry con el que compartíamos barracón, dormía en el cuarto de los Cabos 1º, se quedó parado al vernos, él conocía el problema, le dijimos que queríamos ver al Capitán y así fue.
Le contamos el problema y no hizo falta mucho para que él mismo pudiera comprobarlo. El Capitán miró a M y le dijo como que…”no te preocupes veremos como se soluciona”.
A la mañana siguiente, en la formación de diana, un auxiliar me llama y me lleva ante el sgto y delante de todos me pone de ejemplo de lo que no se puede hacer; saltarse los escalafones militares e ir a hablar con un superior sin que el inmediatamente inferior lo autorizara. La falta la consideró grave y me pasé tres días en la pavera con todos los gastos pagados, incluido el masaje corporal de las chinches.
A los pocos días M fue trasladado al Hospital del Aaiún, nunca regresó y nunca supe mas de él
Lo mas curioso de este recuerdo es que hace un par de años, recibí un magnífico libreto “El Sáhara, un desierto en mi vida” de nuestro amigo Román Martínez del Cerro y en el que hace mención a este chico M con el que coincidió meses después en algún cuartel de Las Palmas. Que grande es esto......
Sólo me queda la satisfacción de pensar que al menos esos tres días de pavera sirvieron para algo. Cosas de la mili………
El Loco de Smara
Después dicen que el Loco soy yo..... EL LOCO DE SMARA
- Román Martínez del Cerro
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Re: ¿ESTUVISTE EN LA PAVERA? Cuéntanos.....
Efectivamente Diego, así fue. Tu y yo conocemos el apellido de este compañero. Lógicamente no es cuestión de ponerlo aquí. Solo una pequeña precisión, coincidimos en el Hospital Militar de Las Palmas, no en un cuartel. Este compañero pasó Tribunal Médico y fue excluido de realizar el Servicio Militar. Lo cual me alegró enormemente. Era buena persona y lo estaba pasando, como bien dices, muy mal. Hablábamos mucho durante nuestra estancia en el hospital. Recuerdo la visita de su madre y de un hermano. Por cierto, el hermano tenía el mismo problema. Ya en el BIR, me llamó la atención, pero al ser de otra compañía no conocí más detalles.
Un abrazo,
Román
Un abrazo,
Román
Ingenieros Aaiún
Enero a Diciembre 1975
Enero a Diciembre 1975
- Diego Padrón Lorenzo
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Re: ¿ESTUVISTE EN LA PAVERA? Cuéntanos.....
Ya sabes Román la alegría que sentí al leer en tu libro que habías coincidido con M en Las Palmas, realmente me alegré de que se le pudiera resolver el problema.
Abrazote para ti
---------------------------------
Mi segunda visita a la pavera fue en Smara, no llevaba mucho tiempo en el destacamento y un día de esos, mi buen amigo José Ramón Paniagua, “el Pani” (q.e.p.d.) que curraba en las oficinas, vino al botiquín (lugar donde nos reuníamos todos los días) y nos dijo a Isidoro “el Sani” y a mí, que se había enterado que era el cumpleaños de la mujer de nuestro Capitán y que iban a hacer una fiesta en su honor. No se nos ocurrió otra cosa que idear la forma de cómo felicitarla y lo que pensamos fue el cantarle “las mañanitas” después del toque de silencio.
Cogí mi guitarra y nos pasamos media tarde ensayando la canción, nos tomamos varios pelotazos y nos pusimos muy a gusto. Acordamos que nos subiríamos al torreón en donde se hacía los refuerzos de guardia por las noches y que lindaba con los pabellones en donde dormían los oficiales de Ingenieros con sus esposas. Estos pabellones estaban adosados al cuartel de La Legión, pero los separaba un estrecho pasillo y ahí era en donde se iba a celebrar la fiesta.
