-¡¿Pero cómo puede ser que hayamos tenido un hijo morocho, si yo soy completamente blanco y tu también?!
-Porque cuando nació yo no tenía leche, a si que contraté a una asistenta morocha para que le diese de mamar y se ha puesto así.
-El marinero, no muy convencido, va a preguntarle a su madre si eso era posible:
-¡Pues claro que es posible hijo!, verás yo cuando eras pequeño te di leche de vaca, ¡y mira que cuernos tan grandes te están saliendo!