Tocaron silencio pero la fiesta de cumpleaños continuaba, cargados como erizos subimos al torreón y allí estaba nuestro Capitán, nuestros tenientes y algunos oficiales de otros cuerpos invitados a la fiesta y sus esposas; y comenzamos a cantar. Se hizo el silencio y creo que nuestras voces o berridos se escuchaban en toda Smara; todos nos miraban y escucharon nuestra canción. Al terminar hubo hasta aplausos. Cuando bajamos del torreón que por cierto no fue fácil por la cantidad de cubatas tomados y muertos de risa nos encontramos cara a cara con nuestro Capitán. Saludos de rigor y antes de decir nosotros ni una palabra, nuestro buen Capitán nos dijo “Han tocado silencio, así que dejar la guitarra en la cia, coger la manta y a dormir en la pavera, les estoy esperando.”
Derechitos como velas obedecimos sus órdenes y al regresar ya estaba el cabo 1º de guardia esperándonos en la puerta de la pavera. Debimos de caer tiesos porque no recuerdo ni como dormí, sí que recuerdo que por la mañana nos abren la puerta y nos dice el cabo 1º de guardia que el capitán quería vernos. Con un resacón terrible fuimos a verle a su oficina, no hicimos sino entrar y nos dijo que fuéramos inmediatamente a asearnos y que volviéramos a presentarnos correctamente.
Nos fuimos a ver a “La Francis” , seguro que los de ingenieros en Smara recuerdan a este chico, la Francis nos abrió las duchas y una vez presentables regresamos a la oficina del Capitán.
Pedimos permiso y al entrar nos encontramos al Capitán con su esposa. Él muy serio, su esposa sonreía. Fue ella quien primero habló, nos dijo que le había gustado mucho que la hubiéramos felicitado de esa manera y que estaba muy agradecida (he de recordar que nuestro Capitan tenía 26 años y su mujer era mas joven). La mujer se la veía contenta y condescendiente con nuestra falta, pero nuestro Capitán permanecía serio sin dejar de mirarnos. Cuando la señora terminó de hablar y antes de que dijéramos ni una palabra para corresponder a su agradecimiento, nuestro Capitán nos ordenó que nos retiráramos, al hacerlo reclamó nuestra atención y nos dijo “Les aseguro que la próxima vez el arresto será mayor, pero he de reconocer que esas “mañanitas” hicieron feliz a mi esposa, así que por mi parte, gracias a los tres. Venga, fuera de aquí…..”
Y volvimos a sonreír……
Esto dio pié a que en el día de San Fernando patrono de Ingenieros, se nos ocurriera hacer una “murga-chirigota” y aunque las letras pasaron censura pues nos metíamos con todos los mandos, fuimos capaces de cantarlas tal y como las habíamos escrito, sin censura y ante toda la tropa en el patio de armas y muchos de los oficiales invitados ese día a comer en Ingenieros.
El éxito fue brutal……..
Fotografía del momento el día de San Fernando
....................................
De izquierda a derecha: Antonio Hermosín, Diego Padrón, Paco Carrasco, Laureano Alvea (medio tapado por Paco), Ricardo Pérez, José Ramón Paniagua e Isidoro G. Serrano.
Curiosamente, ayer noche recibí una llamada de Ricardo Pérez M. , no sabía nada de él desde entonces y por casualidad encontró esta web y me localizo. De los que estamos en esta foto sólo nos queda localizar a Paco Carrasco, todos los demás estamos localizados y nos hemos vuelvo a ver. He de añadir a Francisco Cegarra Vera y a Manolo Prada con los que también coincidí en Smara, una suerte inmensa el haber podido localizar a tanto compañero.
Cosas de la mili…..
Abrazote chicharrero a todos
El Loco de Smara
Abrazote para ti
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Mi segunda visita a la pavera fue en Smara, no llevaba mucho tiempo en el destacamento y un día de esos, mi buen amigo José Ramón Paniagua, “el Pani” (q.e.p.d.) que curraba en las oficinas, vino al botiquín (lugar donde nos reuníamos todos los días) y nos dijo a Isidoro “el Sani” y a mí, que se había enterado que era el cumpleaños de la mujer de nuestro Capitán y que iban a hacer una fiesta en su honor. No se nos ocurrió otra cosa que idear la forma de cómo felicitarla y lo que pensamos fue el cantarle “las mañanitas” después del toque de silencio.
Cogí mi guitarra y nos pasamos media tarde ensayando la canción, nos tomamos varios pelotazos y nos pusimos muy a gusto. Acordamos que nos subiríamos al torreón en donde se hacía los refuerzos de guardia por las noches y que lindaba con los pabellones en donde dormían los oficiales de Ingenieros con sus esposas. Estos pabellones estaban adosados al cuartel de La Legión, pero los separaba un estrecho pasillo y ahí era en donde se iba a celebrar la fiesta.
Tocaron silencio pero la fiesta de cumpleaños continuaba, cargados como erizos subimos al torreón y allí estaba nuestro Capitán, nuestros tenientes y algunos oficiales de otros cuerpos invitados a la fiesta y sus esposas; y comenzamos a cantar. Se hizo el silencio y creo que nuestras voces o berridos se escuchaban en toda Smara; todos nos miraban y escucharon nuestra canción. Al terminar hubo hasta aplausos. Cuando bajamos del torreón que por cierto no fue fácil por la cantidad de cubatas tomados y muertos de risa nos encontramos cara a cara con nuestro Capitán. Saludos de rigor y antes de decir nosotros ni una palabra, nuestro buen Capitán nos dijo “Han tocado silencio, así que dejar la guitarra en la cia, coger la manta y a dormir en la pavera, les estoy esperando.”
Derechitos como velas obedecimos sus órdenes y al regresar ya estaba el cabo 1º de guardia esperándonos en la puerta de la pavera. Debimos de caer tiesos porque no recuerdo ni como dormí, sí que recuerdo que por la mañana nos abren la puerta y nos dice el cabo 1º de guardia que el capitán quería vernos. Con un resacón terrible fuimos a verle a su oficina, no hicimos sino entrar y nos dijo que fuéramos inmediatamente a asearnos y que volviéramos a presentarnos correctamente.
Nos fuimos a ver a “La Francis” , seguro que los de ingenieros en Smara recuerdan a este chico, la Francis nos abrió las duchas y una vez presentables regresamos a la oficina del Capitán.
Pedimos permiso y al entrar nos encontramos al Capitán con su esposa. Él muy serio, su esposa sonreía. Fue ella quien primero habló, nos dijo que le había gustado mucho que la hubiéramos felicitado de esa manera y que estaba muy agradecida (he de recordar que nuestro Capitan tenía 26 años y su mujer era mas joven). La mujer se la veía contenta y condescendiente con nuestra falta, pero nuestro Capitán permanecía serio sin dejar de mirarnos. Cuando la señora terminó de hablar y antes de que dijéramos ni una palabra para corresponder a su agradecimiento, nuestro Capitán nos ordenó que nos retiráramos, al hacerlo reclamó nuestra atención y nos dijo “Les aseguro que la próxima vez el arresto será mayor, pero he de reconocer que esas “mañanitas” hicieron feliz a mi esposa, así que por mi parte, gracias a los tres. Venga, fuera de aquí…..”
Y volvimos a sonreír……
Esto dio pié a que en el día de San Fernando patrono de Ingenieros, se nos ocurriera hacer una “murga-chirigota” y aunque las letras pasaron censura pues nos metíamos con todos los mandos, fuimos capaces de cantarlas tal y como las habíamos escrito, sin censura y ante toda la tropa en el patio de armas y muchos de los oficiales invitados ese día a comer en Ingenieros.
El éxito fue brutal……..
Fotografía del momento el día de San Fernando
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De izquierda a derecha: Antonio Hermosín, Diego Padrón, Paco Carrasco, Laureano Alvea (medio tapado por Paco), Ricardo Pérez, José Ramón Paniagua e Isidoro G. Serrano.
Curiosamente, ayer noche recibí una llamada de Ricardo Pérez M. , no sabía nada de él desde entonces y por casualidad encontró esta web y me localizo. De los que estamos en esta foto sólo nos queda localizar a Paco Carrasco, todos los demás estamos localizados y nos hemos vuelvo a ver. He de añadir a Francisco Cegarra Vera y a Manolo Prada con los que también coincidí en Smara, una suerte inmensa el haber podido localizar a tanto compañero.
Cosas de la mili…..
Abrazote chicharrero a todos
El Loco de Smara
Después dicen que el Loco soy yo..... EL LOCO DE SMARA
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Re: ¿ESTUVISTE EN LA PAVERA? Cuéntanos.....
A un sargento se le ocurrio que yo arbitrara la final de futbol de Santa Barbara en Artilleria el año 1971,el partido fue épico,creo que uno de los participantes fue la 5ª Bateria,perdieron.por un encontronazo con el 1º del Parque,me endiñaron 14 días(era yo cabo),un dia estando el teniente de la 5ªde puerta,armamos jaleo y nos puso ha dar vuelta alrededor del mástil,eran al principio de la tarde,con toda la calor,al rato me sali de la fila,me invente un problema y me mando otra vez a la pavera.Por la noche le selia la orden y sali designado cabo 1º,un compañero de la compañía me lo dijo por la ventana y le indique que me trajera los galones de cabo 1º(que tenia en mi taquilla)me los puse y llame a la guardia,con ellos puestos,le dije que era cabo 1ºy que estaba con la tropa,se lo dijeron al tte.y me dijo que liara mi colchón y me fuera para la batería,cosa que hiza y asi me libre de unos días metido en ella.Despues solicite a Tenerife(había tres opciones)yo puse Tenerife,Tenerife y Tenerife y me toco,con el crreospiente cabre del capitán del parque(era el que llevaba de maniobras al cuartel)
- abraham garcia corrales
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Re: ¿ESTUVISTE EN LA PAVERA? Cuéntanos.....
¿Es a caso, Bejarano, que en tu tiempo un cabo 1º no era tropa? Por que en el mío síAntonio Suarez Bejarano escribió:A un sargento se le ocurrio que yo arbitrara la final de futbol de Santa Barbara en Artilleria el año 1971,el partido fue épico,creo que uno de los participantes fue la 5ª Bateria,perdieron.por un encontronazo con el 1º del Parque,me endiñaron 14 días(era yo cabo),un dia estando el teniente de la 5ªde puerta,armamos jaleo y nos puso ha dar vuelta alrededor del mástil,eran al principio de la tarde,con toda la calor,al rato me sali de la fila,me invente un problema y me mando otra vez a la pavera.Por la noche le selia la orden y sali designado cabo 1º,un compañero de la compañía me lo dijo por la ventana y le indique que me trajera los galones de cabo 1º(que tenia en mi taquilla)me los puse y llame a la guardia,con ellos puestos,le dije que era cabo 1ºy que estaba con la tropa,se lo dijeron al tte.y me dijo que liara mi colchón y me fuera para la batería,cosa que hiza y asi me libre de unos días metido en ella.Despues solicite a Tenerife(había tres opciones)yo puse Tenerife,Tenerife y Tenerife y me toco,con el crreospiente cabre del capitán del parque(era el que llevaba de maniobras al cuartel)
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abraham-Vª y XIIIª Bª 55/58
La Unión, minera y cantaora
La Unión, minera y cantaora
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Re: ¿ESTUVISTE EN LA PAVERA? Cuéntanos.....
En la Pavera,por lo menos en Artilleria en 1971,no podían estar junto los soldados y cabos 1º.Me imagino que los motivos se los podemos preguntar a los conocedores de las normas.un abrazo
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Re: ¿ESTUVISTE EN LA PAVERA? Cuéntanos.....
En artillería en Tenerife,por ejemplo hacíamos guardias de puertas(sargento de semana)nuestra vida era como si "fueramos"sargento
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Re: ¿ESTUVISTE EN LA PAVERA? Cuéntanos.....
La pavera del barco ,era muy jodida, pues solamente contaban los dias de puerto,cuando navegabamos los dias de arresto no contaban,siempre te emplumaban todo tipo trabajos y siempre los peores, y las guardias de noche de serviola eran muy fastidiosas , si te quedabas un poco traspuesto, te adjudicaban la siguiente,osea una hora más de serviola, aquello era bastante humillante, y un arresto de 10 dias se podia convertir en un mes, a mi me arrestaron 45 dias,aquello ,era interminable, y por ese motivo fuí voluntario al Sahara ,yo creo que hubo mucho abuso por parte de algunos oficiales y suboficiales,claro esta que ellos con galones hacian y deshacian a su manera, y a nosotros nos jodian cuando querian.
mi paso por paveras fue 45 dias arresto,45 días de permiso,y 45 días de sueldo, que planazo ehhhhh.solamente por mear por la borda,anda que si llego a agarrar a alguien por el cuello todavia estoy allí.
mi paso por paveras fue 45 dias arresto,45 días de permiso,y 45 días de sueldo, que planazo ehhhhh.solamente por mear por la borda,anda que si llego a agarrar a alguien por el cuello todavia estoy allí.
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- Registrado: 09 May 2013 14:06
Re: ¿ESTUVISTE EN LA PAVERA? Cuéntanos.....
Yo también estuve de visita, no recuerdo si una semana o quince días, pero fue quizás lo menos malo que pudo ocurrirme.
En la Cabeza de Playa, si mi memoria no me falla, no hubo apenas arrestos, durante mi estancia solo me viene a la memoria, la de mi Capitán, por estar en la cantina de la tropa (cosa habitual en él, se encontraba más a gusto) y no en la de oficiales, pero como todo allí era improvisación, por no existir sala de banderas, la cumplió en su habitáculo. Lo normal era que si cometías alguna falta te echaran de noche fuera del campamento, sin armamento ni mantas, durante algunos días, y para de contar.
En la Cabeza de Playa, solo existían tres Cuerpos, Infantería de Marina, responsable de la seguridad, y quienes hacían todas las guardias, Unidad Disciplinaria (Cabrerizas), quienes apoyaban en los servicios de armas, y descarga y la Cía de Mar, que se encargaba de la descarga y algún que otro servicio de armas de apoyo, como eran estar de escucha detrás de las alambradas (tenidos en la arena y con los ojos bien abiertos mirando hacia el desierto), expuesta la situación, comienzo mi relato:
Un día en los que hubo bastante trabajo en la playa, nombraron varios servicios de escucha, a los destinos, cosa no habitual, a mi me toco hacerlo en la primera hora (de 9 a 11). Estando tendido sobre mi manta, con el mosquetón a mi derecha, observo que éste se levanta como medio metro, tiro de él, y me traigo al suelo a un sargento, que rodó por la arena, era de la patrulla que hacia la ronda, discutimos sobre si yo que estaba dormido, les respondí que no, pues de haberlo estado se habrían llevado el arma, y les comento que yo estaba para vigilar hacia fuera del campamento, no para vigilar por la espalda dentro del campamento, amén de comentarles que llevaba varios días enfermo con el estómago, entonces me indican que me mandan un relevo, y les comento ¿para qué? si solo me quedan diez minutos de guardia, comprueban la hora y efectivamente era así, se sorprenden, y me dicen que como lo se, acabo de comprobarlo minutos antes de que Vdes. llegaran les manifiesto. Vino el relevo y cuando llegue a mi barracón todos sabían ya lo sucedido.
A la mañana siguiente llegó mi Teniente, (del que yo era su "enchufao") que estaba de Jefe de la Unidad,y me dice ponte a la máquina. Va me dicta un oficio dirigido al Capitán General, pidiendo se nombre un Juez Instructor para que se me formase Consejo de Guerra. Escrito que como cartero tuve que llevar, y cuya repuesta también que traer y entregarla al mismo, que seguía de Jefe de la Cia.
El Capitán General, contesto que como ese servicio de armas él no lo había ordenado, que fuese la autoridad que lo mandó quien impusiera el castigo y se le comunicara posteriormente el castigo impuesto.
Cuando impuso el arresto, no existía "la pavera", así que hubo que improvisarse algún lugar donde meterme, no encontraron otro sitio que un fortín o casamata que estaba destinado a almacén de utensilios. Nadie quería llevarme allí, ni cabos ni el sargento, los otros oficiales me proveyeron de novelas y velas para que pasara las noches. Pero mi estancia allí, solo fue formal, así que solo estuve un día completo, el resto los pasé como los presos en "tercer grado", solo iba a dormir.
Antes de entrar, advertí al cartero de Infantería de Marina, que me recogiese la correspondencia y me la entregara, cosa que hizo. La mañana siguiente toda la Cía paso por el fortín para recoger la correspondencia e incluso hasta él Teniente, pues todas su correspondencia era certificada y me negué a entregársela a su asistente. Ésta tenía él que venir a firmar delante de mí.
Mi única preocupación era si quedaba anotación en la hoja de servicios, por razón de "mi curro" cuando me informaron que no, me quedé.......... tranquilo como el abuelo.
En la Cabeza de Playa, si mi memoria no me falla, no hubo apenas arrestos, durante mi estancia solo me viene a la memoria, la de mi Capitán, por estar en la cantina de la tropa (cosa habitual en él, se encontraba más a gusto) y no en la de oficiales, pero como todo allí era improvisación, por no existir sala de banderas, la cumplió en su habitáculo. Lo normal era que si cometías alguna falta te echaran de noche fuera del campamento, sin armamento ni mantas, durante algunos días, y para de contar.
En la Cabeza de Playa, solo existían tres Cuerpos, Infantería de Marina, responsable de la seguridad, y quienes hacían todas las guardias, Unidad Disciplinaria (Cabrerizas), quienes apoyaban en los servicios de armas, y descarga y la Cía de Mar, que se encargaba de la descarga y algún que otro servicio de armas de apoyo, como eran estar de escucha detrás de las alambradas (tenidos en la arena y con los ojos bien abiertos mirando hacia el desierto), expuesta la situación, comienzo mi relato:
Un día en los que hubo bastante trabajo en la playa, nombraron varios servicios de escucha, a los destinos, cosa no habitual, a mi me toco hacerlo en la primera hora (de 9 a 11). Estando tendido sobre mi manta, con el mosquetón a mi derecha, observo que éste se levanta como medio metro, tiro de él, y me traigo al suelo a un sargento, que rodó por la arena, era de la patrulla que hacia la ronda, discutimos sobre si yo que estaba dormido, les respondí que no, pues de haberlo estado se habrían llevado el arma, y les comento que yo estaba para vigilar hacia fuera del campamento, no para vigilar por la espalda dentro del campamento, amén de comentarles que llevaba varios días enfermo con el estómago, entonces me indican que me mandan un relevo, y les comento ¿para qué? si solo me quedan diez minutos de guardia, comprueban la hora y efectivamente era así, se sorprenden, y me dicen que como lo se, acabo de comprobarlo minutos antes de que Vdes. llegaran les manifiesto. Vino el relevo y cuando llegue a mi barracón todos sabían ya lo sucedido.
A la mañana siguiente llegó mi Teniente, (del que yo era su "enchufao") que estaba de Jefe de la Unidad,y me dice ponte a la máquina. Va me dicta un oficio dirigido al Capitán General, pidiendo se nombre un Juez Instructor para que se me formase Consejo de Guerra. Escrito que como cartero tuve que llevar, y cuya repuesta también que traer y entregarla al mismo, que seguía de Jefe de la Cia.
El Capitán General, contesto que como ese servicio de armas él no lo había ordenado, que fuese la autoridad que lo mandó quien impusiera el castigo y se le comunicara posteriormente el castigo impuesto.
Cuando impuso el arresto, no existía "la pavera", así que hubo que improvisarse algún lugar donde meterme, no encontraron otro sitio que un fortín o casamata que estaba destinado a almacén de utensilios. Nadie quería llevarme allí, ni cabos ni el sargento, los otros oficiales me proveyeron de novelas y velas para que pasara las noches. Pero mi estancia allí, solo fue formal, así que solo estuve un día completo, el resto los pasé como los presos en "tercer grado", solo iba a dormir.
Antes de entrar, advertí al cartero de Infantería de Marina, que me recogiese la correspondencia y me la entregara, cosa que hizo. La mañana siguiente toda la Cía paso por el fortín para recoger la correspondencia e incluso hasta él Teniente, pues todas su correspondencia era certificada y me negué a entregársela a su asistente. Ésta tenía él que venir a firmar delante de mí.
Mi única preocupación era si quedaba anotación en la hoja de servicios, por razón de "mi curro" cuando me informaron que no, me quedé.......... tranquilo como el abuelo.
El abuelo de la Cìa. de Mar del Sahara
1.960
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